xSouh

A Couple of Drinks
La quiero a morir

Ambos apagaron el móvil cuando subieron al avión, los sillones de cuero blanco parecían tan cómodos después de un día tan acopado.

Itachi tomó asiento primero, viendo por la ventanilla como las luces de la ciudad se volvían cada vez más lejanas. Siempre que estaba en esa situación llevaba su computadora para adelantar algún informe o un contrato, la fuerza de la rutina era bastante fuerte.

Cuando Sakura salió del baño se olvidó de cualquier cosa que tuviera que ver con el trabajo, aún llevaba el vestido de novia, con el cabello recogido en un moño elegante lleno de pequeños broches que parecían estrellas en el cielo del atardecer.

Se acercó a ella, tomando su mentón para besar sus labios, sabían a dulce fresa y no pudo darle solo uno, sus alientos mezclados mientras sus ojos brillaban, continuó hasta que manos se perdieron en su cabello.

─Te ayudaré con todo eso. Debe ser molesto. ─ le dijo, sentándola entre sus piernas y de espaldas, quitando uno por uno los prendedores con sumo cuidado para no jalarle el cabello, pero sin poder evitar repartir besos por el cuello y hombros descubiertos.

─Eres bastante bueno en esto.

─Tienes suerte de tenerme para toda la vida. ─bromeó cuando terminó de quitarlos todos y la cortina de cabellos rosas cayó.

─Entonces empieza a quitarme este vestido. ─le pidió, girándose para quedar frente a frente.

─Ese es el tipo de ordenes que espero recibir cada noche. ─rio, bajando el cierre lateral, haciendo que los hombros de tela cayeron a los lados siendo detenidos por los dos bultos que formaban los senos.

─También haré mi trabajo, señor Uchiha. ─levantó las manos y las pasó tras su cuello, haciendo que la tela blanca cayera hasta su cintura, mostrando que no llevaba nada bajo el vestido. Eso no detuvo su tarea de ir tras la liga que mantenía el pulcro cabello negro atado, la quitó en un solo movimiento mientras enredaba sus manos en la textura suave.

─No dudo que lo haga de forma excelente, Señora mía.

Los besos de mariposa se convirtieron en intercambios húmedos, la ropa pronto empezó a sobrar mientras sus cuerpos se mezclaban, buscando más contacto y queriendo sentir más. La punta de los dedos de Sakura trazaban la espalda blanca mientras sentía como su esposo jugaba con su ombligo, haciéndola querer más.

─Eres demasiado malo conmigo, Itachi. ─le dijo con falso enojo. ─Yo te quiero ya.

─No seas impaciente, Sakura. ─sonrió, bajando un poco más.

─Ummm... ─gruño la pelirosa al no obtener lo que quería, aún así no pudo evitar que sus manos se apretaran en los sillones al sentir como Itachi la complacía de otras maneras.

─¿Ves que la paciencia siempre se recompensa?

─Y pesar que todo empezó por que me tomé un par de copas de más aquella noche.

FIN 

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