Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

ɴɪɴ̃ᴀ.

Jeongin esta en la camilla, con sus ojitos cerrados y ambas manos en su vientre, duerme tranquilo, su respiración es tranquila y aquello me tranquiliza a pesar de las noticias del doctor.

Jeongin estaba pasando por un momento de estrés que había provocado el colapso de su cuerpo, este tipo de situaciones ponía en riesgo el embarazo.

Esta bien.

Nuestra niña esta bien.

También había estado haciendo cosas excesivas, como limpiar o caminar de acá para allá.

Dios.

No me importó llegar corriendo, tampoco me importó ver a Minho sentado a su lado. Solo me quedé ahí, de pie frente a él.

— Oye, no se si sea buena idea que estés aquí cuando despierte. —Dice el rubio. —Le has roto el corazón.

¿Qué yo qué?.

¿... yo...?

¿Le rompí el corazón a mi pequeñín?.

— ¿De qué hablas?.

— No ha sido específico, pero ha dejado en claro que has elegido a alguien más.

¿Elegir a...?.

Ay demonios.

Seungmin.

— No es lo que parece. —Intento mantenerme calmado, hablando en un tono bajo para no despertar a mi niño. —Es un mal entendido.

— No dudo que así sea. —Se pone de pie. —Jeongin no merece pasar por estas cosas.

— No me hagas reír. —Ladeo la cabeza. —Eres el menos indicado.

— Yo ya he asumido mis errores. —Se cruza de brazos. —Y a diferencia de ti, él sí me ha perdonado.

Lo tomo de la camina, su respiración se agita y me atrevo a apretarlo con algo de fuerza demostrando lo enojado que estoy.

— Es suficiente. —Lo suelto casi al instante. —No quiero oírlos pelear, quiero que se vayan.

Jeongin esta incorporado, con sus mejillas rosadas, hay lágrimas en sus ojos y parece temblar ante nosotros.

— Jeongin... -.

— No quiero ver a nadie, larguense. —Su voz se rompe. —Déjenme con mi bebé.

Minho se va, pero yo permanezco ahí, de pie esperando que sus ojos me miren siquiera una vez. Eso no ocurre, porque Jeongin se las ingenia para no mirarme ni una sola vez.

— Jeongin...

— No.

— Pequeño...

— No.

— Por favor, es un... -

— No quiero oírte, Hyunjin. —Pone sus manitas sobre sus orejas. —Se acabó, se terminó, no quiero estar contigo y evidentemente tu tampoco lo quieres, no te alejaré de este bebé, pero por favor, mantente alejado de mí.

Mi corazón duele, duele tanto que no puedo respirar, hay pequeños pellizco en mi pecho, como agujas clavándose en mi piel. No puedo respirar bien, ni siquiera puedo pensar.

— Yo quiero estar contigo.

— Eres un maldito mentiroso. —Cierra sus ojos con fuerza. —si quisieras estar conmigo...

— No lo hubiera besado. —Siento un nudo en mi garganta cuando sus ojitos me miran, tan vidriosos y tristes que destroza mi corazón. —Yo no lo bese.

— Tal vez. —susurra. —pero no te apartaste.

Esconde su rostro entre sus rodillas.

— ¡No lo alejaste...!.

— Je-

— ¡Tenias tus manos sobre él!. —Larga un llanto, aún se esconde, tiembla mientras llora y yo no soy capaz de reaccionar ante eso. —¡Tú lo dejaste hacerlo!, ¡tú...!.

— Jeongin

— ¡Ah!. —se aferra con fuerza a las almohadas de la camilla. —¡Te odio!, ¡te odio demasiado!.

Retengo mi respiración.

— ¡Te odio!, ¡odio haberte conocido!, ¡odio...!.

— Yo te amo.

— ¡No le haces eso a las personas que amas!.

— Te amo, te amo tanto que cuando Seungmin me besó no pude reaccionar por que solo pensaba en ti. Me tomo por sorpresa, ¿esta bien?, Seungmin se disculpo luego de que casi lo echará a patadas de ahí, Jeongin, por favor, confía en mi, créeme, yo no te haría eso.

Hay un enorme silencio mientras las lágrimas siguen saliendo de sus ojos. Tan destrozado.

— Mentiroso.

— Hablo en serio. —Me cruzo de brazos. —Ya te lo he dicho, ese chico no significa nada para mí.

Jeongin cierra sus ojos.

— Mentiroso.

— Te amo.

— Mentiroso.

— Te amo tanto que estos últimos días sin ti fueron los peores de mi vida

— Mentiroso, mentiroso.

La puerta se abre lentamente, un pequeño chico con sus manos entrelazadas entra al cuarto. Jeongin parece querer desaparecer en cuento se encuentra con la mirada de Seungmin.

Genial.

¿A qué vino?.

— Lo siento. —dice en un susurro. —No lo culpes, fue mi culpa, él... él me ha rechazado y yo solo lo bese, no tienes que... que odiarlo por mi culpa, por favor, lamento haber... haber ocasionado esto, yo...

— Cierra la boca. —Jeongin deja caer una de las almohadas al piso. —Si realmente lo sintieras entonces no habrías intentado...

— ¡Lo siento, por favor!.

Se ha puesto de rodillas, sostiene la tela de las sábanas de Jeongin y ruega mientras sus ojos se llenan de lágrimas.

— He arruinado muchas cosas, lo siento, lo siento, lo siento.

— Dios... —Jeongin susurra, intenta tocar los hombros de Seungmin para calmarlo pero se detiene, no sabe que hacer.

Me acerco a él, tomando a Seungmin de los brazos y alejandolo de Jeongin.

— Lo siento Jin, lo siento tanto...

Oh...

yo...

... Tampoco sé que decir...

— Hyunjin te ama, por favor, yo solo estoy siendo un caprichoso que no sabe aceptar un no. —llora. —La-lamento haberme metido así en su relación, yo...

— Tranquilo. —Jeongin se ha puesto de pie para acariciar con delicadeza la cabeza del chico. —Ya no llores.

— Lo siento...

— Esta bien...

— Déjame en casa y vete, no quiero verte.

— Pero si Seungmin...

— Ya lo he perdonado, pero aun estoy pensando en lo que pasó. —Pierde su mirada en la ventanilla del auto. —No sé si quiero esto.

No digo nada, cada palabra suya es como una puñalada a mi corazón. Abro su puerta en cuanto llegamos, hay varios reporteros que parece haberse enterado del incidente de Jeongin pero el chico no responde ninguna de las preguntas.

— Déjame ayudarte con el bolso.

No dice nada, lo sigo escaleras arriba y finalmente me deja ver su nuevo departamento. Es completamente blanco, delicado y costoso.

— ¿Algo más en lo que quieras ayuda?.

Me mira unos segundos y luego camina hacia la cocina, lo sigo por detrás, en silencio. Toma uno de sus yogures y vuelve a verme.

— ¿Quieres beber algo?.

— Debo conducir.

— Nadie dijo nada de alcohol.

— Tal vez un café.

Hace una mueca con sus labios y se limita a preparar el café a la vez que disgusta su yogurt de vainilla. Finalmente lo desliza por la mesada y se sienta a mi lado. Nos mantenemos en silencio mientras mi corazón amenaza con salirse de mi pecho si no digo lo que quiero decir.

— Jeongin.

— No.

— Por favor.

— No ahora, por favor, no quiero pensar más. —Su voz es un susurro casi inaudible. —Entiendo lo que dices pero no es fácil para mí volver a revivirlo, ver como te quedaste ahí sin hacer nada y...

Me quedo en silencio.

—... Me canse de no ser la prioridad de... -

— ¿Estas hablando en serio?. —Él deja de comer. —Estuve noches sin dormir buscandote en mi auto, ¡estaba desesperado!, ¡fui por Chris!, ¡por Chris!, era la última persona que quería ver y aun así fui por su ayuda para poder encontrarte, Jeongin. Eres mi maldita prioridad desde que me citaste en esa cafetería para decirme que estabas esperando un hijo mío. ¿Sabes lo jodido que es escuchar que ya no me quieres?, ¿que no quieres verme ni tenerme cerca?, entiendo, me equivoqué, pero ¿que hubieras hecho tú si tu maldito ex novio te besa de la nada?, ¿hubieras reaccionado rápido?, dime, ¿que abrías...?.

Sus ojos van a su vientre y entonces dejo de hablar.

— ¿Qué ocurre?.

Jeongin levanta su mano para obligarme a guardar silencio.

— Te ha oído.

— ¿Qué...?.

— Lleva días sin moverse. —Susurra. —Tal vez extrañaba tu voz...

Se baja de la silla para detenerse frente a mi, levanta un poco la parte superior de su ropa y me mira dándome permiso de tocarlo. Deslizo mis manos con cuidado sobre el vientre y disfruto de los pequeños movimientos que ha dado para mí.

— Hola pequeña.

Levanto mi mirada para comprobar si Jeongin ya lo sabía, sus ojos se abren un poco y se limita a apartar su mirada tan rápido que lo he comprendido.

Él no tenía ni idea.

— Escucha... —susurro cerca de su piel. —Sé que tus padres están pasando por un momento difícil y extraño, pero lo resolveremos, ¿esta bien?, no le des sustos así a tu papi.

Jeongin retiene un quejido cuando recibe otro movimiento brusco.

— Creo que te ha insultado.

Aprovecho mi cercanía para tomar a Jeongin por la cintura y cargarlo sobre la mesada. Él no dice nada, solo me observa con sus ojos vidriosos.

— Es una niña... —Susurro. —Nuestra niña.

— Una... niña...

Suelta un suspiro y coloca su frente sobre la mía, cerramos nuestros ojos para escuchar el silencio que nos rodea.

— Te eche de menos. —confieso pero no recibo una respuesta. —Por favor, quiero una familia junto a ti, Jeongin.

— Te amo. —murmura y mi corazón se detiene. —Pero si algo como esto vuelve a pasar voy a cortarte las bolas.

Vuelve a soltar un quejido.

— ¿Te está defendiendo?. —mira su vientre con curiosidad. —Ya veo quien será su padre favorito.

— Jeongin.

— Hm.

— Déjame besarte.

Para q ahora lloren de felicidad.

Estoy en clases con el profesor insoportable del otro día así que aproveche para actualizar.

Ayer comencé a hablar con un chikillo y la verdad esta muy lindo, yo cacho q me termina gustando NDKWBDKWN.

Nos vemos, besos!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro