K: Karma
La K es de Karma.
Si algo sabían todos a la perfección es que nadie debía meterse con Karma Akabane, no si no querias llevarte un muy mal rato, ya que no solo era una persona muy inteligente y capacitada, también era todo unjoven vengativo, con un sentido del humor muy retorcido, pero algo que nadie podía olvidar, era la sed de sangre que podía llegar a tener, mas cuando estaba molesto, para todos sus compañeros era muy extraño el hecho de verle enojado, enojado de verdad.
Aunque en ese momento tuviera una gran sonrisa y estuviera bromeando con los demás, siempre había que estar alerta, ya que nunca sabias que pasaba realmente por su mente, eso no significaba que fuera imposible de leer, pero sí de predecir, incluso Koro-sensei reconocía sus grandes capacidades para fingir, claro no tanto como las de Nagisa (o el mismo, regocijándose de sus talentos). Y realmente nadie queria cargar con el "karma" que podrias recibir si provocabas al diablillo rojo.
Todo iba de forma agradable, estaban haciendo un pequeño viaje a la playa, aprovechando los días de descanso que les había dando la escuela después de los exámenes, organizándose todos para irse a relajar y pasar el rato juntos, gracias al profesor Karasuma, es que pudieron transportarse a una zona algo solitaria, porque Koro-sensei no los dejaría ir solos.
Lo que no contaran, era la presencia de unos colegas del militar, pero decidieron ignorarlos y dejarlos que ellos distrajeran a su profesor, ese día no iban a ponerse a pelear o intentar asesinar a Koro-sensei, incluso Bitch-sensei solo se había recostado en su silla de playa a tomar el sol, ignorando a los demás, parecía que ella misma también necesitaba un descanso, después de todo a pesar de que su traje de baño era provocador, no hizo bromas ni guiños a Karasuma-sensei, ni a nadie mas.
- Bitch -sensei está muy tranquila -murmuro uno de los chicos, las chicas la miraron solo recostada con sus lentes, tomando el sol.
-Lo sé, incluso Karasuma-sensei lo noto -murmuro Kanzaki, varios miraron al profesor mencionado y este cada cierto periodo de tiempo miraba unos segundos a la rubia y luego desviaba la mirada, como no creyendo que fuera ella.
-Quizás solo esta cansada -dijo la de cabellos verdes con una sonrisa -Seguro ha tenido una semana pesada como nosotros.
-Si, tienes razón / Puede ser / Tal vez solo le gusta el sola / Quizás se durmió -y asi con pequeños comentarios cada quien se dedico a hacer sus respectivas actividades, unos jugaban en la arena con una pelota, otros en el agua, algunas chicas acompañaron a su profesora a tomar el sol, el día estaba pasando tranquilo hasta que.
- ¡Koro-sensei! -reclamo Kataoka, junto con Yada - ¡No pase por aquí! ¡Estamos con un castillo! -se quejaron las dos chicas, protegiendo su castillo de la arena que su profesor lanzaba con su movimiento.
- ¡Lo siento! -se disculpó, antes de alejarse. Karma y Nagisa estaba parados a lado del militar, que miraba a sus colegas novatos luchar contra el pulpo amarillo, aunque parecía mas un entrenamiento que realmente un asesinato.
-Realmente no parece que vayan a matarlo -decía Nagisa.
-Pensé que era mejor dejarlos tranquilos hoy -dijo el adulto mirando a ambos jóvenes, el de cabello celeste le sonrió.
-Bueno, eso lo mantendrá ocupado -dijo el pelirrojo divertido.
Todo iba bien hasta que uno de los militares se lo comenzó a tomar muy personal y de un momento a otro ataco a una de las chicas, para distraer al "monstruo"
-¡Oye! -reclamo rápidamente Karasuma-sensei, pero antes de reprender al cabo, este fue derribado de una patada.
Después de todo, a quien había querido tomar como rehén, no era otra que Manami Okuda y todos sabían que la joven de gafas era intocable, ya que nadie que la conociera a ella y supiera de su relacion con un pelirrojo seria lo suficientemente tonto como para buscar, el karma instantáneo.
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