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I



Cree camina por el pasillo que lleva al despacho de Padre, todo está bien iluminado y las paredes elegantemente decoradas pero aun así hay algo lúgubre en el lugar, Jenkins camina delante de ella deteniéndose al llegar frente el despacho, tocando en la puerta — Adelante — se escucha desde el otro lado como única respuesta, de voz de Padre

El mayordomo abre la puerta solemne esperando que ella pase, sin entrar él mismo, mas en cuanto la joven entra este cierra la puerta presuroso, Cree permanece de pie frente al escritorio de Padre mirando como este lee unos papeles, está nerviosa, y tiene razones de sobra, ya que tiene mucho tiempo desde que Padre la llamó ahí, aun así finge estar tranquila mientras espera — Tengo una misión para ti y tus inmaduros amigos — dice él fríamente, rompiendo el silencio repentino y escalofriante

— Claro Padre, en lo que te podamos ayudar — contesta ella sonriendo cortésmente

— Pero esta vez ¡No aceptaré errores! — Padre grita estruendosamente, ella traga saliva nerviosa, la última vez no pudieron completar la misión y Padre amenazó con desintegrar Nexus, el equipo que ella había tardado en armar cuatro años, la joven está por responder pero — Antes que nada ¿Ya tienes a tu teniente listo? — cuestiona él levantándose y avanzando a ella

Deteniéndose frente la pálida morena, aumenta su nerviosismo — No Padre pero... — musita insegura

— ¡Perfecto! porque voy a presentarte a tu teniente ideal — anuncia el adulto al instante, casi alegre la interrumpe mientras va al armario detrás de él, se detiene junto a la puerta y sonríe, a Cree le recorre un escalofrío por todo el cuerpo pero trata de devolver la sonrisa, Padre sujeta el picaporte y abre lentamente la puerta y su sonrisa no desaparece, se amplía — Conoce a tu nueva capitana — dice dejando la puerta abrirse completamente

Sorprendida ve un adolescente no mayor a ella permanecer dentro del armario, atado y amordazado sin embargo sus ojos azules la miran fiera y amenazante, mas lo que la deja helada es que él es completamente calvo — Número Uno — aclara suavemente Padre

Ella no puede decir nada, sólo lo examina con la vista porque realmente no quiere acercarse mucho — Es imposible — dice tratando de auto-convencerse, es cierto que ella y otros más pudieron vencerlo en varias ocasiones pero ese chico no podía ser él, llevaba años desaparecido y ahora ¿Padre lo tenía ahí atado tan tranquilo?

— No es imposible — se jacta el hombre demasiado orgulloso — Llevo años buscándolo y al fin este tonto vino estúpidamente hacia mí — sonríe alegre de jugarle la calva, burlándose incluso dibuja sobre su piel círculos con la yema de sus dedos

— ¿Pero cómo trabajará para ti Padre? — pregunta más tranquila al ver que el chico no puede zafarse, por más que se remueve molesto

— Uno ya es muy grande para hacerlo encantador pero aún hay una forma — explica el adulto en voz alta, más para sí que hacía la adolescente — Solo llévalo a una celda, Chad te puede ayudar, debe estar entrando — decide y ordena Padre, yendo a la puerta — Debo alistar mis instrumentos — casi ríe al salir

Ella permanece mirando al aferrado chico otro poco, podría molestarlo, burlarse o incluso humillarlo pero sabe que de hacerlo estaría bajando la guardia, un error que ya no puede cometer — Serás más fácil de llevar inconsciente — suelta antes de golpearlo con su guante eléctrico a toda potencia, el golpe va directamente al rostro y aunque Uno se ha quejado no se desmaya, la mira furioso y ella se desespera, lo golpea una segunda vez con toda su fuerza ahora en el estómago, y esta vez Nigel cae inconsciente al instante, entonces sonríe satisfecha — No eres tan fuerte verdad — se burla aun sabiendo que no la ha oído, aún así termina bufando al pensar en cargarlo

Por suerte Chad entra justo en ese momento — Jenkins dice que necesitas mi ayuda — dice fríamente

Ya ella no le sorprende, salieron varias veces estos últimos años sin embargo es ella quien siempre lo termina botando — Padre quiere que lleves a ese, a la celda de trabajo — Cree señala al desmayado chico tendido en el piso, su pantalón ahumado y roja chamarra con capucha no lo hacen fácil de reconocer a la primera pero aun así ella espera ver una reacción del rubio, sobre su operativo de KND más odiado

Mas el deportista la evita y sin cuidados lo sube fácilmente a su hombro, como si fuera una bolsa de arena o cualquier costal, indiferente sale del despacho con ella detrás, ansiosa por ver su reacción, él avanza rápido por la mansión y puede que demasiado centrado en sus pensamientos la ignora, al punto que la morena incluso se llega a preguntar si Uno pesa algo por la forma en que él lo lleva, pero siendo Chad coreback del equipo de americano seguro puede cargar más

Bajan las escaleras y el rubio entra al enorme cuarto en el sótano, yendo directamente a la vacía mesa de laboratorio, tumbando bruscamente al adolescente sobre esta, volteando hacia ella — Si ibas a venir podrías haberme ayudado — reclama molesto

— No parecía que necesitarás ayuda, además solo quería ver tu cara — Cree sonríe coqueta

Él hace una mueca de disgusto, está un poco harto de esos flirteos sin sentido — Como sea — murmura ansioso por irse

Pero ella no se aparta de la puerta — ¿No has notado quién es? — pregunta maliciosa

Chad voltea atrás, dándole un vistazo al chico para luego mirarla de nuevo — ¿Quién es? — pregunta al fin

Entonces ella va a él, sonriendo y tomándole del brazo suavemente, alzándose un poco para susurrarle al oído — Nigel Uno — dice y después se aleja para mirarlo, riendo al ver su reacción

Cree sale riendo escandalosamente, incluso por el pasillo, Chad no tiene tiempo de preguntarse si su cara realmente es tan graciosa o si ella está cada día peor solo ve fijamente la mesa y a quien la ocupa, sigue atado boca abajo respirando muy suavemente. En su ropa son notorias las marcas de lucha que seguramente tuvo con Padre, él traga saliva al acercarse lentamente tratando de ver su rostro pero la capucha le cubre más de media cara, es cauteloso, no tiene miedo y solo trata de descubrir la mentira de Cree, así que sin sutileza o cuidado le quita la capucha de encima, en un rápido movimiento destapa su rostro y no... no lo puede creer... no puede ser... es... Nigel Uno, aun cuando posiblemente tenga 16 años casi no ha cambiado, su rostro continúa siendo tranquilo y dulce, aunque su cuerpo es otra cosa, no está seguro de que pensar solo desea tocarlo para estar seguro que no es una ilusión o algo así, se acerca más y casi puede sentir su respiración pero de golpe la puerta se abre

Del susto el rubio pega un brinco mirando a Padre, que está igual de sorprendido que él — Oh, ¿Chad sigues aquí? — dice este fingiendo normalidad

— Eh, sí... bueno... quería ver si no requieres un ayudante para tu procedimiento — contesta Chad nervioso

Padre lo mira un par de segundos — Ay lo siento pero el puesto está ocupado — interviene Cree, mofándose al entrar claramente más repuesta — No te preocupes solo le acomodaremos un par de huesos — sonríe caminando alrededor de la mesa

Padre prepara algunos instrumentos lejos de la vista de ambos, sin interés en sus pleitos, Chad apenas mira a Cree saliendo con indiferencia hacia Nigel, sabe que no tiene sentido esperar fuera de la habitación y con resignación va a la estancia, ya que no puede irse si el adulto no se lo ordena.

Dickson pasa horas jugando con su celular fingiendo aburrición hasta que repentinamente la morena entra en el cuarto y él no puede evitar voltear a verla, se ve cansada con el cabello ligeramente revuelto, ella lo nota en la habitación y vuelve a su pose, sonriente se sienta a su lado — Habrá una fiesta el viernes ¿Ya te enteraste? — dice dulzona

— Sí, la del cumpleaños 18 de Steve — él contesta secamente

— Pronto será un adulto — la melancolía en la voz de Cree es notoria, un incómodo silencio se hace entre ambos

— ¿Steve cumple años el viernes? ¿Qué podría regalarle? — exclama alguien tras ellos, ambos voltean para ver a quien ha dicho esto y quedan atónitos, ahí está Nigel Uno sonriente y tranquilo, con ropa limpia y aunque ese atuendo tiene un extraño parecido con el del adulto luce bien — Padre — Uno llama al adulto, con demasiada solemnidad — ¿Que podría darle? — pregunta y su voz suena suave incluso dulce, impactando aún más a ambos jóvenes

— Ya pensarás en algo, Nigel — le responde Padre llegando a su lado, sonriente

Cree esta confundida pero — ¿Nos recuerda? — pregunta Chad, sorprendido

— Claro, estuvimos en el mismo sector — dice Nigel muy seguro, va a ellos y se sienta frente la morena pero los jóvenes solo observan todo en silencio — Wow Cree estas más hermosa cada año — sonríe el menor mientras la halaga

Chad siente una punzada en el pecho, y esta por decir algo cuando — Mañana será un largo día, vayan a casa — Padre interrumpe secamente, mirando a los chicos sin interés — Cree dale el tour a Nigel — ordena desconcertando a los preparatorianos

— Claro, Padre — responde dulcemente la morena — Bueno, con tu permiso Padre — agrega ella a modo de despedida tomando al calvo adolescente del brazo, levantándose del sillón y llevándolo consigo

El menor no pone resistencia pero al llegar a la entrada se despide — Buenas noches Padre — Nigel es respetuoso, sonriendo casi mecánico —Vamos Cree —

Chad va tras ellos en completo silencio, pasando cerca Padre cuando este se dirige a las escaleras — Buenas noches — se despide

Aunque el adulto no voltea a verlo — Vigilales — es lo único que le susurra antes de subir las escaleras.

Chad piensa en lo que Padre dijo mientras sale de la mansión, el carro de su padre no está lejos por lo que va con paso suave, aun así no puede evitar ver a Cree llevar a Uno frente de él, ella habla demasiado mientras Uno solo parece responder y reír, así que acelera el paso para alcanzarlos — ¿Los llevó a sus casas? — les pregunta y ambos lo miran extrañados

— Obvio — responde Cree revisando su celular — Sabes que no tengo auto desde el accidente — suelta con tristeza y Nigel la mira, claramente preocupado entonces ella le sonríe — Padre me dio una misión cuando estaba en una fiesta, salí tan rápido que choque con un tipo pero no me lastime, no te preocupes — aclara acariciando coquetamente la cara del menor, incomodando al rubio — En fin, mi auto está en casa y yo no lo puedo conducir otro mes más — exhala, claramente molesta

— ¿Y lograste la misión? — pregunta Nigel, totalmente atento a ella

—Claro bebé — Cree ríe juguetona, al colgarse de su brazo pero Chad se voltea, no quiere verlos.

Camino al auto el rubio va al frente aunque los oye hablar, juega con su celular fingiendo solo responder a sus amigos mientras Nigel cuenta la historia que cree haber vivido, de cuando eran compañeros del KND, como se mudó a Londres por esa supuesta misión secreta y que luego se negó a ser destituido, los años que sobrevivió solo escapando del KND, ninguno de los dos lo interrumpen, Chad quiere saber la versión que tendrá que seguir pero Nigel es tan genérico sobre todo que no da detalles a los que apegarse

Cree por otro lado continúa pegada al menor, que ahora es un poco más alto que ella y eso hace que Dickson se pregunte cómo ha estado viviendo realmente estos últimos años, es obvio que algo está mal, es decir ¿Número Uno de parte de Padre? Nunca nadie lo hubiera imaginado es tan absurdo, pronto vislumbra el auto de su padre así que voltea para avisarles pero lo que ve no le gusta nada, Cree le susurra al menor algo al oído y este solo la mira sonriente

Tras unos segundos ambos notan al rubio atento a ellos para luego romper en carcajadas, eso le molesta, no porque rían sino por la extraña interacción que tienen — Allí está mi carro — dice señalando tras de sí

— Genial, vamos a comer algo — propone Nigel, tomando la delantera — ¿Aun abren el Johnny's? — les pregunta

— Padre ha dicho que vayamos a casa — Cree interviene sería, casi preocupada

— Sí, será mejor ir mañana — agrega Chad, incómodo al apoyarla

— Vamos casi somos adultos, además serán solo unos minutos, realmente tengo hambre — el menor parece dirigirse más a Chad, que lo mira indeciso o renuente, y al verlo serio el chico va acerca él — Debes ser más atrevido Chad, antes eras muy temerario — le dice colocando su mano sobre el hombro del rubio — ¿Cree? — le pide su cooperación a la chica que sigue cada movimiento atenta

— Yo también tengo hambre, y ya pasó la hora de la cena — ella acepta, adelantándose tranquilamente

— Perfecto — sonríe Nigel que en rápido movimiento pasa su brazo derecho sobre Chad, amistosamente a modo de abrazo y tomando de sus manos las llaves del auto, arrojándolas a la joven, en veloz movimiento mientras el rubio permanece sorprendido por la cercanía del menor — Somos casi igual de altos — comenta este mientras avanzan juntos, con el mayor aun bajo su brazo

La morena abre el auto y va directamente al asiento trasero donde se recuesta un poco mirando como ambos chicos se acercan, sonriendoles pícara, Nigel le sonríe de vuelta algo animado mientras Chad permanece siendo abrazado por el chico calvo, sin prestarle atención a la otra, aunque no corresponde el abrazo y de hecho lo mira de reojo, nota que es cierto, él es unos centímetros más alto y es raro porque aunque el menor apenas supera por poco a Cree cuando está junto a ella luce más alto

— ¿Cómo han estado? aún no me cuentan nada — pregunta el británico volteando a verlo

— Bien, supongo — él responde secamente

— ¿Aún eres miembro del equipo de americano? — insiste Nigel, con tranquilidad

— Sí, soy el capitán, como siempre — acepta, algo orgulloso

— Qué bueno — continua el menor, claramente animado de oirlo, y él duda porque parece sincero pero — Me da gusto verte tan bien Chad, realmente te extrañaba mucho — agrega intensificando suavemente el abrazo

El rubio lo mira fijamente, no puede decir nada, justo ahora no sabe qué contestar por suerte para él llegan al auto y el menor lo suelta, la chica se acomoda en el asiento trasero para dejar a Nigel sentarse con ella mientras él sube al frente, alistándose para conducir mirando un poco por el retrovisor cómo Cree le enseña su celular al chico — ¿Te ha dado uno ya? — le pregunta ella al chico calvo

— Sí pero aún no lo enciendo — responde el menor con poco interés

— Ven yo te enseño — insiste la mayor extendiendo la mano para que se lo muestre, Nigel busca en sus bolsillos, sacando su celular solo para entregárselo

— Wow pero si es el más nuevo — exclama Cree asombrada revisándolo emocionada — ¿Cómo te lo ha dado? —

— Supongo que tendrá algún plan raro — sonríe Nigel y Chad no puede evitar molestarse, no le ha gustado como sonó eso

— El año pasado yo también tuve uno genial, pero gracias a las últimas seis misiones ahora solo tengo esto — responde ella mostrando su celular con desagrado, Chad recuerda todo sabiendo que esas misiones le costaron muchos privilegios sin embargo "¿Cómo diablos puedes quejarte cuando el mío es mucho peor?" piensa disgustado intentando concentrarse en el camino

— Pero estabas en exámenes ¿no? — pregunta Nigel, ignorando el paisaje

— Claro ¿Verdad que es difícil hacer una misión en esa temporada? — responde ella, agradecida de la comprensión

— Por supuesto que lo es — el chico calvo parece interesado en continuar hablando de eso pero la mayor toma su celular muy interesada, jugando un rato con este

Nigel se inclina al frente, sujetándose del asiento del rubio buscando preguntarle cosas sobre el camino, pero Chad apenas si responde — Ven te diré que está de moda — Cree jala al menor, exigiendo su atención de nuevo

— Vamos, estuve en Londres no en otro planeta, se cómo funcionan — ríe Nigel claramente cómodo con la cercanía de la morena

— Lo sé — responde ella, casi molesta — Pero hay muchas cosas aquí que estoy segura en Londres nunca hacen — insiste acomodándose más a su lado, Nigel asiente prestando más atención a la chica que a sus explicaciones mientras Chad no está seguro de cómo se siente.

Nigel pidió un combo enorme, Cree una sencilla y él solo una soda con papas, aun así han estado ahí al menos una hora, la chica habla sin parar de lo que hace ahora con sus amigos y aunque prácticamente solo le habla al chico, Chad interviene solo cuando le preguntan, no es que este aburrido solo finge estarlo, es cierto que no le interesa saber qué pasa en la clase de Cree o en su vida pero le da risa ver las reacciones del menor a las exageraciones de la mayor, de repente nota algo — ¿En qué grado iras? — le pregunta, y la joven para igual de sorprendida, mirándolo expectante

— Iré en la misma clase que Cree, Padre ya lo arreglo aunque ¿No te molesta? ¿Verdad? — Nigel contesta totalmente despreocupado pero pasa toda su atención a ella, que sigue sin captar muy bien

— No, si Padre lo decidió está bien pero ¿No es muy avanzado? — cuestiona la morena sinceramente extrañada

— Pues me las apañare — sonríe Nigel terminando sus papas fritas — Vamos, debo llegar a casa o Monty no parara de hablar — se levanta tranquilamente, dejando la mesa y a ambos mayores desconcertados.

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Chad se estaciona frente la casa de los Lincoln, ambos chicos se despiden cuando la morena baja del auto pero ella le hace una seña a Nigel de que la acompañe, el rubio piensa en irse sin embargo — Espérame un minuto — le pide el chico calvo al bajarse, suena serio y él solo asiente, mira como ambos hablan en el pórtico y no está molesto solo los observa, el menor está de espaldas a él manteniéndose frente ella, Cree apenas si se ve por lo cerca que está del chico sin embargo se asoma a ver al rubio, que sigue dentro de su auto, le guiña un ojo sonriendo maliciosa y se abraza Nigel acercándose para besarlo, suavemente. Él se sorprende tanto que se endereza para acercarse más a la ventana, quiere estar seguro de lo que pasa, en especial porque el chico no retrocede, de hecho parece demasiado activo

El beso es demasiado largo para el rubio, que está por darse vuelta y pisar el acelerador sin embargo es el menor quien le pone fin, acomodándose sus lentes mientras le dice algo a la morena, ella ríe seguramente coqueteando pero él le da un pequeño beso de despedida antes de volver al auto sonriendo, demasiado para el gusto del mayor, que se acomoda para llevarlo a casa

Nigel entra risueño, y con las mejillas aun rojizas se sienta de copiloto junto el rubio, que lo mira un poco sorprendido —Dios, Cree es increíble — susurró el menor, apenas audible, sigue muy ruborizado y suena casi avergonzado o al menos así le parece al mayor

Chad arranca, incrédulo apenas si lo mira e incluso avanzan varias calles en silencio — ¿Aun usas lentes oscuros de noche? — pregunta casi en burla, tratando de aligerar la tensión que siente

— Sí, los he usado por tantos años que ahora la luz me lastima los ojos — Nigel contesta natural, sincero

— ¿Incluso esta? — el mayor se refiere a la luz interna del auto, dudando

— Si, aun esta poca — responde el chico calvo, entre risas nerviosas volteando hacia la ventana, mirando el vecindario, él creció allí pero ahora debe de parecer un lugar desconocido, Chad pone música, este silencio le es incómodo tiene tantas preguntas pero ¿Puede este Nigel Uno responderlas? — Mañana tengo una misión, Chad — dice el calvo adolescente sorprendiéndolo por lo repentino de todo — ¿Quieres acompañarme? La paga no es mucha pero creo que te puede ayudar con Padre, no parece estar feliz con su desempeño — el chico lo mira fijamente

Él se estaciona ahora frente la casa de Uno, antes de voltear a verlo — ¿Bromeas? No necesito tu ayuda para resaltar ante Padre y para tu información es Cree quien se está tambaleando no yo — Chad es serio, con la mirada firme sobre el menor, aunque este permanece en silencio — Tal vez debas ofrecérselo a ella, ya que se llevan tan bien ahora — suelta esperando alguna respuesta o reacción pero nada, Nigel ni siquiera mueve las cejas — Esta es tu casa ¿no? — señala, ya molesto

— Sí, gracias Chad — responde el menor, tomando su chamarra del asiento trasero aunque el mayor no recuerda en qué momento se la quito, el sonido de la puerta abriéndose le hace voltear a verlo encontrándose con que el británico también lo observa, medio serio — ¿Hasta cuándo piensas estar por debajo de Cree? — dice, y suena entre triste o consternado, dejándolo impactado — Gracias, nos vemos mañana — se despide antes de cerrar la puerta del auto, Chad no logra responder, sigue impactado y sin pensarlo arranca el auto, yendo a su casa con las palabras de Nigel aún en mente.

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