G: Gustar
La G es de Gustar.
Había sido un día normal para Shota Nagisa, completamente normal, levantarse con su alarma, alistarse, ir hacia la escuela, subir la montaña, tomar sus clases, intentar asesinar a su profesor, almorzar y conversar con sus amigos, además de entrenar con el profesor Karasuma, si, todo había sido completamente normal, hasta ahora...
-Me gusta alguien -dijo su acompañante.
- ¿Eh? -fue lo único que salió de su boca, miro incrédulo a su amigo pelirrojo, viendo como este suspiraba un poco, Nagisa pudo notar la incomodidad en su voz.
-No me mires como si fuera un fenómeno -gruño Karma golpeando la mesa, sobresaltando a su amigo.
-Bu-bueno... es que... me sorprendió... -contesto algo nervioso al ver la cara molesta del de ojos mercurio - ¿Me dirás quién es?
Nagisa observo como su amigo se sonrojaba un poco y desviaba la mirada, el peli celeste suspiro, había ido a comer después de la escuela con Karma, por propuesta del pelirrojo, había pensado que solo era una de esas pocas veces en las que Akabane quería conversar con el sobre revistas o juegos, jamás se imagino que en verdad el pelirrojo quería hablar con el sobre ello, se sentía alegre de que Karma le tuviera la confianza para hablar de ello con él, en lugar de decírselo a alguien más, aunque tenía la curiosidad ¿Quién había llamado la atención de su amigo?
-Okuda -san -escucho en un susurro proveniente del pelirrojo.
-Oh -fue lo único que dijo, aunque por un lado no le sorprendía ya que una vez Karma había dicho que le era interesante, sin poder evitarlo, empezó a reír ligeramente.
-De que te Ries Nagisa ¿Te burlas de mi acaso?
-No, no, para nada Karma... es solo... bueno que, nadie de la clase querrá que estén juntos, digo, todas las travesuras que podrías hacer con ella a tu lado -se explico Nagisa, sintiendo un escalofrió al ver la sonrisa del pelirrojo
-Vaya que si -dijo Karma, imaginado todo lo que podría perderle a su, ojos de veneno que le hiciera y a ella regañándolo, pero al final accediendo, por que sin que nadie lo supiera a Okuda también le gustaban las bromas, aunque fuera demasiado tímida como para hacerlas, y ¿Cómo se había dado cuenta? Pues en San Valentín, la chica le había dado chocolates, unos para el propio y otros mezclados con una fórmula secreta, que era similar a los lactantes.
-Pero dime Karma, ¿Ocaso hay algún problema? -se animó a preguntar.
-No lo sé... -respondió con en un suspiro.
- ¿Cómo qué no? Te gusta Okuda -san ¿Qué no? -pregunto Nagisa tomando un sorbo de su bebida, observando al su amigo.
-Si y mucho. -respondió con seguridad.
- ¿Entonces? -cuestiono nuevamente el peli celeste.
-Búrlate si quieres o cree que soy estúpido, pero... me entro esa tontería de "no querer echar a perder la amistad" -explico Karma, bufando ya que eso sonaba demasiado estúpido y mas por que lo estaba diciendo el mismo.
-Oh, entiendo, bueno es lo más lógico Karma, digo, ustedes se hicieron buenos amigos -dijo comprensivo Nagisa, sonriendo un poco al ver a su amigo beber de su jugo algo irritado.
-Pero yo ya no quiero ser su amigo. -le dijo con molestia, mirando por la ventana.
- ¿Entonces? Declárate -animo Nagisa con una sonrisa, tratando de dale ánimos a su amigo, no se le ocurría nada más, además si lo veía por el lado bueno, la chica de gafas podría mantener más tranquilo a los ojos mercurio o eso quería pensar, bueno al menos podría quitarle lo brabucón, si a Karma le gustaba Okuda tanto como decía, este seguro preferiría pasar el día con ella, que estar buscando problemas con otros chicos.
- ¿y que pase lo que tenga que pasar? -la pregunta de Karma lo saco de sus pensamientos.
-Si ¿No? Ese de tu estilo. ¿Desde cuando te preocupas tanto por lo que pase?
-No quiero que se aleje. -dijo Karma un poco afligido.
-Esa es tu decisión amigo, yo solo puedo aconsejarte -dijo Nagisa con una sonrisa, Karma sonrió un su amigo tenía razón, ¿desde cuándo se pensaba tanto las cosas? ¿desde cuando dejaba que la vergüenza lo consumiera? O el miedo mas bien. No, Nagisa tenia razón, iba a arriesgarse, se confesaría a Okuda y lo rechazaba haría todo lo posible por enamorarla, no se dejaría vencer.
-Ya se lo que hare... Gracias Nagisa
-De nada Karma, para eso están los amigos.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
-Me gustas Okuda-san... -fueron las palabras que dijo el pelirrojo antes de tomar las manos de la chica de trenzas, esta se sonrojo violentamente, sin poder apartar la mirada de los ojos color mercurio. Toda la clase E estaba sin poder dar crédito de ello, Karma se encontraba en la orilla de la piscina junto con Manami, todos los miraban disimuladamente, mientras Koro -sensei trataba de no reírse y su cara de ponía rosa mientras los veía, quería ponerles flores o cosas así, pero las chicas no lo dejaron, no querían que arruinara ese lindo momento.
- ... ¿Eh...?
-Dije, Me gustas -repitió el pelirrojo con una sutil sonrisa.
-Karma -kun... yo...
-No tienes que responder ahora -la interrumpió, inclinándose un poco hacia ella, lo suficiente como para juntar su cabeza con la ajena -Te daré el tiempo que necesites o tal vez sea que, aquí no es el mejor lugar, pero ya no podía quedarme con esto... -susurro soltando sus manos y tomando el rosto de la chica.
-Karma -kun...
-Lo repito, Me gustas Manami -volvió a decir antes de darle un pequeño beso la comisura de sus labios, se limito a soltarla y alejarse para irse a jugar pelota con Nagisa, dejando a una muy sonrojada Okuda, que no tardo en ser abordaba por las chicas.
Los demás chicos se limitaron quedársele viendo a Akabane, aun sin cree lo que acababan de ver, mientras que Nagisa se limitaba a reírse un poco.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro