Me remuevo incómodo en mi lugar, sintiendo la asesina mirada de Ni-ki frente a mi. Aprieta con fuerza su cubierto y es aterrador notar que se trata de un cuchillo.

Todos ríen ante los chistes del abuelo Hwang, pero él y yo estamos teniendo una guerra de miradas en donde voy perdiendo.

— ¡Una niña!. —Exclama Yeji con alegría, hay lágrimas en sus ojos. —¡Que emoción!.

Ni-ki permanece en silencio con su rostro inexpresivo mientras su hermana mayor se limita a sacudirlo con emoción.

— ¡¿oíste eso, Ni-ki!?!, ¡seremos tíos de una niña!.

— ¡Tú lo serás! —golpea la mesa. —¡yo no!.

Retengo mi respiración, la mesa ha quedado en completo silencio mientras vemos al niño caminar alejándose de nosotros. Está claro que el pequeño aún no me ha aceptado y eso también incluye a nuestra bebé.

No sé qué debería hacer...

— ¡Ni-ki, ven aquí y disculpate ahora mismo!. —Exclama su hermana.

— ¡No!.

— ¡Ni-ki!. —Su padre también grita. —¡Ellos son parte de la familia ahora!.

— ¡Ellos no son mi familia!.

Hyunjin se ha puesto de pie, sus orejas están tan rojas que me desconcierta, sus ojos transmiten rabia, esta furioso.

— Jinnie. —me aferro a su muñeca, respira pesadamente mientras gira su mirada a mi. —Esta bien.

— No lo está, tiene diez años. No es un bebé Jeongin, él debe entender que ahora tú eres un Hwang más y...

— Es solo un niño. ―me pongo de pie. —Iré a hablar con él.

Todos se ponen de pie de forma rápida, como si estuvieran asustados de mi futura acción. Me asusto, por supuesto que lo hago.

— No es un monstruo, es un niño que siente celos, es normal que... —suelto un suspiro. —Estaré bien.

— Iré contigo.

— No creo que eso sea buena idea.

— Me quedaré en la puerta entonces.

Hyunjin me saca ventaja y camina delante mía mientras subimos las escaleras hacia el cuarto del menor. Tal y como dijo, &innie se sienta a un lado de la puerta y me indica que pase.

— Cualquier ruido extraño que escuche voy a entrar.

Que maldito exagerado.

Me apoyo sobre el marco de la puerta, viendo las ventanas abiertas y al niño recostado en su cama boca abajo. Hay de todo en este cuarto, tanto peluches como lindas decoraciones, algo que hubiera soñado tener de niño.

Yo solo tenía una habitación con cama y muebles.

Mis padres nunca creyeron necesario que tuviera juguetes.

— ¿Ni-ki?. —Murmuro, siento todo mi cuerpo temblar. —¿Crees que..-?

— ¡No quiero verte!. —Exclama el menor.

— ¡Ni-ki!. —El grito de Hyunjin me toma por sorpresa.

— ¡Hyunjin no grites!.

El niño se incorpora sobre la cama, sentándose y mostrando sus lindos ojos castaños bañados en lágrimas.

— ¡No voy a quererte nunca!. —Grita. —¡tú no eres de mi familia!, ¡nunca lo serás!.

— Tienes razón.

Él me mira sorprendido, no comprende.

— Yo nunca seré de tu familia, Ni-ki. —doy algunos pasos hacia él. —Somos muy distintos y aun me cuesta adaptarme a esta nueva vida. Pe-pero ella...

— Ella... —murmura y baja su mirada a mi vientre. —no, ella tampoco, la odio.

Aquellas palabras duelen en mi corazón.

— Lo entiendo, sé lo que se siente que las cosas cambien de un día para otro, pequeño. —De forma lenta me siento sobre su cama, a poca distancia de él. —No voy a forzar esto porque sé que seguirás rechazandome y eso solo me hará sentir más triste.

— ¿Po-por qué te sentirías triste?. —Ladea la cabeza. —Ni siquiera me conoces.

— Me recuerdas a mi.

— No nos parecemos. —dice, me mira de arriba abajo, claramente no nos parecemos físicamente hablando, pero yo no me refiero a eso. —Tú tienes la cara cubierta de...

— ¡Si dices algo grosero te voy a patear el culo!.

— ¡Hyunjin lárgate de ahí!. —Grito.

— ¡Pero...!

— ¡Obedece!.

Escucho sus pasos alejarse de la puerta, me siento más tranquilo ahora que sé que estamos solos. El niño me mira unos segundos y luego aparta la vista, mostrando desinterés.

— ¿Ni-ki tú...?

— No me gusta que tengas la atención de todos. —murmura. —no me gustas.

Okey, esta claro que no le agrado.

— Yo era el favorito de Jin. —hace un puchero con sus labios. —¡Lo has arruinado todo!.

Su voz se rompe y miles de lágrimas comienzan a caer por sus mejillas. Es tan desgarrador que tiemblo y mis ojos también se humedecen.

— Ni-ki, ¿como puedes decir esas cosas?. —Paso mis dedos por su fino cabello. —Eres su hermano menor.

— ¡Y tú su...!

— Pero tu eres parte de su sangre. —Lo interrumpo. -—Hyunjin daría su vida por ti, eres su hermano menor, va a protegerte y cuidarte con toda su alma. Siempre serás su niño, este bebé no cambiará nada.

Levanta su mirada.

— ¿Hyunjin aún me quiere?.

— Por supuesto que si. —Ladeo la cabeza. —Está demasiado preocupado por tu reacción, es obvio que eres importante en todo esto, pequeño, te ama más que a nadie en el mundo.

— Él te ama más a ti.

— Es un amor distinto.

— Eres su favorito.

— No lo soy.

— Lo eres.

— No lo soy.

Me sostiene la mirada.

— Esto no cambia nada.

— Lo sé.

— Volveré a la mesa solo porque tengo hambre. —Se pone de pie. —No me hables, aún no te quiero.

— Esta bien. —una sonrisa se me escapa. Sus ojos se iluminan algo sorprendidos y de forma inesperada lo veo sonreír por primera vez.

— Esa bebé no cambiará nada.

— Ajá.

— ¡No te burles!.

— No lo hago, vamos a comer. —Le doy un empujón pero se detiene en seco frente a la puerta.

Hyunjin está de brazos cruzados, también me sorprende. Parece que estado ahí durante mucho tiempo. ha

— Eres un estúpido. — Dice y mi corazón se detiene.

— ¡Hyunjin!.

— ¡¿Cómo puedes pensar que he dejado de amarte?!, ¡¿eres tonto?!.

— ¡Hyunjin!.

Para mi sorpresa, el niño no parece lastimado por sus palabras, si no todo lo contrario. Envuelve sus brazos alrededor de mi novio y ambos sonríen con lágrimas en los ojos.

— Entiendo que esto es nuevo para ti. —Dice. Pero créeme, mi amor por podría cambiar nunca. ti no

— No importa lo que digas. —responde el niño. —aún no quiero a tu pecoso novio.

— Yo puedo quererlo por los dos.

— ¡Esa idea tampoco me gusta!.

Amanecí con el ojo morado.

Mi papá ayer casi le pego al profesor funeke, hoy muchas han llegado diciéndome que sus mamás y papás les contaron que había un caballero (mi papá) que en la reunión dijo que le iba a pegar a ese profe.

No tengo nada más que decir.

Nos vemos, besos!!