La P es de Paciencia. 

Siempre se ha dicho que la paciencia es una virtud.

Por lo que los estudiantes de la clase E, creen que su compañera de gafas es una persona con tantas virtudes, por lo que esta bendecida con la paciencia y calma del Himalaya. Después de todo ¿Como soportaría a alguien común a una persona como Akabane Karma orbitando siempre a su alrededor?

Y es que el pelirrojo jamás había sido una persona fácil de tratar. Todos se sorprendían al saber que alguien tan tranquilo como Nagisa fuera gran amigo de un chico tan problemático como el, aunque Sugino les decía que ya cuando trataban a Akabane, no era tan malo, tenía su lado suave que muy rara vez dejaba salir. Pero lo tenía.

Pero a pesar de lo que muchos decían y de la mala fama que se cargaba el chico de cabellos rojizos, eso no impidió que terminara siendo pareja de Manami. Una completa sorpresa para todo cuando sin pena ni gloria se había declarado a la joven con muchos de la clase presentes y para horror y preocupación de todo, su compañera de gafas había aceptado.

Aunque sabía que Okuda tenía mucha paciencia, como todo tenía sus momentos en los que se irritaba, como en ese momento. Luego de mucho rato de estar preparando sus cosas para sus experimentos entraron jugando con un nuevo dispositivo que les dieron y por accidente destrozaron unas cosas de la joven. La chica de gafas les miro seria.

-Lo sentimos Okuda... Nosotros... -murmuraron unos apenados.

-Fuera de aquí -dijo ella molesta -Vayan con sus tontos juegos a otro lado.

-Si... es que...

-Nada, váyanse -dijo ella molesta, aunque a pesar de estar apretando las manos en forma de puño, no pudieron verla con miedo, si no con ternura. Ella no era intimidante.

-No te enojes Okuda, te vez super tierna molesta -dijo uno en broma, los demás rieron un poco. Ella solo resoplo y les dio la espalda para regresar con sus cosas.

-Tan tierna como una loli encantadora -dijo Okajima burlón -Y con tu nuevo peinado... -siguió diciendo mientras la miraba arriba a abajo buscando apenarla o hacerla enojar.

*Crash*

Todos se pusieron alerta ante el ruido, observando con horror como Karma aparecía por la otra puerta con una mirada para nada amigable, en sus manos sostenía unas cosas, aunque ahora estuviera una rota en el suelo.

Manami rápidamente se acercó al pelirrojo, revisando si estaba herido de algún lado.

-Te dije que podíamos ir juntos -dijo la joven tomando algunas cosas para ponerlas sobre la mesa -Ten cuidado con los cristales no los vallas a pisar.

Mientras todos miraban como se tomaban de las manos con suavidad y Karma besaba una de las manos de Okuda.

-Estoy bien, ahora voy por algo para recogerlo -dijo Akabane antes de inclinarse un poco hacia ella, pero cuando iba a presionar un beso es que se detuvo y alzo la mirada para poder ver a los demás - ¿Todavía no se van? ¿Qué tanto miran?

Con una mirada seria de su compañero, es que todos salieron el salón sin mirar atrás, después de todo nadie quería meterse con el pelirrojo y menos si estaba Manami incluida.

Ya que todos sabían que si alguien no tenía paciencia ese era Akabane Karma