Verde.

Bien, verde.

Amarillo.

Amarillo.

Y rojo.

Deacuerdo, ¿sólo eso?.

Si garnet, son los colores que faltan.

La rubia pecosa se encontraba tratando con la profesora sobre los materiales que se habían terminado con el paso del segundo mes, no era extraño que la pintura fuese de lo que menos se compraba, pues sólo ella, sadie y Lapis eran las únicas que amban pintar, mientras que los otros miembros del club preferían hacer otras cosas, más que nada jugar con la plastilina para pasar el rato.

Para la peli azul se sentía extraño pintar en aquel lienzo de manera solitaria, admitía sin miedo que le hacía falta tener a la rubia sentada a su lado, pues al ver su manera de marcar los colores y las magníficas obras que salían de aquel pequeño ser, le habían cautivado, se había hecho fanática de aquellas pinturas.

Se había vuelto fanática de aquellos gestos graciosos que la pecosa producía inconcientemente mientras trabajaba en el lienzo.

Era divertido.

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El timbre de salida había soñado treinta minutos antes de salida habitual y la pecosa se encontraba como siempre esperando de manera impaciente a su madre, se alegro un poco al escuchar el freno de un auto, pero pronto su alegría de iría al ver que ese auto no era para ella.

Sintió una pequeña vibración en el bolcillo derecho de sus pantaloncillos cortos.

Sacó su móvil y observó el mensaje que había enviado su madre.

Lo siento mucho cariño, no podré llegar por ti está tarde, el trabajo aún no termina, por favor regresa a casa con mucho cuidado.

Te amo.

Y pronto sintió un poco de fastidio en su interior.

Comenzó dando algunos pasos, podría tomar el autobus, pero bueno, no era una buena idea.

No se dio cuenta que tan lejos había caminado hasta que escuchó el peculiar sonido de risas infantiles en la lejanía.

En efecto había llegado al parque, pensó que sería una buena idea comprar un helado de chocolate, ¿porqué no?, su casa quedaba a sólo dos cuadras del lugar.

Así que sin pensarlo más camino hacia el pequeño puesto de helados y tan pronto llego  de unió a la fila a esperar.

No sabía que te gustaba el helado.

Miro hacia la dirección de la voz, se sorprendió un poco al ver a Johansson delante de si.

Sólo el de chocolate. Se animó a responder.

Uhg... Chocolate. La peli azul hizo una cara de asco. Es mejor el de vainilla.

Yo sólo e probado el de chocolate.

Y los ojos de Johansson se abrieron en sorpresa.

¿Sólo el de chocolate?.

Así es.

Espera, espera, ¿me estas diciendo que no has probado otros sabores como, no se fresa, uva etc..?

Si, es sólo que me limitó a comer cosas que ya se que me gustan.

La peli azul volvió a mirar extrañada a Leone.

Y justo su turno había llegado.

¿Qué le puedo ofrecer señoritas?.

La mujer les pregunto amablemente.

Yo quiero un helado de chocolate.

Leone daba pequeños brincos para poder ver por arriba de la barra.

Oh, yo uno de vainilla por favor.

No tardó mucho su pedido mientras que Leone tomaba su helado, Johansson de ocupaba en pagar por ambas.

Yo..yo puedo pagar.

Tranquila no pasa nada.

Gracias.

Y justo cuando la rubia estaba por dar su primera probada, el cremoso helado de chocolate fue arrebatado se sus manos h en su lugar de posaba un extraño con olor a vainilla.

Tu comerás ese.

Pero, no es chocolate.

Sólo comelo.

¡No!, yo qui....

Y una gran embestida de helado de vainilla se abrió paso en su boca de manera brusca.

En efecto la peli azul le había obligado a tragarlo.

Fue una sorpresa enorme para si misma, cuando el sabor se quedó pegado en su paladar, Dios Santo era delicioso, quizá no tanto como si habitual chocolate, pero era asombroso.

Giro su cabeza hacia la peli azul para decirle lo mucho que le había gustado y unas pequeñas ganas de reír se mostraron en ella, al ver a la morena degustando con asco aquel chocolate, mostrando caras graciosas al no tolerar el sabor, pero sin duda se veía esa determinación de terminar aquel helado sin importar el sufrimiento.

Y peridot decidió terminar su delicioso helado sin decir una palabra.

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Habían pasado diez minutos de que Leone terminará su helado y la peli azul se encontraba ahí dando su último bocado y soltando un suspiro de satisfacción al pasarlo por su garganta y al fin terminar con ello.

Vaya de verdad no le gusta el helado de chocolate Johansson. La rubia miraba asombrada a la peli azul.

Es asqueroso Leone.

Quizá vuelva a comer uno de vainilla.

¿De verdad te gustó?.

Si, estuvo bien.

Y las miradas de Leone y Johansson se encontraron, cómo había pasado innumerables veces desde que se conocieron.

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Había llegado un par de minutos tarde al club el día de hoy.

Después de disculparse con garnet y recibir un signo de paz de la tutora como respuesta, tomó las pinturas y su usual pincel.

Y sentándose frente al lienzo blanco, miro a su derecha volviendo a encontrar aquellos iris verdes.

Sin sentirse presionadas un "Buenas tardes"  salió de la boca de ambas, esbozando una pequeña sonrisa.

Era la primera vez que se saludaban...

Era la primera vez que se sonreían...

Era la primera vez de muchas que se acercaban.

Y todo esto ...

Por un simple helado con sabor a vainilla.

Aún estoy vivo :v