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05. Conflictos Maritales

La tarde había caído inesperadamente para Yoongi, quien había estado demasiado distraído hasta caer en cuenta de que las estrellas ya eran visibles en el cielo nocturno.

El día no había caído tan mal, a pesar de todo. Y a pesar que el Jimin que le acompañó esa tarde sólo era una faceta creada para el público.

Sonrió con pesadez y suspiró divisando la estrella del atardecer en el horizonte.

Podía enamorarse completamente de aquel hombre caballeroso. Ambos pasearon por un bonito templo de la isla, vistieron Hanboks e incluso Jimin lo tomó de la mano.

Todo por supuesto, bajo el lente de la cámara que almacenaba las fotografías y los ojos curiosos de las personas que los miraban conmovidos por la "tierna pareja" que formaban.

Era una pena que todo aquel montaje solo había sido una puesta en escena muy alejada de la realidad.

Yoongi miró el álbum de fotos y exhaló con calma, hasta que sintió al de cabellos cobrizos acercarse a él y detenerse a sus espaldas.

― ¿Estudiaste actuación o algo así? - Murmuró de primero, mirando la galería de fotos que había quedado como evidencia de aquel día.

― ¿Estudiaste para ser tonto o algo así? - lo imitó haciendo una mueca que Yoongi no alcanzó a observar.

― Juh, prefiero al hipócrita en lugar de este - reprochó.

― Que inconforme eres, si te trato bien te quejas, y si no lo hago también.

― Es que tu... ¡Argh! - Gruñó volviéndose hasta él con un gesto "agresivo" que en realidad era terriblemente tierno. - ¡Eres un completo idiota! ¿Por qué no puedes ser lindo y ya? ¿Por qué no sólo nos das una jodida oportunidad? ¡No recuerdo haberte hecho nada malo! - Exclamó hablando demasiado rápido. Y luego el silencio protagonizó el espacio entre ambos.

Jimin lo miró inexpresivo, mientras que un gélido muro parecía formarse frente a ellos.

― ¿Estás rogándome que te quiera?... - habló - No puedo quererte sólo porque te da la gana.

― Por supuesto que no, y no. - Se cruzó de brazos. - Lo que quiero decir es que odio que me trates de esta manera, odio que me digas "tonto" o que vivas para insultarme y minimizarme. Solo deja tu odio absurdo contra mí y pon de tu parte. - Habló más suave está vez, quizás creyendo que podía llegar a un acuerdo con el contrario.

― No quiero. - Dijo simplemente.

Pero ¿Cómo conseguía ser tan frío? ¿No quería? Yoongi estaba al borde de la desesperación que le causaba aquellas sencillas pero muy confusas respuestas.

― ¡¿Por qué?! ¿Disfrutas humillar a los demás? ¿O solo intentas tapar algún complejo siendo tan idiota?- Dijo abrumado, dejando ver su pecho agitado luego de exclamar.

― Calla tu tonta boca. - Habló severamente. - Ya te dije una y mil veces que esto es un negocio, ¿bien? No tengo intención de hacerte vivir un cuento de hadas, y si eso es lo que aspiras pues ve a crearlo en un libro o que se yo, porque nunca ocurrirá ¿Entiendes? - Dijo seriamente y se dio la vuelta haciendo ademán de salir de la habitación.

― No. - Respondió mirando su espalda.

― Por la diosa Luna, no te pongas obtuso ¿Quieres? - Volvió a mirar a Yoongi. - Eres más malcriado y molesto de lo que parecías. Aún no me conoces Min Yoongi y dudo que quieras hacerlo. - Sentenció.

― Ja, ¿puede ser peor? - Bufó.

― No tienes idea. - Respondió yendo hasta el menor quien retrocedió nerviosamente y tropezó con la puerta que daba hasta el balcón.

― Detente - pidió bajo, quedando acorralado entre la puerta y el erguido cuerpo del alfa.

― Oh, ¿qué huele así? - preguntó mientras acorralaba cada vez más al omega. - Umh ¿Estás muy asustado? Tu lindo aroma se vuelve menos dulce cuando lo estás - murmuró alzando su mano hasta el rostro de Yoongi, quién en un acto de autodefensa dejo escapar un pequeño quejido.

― Déjame, ya entendí - murmuró cabizbajo.

Jimin deslizó sus dedos por la mejilla del menor, sintiendo como su delgado y pequeño esposo temblaba bajo sus manos.

― No te haré daño - dijo, ahora tomando suavemente la cintura del contrario con su otra mano libre y atrajo delicadamente el cuerpo de Yoongi contra el suyo. Comenzando a liberar su aroma de una manera tan intensa que lograba someter al menor a un estado inevitable de sumisión.

― Jimin - suplicó aún en aquella pequeña burbuja de pánico en la que se había encerrado.

― Sssh, tranquilo. - Siseó a su oído - Sólo promete que serás un buen omega y te perdonaré ¿Si?

― Si - asintió.

― Promételo.

― Lo prometo, alfa. - Admitió estirando su mano hasta conseguir la perilla de la puerta e intentar girarla.

― Si haces eso será peor para ti... ¿O es mejor caer al vacío? - Dijo el alfa sujetando la muñeca de Yoongi. El pelinegro solo negó apartando inmediatamente su mano de la perilla y alzó tímidamente la mirada hasta aquellos ojos maliciosos. - Nos ahorraríamos muchas discusiones si dejaras de hablar tanto... - murmuró, y Yoongi frunció el ceño, dispuesto a retar nuevamente al alfa. - Ssh, no te di permiso para abrir tu boquita otra vez - advirtió llevando su mano hasta la mandíbula del menor y presionó su dedo pulgar contra sus finos labios. - ¿No has escuchado ese dicho tan común que dice "callado te ves más bonito"? Deberías conocerlo, por favor, sé un buen omega, un buen esposo y pórtate bien, hazle caso a tu alfa y todo irá de maravilla ¿Entendido?

Internamente, Yoongi moría de impotencia, lleno de ira y a su vez, encarcelado en las garras de aquel quien había tomado la propiedad de su ser. Lleno de miedo e inmensamente desamparado.

― ¿Entendido? - Repitió el mayor tomando con más fuerza su mandíbula.

― Si - afirmó derramando las lágrimas que ya no podía parar de contener. Jimin lo dejó libre y observó como Yoongi se dejó caer desplomado sobre el piso.

― Deja el drama - reprochó mirándolo desde arriba. - Párate.

― Ya déjame en paz... - respondió abrazándose a sus propias piernas mientras permanecía sentado sobre el frío piso de cerámica.

― ¿Es que no entiendes nada de lo que te digo? Quieres que sea más rudo ¿Eso es lo que quieres? - Se agachó frente al menor y rudamente tomó su cabello obligándolo a alzar la cara.

― Jimin, ya basta... por favor - respondió con el rostro inundado de lágrimas.

¡Entonces para de hacer esto! - exclamó tirando con más fuerzas de las hebras de cabello, ocasionando que el contrario soltara un pequeño quejido de dolor.

El omega dejó de resistirse y lloró en silencio.

— Ya deja el maldito drama, y levántate del piso - Esta vez el alfa tiró con más fuerza del cabello del menor hasta obligarle a ponerse de pies, ignorando los quejidos del omega que trató de soltarse de sus manos.

— ¡Ya sueltame maldito animal! - Yoongi jamás había alzado la voz como lo hizo en ese momento, y opuso un poco más de fuerza como para mantenerse en su lugar, tomó el brazo del alfa encajando sus uñas contra su piel en búsqueda de deshacerse de su agarre, pero aquello fue peor.

— ¿A quien le llamas así?, ¿eh? - La furia de Jimin pareció volverse completamente irracional y sacudió el cabello por donde aún tenia sujeto al omega - ¿quieres ver como sí soy un animal? ¿Eso quieres? - Volvió a estrujarlo y lo llevó arrastra por la habitación.

— ¡Sueltame, sueltame ahora! - Chilló aún en su lucha, hasta que el alfa lo empujó tirándolo contra la cama.

— ¿Qué es lo que quieres?, ¿quieres que te ame?, ¿Qué te demuestre mi amor? - Jimin estaba hecho una furia, sus ojos marrones se habían vuelto un tono más amarillo y lucía aterrador frente a los ojos del omega. - ¡Habla! - volvió a gruñir deshaciendose del cinturón que rodeaba su cadera y Yoongi tragó grueso.

— ¿Q-qué haces? ¿Por qué sacas eso? - Dijo el omega que se metió a la cama tembloroso, y masajeaba la zona de su cabeza que fue maltratada.

¿Iba a pegarle con eso? De solo imaginarlo el omega sintió su cuerpo helarse, ¿de verdad sería capaz?, ¿qué clase de persona era ese hombre?

— ¿Tu que crees? - Jimin dejó la correa caer al piso y avanzó hasta la cama.

No iba a pegarle, entonces ¿que demonios hacía? Cuando el alfa estuvo demasiado cerca Yoongi se bajó de la cama lo más rápido que pudo e intentó huir de la habitación, más sus nervios le hicieron tropezar, dando tiempo a que el alfa lo atrapara antes de salir y lo arrastrara de nuevo a la cama.

— ¡Jimin sueltame! ¡sueltame! ¡Te lo ruego, no me hagas daño! - Chilló lleno de pavor mientras el mayor lo oprimía contra el colchón y comenzó besar su cuello sin ningún tipo de consentimiento. ‐ ¡Basta, no quiero! ¡No hagas eso! - A pesar de lo aterrado que estaba, Yoongi no se detuvo y siguió aplicando toda la fuerza que poseía intentando escapar del alfa que le llevaba demasiada ventaja.

No obstante, sus esfuerzos parecían no valer de nada y comenzaba a sentirse demasiado agotado.

— p-por favor..., ya, no quiero, te lo ruedo - murmuró sollozo e instantáneamente sintió como el peso de su cuerpo se volvía más ligero y Jimin prácticamente le dejó libre.

El menor se arrastró por la cama tomando energía nuevamente y corrió por la habitación como si estuviera siendo perseguido, hasta entrar en el baño y encerrarse ahí, como un pequeño gato al escabullirse.

Agitado y con todo el cuerpo tembloroso, no pudo sujetarse más sobre sus piernas y se dejó caer al piso mientras deslizaba su espalda por la superficie de la puerta.

¿Qué clase de porquería era ese alfa, y por cuánto tiempo debía soportarlo? Quería salir corriendo y ocultarse en cualquier lugar donde Jimin, ni nadie más pudiera encontrarlo. Donde pudiera ser él mismo y estar bien con eso, donde pudiera amar y ser amado.

El omega se abrazó a sus piernas cuando estuvo totalmente sentado en el piso, y agachó su cabeza hasta dejar su frente contra las rodillas, y ahí una vez más desahogó sus lágrimas.

— Quiero irme a casa, quiero que esto solo sea una pesadilla - murmuró sollozo.

Una media hora después, el silencio continuó siendo participe del espacio. Yoongi salió más tarde, cuando se sintió seguro. El dormitorio había sido ordenado, supuso que fue el mismo alfa quien después de todo el desastre se encargó de recoger las cosas y ordenar la cama. Yoongi cerró la puerta con llave al notar que Jimin estaba afuera. No pretendía dejarlo dormir a su lado aquella noche, y nunca más si era posible.

Cambio su ropa, se dio una ducha y cuando vistió el pijama se metió a la cama que está vez se sintió mucho más acogedora, aunque repugnó el hecho de encontrar el aroma de Jimin entre las sábanas. Sin embargo, decidió ignorarlo, necesitaba descansar de aquel agitado día.

Con la esperanza de tener un mejor amanecer, pensó en que debería hacer justo después de despertar al día siguiente, y con un plan en la mente, suspiró profundo y se dispuso a dormir con la luz de lámpara encendida. Lo molestaba un poco, pero se sentiría más seguro así en caso de que el alfa apareciera durante la noche.

Estoy reescribiendo la historia, espero que les agraden los cambios a quienes ya leyeron la primera versión.

Por otro lado, me cuesta un poco reflejar las emociones últimamente, en mí como individuo e incluso en mi escritura, así que estoy haciendo lo mejor que puedo porque sé que muchos aquí están esperando y no quiero que se enojen o se desanimen porque no he escrito.

También doy las gracias a quienes siguen, a quienes se fueron y a quienes llegaron aquí y aprecian mis historias, los quiero ♡

Gracias por leer, hazme saber que desear leer el próximo capítulo y volveré pronto ~

— att: infiresxmin

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