Sólo Tal vez
La brisa marina golpeaba su rostro con suavidad, las luces del atardecer pronto llenarían el cielo. El cabello celeste se ondeaba en el viento, con calma y melancolía.
Se abrazaba a sí misma ante el frío de otoño, ¿Cuánto tiempo había pasado?, no lo sabía, lo único que quedaba en su memoria eran aquellas miradas que se encontraban con tanto amor, que su corazón se sintió tan solo.
-No lo entiendo - la voz desconocida sonó tras su espalda.
-Siempre dices eso - blue respondió - ¿tan complicado es decir un “Hola”?
Jasper gruñó en lo bajo y se acomodó a su lado. La arena se revolvió a medida que el gran cuerpo se sentaba.
-Siempre me he preguntado el porqué de esta manía - Jasper habló y al ver el rostro de blue sonrió - ya sabes - dijo - venir al mar, se siente tan triste este lugar.
Blue sonrió.
-Cosas de Johansson - dijo.
Jasper bajó la mirada.
-Johansson - dijo - aún sigues usando ese apellido - miró a blue - tomando algo que no es tuyo.
-Es lo único bueno que tengo - blue se abrazó aún más - lo único que me queda.
Ninguna dijo nada, el silencio se apoderó de sus voces, el mar, ahora, era el único que hablaba, se sentía extraño, como si tratara de tomar sus sentimientos y llevarlos a lo más profundo de él.
Las luces del atardecer comenzaron a llenar el cielo, se sentían tan ruidosas en sus sentidos. Blue lo sabía, tenía el alma rota y no había nada que hacer.
-¿Cuánto tiempo durará esto? - Jasper rompió el silencio.
Blue la miró, su gran figura era abrazada por las luces naranjas, su cabello blanco se había teñido de los colores del cielo, su piel se alzaba de manera hermosa ante la vista. Sus ojos tenían ese brillo melancólico que tanto ocultaba.
Tal vez ambas estaban tan rotas como sus miradas lo mostraban.
-Lo lamento - blue regresó su mirada al mar - pero decir que mi corazón late por ti, es la única forma de no herir a Lapis.
Jasper sonrió.
-Lo entiendo - acarició la arena - también amo a mi hermana - pensó en Peridot - pero debes decir la verdad.
Blue comenzó a reír.
-No puedo destruir lo que han construido - miró a Jasper - lo vi, Jasper - bajó la mirada - Ambas se pertenecen.
Jasper tomó su mano, acarició la palma suave y rozó sus pieles con arena tibia.
-Te estás matando a ti misma - miró sus manos unidas - y me estás matando a mi también, Celeste Hylm.
Las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, había pasado tanto tiempo.
-Ha pasado mucho tiempo desde que alguien me llamaba así - trato de contener sus lágrimas - desde que él se fue.
-Siempre me ha parecido un nombre hermoso - tocó las mejillas de Celeste, tratando de secar la humedad en ellas - tanto como tú.
El atardecer había cesado, las estrellas llenaban el cielo y sus miradas se unían ante la oscuridad de la noche.
Jasper Leone y Celeste Hylm se habían encontrado después de un largo tiempo. Y tal vez, sólo tal vez, Celeste se quedaría en su corazón para siempre.
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