Él no miente.
Viernes 18 de octubre:
Hoy era el día, el esperado y ansiado baile de inicio de curso, y por tanto esta semana había sido una locura porque todo el mundo estaba como loco porque llegará esta noche.
Nuestro penúltimo baile.
El año pasado debo reconocer que yo estaba bastante nerviosa porque llegara este día pero ahora sorprendentemente estaba tranquila, no sabía porqué y eso era extraño, yo nunca estaba tan tranquila.
Como era el baile solo habíamos tenido unas cuantas clases por la mañana y nos habían dejado el resto del día libre para que pudiéramos arreglarnos y en parte tranquilizarnos.
Ahora mismo las peluquerías de media ciudad estarán llenas de chicas haciéndose peinados imposibles, que se acabarán destrozando en menos tiempo de lo que habían tardado en hacérselo, mientras tanto yo estaba terminando de hacerme las ondas que decoraban mi pelo junto a un pequeño recogido que me había hecho con los mechones del flequillo.
Termine de darle los últimos retoques a mi maquillaje poniéndome un brillo rosados en los labios, me había hecho un maquillaje sencillo que me daba un toque angelical junto al vestido que había elegido.
El cual saque del portatrajes en el que estaba desde que lo compre el otro día y me lo puse intentando abrocharme la cremallera yo sola, pero era misión imposible así que recurrí a la única solución que me quedaba.
- ¡Scott!- grité desde la puerta.- ¿Puedes venir? Necesito tu ayuda.
- Scott no tardó mucho en entrar ya vestido con un traje gris claro, con cuadros de un gris aún más claros con algunos toques de blanco, que se le ajustaba perfectamente.
- ¿Qué necesitas?- dijo acercándose y poniéndose detrás de mí en el espejo.
- Que me subas la cremallera del vestido, no llegó.- Scott junto los dos lados del vestido y empezó a subirla con cuidado.- Por cierto, estas guapísimo, te queda genial.
- Gracias, la verdad es que me gusta. Me hace ver mas maduro.- dijo con una media sonrisa que duró escasos segundos.
- Que hermano más guapo tengo.- le digo después de que me termine de subir la cremallera, me giro y le doy un beso en la mejilla para después darle un abrazo.
- Hoy estás cariñosa.- comenta con una risa.
- Es que te quiero mucho Scott y quiero que lo sepas. Siento que no nos lo decimos lo suficiente.
- Yo también te quiero Verónica. A ver deja que te vea.- me separe y me eche para atrás mientras posaba haciendo el idiota.- Estas preciosa. Mamá te habría hecho mil fotos.
- Nos habría hecho mil fotos.- le corregí.- Y papá le hubiera dicho que se iba a quedar sin espacio en el móvil por hacer tantas fotos y que además íbamos a acabar llegando tarde.
- No tengas duda de ello. Bueno, dejo que termines y ahora si viene Daniel te aviso.
- Gracias, no tardaré mucho.- le dije con una sonrisa antes de que saliera por la puerta y yo me girara para verme en el espejo totalmente arreglada, a falta de ponerme unos pendientes, de una vez por todas.
Llevaba un vestido azul claro, casi cristalino, con una parte de arriba sencilla pero con escote, pero con discretos brillantes, y debajo de este pasaban tres tiras: una debajo del pecho, otra entre la primera y la última que estaba en la cintura y desde ahí caía la larga falda de varias capas de tul que le daban cuerpo al vestido.
Sonreí como una idiota en el espejo porque sinceramente me gustaba como me veía, era la clase de vestido con el que seguro soñé muchas veces de pequeña.
Cogí el bolso de mano y bajé al salón donde todos estaban arreglados, todos en traje, al primero que vi fue a Jev todo de negro incluso la camiseta, pero esta era más oscura, y al verle no pude evitar pensar que si Ashley le viera se enamoraría inmediatamente de él, y nadie podría evitar que eso sucediera.
Luego estaba Ryan que directamente había optado no usar chaqueta sino ir con un chaleco jaspeado de cuadros ventana con un pantalón conjuntado y una camisa azul claro.
Elliot por su parte iba con una traje sencillo azulón que le sentaba como un guante y Harvey...
Harvey con un traje azul marino sencillo y camisa blanca se veía genial, no necesitaba mucho para resaltar, se había peinado sus rebeldes ondas hacia la izquierda lo que hacía que se le viera aún más la cara.
- Estáis, wow, no tengo palabras.- dije volviendo a fijarme en cada uno.- Todos van a ir peor vestidos que vosotros, eso tenerlo claro.- iban a responder pero sonó el timbre y supuse que sería Daniel por lo que Elliot que estaba más cerca de la puerta fue a abrir mientras yo me iba acercando.
- Hola.- me dijo con una sonrisa después de que abriera y Elliot se apartara con una sonrisa hacia Daniel y me pusiera yo en su sitio.- Estas preciosa.
- Hola.- le sonreí yo de vuelta.- Gracias, tu también estás genial.
- ¿Nos vamos?
- Claro, adiós chicos os veo luego, reservarme un baile.- dije antes de salir y verme de repente entre los brazos de Daniel instantes antes de besarme sorprendiéndome.
- Ha pasado mucho desde la última vez que nos vimos o nos besamos.- y era cierto, no nos habíamos visto desde el paintball y allí no nos habíamos besado por lo que casi habían pasado dos semanas.- Echaba de menos esto.
- Si, bueno vamos a ignorar lo que pasó la última vez.- le dije cuando nos separamos.
- Lo siento, fui un idiota.
- Pues sí, no voy a decir que no, pero ya está. ¿ Cómo va la universidad?- pregunté intentando dejar de lado la incomodidad.
- Duro pero bien, me gusta. ¿Y tu último año?
- De momento no me he querido tirar mucho de los pelos ni he entrado en crisis, así que bien.- dije con una risa seca.
[...]
Llegamos al gimnasio y entramos de la mano, la verdad es que la gente que se hubiera encargado del baile había hecho un gran trabajo para poner la pista de baile, el escenario donde había un DJ, la iluminación y todo lo demás que completaba ahora el gimnasio.
Ya estaba la mayoría de gente bailando con sus parejas sin preocuparse demasiado de la presencia de los profesores que tampoco se preocupaban sobremanera de lo que hacía cada uno de los alumnos sino más bien solo se preocupaban de que nos mantuviéramos todos con vida.
Pasamos entre la multitud hasta encontrar un sitio y empezar a bailar una canción con ritmo, por la hora que era no era momento todavía de poner canciones lentas.
Vi a lo lejos a las chicas y las saludé con la cabeza dejándolas disfrutar de sus parejas, pero no pude evitar no fijarme en que mis amigas resaltaban entre las demás, no porque fueran mis amigas sino porque lo hacían de verdad. Cualquiera pensaría lo mismo.
Daniel me estaba contando algo que no sabía que era pero que fingía escuchar con atención y aunque no supiera de que trataba tampoco quería interrumpirle para averiguarlo por si le molestaba. Por lo que seguí bailando con él con cuidado de no pisarme el vestido fingiendo enterarme del tema.
- ¿Quieres algo de beber?- preguntó haciéndose oír por encima de la música.
- Vale.- le contesté yo, viendo con él asiente con la cabeza y se iba a una de las mesas llenas de vasos y bebidas y yo empezaba a bailar la canción que estaba comenzando a sonar
[...]
Me lo estaba pasando bien pero no podía dejar de darle vueltas a las cosas, mientras bailaba con Daniel mi cabeza no dejaba de perderse en miles de pensamientos que estaban por volverme loca.
Me sentía rara, respecto a Daniel, era como si las cosas estuvieran cambiando y yo no pudiera hacer nada contra ello, tampoco sentía que debiera evitarlo, y tenía miedo porque no sabía si el cambio sería para mejor o para peor.
Yo había intentado olvidar la escena pero había cierta incomodidad y miedo entre ambos como si fuera a explotar algo y quisiéramos impedirlo porque no sabríamos controlarlo, además que desde el otro día había estado dándole vueltas a todos los momentos buenos con Daniel intentando recordar si había habido una señal que me indicara que fuera celoso o algo. Pero nada, había sido así de repentino.
Y sinceramente no quería que lo fuera porque odiaba los celos, pero quería saberlo, porque si al primer mes de una relación seria hay cosas raras, como estas, no es que sea muy buen dato que digamos.
Pero lo que tenía claro era que algo había cambiado, ya no veía a Daniel tan sumamente perfecto y eso lo hacía extraño, nuevo. Se que fue una discusión pequeña, idiota me atrevería a decir, pero hizo que me diera cuenta de que le había idealizado y que no sabía si en verdad esto iba a durar, y tampoco sabía cuánto me iba a doler perderle.
Porque en algún momento lo perdería.
Pero lo que más miedo me daba es que hubiera idealizado los sentimientos que tenía hacia él, haciéndome creer a mí misma algo que no era para poder enfrentar todo aquello que me aterraba con algo que me distrajera.
Y que luego fueran peores los daños a consecuencia de haberlo bloqueado todo.
Por ello estaba rara porque en vez de disfrutar mi cabeza lo único que hacía era plantearse si esto era real o si era una imaginación mía para llevar mejor todo y sinceramente no quería que fuera lo último porque no sería justo para ninguno.
Cuando menos me di cuenta empezó a sonar una canción que reconocí al instante, I wish de One Direction, y no pude evitar sonreír como una idiota.
- ¿Por qué sonríes tanto?- me pregunto Daniel bajando la vista a mi cara.
- De pequeños Scott y yo éramos super fans de One Direction, ahora también no voy a mentir, y nos tirábamos horas y horas escuchándolos mientras cantábamos y saltábamos como locos, estando orgullosos de sabernos todas sus canciones. Me recuerda a cuando era pequeña y fue una parte muy importante de mi infancia y adolescencia, aún hoy son muy importantes para mí aunque no lo parezca, les sigo escuchando como juntos como en solitario. Siempre acaban sacándome una sonrisa, aunque a veces me hagan llorar.- digo con una sonrisa nostálgica.
- Es bonito que te traigan tantos recuerdos. ¿Con qué directioner eh?- me pregunta divertido.
- De corazón.- le contestó yo antes de que la voz de Liam inunde la sala y comencemos a bailar sin decir nada más.
Relajada me dejé llevar por la música con una sonrisa tonta en la cara, mientras la cantaba en mi cabeza y me dejaba inundar de tantos y tantos recuerdos felices.
But I see you with him slow dancing
Tearing me apart
Cause you don't see
Whenever you kiss him
I'm breaking,
Oh how I wish that was me
Me pareció ver a Harvey mirando hacia aquí pero como Daniel le tapaba no pude comprobarlo y me apoye en su pecho.
Después llegados a la mitad de la canción me separé un poco y Daniel aprovechó para besarme de forma lenta y dulce mientras bailábamos.
Whenever you kiss him
I'm breaking,
Oh how I wish
Oh how I wish
Oh how I wish, that was me
[...]
- Y el rey y la reina del baile de este año son, redoble de tambores por favor.- dice Pol quien es el encargado de abrir el sobre y revelar la identidad de los reyes del baile.- Ahora el gran momento, no se agobien que lo voy a decir solo tengo que crear expectación.- dice provocando una risa colectiva antes de abrir el sobre.
>> Bueno y los elegidos por vosotros, el maravilloso público, bueno yo también estoy incluido, puesto que he votado y soy maravilloso, - dice quitándole importancia a su ahora desaparecida modestia.- son Yasmine e Isaac. Subir inmediatamente, no os hagáis de rogar.- les exige Pol con una sonrisa, la verdad es que se le daba bien, parecía que le saliera natural. Bueno Pol tenía un encanto natural, quien no lo notara sería idiota o ciego, o ambas.
Yasmine fue la primera en subir y recibir la corona con una sonrisa radiante para que luego le colocaran la suya al tal Isaac, que cuando quedó en el centro del escenario mirando al frente le pude reconocer inmediatamente como el capitán de debate por su perfecta sonrisa y su impoluto traje, osea él mismo que en menos de un mes sería mi compañero y esta era la primera vez que le veía en el instituto desde que llegue.
Después de que terminaran de hacer todo lo que conllevaba ser reyes y volviera a bailar apareció alguien al lado mío.
- ¿Me concedes este baile?- Harvey apareció de la nada al lado mío con su impecable traje y su mano tendida de nuevo, como la primera vez que bailamos esta canción, esperando a que le tienda la mía. Miró a Daniel con una sonrisa de disculpa.- Solo será esta canción y te la devuelvo.- Daniel asintió y yo le di la mano a Harvey, escuchando Nervous sin poder contener una sonrisa. Esta canción había pasado a significar mucho para mí, y creo que para Harvey también, nuestra canción, y sinceramente solo la quiero y solo la puedo bailar con él.
- Claro, no podría negarme. Por nuestra tregua.- le dije repitiendo las palabras que me dijo.
-Por nuestra renovada amistad, ahora te la devuelvo.- le dice Harvey a Daniel antes de perdernos entre la gente y llegar hasta el centro de la pista de baile.
- ¿La has puesto tú o ha sido pura casualidad?- le pregunté mientras comenzábamos a bailar.
- Me has pillado, no he podido resistirme a pedirla. Quería que bailamos, nuestra canción, aquí.
- Sabía que no podía ser casualidad.- dije con una corta risa.- Me alegro de que lo hayas hecho.
- Ahora demostremos al mundo lo bien que se nos da bailar esta canción.
- No se siente como si estuviéramos rodeados de gente, es como si nos tele transportáramos de nuevo a tu habitación estando los dos solos.
- Eso es porque cuando estás a gusto con alguien olvidas el resto del mundo.
- Me encanta que des por hecho que estoy tan a gusto contigo como para olvidar a los demás.- le digo con sorna.
- Solo he cogido tus palabras y las he usado a mi favor, no lo siento si ha sonado pretencioso.
- Me encanta tu modestia.- dije con ironía.
- Lo dice la señorita que cuando la dices si está bien te contesta que ya lo sabe y no necesita que nadie se lo diga.- dice con burla.
- Yo no soy la que no sabe entonar las preguntas. Y de todas formas tú también sabes que eres guapísimo habrías dicho lo mismo.
- Que yo lo piense no sirve si los demás no lo creen, solo tendría la mitad del trabajo hecho. Pero yo seguramente me habría puesto nervioso, porque no estoy acostumbrado del todo a que haya mucha gente que me diga cosas bonitas. Pero por lo que veo tú lo crees, que soy guapo quiero decir, ¿es así Verónica?
- Claro, sería idiota si no lo pensara. Y no he podido decírtelo antes pero estas increíble con el traje, pero no te pongas nervioso ante mi declaración.
- Vas a hacer que me ponga rojo.- dice exageradamente.
Cuando termina de sonar la canción veo a Scott viniendo hacia nosotros.
- Tengo suerte de haber llegado antes de que te vayas, me debes un baile.- me dice Scott.
- Toda tuya.- le dice Harvey pasando mi mano de la suya a la de Scott, dándome un beso en la mejilla que me deja sorprendida antes de que se pierda entre la gente.
- Eso ha sido inesperado.- dice cuando Harvey desaparece de nuestra vista.- ¿Qué tal te lo estás pasando?
- Bien, ¿y tú?- le respondo con una sonrisa, aunque quisiera poder reconocer que me lo estaba pasando mejor ahora que antes. ¿ Pero en qué lugar me dejaría eso?
<< En uno que te hiciera ver como una buena novia seguro que no.>>
- Mejor de lo que esperaba.
- ¿Algo que contar?- le pregunté curiosa.
- No mucho, nada realmente importante.
- ¿A qué ha estado genial Pol? Se le da muy bien.- le pregunté pillándole desprevenido.
- Umh si, no estoy seguro si es la primera vez que presenta una cosa de estas.
- Tiene talento.
- Si, ¿oye y tú y Harvey? ¿Volvéis a estar bien?
- Si, sé que ya lo sabrás pero me alegra que también me preguntes. El otro día le dije que quería que volviéramos a ser amigos y me alegro de que dijera que sí. Todo es mejor así.
- Me alegro de verdad, no me gustaba veros separados, no os hacía bien. Pero entendía el punto.
- Todos necesitamos un tiempo para darnos cuenta de las cosas, ¿no?
<< A lo mejor no hemos tenido, todos, todavía el tiempo suficiente.>>
- Claro, y es bueno hacerlo para así tomar la decisión correcta.
Al terminar de bailar fui hacia donde estábamos antes para encontrarme a Harvey y a Daniel y hablando no muy amistosamente.
No hemos hecho nada así que no me vengas con tus historias. Si piensas de más te jodes y a mí no me vienes a echar cosas en cara.- le dijo Harvey cabreado.
- ¿Qué está pasando aquí?- pregunté yo con el ceño fruncido poniéndome en medio.
- Que tu novio en vez de decir vale por decirle que estabas con Scott me suelta su mierda.- se queja Harvey.
- ¿Es eso lo que ha pasado Daniel?- le pregunté.
- Intentaba hablar con él y se ha puesto así de la nada.- dijo calmado. Daniel era alguien calmado pero a Harvey le costaba no soltar y mantener la calma lo cual ahora jugaba en su contra.
- No inventes, ¿ qué necesidad tengo de ponerme así si no me hubieras acusado casi de entrometerme en tu relación? Que te quede claro que llevo más de un mes casi sin hablar con Verónica lo justo y necesario así que tu teoría creada por los celos que te nublan es errónea.- dijo Harvey acercándose a Daniel.
- ¿ Tan seguro estás de eso? ¿ Crees que no sé que piensas cuando la miras? ¿Estás seguro de que puedo obviar que estas esperando para intentar que nos distanciemos?- le replica Daniel.
- Basta, Harvey vete ahora hablaré contigo.
- ¿ En serio?
- Ahora hablamos.- le dije seria haciendo que no protestará más.
- ¿De qué vas Daniel? ¿No eres suficientemente mayor para estas cosas?
- ¿ Le vas a creer a él?
- ¿ Acaso he dicho que le crea?
- Lo has dejado entrever.
- Harvey no miente, nunca lo hace.- le defendí.- Si es eso lo que has entendido no puedo decir que no sea verdad.
- ¿ Entonces miento yo?
- No, pero creo que sí que le has podido acusar de lo que dice, de una forma u otra pero lo has hecho. El otro día estabas celoso por eso.
- ¿ Ahora yo soy el malo? ¿ Te estás escuchando?
- Yo no he dicho que seas el malo, deja de darle la vuelta a lo que digo. No me hagas a mi la culpable.
-No estoy dándole la vuelta a nada, pero está claro en que bando estás posicionada. Le prefieres a él antes que a tu novio.
- Eso es lo que crees tú, porque yo no he dicho nada de eso.
- ¿Crees que me invento las cosas?- me pregunto a la defensiva.
- Creo que me estás intentando manipular para quitarte la culpa que tienes tú, pensando que de esa forma lo olvidaré como si nada e ignorare tu comportamiento infantil dándole solo importancia a los buenos momentos.- le dije antes de irme a hablar con Harvey.
No quería hablar con Daniel, no ahora.
Me perdí entre la gente buscando a Harvey para encontrarle en el patio sentado mirando al cielo, me acerqué por detrás y me senté a su lado.
- ¿Qué ha pasado?- le pregunté tranquila.
- Fui a decirle que estabas con Scott, y pasó de mí, le pregunté que qué pasaba y bueno lo que has visto puede resumir un poco el resto.
- Daniel no solía ser así, nunca había hecho algo parecido.- musité más para mí que para él.
- La gente cuando cree que tiene algo cambia, a veces para bien y a veces para mal. Pero ya lo has visto y me conoces lo suficiente como para saber que no voy buscando problemas.
- Lo sé, y eso es lo peor.
- ¿Por qué?- me giro y le mire resignada.
- Porque sería más fácil culparte a ti que aceptar que él no es perfecto. O que a lo mejor solo estaba siendo otra persona o que ahora es otra persona.
- No sé cuál es la peor de las opciones.
- Yo tampoco lo tengo claro. ¿Puedo pedirte una cosa?
- Claro.
- Si algo así vuelve a pasar no entres al trapo por favor, sé que no es tu culpa pero no saltes. Puede que lo haga mal pero es mi novio, y hasta el día que terminemos te pido, no por respeto a él sino por el mínimo de cariño que me puedas tener, que no discutas con él.
- Me alegra que me lo pidas por el cariño que te tengo y no por mi respeto hacia él porque si llega a ser la segunda opción me habría negado.- nos miramos, mientras Harvey me dedicaba una pequeña y tímida sonrisa, y no dijimos más, no teníamos más que hablar por el momento.
[...]
Estaba subida en el coche de Daniel rumbo a su fraternidad porque al final había aceptado mantener nuestros planes y todavía no tenía muy claro el porqué lo había hecho.
El camino estaba siendo en silencio, ambos sabíamos que las cosas no estaban marchando como debían pero ninguno quería hablar de ello, ninguno quería dar un paso adelante.
Me pasé el viaje mirando por la ventana hasta que me dio un retorcijón y decidí cambiar de postura, ahora apoyándome contra esta y mirando a Daniel conducir pero sin mucho interés.
- Perdón.- dijo sin despegar la vista de la carretera, no conteste.- Estoy siendo un completo idiota últimamente, pero es que saca lo peor de mí.
- Vale.- fue lo único que dije que hizo que Daniel siguiera hablando.
- Sé que no me debería afectar, que me dices que no hay nada y confió en ti pero eso no evita que mi cabeza me juegue malas pasadas.
- Yo no puedo hacer nada con eso, no puedo evitarlo.
- Eso lo tengo claro, tampoco pido que lo cambies o que cambies tú, solo te expongo las cosas. Me molesta ver esa conexión que tenéis y que no tienes conmigo.
- Pues que te deje de molestar, no puedo hacer nada porque son todo imaginaciones tuyas. Somos amigos, no hay más, y si hay una conexión es de amistad.
- No me lo estás poniendo muy fácil que digamos Verónica.- comentó con cierta molestia ante mi tono neutro.
- Pues lo siento Daniel, no tengo las palabras indicadas o perfectas que decir ante esta situación. No tengo nada que decir, la noche se ha estropeado como nunca pensé que se estropearía. Harvey y tú estáis de morros y yo estoy en medio y no puedo hacer nada. Estoy enfadada y molesta, y sí, es sobre todo contigo y no voy a disculparme por estar molesta porque tengo derecho a estarlo. Ya es la segunda vez Daniel, las cosas no van a ir bien si esto se repite y puede que suene mal pero no me salen las fuerzas para luchar si veo que tú sigues en la misma línea.
- ¿Te estás rindiendo? Solo han sido dos cosas de nada.- dijo aparcando el coche y saliendo de este.
- No son dos cosas de nada, han sido dos ataques de celos injustificados que hacen que las cosas no fluyan correctamente.- le contesté cerrando la puerta de un portazo y caminando hasta la acera donde me esperaba.
- Ya te he dicho que lo siento. ¿Qué más quieres?- me pregunta abatido abriendo la puerta.
- Un perdón no arregla esto, no arregla nada.
Entre después de él, cada vez encontrándome peor, subimos las escaleras y abrió la puerta de la que era su habitación. En cuanto cerró la puerta me disculpé para entrar al baño por las fuertes arcadas que estaba teniendo y en menos de un minuto estaba vomitando.
Vomité lo poco que tenía en el estómago y me senté en el suelo contra la pared intentando no marearme.
- ¿Estás bien?- escuché a Daniel preguntar, no sabía cuánto tiempo había pasado pero tenía la sensación de que no estaba siendo tan poco como había pensado.
- No.- me levante con cuidado y me aclare la boca quitándome el mal sabor para abrir la puerta.- Me encuentro mal, lo siento, ¿puedes llevarme a casa?
- Pero...- empezó a hablar Daniel dejando la chaqueta en su armario.
- Por favor.
[...]
El trayecto fue en silencio porque no tenía fuerzas para hablar y solo asentía o negaba a lo que Daniel, algo preocupado, me decía.
- Verónica, siento decirte esto, pero si en algún momento te preguntara: ¿él o yo? ¿Qué responderías? - le mire alucinada, ignorando la arcada que había producido mi cuerpo y salí del coche antes de contestarle.
No le iba a contestar a esa pregunta nunca, pero estaba segura de que no le gustaría la respuesta si lo hiciera.
***
A lo mejor a alguien le parece mal que Verónica crea antes a Harvey que a su novio, Daniel, pero es que a H le conoce de casi todas las formas mientras que a Daniel solo lo ha visto en su faceta buena, por lo que siempre es más fácil creer a alguien que se conoce.
Porque Harvey no miente, oculta información. Pero nunca mentiría en algo así.
Y ahora un momento para apreciar los ovarios de Verónica, la amo.
Nos vemos en el próximo capítulo, os quiere oldspirit9.
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