ᴀɴᴛᴏᴊᴏ.
— Bien, entonces saldré de la práctica y pasaré por ti.
—Ya te dije que no es necesario... —Mi tono de voz sale bajo mientras lo veo conducir. Lleva un traje negro que a mi parecer parece costoso, incluso se ha puesto unos lentes de sol.
Este hombre sabe que es atractivo.
— No voy a dejar que recojas tus cosas solo, ya te dije, iré por ti e iremos a buscar tus cosas, ¿lo entendiste o lo escribo en un papel?.
Me mantengo en silencio, viendo como es que claramente no está jugando con todo esto, su forma de hablar es agresiva la mayor parte del tiempo. Asiento con mi cabeza rápidamente, no quiero molestarlo.
Una de sus manos acaricia mi cabello en cuanto nos estacionamos. Sus ojos y los míos se conectan por lo que parece ser una eternidad, puedo sentir el calor subir hacia mis mejillas, seguramente en estos momentos parezco un tomate andante.
— G-gracias por traerme.
— Volveré por ti. —Una linda sonrisa se dibuja en sus labios y tengo que contenerme de no sonreír también. —Espérame, ¿si?.
Vuelvo a asentir, me da un ligero apretón en la mejilla y seguido se baja para abrir mi puerta.
Dios.
Este hombre...
Me abstengo de decirle a Felix lo que está ocurriendo últimamente en mi vida. Sé que Hyunjin dijo que hablaría con él y sinceramente espero que eso ocurra pronto.
Acomodo varias cosas de la casa, aprovecho a ventilar el lugar gracias al cálido día. Y luego me detengo en seco en medio de la sala.
Malditos mareos.
Me recuesto unos segundos en el sofá frente al ventanal. La tarde está cayendo, seguramente Hyunjin llegará dentro de una hora, o quien sabe, realmente no conozco del todo sus horarios.
Cierro mis ojos unos segundos, intentando relajar mi cuerpo sobre el gran almohadón que Felix se ha encargado de comprar para mí. No puedo culparlo, es bastante cómodo.
Entonces vuelvo a abrir mis ojos, el sol está escondiéndose. Mi corazón late con fuerza viendo el corpulento cuerpo delante de mi, me incorporo enseguida pero mi cabeza da vueltas en ese mismo instante y vuelvo a caer sobre la almohada.
— ¿Estas bien?. —Hyunjin se pone de cuclillas, posa una de sus manos sobre rostro y quita los mechones de cabello que se atraviesan. —¿Estabas descansando?.
— ¿Qué hora es?.
— No te preocupes, llegue hace diez minutos. —Mi corazón vuelve a acelerarse ante su sonrisa. —¿Aún quieres ir por tus cosas?.
Me ayuda a ponerme de pie, termina por soltarme cuando le digo que los mareos se han detenido y es entonces que tomo mi abrigo y mis cosas para finalmente irnos. El camino hacia la academia de ballet es silencioso, pero no incómodo.
Hyunjin me sigue por los pasillos, con su cabeza en alto y observando todo como si estuviera en algún tipo de museo.
—Los casilleros están al final del pasillo. —Le comento en voz baja, él asiente con su cabeza y me sigue por detrás.
Los alumnos de todas las aulas se encuentran en el pasillo, sus murmullos son inevitables de escuchar.
¿Que hace Hwang Hyunjin aquí?.
¿Un famoso boxeador en un academia de ballet?.
Detesto llamar la atención pero a Hyunjin no parece importarle ser el centro de atención. Me apresuro a abrir mi casillero y sacar rápidamente los dos bolsos del interior.
— Déjame llevar eso por ti. —Hyunjin los toma sin esfuerzo alguno y seguido cierra el casillero.
— ¿Jeongin?.
Mi cuerpo tiembla ante su voz. Se asoma por las puertas de una de las aulas, con su cabello rubio perfectamente peinado y su traje de entrenamiento.
— Hace tiempo no te veo, yo... —Minho observa de reojo a mi acompañante. —¿Tu eres ese boxeador, no es así?.
Hyunjin ladea la cabeza.
— Soy Lee Minho, un gusto.
Hyunjin acepta su mano sin problema, con una sonrisa en sus labios.
No.
No le sonrías así.
No a él.
— ¿Vas a irte?. —Pregunta viendo los bolsos que sostiene Jin.
— Hay muchas cosas de las que debo ocuparme ahora. —digo de forma rápida, doy un paso hacia adelante pero él no se aparta del camino. —¿Qué...?.
— ¿volveré a verte?.
¿Q-qué?.
Hyunjin me ofrece su brazo en un intento de captar la atención de Minho, y claro que lo logra. Acepto su brazo, pegando mi cuerpo al suyo y evitando ver a ambos chicos.
Sácame de aquí.
Minho parece fastidiado por mi comportamiento.
— Jeongin está esperando un bebé. —Dice Minho en un tono de voz bastante irritante. Abro mi boca sorprendido.— Te lo digo porque no creo que quieras involucrarte con alguien que...
Hyunjin se aclara la garganta.
Minho ha dicho eso para asustar a Hyunjin. Pero él no es consciente de lo que realmente pasa.
— Lo sé. —Hyunjin ni siquiera se esfuerza en parecer simpático. —Yo soy el culpable de eso.
Minho frunce el ceño.
— ¿T-tú y él?. —Me señala y luego a Hyunjin.
— Si, soy el padre del bebé.
Veo a Hyunjin poner sus ojos en blanco tras la cara de espanto de Minho, da un paso hacia adelante de forma amenazante. Le está advirtiendo que si no se aparta del camino él mismo hará que se mueva sin mucho esfuerzo.
Afortunadamente Minho da un paso al costado sin nada más que decir.
— Un gusto conocerte, Mingo.
— Es Minho.
— Ojalá me importara.
— ¿Qué fue eso?.
Me quedo en silencio, viendo como Hyunjin se inclina para ponerme el cinturon y se queda unos segundos mirándome.
— Ustedes tuvieron algo.
No respondo, porque realmente no sé exactamente lo que pasaba entre nosotros.
— ¿Debo preocuparme?.
Niego con mi cabeza varias veces en silencio.
— Esta bien. ¿Tu estas bien?.
Me limito a guardar silencio.
— Jeongin. —Sus manos me toman por el rostro. —¿Hay algo que te preocupa?, ¿estas incómodo?, lo siento si... si esto resultó incómodo para ti.
Acaricia mi mejilla con su pulgar, su rostro transmite tranquilidad, relame sus labios en silencio mientras sus cejas se curvan de manera preocupada.
— E-estoy bien. —Respondo lo suficientemente bajo.
— ¿Seguro?, ¿quieres un helado?, ¿chocolate?, ¿algún antojo que deba saciar?.
Sonríe y es tan contagioso que también lo hago. Vuelve a pasar la lengua por sus labios, humedeciendolos. No puedo apartar la vista, incluso e copiado esa acción.
Su mirada van a mis labios y vuelven a mis ojos casi al instante.
Entreabre sus labios y finalmente cierra sus ojos. Mi corazón va tan rápido que apenas puedo respirar.
Entonces se aleja, colocándose el cinturón de seguridad y soltando un suspiro mientras yo me acomodo en el asiento.
Mi cuerpo ha entrado en calor, aparto mi vista del frente para mirar por la ventana.
— ¿P-puedo abrirla?.
— ¿No tendrás frío?.
— Solo serán unos minutos.
Él asiente y presiona el botón para bajar la ventanilla. El aire golpea mi rostro al instante y es inevitable no sonreír ante esa sensación de libertad.
Puedo sentir su intensa mirada sobre mi y casi puedo escucharlo reirse luego de que mi cabello se haya vuelto un desastre.
— Eres muy bonito, Jeongin.
— Hyunjin.
— ¿Hm?
— Yo... Mi estómago se revuelve. —Tengo un antojo.
Sus ojos brillan y vuelve a sonreír, como si el simple hecho de saciar eso lo hiciera feliz.
— ¿Antojo de que?, dímelo.
Yo...
... tengo antojo de uno de sus besos...
¿C-como puedo decirle eso?.
— F-frutilla.
Mentiroso.
Mentiroso.
Mentiroso.
Volví después de no se cuanto, ¿cómo han estado? ¿como están pasando estas vacaciones? y si están en clases ¿como van sus clases?
Espero que les haya gustado, nos vemos, besos!!
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