Su celular no ha dejado de sonar esta última semana, sé que se trata de él, de Seungmin.
Hyunjin no parece molesto por el simple hecho de interrumpir incluso sus prácticas, el chico realmente parece necesitarlo.
Solo...
... me siento muy inseguro ahora.
Sobre todo porque Hyunjin no ha vuelto a besarme, tampoco me ha tocado. También ha estado mucho tiempo entrenando y vuelve tarde a casa.
Tal vez...
— Iré a entrenar.
Me da una última sonrisa, tomando sus cosas y saliendo por la puerta sin siquiera esperar mi despedida. Yo, por otro lado, me mantengo en el sofá, llenando mi estómago con yogurt de arándanos y notando como la tarde comienza a caer.
La luz de la tv alumbra parte de la sala, no me he cambiado la pijama, los minutos pasan y la hora del reloj no parece avanzar.
Demonios.
Tomo el enorme saco de Hyunjin, cubriéndome con él y saliendo de la casa a paso lento.
La merienda con Felix hace unos días se había vuelto incomoda en el momento exacto en que preguntó sobre el beso con Hyunjin.
No supe que responder, pero supongo que todas las preguntas en su cabeza fueron respondidas en el momento en que vio las marcas en mi cuello.
Debí suponer que se verían.
Lo único que salió de su boca fue Es una maldita bestia.
Y si, probablemente lo sea, sexualmente hablando, pero aquello no me molestaba, él podía apretarme, rasguñarme o pellizcarme con sus dedos, pero yo no sentía absolutamente nada más que placer.
mierda.
Compro el yogurt en la tienda a dos cuadras del apartamento. Vuelvo al camino de regreso, notando el auto de Hyunjin estacionado en la puerta.
Pero no está solo...
¿Quién es ese?, ¿ese es Seungmin?, ¿ese es su ex?.
Parecen estar hablando de forma animada, Hyunjin le sonríe sin decir nada mientras escucha cada una de sus palabras. Yo solo me limito a caminar apresurado hacia la puerta.
Esto no me incumbe.
¿Pero y si...?.
¿Y si algo pasa entre ellos?.
¿Hyunjin no estaba entrenando?.
Como mi yogurt, ya acomodado en el sofa y con la mirada fija en la puerta. Por unos instantes creo que él no vendrá, que probablemente volvió a encender el auto y se fue, pero segundos después lo hace.
Entra, dejando su bolso de entrenamiento pero con una vestimenta distinta.
Incluso parece que se ha bañado.
— Ya regresé, pequeño. —su forma de hablar es tan dulce que inmediatamente me relajo. —¿Qué has estado haciendo?.
— Fui a comprar yogurt. —Es lo único que respondo.
— Parece que amas el yogurt. —ríe. —Bueno, ambos parecen amarlo.
No es lo único que amamos...
— ¿Compraste algo más?, ¿cuando fuiste?.
— Hace unos veinte minutos.
— Oh, ¿me viste estacionado?. —dice sin interés. —Estuve ahí un buen rato, Seungmin se metió en el coche para hablar, por cierto, ¿te gusta mi ropa?, Changbin me la regalo en el gimnasio, aproveché para bañarme allí y volver limpio.
Sin creerlo, Hyunjin me dió todas las respuestas a mis dudas.
— Me gusta, me gusta. —digo ahora más tranquilo. —Yo ya había comenzado a pensar cualquier cosa Jinnie, lo siento, sé que no es de mi incumbencia pero-
— Lo entiendo. —Camina hacia mi. —Pero no debes preocuparte, ya te dije que solo... bueno, no te lo he dicho, pero creo que ha quedado bastante claro que solo me importas tú.
Mi corazón da un brinco.
— También me agrada que hablemos estas cosas, es... lindo.
Pasa uno de sus brazos por encima de mis hombros y me atrae a su cuerpo.
— ¿Ese es mi perfume?.
— Oh... —intento oler mi pijama. —Es que usé tu abrigo, se me ha pegado tu olor.
— Me gusta. —Murmura. —Que tengas mi olor.
Su voz...
Me esta seduciendo.
— Jinnie...
— hm.
— Tú me gustas mucho.
Hay un largo silencio, pero no me avergüenzo de decir aquello, siento mi rostro arder y probablemente estoy demasiado rojo, pero no arrepentido.
— Me gustas desde que entraste a ese sucio baño. —Susurro. —Y me alcoholizaste.
— ¡Oye!. —Exclama divertido. —Yo no te alcoholicé, tú mismo lo hiciste.
— Ya, pero tú me ofreciste.
— A mi me gustó que tomaras la iniciativa. —Se aclara la garganta. —Fue muy sexy.
Yo no soy sexy.
Solo estaba alcoholizado.
— Sobre todo cuando te subiste sobre mis piernas. —Su ronca voz susurra sobre mi cuello, rozando esta zona con su nariz. —Con tus movimientos lentos mientras me rogabas un poco de diversión.
— N-no hables así, es extraño. —me abrazo a mi mismo, dejando de lado el yogurt sobre la mesa. —Y-yo...
— Y pedías que no pare.
Sus tibios labios dejan cortos besos en mi cuello.
— Me fascina tu exquisito olor a vainilla, mi pequeño Jeongin.
Mis piernas tiemblan.
-Me gusta tu pequeño cuerpo y como te estremece cuando me acerco. —susurra. -me gusta verte descalzo por toda la casa, me gusta escucharte tararear en las mañanas y que despiertes desorientado a mi lado.
Mi corazón se ha acelerado.
— Me gusta, sobre todo, que vamos a formar una familia juntos.
Hay una larga pausa.
— ¿Has comprendido?. —Susurra nuevamente sobre mi oreja. —Tú también me gustas mucho, Jeongin.
Paso saliva con dificultad, sus frías manos me toman de las caderas y de forma obediente me siento a horcajadas sobre sus piernas. La tela de mi pijama se ha subido un poco por el roce de sus dedos.
H-hace ca-calor.
Va desprendiendo uno por uno los botones de mi pijama y me mira con una sonrisa de lado. Seguramente esta esperando que lo detenga.
Pero anhelo ser tocado por él.
— Hyunjin...
— Sé obediente y deja que me divierta un rato.
Si señor.
T-todo si.
Él me presiona las caderas con bastante fuerza, su lengua juega dentro de mí boca mientras nuestros cuerpos desnudos bailan entre sí. El retiene todos mis gemidos, el sofá es un desastre y aun sigo sobre sus piernas pero no es nada incómodo.
Tira mi cabello hacia atrás, tan húmedo por el sudor que ni siquiera regresa a su lugar. Muerde mi pecho, mi clavícula y cuello, sus suspiros me erizan por completo la piel.
Es muy jodidamente sexy.
Hyunjin es demasiado caliente.
— ~ah!. —Me aferro a sus hombros, sintiendo como su cuerpo golpea el mío de forma brusca pero placentera.
Maldición.
— ¿Quieres que pare?.
— No, por favor. —jadeo. —continúa.
Hace movimientos lentos con su pelvis, muerdo mi labio, sintiendo mi cuerpo temblar sobre él.
— Se siente tan bien... —Murmura, su fugaz mirada parece que va a asesinarme, con sus ojos rasgados bañados en placer.
Y yo solo deseo una cosa...
Que me asesine de la forma que prefiera.
— Pequeño... —susurra. —Estas tan apretado...
De forma inconsciente he comenzado a mover mis caderas en círculos, sus dedos me toman por la cintura, aparentandome fuertemente con sus dedos.
— ¡ah!. —arqueo mi espalda.
Hyunjin aprovecha el paso libre para pasar su lengua por la piel de mi pecho, gimo alto a la vez que seguimos moviéndonos. Si corazón va tan rápido que apenas puedo respirar.
Atrapa mis pezones, lamiendo y mordiendo con cuidado y finalmente me toma del mentón para besarme. No es delicado, es malditamente brusco, salvaje, muerde con fuerza y respira de forma bruta sobre mi pero es tan increíble que quiero que continúe.
— Voy a jugar un rato con esto. —dice apartándose. Doy un brinco que es acompañado por un gemido de su parte, me ha tomado el miembro con una de sus manos mientras la otra me sostiene con cuidado.
La sonrisa de costado aún sigue ahí, como si tenerme así me fascinara. Abre su boca para dejar caer saliva sobre mi y pronto uno de sus dedos se presiona en el glande.
— ¡ah!, ¡despacio, ¡despacio!. —Sin querer he clavado mis uñas en sus hombros.
— Oh, mírate. —Sus cejas se fruncen. —Estas tan rojo, que bonito te ves.
Su mano me acaricia, bajando con cuidado y volviendo a subir.
— ¿Esto te gusta?.
Asiento cerrando mis ojos.
Vuelvo a moverme en círculos mientras Jin me masturba, su mano sube y baja con algo de rapidez constante, muerde su labio viéndome retorcerme de placer sobre él.
Continúa.
Por favor, voy a venirme.
— Parece que alguien se vendrá. —murmura. —vamos chiquito, déjame verte explotar.
Sentado sobre él intentó cerrar mis piernas pero eso no impide que él siga tocándome. Tiemblo, tiemblo y cierro mis ojos con fuerza dejando escapar varias lágrimas que he contenido.
Mierda.
— ¡ah!, ¡ah por favor!, ¡ah~nh!. —Me inclino hacia atrás, sus dedos me aprietan con fuerza la cadera, clavándose en mi piel y quemandome.
Parece divertido, torturandome de aquella forma.
Da una fuerte embestida contra mí, cubro mi boca con fuerza pero es inevitable no gritar, un temblor me recorre, todo mi cuerpo se contrae, mi corazón parece detenerse y un gran suspiro sale de mi boca.
Hyunjin me atrapa nuevamente en su cuerpo, envolviendome. Intento recuperar la respiración pero solo puedo jadear sobre su boca.
Avergonzado puedo notar como el vientre de Hyunjin quedó salpicado de mi.
Dios.
Que...
...vergüenza.
— Eso es... —dice sonriente. —fuiste un buen chico.
Sus manos me toman por las mejillas, contemplandome.
— Eres tan malditamente caliente, mi pequeño, podría hacer esto todo el puto día. — Pasa su lengua una vez más por mi cuello. —Mírate... he hecho un desastre contigo.
¿Por qué habla de esa forma?.
Acabamos de terminar...
— Mira, me has ensuciado. —Dice con orgullo. —¿Te ha gustado?.
Muerdo el interior de mi mejilla.
— No te estoy escuchando muy bien, ¿te ha gustado?.
Intento sostenerle la mirada pero...
Que vergüenza...
— Hablo de la parte donde te viniste para mi. —sus dedos recorren mi espalda. —¿Te ha gustado, cariño?.
— S-si. —Mi voz tiembla. —T-todo.
— No te avergüences, esto es normal.
Sus manos pasa por mi espalda baja, deslizándose hacia mis glúteos y deteniéndose ahí.
— Aún sigo adentro. —Me anuncia. —Voy a...
— Déjalo un rato más.
— Jeongin.
— Por favor. —Me acomodo sobre su pecho. —Tú ni siquiera has terminado aún, déjame complacerte.
— Pero acabas de venirte, no pue...
— Por favor por favor. —Paso mis dedos por su oscuro cabello. —Deja que me llene.
— ¡Jeongin!.
COITOOOOOOO
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro