El baile de graduación y mi cumpleaños se acercaban, no estaba nada contenta por eso, ya que estaba preocupada por la cirugía que mi hermano y mi padre se someterían en unos días. Mis padres estaban igual de preocupados, pero los médicos dijeron que mi hermano estaría bien en poco tiempo y que incluso antes de entrar a la universidad ya estaría jugando de nuevo.

Llegamos al hospital y nos quedamos en la sala de espera a recibir noticias de ambos, pasaron varias horas, incluso Sam se había quedado dormida en el pasillo. De pronto un doctor dijo que ambos habían salido bien de la cirugía y que ya podríamos ver a mi hermano, aun tenia muchas preguntas que hacerle, pero, decidí esperar. —¿Cómo te sientes?

—Estoy perfecto, no fue mucho

—Me alegro de eso Tommy

—¿Vas a llorar?

—Claro que no, no es para tanto

Después salimos del hospital y quiera ver a mi padre, pero al pasar por su habitación, su nueva familia estaba con él, decidí que después lo visitaría, por ahora quería estar con mi hermano, aunque no había sido una cirugía peligrosa o algo parecido, admiraba a mi hermano por ser el donador.

En los primeros días nos dedicamos a empacar las cosas que mi hermano se llevaría a su alojamiento en el campus, a diferencia de Nik, quien había rentado una casa cerca de la Universidad, para vivir con su hermana y su madre después de que saliera del centro de ayuda. Todos mis pensamientos giraban entorno a él y lo que me había contado que haría en california, suspiraba pensando en que cuando lo cotaba perecía un niño pequeño contando lo que quería ser de grande.

—Compare una casa grande, para que pueda juagar Vanesa con su gato y hacer correr a Noah

—¿Vivirá contigo?

—Pero claro, bueno, este año no, será el próximo, aun debe materias ese idiota

—¿Tu madre estará de acuerdo?

—Claro, ella siempre quiso una casa enorme

Su mirada deslumbrante al contar todo lo que quería hacer, sus planes y sueños hacían que me enamorara cada vez más de él. De la clase de persona en que se estaba invirtiendo, no en el irresponsable que el director creía que era. Tommy no dejaba de hablar con sus amigos por teléfono y sobre el baile de graduación, Lily estaba más que lista, incluso le había elegido su traje ella misma

—¿Tu ya tienes tu vestido?

—¿De qué halas Lily?

—¿No iras con Nik? —al notar mi silencio se quedó callada y asumió lo que ya todos sabían

—Lamento que las cosas no resultaran Eli

Yo siempre tuve la ilusión de llegar del brazo de Nik al baile de graduación, vi mi closet y al fondo estaba el vestido que había elegido desde hace tiempo, aunque no me había invitado oficialmente yo me había ilusionado y un día solo lo compre, pensando que lo necesitaría. Vi por mi ventana y la lluvia comenzaba a caer, el cristal estaba empañado y quise abrirla para dejar entrar algo de aire frio, me recargué en la ventana para ver como las gotas de agua caían por las hojas de los árboles. De pronto alguien corría bajo la lluvia, tenía una sudadera empapada y el gorro no dejaba ver su rostro, hasta que se detuvo frente a mi casa y al descubrir su rostro pude verlo, era Nik

—¡Evans!

—¿Qué haces?

—¡Dijiste que siempre volviera a ti y eso estoy haciendo! —bajé tan rápido como pude las escaleras, la lluvia fría toco mi cara tan rápido como me acerque a Nik

—¿Qué haces aquí? ¿Por qué llegaste corriendo?

—No dejare que termine así, te extraño Evans, te extraño como un loco

—Nik...

—Dejame hablar, te he dado tiempo para que pienses las cosas, pero es injusto que nos separemos por cosas como estas, a tu lado encontré todo lo que buscaba, incluso lo que no. Tú me enamoraste, así que ahora hasta responsable de eso

—Nik, ya no haya nada que resolver, ya todo termino ¿Entiendes? Ahora vete y no vuelvas a buscarme—para ser sincera nunca pensé en decir algo como eso, me di la vuelta para entrar a mi casa,

—¡Eres muy egoísta!

—¿Qué? —giré de nuevo hacia él

—Y sabía que esto pasaría, desde que Christian vino a rogarte un día, pensé que era ridículo, pero ahora si lo pienso bien siento pena por él

—No sabes lo que estás diciendo

—¿Y tú? ¿Sabes al menos lo que estás haciendo?

—Nik yo solo...

—Sabias como era mi vida y lo complicada que estaba siendo, aun sí saliste conmigo, aun así, te enamoraste de mi y ahora solo decides irte ¿Eso no es egoísta? —las lagrimas corrían por su cara y aquellos ojos azules que siempre me miraban con un brillo precioso, ahora me veían desconsoladamente, y eso me rompía el corazón. Lo amaba, pero sabia que no era el momento de estar juntos, quizás solo necesitábamos arreglar todo y después, quizás después volver a estar juntos

—Solo era cuestión de tiempo para descubrir que fue un error estar juntos

—¿Un error? ¡Si lo sabias entonces por que aceptaste salir conmigo oficialmente, por que me enseñaste a bailar y porque te hiciste un tatuaje conmigo! ¿Por qué me amaste y dejaste que te amara? Si al final... te ibas a ir

—Quizás para ti sea fácil segur Nik, pero para mi no lo es, ahora mismo no sé qué hacer con mi vida, y sé que tú tampoco la estas pasando bien, por eso quiero dejarte tranquilo

—No sigas, sé que todo lo que dices es mentira, pero esta bien creeré cada una de ellas y fingiré que estoy bien con eso—se dio la vuelta y quería salir corriendo detrás de él, pero no podía, aun había cosas que resolver en mi vida y sabía que igual él

El baile de graduación era en dos días y por más que moría de ganas por que en mi puerta apareciera Nik con su sonrisa enorme para invitarme al baile, sabia que solo era una ilusión. Al bajar a la sala vi las llaves del auto de mi hermano y quería tomarlas para conducir hasta la casa de mi padre y averiguar si estaba bien, pero en ese momento recordé que en el sótano había fotografías y cosas en una caja que siempre quise darle. Fui al sótano y la busque, no solo encontré la caja, si no también el casco que Nik me había regalado un día, pero no lo había usado en mucho tiempo, lo lleve conmigo y la caja a mi habitación, contemple el casco y recordé el día en que me lo dio.

Todos los momentos que había vivido con él ahora eran solo recuerdos, solo eso, recuerdos. El día del baile de graduación, mi hermano y Lily ya estaba listos para salir de casa, no sin antes de ser fotografiados de pies a cabeza por mis padres, minutos después, en la puerta se encontraba mi padre, lo que era una sorpresa para todos. Creímos por un segundo que Tommy, sin importarle su traje costoso, lo enfrentaría y seria un caos, pero dejo a Lily en la puerta de la casa y se acercó a nuestro padre para hablar, se dieron la mano y se fue. —¿Lista para irnos? —tomo a Lily de la mano y se fueron en el auto. Mientras la noche avanzaba veía los videos que Noah compartía en sus redes sociales, incluso Tommy

—Ven a cenar hija ¿Quieres?

—Estoy bien mamá

—Elisse, se que no todo ha salido como esperabas, pero solo ten paciencia y veras que todo se ajustara a como era antes ¿De acuerdo?

Las vacaciones de verano habían comenzado y de Nik no sabía absolutamente nada, Tommy seguía empacando sus cosas y estaba emocionado pero triste al mismo tiempo pues Lily había aplicado para otra universidad, lo cual no era problema ambos ahora tenían auto y podrían visitarse mutuamente

—¿Por qué llevas esto? —Había empacado fotografías de cuando éramos niños

—Deja ahí, es para motivarme

—¿Qué dices?

—Si tengo un mal día, veré estas fotos y recordare lo mucho que lidie contigo cuando eras niña, así sabre que todo lo peor ya lo viví

—Tarado—le di un ligero golpe en el hombro

—¿Me vas a extrañar?

—Para nada, en cuanto cruces la puerta tu habitación será mía

—Estas loca

Cuando Tommy cruzo la puerta de la casa con su última maleta para irse con Lily, la nostalgia se apodero de mí, había vivido tantos momentos con mi hermano, unos buenos y unos horribles, pero lo amaba como a nadie, había inventado tantas cosas con tal de mantenerme feliz y lejos de los problemas, que me parecía terrible que él viviera todo eso solo. Al despedirme de el desde la puerta, sabia que no era suficiente, así que corrí hasta él, antes de que abriera la puerta del auto y lo abrase, hacia mucho que no lo hacia

—Te amo Tommy

—Y yo a ti enana, cuídate mucho y no des problemas ¿De acuerdo?

—No prometo nada

—Ya se que no—sonrió y por fin se fue

Mis padres y yo entramos a casa, nos sentamos en la mesa para comer y ahora Tommy no estaba, pero estaba orgullosa de él y de la clase hombre que se estaba convirtiendo

Los días pasaban y quería hacerme a la idea que estar lejos de Nik era lo mejor que podía hacer por los dos, pero lo último que dijo ese día, era verdad, de nuevo había sido egotista, yo también le había ocultado cosas, había mentido y todo era un fiasco entre nosotros. El pensaba que solo lo estaba terminando por lo que le decía, pero realmente era algo más grande, que mi padre apareciera de pronto en mi vida y que mi hermano fuera su donador, me traía recuerdos de como era todo antes, como me comportaba con mi madre por ser necia y querer verlo. Me dolía, y Nik no lo sabía, no sabía que durante todo este tiempo los recuerdos que tenía con mi padre eran mentira, fueron construidos por mi mamá y mi hermano, quiénes siempre me decían cosas como —"Papa te regalo eso cuando eras pequeña", "Recuerdo cuando fuimos al parque a comer helado" , "Tu padre me amaba mucho y a ustedes igual". Todo era mentira, y me lo decían cuando mis pesadillas me despertaban por la noche, soñaba con la realidad, pero decían que solo eran pesadillas, escuchaba a mi madre gritar y a mi hermano llorar.

El juego que mi hermano había inventado cuando era niña, era de entrar en el armario y usar audífonos, no moverme de ahí hasta que el fuera por mí, pero en ocasiones no obedecía y salía de su habitación, bajaba las escaleras y veía a papá arrojar cosas, a mamá sangrar y a mi hermano llorar, después volvía y hacia como si nada, pero siempre creí que eran sueños y que lo que decían de él, las cosas buenas que inventaban eran ciertas. Eso era lo que dolía y desde que mi hermano me lo gritó a la cara, no podía dejar de pensar en eso, ni dormir en las noches, mucho menos llevar una vida normal, eso era lo que Nik no sabía.

—El, si lo extrañas tanto deberías buscarlo

—No es tan sencillo Sam

—No digas tonterías, los dos se extrañan, se aman y...

—Nos hacemos daño—interrumpí

—¿De qué hablas?

Después del accidente, mi vida cambio y mis pensamientos igual, anqué quería aferrame a la idea de estar con Nik y ser felices, solo era cuestión de tiempo para darme cuenta que solo nos necesitamos en los buenos momentos, por que en los malos los dos siempre la estamos pasando mal.

—Un día Nik vino a casa, era cuando estaba actuando raro, era poque se había mudado y eso no lo sabía, vivió todo eso el solo, al igual que mis sentimientos por mi padre, los viví sola. Antes de que Tommy se fuera, por accidente vi un mensaje de Nik, revise el anterior y Tommy le pidió que fuera a verme

—¿Tommy?

—Así es, no se en que momento sucedió. Le dijo que yo lo necesitaba, que el y mis padres saldrían para dejarnos solos, ahí también entendí que, él no la estaba pasando bien, sin embargo, estaba para mí, para hacerme reír y hacerme feliz, lo cual me parecía muy egoísta de mi parte

—El...

—Los dos debemos de estar felices, de apoyarnos mutuamente y también sufrir juntos, consolarnos y amarnos, lo cual no existe entre nosotros. Tal parece que nuestro destino solo es amarnos solo justo cuando lo necesitamos, sin embargo, estar juntos no lo es

—Elisse Evans, lo que ustedes dos han vivido no es sencillo, ¿Destino? Vamos, su destino es estar juntos, no separados

—Si no nos hubiéramos conocido, todo seria peor, yo no lo tendría a él y él no me tendría a mi ¿Lo entiendes? Pero en los momentos felices en que hemos vivido, han sido muy pocos, pero muy intensos, por eso confió en que también es cuestión de tiempo para que volvamos a encontrarnos y poder ser felices

—Creo que ahora lo entiendo todo—Sam solo sonrió y me miro a los ojos—creo que has madurado mucho El, estoy orgullosa de ti

Por primera vez sentía el corazón libre, me había desahogado con mi mejor amiga y le había sido sincera con mis sentimientos, aunque en realidad quería hacerlo con Nik, por el momento no era hora de que lo supiera. Aunque sabría que, de todas formas, no lo entendería, aun así, tenía fe, quería pensar en que nuestro destino podría cambiar y ser distinto