Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ᴘᴀᴅʀᴇs.

El público aclama, hay miles de personas en el lugar, las gradas se iluminan de vez en cuando pero las luces permanecen en nosotros. Mi oponente y yo estamos en la última ronda de la pelea.

Mi cuerpo está hecho una mierda y definitivamente él no se queda atrás, ambos somos un puto desastre, cubiertos de polvo, sudor y sangre.

Recibo un par de golpes más, mi cuerpo pide a gritos rendirse pero yo no soy de los que se da por vencidos en el ring. El cuerpo de mi oponente finalmente colapsa en el piso, su pecho sube y baja con rapidez y sus ojos parecen perdidos en algún lugar del techo.

— ¡Un aplauso para nuestra bestia, Hwang Hyunjin!.

Los gritos se hacen oír, hay miles de aplausos mientras me limito a sonreír mientras levanto mis brazos anunciando mi victoria.

Bajo por el lado derecho, notando a la multitud enloquecer, miles de personas se empujan para poder llegar a mi, los guardaespaldas hacen lo suyo y yo me limito a seguir mi camino por el oscuro pasillo hacia mi camerino.

Sin embargo, me detengo justo antes de cruzar el pasillo. Viendo al guardaespaldas tomar de forma violenta la muñeca de un lindo chico. Changbin también se ha detenido y justo detrás de él lo hace mi entrenador.

Los tres parecemos contemplar la misma escena, Jeongin ruega con sus ojitos vidriosos mientras el maldito guardaespaldas jala de su brazo para quitarlo del medio.

— Da la orden. —Digo haciendo un ademán con mi cabeza y entonces Changbin camina en su dirección. —Lo quiero en el camerino.

Mi entrenador parece contener una risa.

— De todos estos años de entrenamiento, jamás te habia interesado una persona cualquiera.

Changbin se detiene en seco ante eso.

— Ese es el problema. ―responde. —Este chico no es cualquier persona.

Me he duchado la más rápido que he podido. Me visto rápido sabiendo que él está sentado esperando por mí.

Y así es.

Lleva ropa color pastel, se ve tan delicado sentado en una esquina mientras mira sus pies que me dan ganas de protegerlo de todo el mundo. Parece pensar algo con suma importancia, tanto que ni siquiera ha notado que estoy aquí.

Me alegra verlo...

...Él...

... finalmente esta aquí...

Me aclaro la garganta, sus ojos se abren sorprendidos y pronto se pone de pie asustado.

— Relájate. —le regalo una sonrisa. —toma asiento.

Obedece casi al instante.

Vaya.

Habia olvidado lo callado que era.

— Es bueno verte otra vez, Jeongin.

Sus mejillas parecen tomar cierto color que me gusta. Tan tímido y lindo...

Me limito a encender un cigarrillo.

— ¿Te apetece un café?, Changbin vendrá buscarnos para ir al auto en cuanto el lugar se despeje de toda esa gente, lamento lo que pasó con el guardaespaldas, me encargaré de...

Cubre su boca con rapidez, sus ojos se cierran y su ceño parece fruncirse.

Va a vomitar.

Le alcanzo el cesto de basura, tomando su rubio cabello para despejar su rostro y que no se ensucie. Él parece avergonzado pero aún así vomita sin poder evitarlo.

— ¿Estas enfermo?, ¿viniste a verme en ese estado?.

Él no responde, le alcanzo la botella de agua y lo veo beber de ella con tranquilidad.

Parece un niño pequeño, tal y como lo recuerdo.

Tan delicado y callado.

— Yo vine a hablar co-contigo.

— ¿Sobre...?

— ¡El auto está listo!. —Changbin abre la puerta. —Suban antes de que los fanáticos vuelvan a meterse.

Le ofrezco mi mano, él me mira unos segundos, luego mira mi mano y vuelve a verme. Parece tan desconfiado de mi que de cierta forma aquello me duele. Pero que puedo esperar, él y yo realmente no nos conocemos.

Para mí sorpresa, él termina por tomar mi mano con una tierna sonrisa que me genera miles de cosas pero no digo nada. Ambos caminamos por el pasillo y yo me atrevo a pasar mi abrigo por sus hombros, ocultando un poco su rostro y evitando que los flashes de las cámaras lo mareen.

Después de todo, él no está acostumbrado a todo eso a pesar de ser una figura pública.

Recuerdo haber escuchado que no acepta ningún tipo de entrevista.

Finalmente en el auto Jeongin no parece querer soltar mi mano y eso tampoco me molesta, incluso parece mover sus deditos sobre los míos de forma inconsciente. Su mirada se pierde en la ventanilla, en el exterior, aunque realmente no parece estar viendo nada.

Es como si Jeongin estuviera sumergido en la profundidad de sus pensamientos.

Bebe de su café de forma tranquila, me mira unos segundos y aparta su vista, ha repetido eso durante cinco minutos.

Tan lindo...

— ¿Te gustaron las flores?.

Abre su boca, sus mejillas vuelven a tener ese lindo color y asiente rápidamente.

— Estuve increíble en el ballet. —me atrevo a comentar. —aunque no me gustó la historia.

— ¿po-por qué no?.

Bebo de mi café, viendo como parece impaciente por mi respuesta.

— Su final es trágico.

— Es un clásico.

— Es horrible.

Una enorme sonrisa se dibuja en sus labios.

— De igual forma pienso tomarme un tiempo de todo eso... —Susurra.

— ¿Por qué?, lo haces de maravilla, yo iría a verte cada vez que pueda.

Él no oculta lo fácil que es hacerlo hacerlo sonrojar. Extrañaba está sensación.

— De eso quería hablar... —Se aclara la garganta. Su mirada se aparta a la vez que se remueve incómodo en su asiento.

Uh, cuanta tensión hay de repente.

¿Qué ocurre?.

— Olvídalo. —Parpadea nervioso. —Creo que cometí un error al venir aquí, yo...

También me pongo de pie, intento que mi agarre no sea tan fuerte para él. Sus ojos han vuelto a estar vidriosos.

— Quédate un poco más.

El pequeño Jeongin parece tan nervioso, incluso podía jurar que pareciera que estuviera a punto de romperse.

— ¿Qué es lo que tienes que decir Jeongin?.

— Yo no...

— Respira, ¿esta bien?, tomate tu tiempo.

Volvemos a tomar asiento, tengo el atrevimiento de poner mi mano sobre la suya en un intento de generarle confianza, pero también admito que he querido tocarlo desde hace tiempo.

— Empezaré diciendo que no estas en la obligación d-de de hacer nada, solo quería que tú... —Su voz parece romperse, mi corazón se contrae y me obligo a retener mi respiración. —Yo no sé... es que tu...

— Respira Jeongin, tranquilo.

— Estoy esperando un bebé.

Habla tan rápido que pronto aquello parece golpearme más fuerte que cualquier oponente. Me mantengo unos segundos en silencio, procesando la información y...

Creo que escuche mal.

Si, debe ser...

— No necesito tu ayuda. —dice finalmente. —Puedo arreglarmelas solo, pero quería que supieras que... que bueno... él o ella es... —cierra sus ojos con fuerza. —Solo quería que lo supieras y ya, tu decides que hacer con eso, no estás en la obligación de...

He dejado de escuchar. Su boca se mueve pero no puedo escucharlo, sus ojitos no me miran, miran sus dedos los cuales se mueven de manera nerviosa.

Tan pequeño...

Quiero golpearme por haber encendido un cigarrillo en su presencia hace una hora atrás. Todo esto...

Ni siquiera sé como debería reaccionar. Un bebé lo cambia absolutamente todo, respiro profundo, inflando mi pecho y obligándome a relajarme. En otra situación probablemente hubiera explotado con miles de preguntas, pero con Jeongin debía tener cuidado, él no era precisamente alguien... violento.

— Tampoco quiero que pienses que lo hice a propósito, yo ni siquiera sabía quién eras, y-yo... yo tampoco sé cómo manejar la situación pe-pero es tarde para tomar cualquier otra decisión y...

— ¿De cuanto?.

— ¿Qué?. —Pregunta de forma baja.

— ¿De cuánto estás?.

— Tres meses y... una semana. —Muerde el interior de su mejilla, nervioso.

Él podría no haber querido verme nunca más, pudo haber elegido vivir su vida ignorandome. Pero decidió con toda la valentía del mundo venir a enfrentarme, a decirme la verdad.

Vamos a tener un bebé...

Apoyo mi mano sobre mi mejilla, escuchándolo con atención o al menos lo intento. Sus mejillas se vuelven a encender mientras se remueve incomodo.

— ¿Qué tengo?. —Pregunta con un tono de voz bajo.

— Eres tan lindo.

Su rostro toma un color más fuerte.

— ¿N-no escuchaste lo que diie?.

— Oh si. —hago sonar mi cuello a un lado y al otro. —Te oí perfectamente.

Vuelve a acomodarse en su asiento. Inclina su cabeza hacia un lado y me da una sonrisa tierna que me hace temblar.

— ¿Y qué piensas?.

— ¿Qué debería pensar?.

— Yo...

— Vienes aquí y dices que estas esperando un bebé, esto tampoco es fácil de digerir, ¿sabes?. —Suelto una risa nerviosa. —Pero puedes relajarte, no estoy enojado, ni decepcionado ni nada de eso.

— Tú... —Su voz tiembla. —¿Me crees?.

— ¿Debería desconfiar de ti?, quiero decir, después de todo tú y yo...

— Si, no nos conocemos. —Es él quien termina la frase. —P-pero puedo acceder a una prueba de adn si eso es lo que quieres.

Lo veo soltar un fuerte suspiro, como si hubiera estado reteniendo la respiración.

— Bueno, no negaré que eso me haría sentir más seguro, pero confío en tu palabra.

— Hagamos la prueba.

Luce firme, con sus ojitos en mi, tan tierno y delicado.

— No quiero que pienses que podría estar mintiendo, y-yo...

—Te creo, pero bien, hagamosla.

Por alguna razón, la idea de tenerlo frente a mí después de tanto tiempo, la forma en que habla, como suspira, mueve sus ojos y se pone nervioso...

... La idea de tener un bebé junto a él...

— Te ayudaré en lo que pueda. —Él abre su boca, sorprendido. —¿Creíste que...?.

— No, es solo que... no lo sé, me preparé mentalmente para un rechazo, tal vez una paliza...

¿Una paliza?.

Suelto una risa pero finalmente me pongo de pie, vuelvo a ofrecerle mi mano la cual acepta sin problema.

Él me cree violento, y quizás lo soy.

Pero es diferente mi comportamiento con él...

— Creo que deberíamos ponernos al día.

Esto...

...Se siente extraño...

Pero...

— Lamento si he cambiado tus planes... —murmura. —Tienes tiempo de echarte para atrás, no estás en la obligación de...

Tiembla, paso mis brazos por su pequeño cuerpo, su rostro se esconde en mi pecho mientras sus brazos me rodean la cintura, su cuerpo es cálido, tal y como lo recuerdo. El olor a vainilla se adentra por mis fosas y es inevitable no anhelar más de ella.

Puedo oírlo sollozar, esta asustado, no puedo culparlo, yo me encuentro igual. Su pequeño cuerpo tiembla ante el mío. Se guardó todo eso para él solo...

... Pero esta aquí...

— Ya no estarás solo, Jeongin.


Iba a actualizar ayer pero al final actualice la otra historia.

En fin, me vengo a quejar de nuevo, para ponerlos en contexto yo hace un tiempo estaba hablando con un tipo, cosa de que el me aburrió y además me empezó a gustar otro loco, le deje de hablar Y AHORA ME ENTERO QUE TIENE MAS PLATA QUE LA CHUCHA, TIENE UN TESLA, TIENE UN PORSCHE Y TODA LA WEA, Y YO LE DEJE DE HABLAR POR UN TIPO QUE JUEGA LOL Y VALO.

Pero no importa, a mi nadie me va a hacer cambiar de opinión porque yo se que el lolero es una buena persona, me quieren meter ideas en la cabeza que no son y aunque mis amigos juzgen al lolero y me digan que me olvide de él no lo hare hasta que llegue otro tipo mejor que él (difícil pq es más liiiindo), me dijeron tonta pq le podía sacar provecho al que tiene plata, pero ekis somos chavos.

No soy material pa los weones yo.

Espero que les haya gustado el cap, no se olviden de votar y comentar, besos!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro