-Lapis - blue se acercó lentamente, se sentó en un costado de la cama de su hermana - ¿Tienes algo de tiempo?

-Claro - Lapis se sentó en la cama - ¿Ocurre algo?

Blue, suspiró, sabía que debía contarle sobre ello, pero aún así era difícil.

-Es sólo que - miró a Lapis con una sonrisa llena de nostalgia - estaba recordando algunas cosas.

Lapis no dijo nada, sólo la observó detenidamente, mientras aún permanecía en la calidez de las sábanas.

-Sabés - blue apartó la mirada - yo también pienso mucho en mi papá - sus músculos se tensaron un poco - ya sabes, mi verdadero padre.

Lapis suspiró.

-Jamás lo conocí - respondió - ¿Quieres hablar sobre ello blue?

Blue asintió, trago el dolor en su garganta y comenzó a hablar.

-Yo fui la primera - comenzó - Matt y mi mamá me tuvieron a pesar de no estar casados por mucho tiempo, decían que un primogénito era necesario - miró a Lapis - Claro, en ese tiempo nadie sabía que ella ya tenía una familia y que su primogénita había nacido antes.

-¿Por qué se casaron? - preguntó Lapis.

-Eso es algo que desconozco - sonrió - pero, no quiero hablar sobre ellos, quiero hablarte de Matt solamente.

Lapis asintió.

-Bueno, nuestra historia comienza en la primavera…

-¡Vamos papá! - la pequeña celeste de apenas tres años, corría libremente bajo el sol de la primavera.

-¡Espera cely! - el hombre de veintiocho años trataba de quitarse el pasto de sus pantalones - Eres muy rápida.

-¡No es cierto, Matty es el que es muy lento y torpe!

-¡Oye, eso es grosero! - Matt corrió y abrazó de manera dulce a su hija.

-Tienes que correr más papi - celeste tocó  las mejillas y jugó un poco con la barba creciente de Matt - así podrás ser el hombre más rápido del mundo.

-¿Cómo flash? - Matt cargó a la pequeña en sus brazos - aunque superman también es rápido.

-¿Viste el nuevo episodio? - la niña preguntó con alegría, mientras ayudaba a su padre a encontrar una buena banca en el parque.

-¡Si, lo hice! - ambos se sentaron - fue cuando estaba jugando con las figuras de acción que tu mamá me había castigado - sonrió - y también robe algunos dulces que guarda bajo el closet.

-Le diré a mamá - celeste apuntó a su madre.

-¡No! - Matt se aterró de inmediato - te daré caramelos y te prestaré mis juguetes, pero no le digas a tu mamá.

-Creo que es idiota - una voz masculina sonó a la distancia.

Celeste frunció el ceño y prestó más atención.

-Jaja, hombre, yo creo que es uno de esos enfermos mentales - otra voz desconocida habló.

-Si, parece ser uno de esos retrasados.

Celeste miró el rostro triste de su padre, sabía que hablaban de él, así que comenzó a buscar a los hombres que hablaban mal de Matt.

-Claro, incluso la niña parece más un adulto - celeste pudo ver a los hombres a un par de bancas a la distancia - Sólo míralo, lleva pantalones sucios y una playera de superman.

-¿Cómo logró tener una hija?, debe ser vergonzoso para la niña.

-La verdad es que no me imagino a su mujer, imaginate que un retrasado logrará meter a una mujer a la cama.

-Si, suena asqueroso.

-Puede que ella también sea retrasada.

Y entonces las lágrimas comenzaron, el rostro de Matt se llenaba de tanta tristeza, sus lágrimas corrían por sus mejillas.

Y eso rompió el corazón de celeste. Así que hizo todo lo que pudo. Tal vez tirar piedras al par de idiotas que se burlaban de su familia, no era lo peor, pero sí lo más valioso y valiente que alguna vez hizo. Defender a su familia.

-¡USTEDES SON LOS RETRASADOS,SEÑORES IDIOTAS!

Y tras aquellas palabras, salió de aquel parque, sosteniendo la mano de su padre.

-Eres mi heroínas cely - Matt sonrió con amor.

-Te amo papi.

…

Blue limpio sus lágrimas y tragó fuertemente su dolor.

-Siempre lo miraron de esa manera - blue habló - todos decían que era un retrasado.

-Blue - Lapis la abrazó.

-No era su culpa - abrazó a Lapis - él no pidió nacer así.

-Matt parecía ser un hombre muy bueno.

-El era tan bello - trató de retener sus lágrimas - un alma pura y un gran padre.

La habitación se había quedado en silencio. La luz de la luna abrazaba a sus cuerpos, llantos apenas audibles llenaban a los oídos de Lapis, su corazón latió al compás de la respiración de blue.

-Yo también extraño a mi papá - blue se aferró aún más a Lapis.

Ninguna palabra salió de sus bocas después de aquello, bajo el calor de dos almas heridas, sus ojos se cerraron en un sueño profundo.

Sonrisas amables aperecieron en sus sueños esa noche.