Miércoles 2 de octubre:
Salí del instituto sola y tranquila, sacando mi teléfono junto a mis cascos para ponerme algo de música hasta llegar a la biblioteca.
Iba desenredando los cascos cuando alguien me tocó el hombro y me gire algo sorprendida.
- ¿Te vas?- me preguntó Scott.
- Sí, prefiero hacer la redacción en la biblioteca, y tengo que mirar varias cosas en unos cuantos libros.
- ¿Puedes sacarme este libro?- me dijo mostrándome la portada.
- Claro, ¿es para clase?
- Algo así.- se pasó la mano por el pelo intentando apartarse el flequillo, se notaba que estaba algo nervioso pero no tenía ni idea de porque. A veces sentía que Scott me ocultaba más de lo normal.
- ¿Estás bien?
- Si, no te preocupes, solo me encuentro algo mal, me voy a casa. Si no te dejan sacar el libro no te preocupes ya me pasaré yo un día. Toma mi carnet.
- En serio Scott, estás raro, ¿te encuentras bien o es algo más?
- Las clases, me he agobiado hoy, no tienes por que preocuparte. Nos vemos luego.
- Está bien.- dije con desconfianza, le abracé unos segundos antes de darme la vuelta y ponerme los cascos perdiéndome en la música de The Neighbourhood.
[...]
Llegue a la biblioteca más cercana sin muchos problemas, era bastante grande y espaciosa, nada más entrar a la derecha estaba el mostrador y desde ahí se abría una sala enorme con mesas de estudio que ocupaban todo el espacio hasta cierto punto donde comenzaban las hileras de pasillos llenos de estanterías. No se oía casi ni un murmullo y se respiraba un ambiente de tranquilidad.
Busqué con la mirada un sitio cerca del pasillo donde estaban los libros que necesitaba y me senté sin nadie al lado.
Debíamos hacer un relato de algo relacionado con lo que nos queríamos dedicar en el futuro. Puesto que yo quería ser abogada decidí escribir sobre un juicio, había uno que desde pequeña siempre me había llamado la atención, y que solía comentar con mi padre, así que decidí relatarlo y para ello necesitaba buscar información en varios libros.
<<Espero no tardar tres horas buscando información porque te has emperrado en escoger uno que no sale casi nada en internet.>>- mande callar a mi subconsciente puesto que no era capaz de soportar tanto apoyo por su parte.
Sí que iba a tardar pero este tipo de cosas este año contaban, estaría en mi expediente y no podía permitirme no esforzarme todo lo que pudiera y que luego en el momento de mis entrevistas lo vieran.
[...]
Tres horas, tres malditas horas llevaba, vale que me quedaba poco pero era demasiada información, aunque interesante, pero demasiada.
¿Por qué siempre me iba lo difícil?- apoyé la cabeza sobre la mesa y resople antes de volver a incorporarme.
Me recogí de nuevo el pelo en un moño descuidado, dado que el anterior se me había caído y decidí volver a ponerme música a ver si así me fluían mejor las ideas del final.
Solo me quedaba una página, pero madre mía con la última página.
Esperemos que por lo menos des este caso en la universidad, porque si no te mato yo misma.
Adoro el gran apoyo que me daba a mi misma, en serio, menos mal que luego me quería si no estaría hundida en la miseria. Pero tenía razón, rezaba que esto me sirviera para algo más que una redacción de clase.
Rendida aparte el ordenador y decidí ir a buscar el libro de Scott para así despejarme un poco la cabeza, miré la foto que me había mandado y vi el género que era para así buscarlo.
Cuando lo encontré vi que la sección era de historia y de temática LGTB, me extraño, pero supuse que sería para clase.¿Algo de las terapias que se daban hace años? Seguro que sería eso.
¿O relacionado con el nazismo? Aunque nosotros no habíamos empezado creo que en una de las clases de Scott iban por ahí.
Busqué dónde estaba la fila donde se encontraban los libros con la letra con la que empezaba el título.
Mierda.
No llegaba ni de coña.
Daniel llegaría sin problema.
Mire a los lados y vi a un chico de espaldas algo más alto que yo al principio del pasillo, decidí acercarme, ya que él si se estiraba llegaba sin problema, y pedirle ayuda si quería tener el libro.
- Perdona.- le dije con voz suave.- ¿Podrías ayudarme a coger un libro? Es que no llego.- dije con una sonrisa incomoda.
- Claro.- el chico se giró, bueno el chico que en verdad era Pol.
- Oh hola no te había reconocido de espaldas.
- ¿Qué tal? No pasa nada. ¿Qué libro es?- le dije que me siguiera y le señale el libro antes de que él lo cogiera.
- Gracias Pol, si no, no habría llegado y no sabía si había alguna escalera.
- Da igual.- dijo con modestia.
- Bueno, voy a terminar un trabajo, te dejo seguir haciendo lo que estuvieras haciendo, si eso nos vemos luego.- le sonreí y volví a donde estaban mis cosas.
Tenía que terminarlo y no me iba a mover hasta conseguirlo, aunque esperaba no tardar mucho.
[...]
Después de terminar todo me dio curiosidad meterme en la web del instituto y mirar el apartado del equipo de debate.
Estaba inscrita pero la verdad es que no había tenido curiosidad de mirar nada relacionado con ello.
Lo busqué y lo primero que salió era una foto de todos, vestidos con un uniforme típico de instituto privado, resaltaba un chico de pelo y ojos marrón claro con una sonrisa de revista gracias a sus dientes perfectos. Supuse que sería el capitán, detrás había varios chicos y chicas pero el único que sobresalía era él.
Seguí bajando y tenían varios premios y adjuntaban algún que otro video pero no me metí, ya que alguien se sentó delante de mí. Ese alguien volví a ser pol con una sonrisa tierna, por lo que supuse que él ya había terminado de hacer lo suyo.
- ¿Has terminado?- me pregunto con una sonrisa dulce.
- Sí, al final lo he conseguido.- le dije cerrando el ordenador y metiendo las cosas en mi mochila.- ¿Qué tal?
- Bien, me acabo de dar cuenta que no hemos tenido oportunidad de hablar a solas.
- Pues no la verdad, vamos a solucionarlo, cuéntame algo de ti, la verdad es que nadie me ha dicho mucho y tengo curiosidad.
- Sorprendente, aunque vaya a vuestro curso tengo 16, y eso se debe a que soy superdotado. Siempre soy el chico dulce, bueno y tranquilo pero no me importa porque es verdad. Y si le sumas que siempre he sido el pequeño no me puedo quitar esas etiquetas aunque quiera. También soy una desgracia en el amor pero bueno aquí vamos.
- ¿Con qué superdotado, eh?- asintió cuando lo dije.- Wow, ¿desde pequeño?- volvió a asentir.- Sí que es sorprendente. Y respecto al amor, ¿cómo te puede ir mal? Las chicas no saben nada.
- Chicos.- dijo corrigiéndome rápidamente, abrí los ojos sorprendida y sonreí.
- ¿No te he entendido mal, no? ¿Y tampoco es una broma por haberlo dado por supuesto inconscientemente?
- No, soy gay y en nuestro instituto no es que haya muchos y mira si los hay están bien en el armario. Por eso me va mal, o eso quiero pensar.
- Perdón que te pregunte, si te molesta dime, ¿desde hace cuanto que lo sabes?
- Creo que desde siempre, mis padres igual, no tuve que salir del armario porque desde pequeño lo decía y nunca me fije en una chica - dice con una mueca divertida.- y era totalmente normal en mi familia.
- Es totalmente normal.
- Cierto.
- ¿Algo más con lo que puedas sorprenderme?
- Puede que lo haya pero prefiero dejármelo para otro momento.- le mire mal lo que hizo que él se riera y nos miraran mal los estudiantes que estaban cerca.
- ¿Y si nos vamos?- nos levantamos y cogí mi mochila.
- El libro, que te lo dejas.- se me había olvidado por completo y menos mal que Pol se había dado cuenta.- ¿Es para ti?
- No, para Scott. Creo que para clase.
- Curioso.- musitó Pol.
- ¿Por qué?
- Por nada. Bueno, ¿hay algo de ti que yo no sepa?.
- No creo, pero estoy dispuesta a resolver dudas.- dije mientras que la bibliotecaria me apuntaba el libro en el carnet que Scott me había dado antes de irte.
- Bueno no es de ti pero puede que lo sepas, ¿hay alguien cercano a ti que creas que esté en el armario?- soltó de repente le mire sorprendida y por un momento dude pero a no ser que me lo ocultaran no había nadie.
- No, que yo sepa. ¿Por qué?
- Curiosidad, mi radar gay habrá fallado, entre tantos heteros que encima me tratan como un niño por tener un año menos se me habrá estropeado.- dijo entre risas mientras salíamos por las puertas de la biblioteca.
- ¿Tú radar qué?
- Mi radar gay, ya sabes, eso que te dice o te insinúa sobre si alguien es homosexual o bisexual.
- ¿Y te suele funcionar? A Raven si, o eso dice ella.
- Solía, pero como ya te he dicho creo que en nuestro instituto las personas LGTB son todas chicas, soy la resistencia.- dijo con falso pesar y dramatismo.
- Pues ellos no saben lo que se pierden, pero seguro que hay alguien más de nuestro curso, no se habrá atrevido a dar el paso.
- Seguramente. Este viernes es el primer partido de la temporada, ¿iras con Daniel?
- ¿Es la semana que viene? No pensaba que quedara tan poco, que agobio. Digo yo que iré con él pero no le había dicho nada.
- ¿Entonces si te digo que para el baile quedan dos semanas te sorprenderás?
- Está claro que vivo en mi mundo, dos semanas y yo ni sabía cuando era.
- Eres un desastre.- se rio Pol.
- Pues si, no nos vamos a engañar.
- Por lo menos el tema de pareja lo tienes resuelto.
- Menos mal que si no tendría un problema.- Pol miro la hora en el móvil cuando estábamos casi en la parada del bus.
- Me tengo que ir, nos vemos mañana.- nos despedimos y cuando me iba a sentar en la parada volvió a aparecer Pol.
- ¿Pasa algo?
- Se me había olvidado decirte que después del partido hay una fiesta en mi casa, para que vinieras.
- Oh claro que iré.- le sonreí.
- Díselo a los demás a ver que dicen.
- No se pierden una fiesta ni enfermos así que cuenta con ellos.
- Ahora sí que me tengo que ir.- se acercó y me dio un abrazo rápido antes de irse medio corriendo. En ese momento llegó el autobús y solo esperaba que no tardará demasiado en llegar a casa.
[...]
Cuando llegue a casa dejé la mochila en la puerta y fui directa al sofá a tumbarme cinco minutos, o eso esperaba.
- ¿ Qué tal te ha ido?- me pregunto Scott levantando mis piernas y sentándose en el sofá.
Bien, he terminado el trabajo y ¿tú cómo te encuentras?
- Mucho mejor, no sé que me ha pasado antes. Cuéntame algo.
- He estado con Pol en la biblioteca y menos mal que si no no hubiera podido alcanzar tu libro, por cierto está en mi mochila.
- ¿Pol?
- Si, el del instituto.
- ¿De qué le conoces?
- Bueno le conocí el otro día cuando salí con Daniel, en una cafetería del centro, y vamos juntos a mates. Le he pedido que me cogiera el libro y luego hemos estado hablando, es genial.
- No sabía que compartíais clase.
- ¿Tú le conoces?
- Sé quien es, nunca he hablado con él. Aunque vamos a Historia juntos.
- Podríais ser grandes amigos, parecéis compatibles.
- Puede ser, pero no le conozco.
- Ya, la gracia está en que le conozcas. ¿Pasa algo? En serio Scott estas super raro.- dije incorporándome.
- No me pasa nada Verónica.
- ¿ Te estás volviendo a cerrar?
- No, eso ya pasó.
- Pues yo no estoy tan segura de ello.
- Son imaginaciones tuyas.
- ¿Cómo la última vez?- pregunte encarnando una ceja.- Puedes hablar conmigo Scott.
- Lo sé pero es que no hay nada que hablar, no te preocupes por cosas que no pasan.- me dijo con una sonrisa.
- Está bien, iré a cambiarme y a ducharme. Pero sabes que si.- no me dejo terminar.
- Lo se Ronnie.- acepté sin decir más y cogí mi mochila después de dejar el libro y subí a mi habitación.
Llamarme paranoica pero Scott escondía algo, y sentía que volvía a hace un par de años.
Solo pedía que no acabará igual que la primera vez, Scott debía saber a estas alturas que podía hablar conmigo de lo que fuera.
Que yo estaba para ayudarle.
Aunque Scott pensara que debía pasar por todo solo.
***
Me encanta que ahora ya haya más de Pol aunque esto solo sea el comienzo, sinceramente creo que le amaréis y mucho. ( Y los ships, ay que shipeos habrá...)
Nos vemos en el próximo capítulo, os quiere oldspirit9.
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