ᴀɴᴛᴇs ᴅᴇ...
Jeongin.
Minho tenía manos frías, en algún momento de mi vida aquello no me importó. Podía soportar aquello ya que mi cuerpo se volvía caliente con cada uno de sus besos.
Ahora es todo muy diferente.
— ¿Ya no te gusta?. —Pregunta en un susurro, deja cortos besos en mi cuello, esperando -quizás- una nueva reacción de mi parte. —¿qué ocurre contigo? ¿aún sigues enojado?.
— No es eso. —acomodo mi ropa, no hemos llegado más lejos porque así lo he querido. —Es que ahora estoy...
— No me importa. —levanta una de sus manos en mi dirección. Su expresión muestra disgusto hacia mi, él prende su camisa y vuelve a subir sus pantalones. —Si vas a estar conmigo entonces termina lo que empiezas, la próxima no lo perdonaré.
— L-lo siento...
Me toma de los cachetes con una de sus manos, es brusco y me lastima, pero no soy capaz de decir nada. Una sonrisa se posa en sus labios antes de dejar un rápido beso en mi boca.
No hay Mariposas.
No hay nada.
Solo incomodidad y un vacío enorme en el estómago.
La puerta del baño se abre, Felix entra con sus brazos cruzados y fingiendo no ver a Minho mientras esté mismo se limita a lavar sus manos como si nada hubiera pasado.
... y en realidad nada pasó.
Unos minutos después Felix y yo permanecemos solos en un enorme silencio. Espero paciente por su regaño pero él no hace más que mirarme de brazos cruzados a través del espejo.
Dí algo...
...por favor...
— Dijiste que había terminado. —dice.
— Y-yo...
— Tu realmente no aprendes. —una risa sarcástica mientras niega con su cabeza. Esto es peor que irle con malas notas a mi madre. —¿has visto como te trata ese pedazo de mierda?, no eres su puto juego, no eres su juguete sexual, Jeongin.
— Tú no entiendes, él y yo...
— No son pareja. —Sus palabras duelen. —Él te lo ha dejado claro, está jugando contigo, ¿y sabes porque?, si, lo sabes...
— No... él...
— Eres el cisne blanco, por supuesto que estas en la boca de todos aquí, no quiere estar contigo pero tampoco quiere verte con alguien más. —Suelta un bufido. —Deberías mandarlo de una vez por todas a la mierda antes de...
— Lo sé. —respondo en un murmullo. —P-pero...
— ¿Pero qué?.
Hay cosas más importante que eso.
Hay...
...hay otras cosas que debo hacer...
... hay otra cosa por la que debo preocuparme ahora...
— Felix... —Me trago mis miedos, las inseguridades y... mis lágrimas.— N-necesito tu ayuda con algo.
Mi querido amigo parece entender la situación, su expresión se relaja y unos segundos después se acerca para estrecharme entre sus brazos.
— Conocí a alguien... —se despega de mi, con sus ojos bien abiertos.
Por favor, no preguntes.
No tengo ninguna respuesta para ti...
— ¿Quién es?.
No hay respuesta de mi parte.
— Oh demonios, ¡necesito contexto!.
— ¿Seguro que estás bien?. —Lix pone una de sus manos en mi hombro. —Tu cuerpo esta...
— Cansado. —lo interrumpo.
— Si. —continúa. —No es fácil ser el cisne blanco, pero lo harás bien, te estás esforzando mucho en los entrenamientos, ¿podrías intentar descansar?.
No necesito descansar.
Necesito adelantarme a todos. Necesito tener todo bajo control...
...antes de...
antes de que...
— Jeongin. —Su voz me llama del otro lado del corredor. Esta apoyado en la pared, con sus piernas cruzadas y esperando por mi. Felix me sostiene del brazo, dándome un ligero apretón que podría tomar como una advertencia.
Debo salir de esto...
antes de que...
— D-debo irme. —corro por el pasillo, en su dirección. Una leve sonrisa se posa en sus labios y estira sus brazos en mi dirección para recibirme.
Que amarga sensación.
— Hay algo que me debes. —dice su ronca voz en mi oreja.
Yo soy su favorito...
...debo...
...debo cumplir mi deber.
La cama esta fría, casi siempre lo está cuando despierto. Mi cuerpo está sucio y desnudo, la cama vacía y no hay rastros del rubio bonito por ninguna parte.
Minho nunca se queda.
Se va cuando todo termina.
Me remuevo incómodo en la cama. Al cabo de una hora ya estoy bañado, vestido y listo para salir nuevamente. Me aferro a mis cosas, caminando con tranquilidad por las desérticas calles y observando con detalle todo el lugar.
Si, no podría olvidarme de este lugar jamás.
Hay policías en el lugar, custodiando para que nadie ajeno se meta en el lugar que parece ser una fábrica abandonada.
— Disculpe... —Me aferro a mi abrigo, acercándome al primer oficial de policía que veo. —E-estoy buscando a...
— Lo siento, es area restringida.
Aprieto con más fuerza mi abrigo, sintiendo las náuseas subir por mi garganta de los nervios.
No puedo ponerme nervioso solo por hablar con la gente.
...yo...
Que estúpido soy.
— Disculpe... —me acerco a otro oficial, este se gira a verme con sus brazos cruzados sobre su pecho y una tierna sonrisa en sus labios. —y-yo...
— ¿Hm? ¿Estas perdido?.
— N-no, yo estoy buscando a alguien.
Su ceño se frunce, levanta su mirada para mirar a nuestro alrededor y vuelve a clavar su castaña mirada en mi.
— ¿A quién buscas?.
— Se llama Hyunjin. —Mis piernas tiemblan. —Creo haber oído que él vive por aquí y... y que frecuenta este lugar, yo...
— ¿Hyunjin?. —Una risa seca sale de sus labios.
¿S-se ríe de mi?.
— Lo siento chico, buscas en el lugar equivocado. —Me da una palmadita en la cabeza. —Hyunjin lleva años sin vivir en el pueblo, ¿crees que nací ayer?.
— ¿Pe-perdón?.
No entiendo...
¿se burla de mi?.
— ¿Sabes cuantas personas como tú vienen todos los días a buscarlo?.
¿Personas como yo?.
¿Él...?.
Oh...
— Disculpe, tiene razón, yo...
Estúpido.
Estúpido.
Estúpido.
¿Qué me hizo pensar que él podría fijarse solo en mi?.
Aprende de una vez, tonto Jeongin, siempre serás el juguete de todos...
...yo...
... Debo hacer algo...
Algo antes de...
Escribo el otro cap altiro o mañana?
Estoy entretenida escribiendo, termino uno, lo subo y escribo el otro, eso pasa cuando no tengo nada que hacer.
Oi que es linda la foto, me gustó.
No se olviden de votar y comentar, besos!!
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