Amigas.
Martes 15 de octubre:
- En serio yo no puedo ir con esto, me veo ridícula.- se quejó Taylor saliendo del probador con un vestido largo que Raven la había obligado a probarse.
Como prometimos habíamos venido juntas a comprar los vestidos para el baile y como Taylor odiaba estas cosas y le costaba decidirse, habíamos dejado que ella fuera la primera, ya que luego para las demás nos sería más rápido y sencillo elegir.
Se había probado tres vestidos y ninguno la había gustado, a ver la quedaban bien pero se veía rara, Taylor de las cuatro es la que iba siempre con ropa más informal con partes de arriba pegadas y pantalones anchos además de sus amadas sudaderas gigantes, por lo que verla con un vestido largo era bastante extraño.
- No seas exagerar Tay, te queda muy bien.- dijo Raven levantándose y poniéndose a su lado,
- ¿Me ves bien, de verdad? Yo no puedo ir con vestido largo, me siento como un saco de patatas.- se giró Taylor para quedar enfrente de Raven, quien la sacaba unos siete centímetros aproximadamente.
- Bueno vale quítatelo pero que sepas que yo te veo preciosa.- le dijo dándole una palmadita en la espalda antes de volver a sentarse al lado mío
- Noa se ha ido a dar otra vuelta por si encontraba alguno que la convenciera más, así que solo quedamos tú y yo como consejeras para la pobre pero estresante Taylor.- dije mientras Raven apoyaba su cabeza en mi hombro y yo la mía en el cómodo sillón donde llevaba cuarenta y cinco minutos sin moverme.
[...]
- Vale creo que es este.- comentó Taylor ilusionada desde el probador.
- Sal ya para que te veamos.- la exigí incorporándome.
Taylor abrió la cortina del probador para dejarnos ver el que era claramente su vestido perfecto, negro de una tela similar a la seda, la parte de arriba tenía un nudo a la altura del pecho que aparte de dejar ver un trozo de piel hasta encima del ombligo hacia que pareciera un top. Luego después de la apertura el vestido se volvía pegado en el culo y luego algo más suelto hasta la altura de las rodillas hacia resaltar su figura.
- Este claramente es tu vestido, parece hecho para ti.- declaró Raven.
- Da una vuelta.- pidió Noa.
- Estas increíble.- la dije con una sonrisa.
- Por fin.- dijo Taylor con alegría antes de volver al probador.
La siguiente fue Noa, que solo se probó un vestido para tener claro que era ese, un sencillo vestido largo y beige semi transparente con pequeños puntos hechos con hilo y con una gran caída mientras que la parte superior era a base de bordados de menos a más transparente con un escote sencillo y unos tirantes sencillos.
Lo cual hizo que Raven y yo respirábamos tranquilas para no tener que esperar mucho más para probarnos, y encima Noa estaba preciosa.
Cuando Noa salió, Raven se levantó y entró al probador antes de que yo pudiera siquiera levantarme.
- Oye eso no es justo.- la recrimine.
- La próxima mueve tu culo más rápido amor mío.- me gritó Raven desde el probador.
- Yo también te quiero.
- Y yo, dios que horror de vestido. ¿por qué queda tan mal? Es que no voy a salir ni para que lo veáis. Mejor voy al azul directamente.
Vale, Raven estaba impresionante, salió con toda la seguridad del mundo con un vestido azul marino largo con una apertura en la pierna que dejaba que se viera hasta el muslo, mientras que la zona de arriba estaba totalmente pegada y tapada hasta poco antes de la cintura y que luego era sujetada con dos tirantes extra finos que dejaban la espalda desnuda. Por lo demás la falda no era muy pegada pero tampoco era de estas con un gran volumen sino más bien recta hasta la cadera y un poco más suelta hasta el suelo.
- Estás increíble Raven.- dije mirándola embobada, era el efecto que conseguía Raven, solía resaltar por su confianza.
- Te queda demasiado bien.- comentó Taylor.
- ¿Pero el color queda bien con mi pelo?
- Al principio es chocante porque ambos son colores fuertes pero luego después del primer momento hace que resalten tus ojos.- le dijo Noa.
- ¿Entonces estamos todas de acuerdo en que estoy guapísima con este vestido?- preguntó Raven con una sonrisa triunfante mientras daba una vuelta.
- Estamos de acuerdo.- la contestamos todas.
[...]
Salimos por la puerta de la tienda alrededor de dos horas y media después de entrar, pero por lo menos habíamos conseguido todas encontrar los vestidos perfectos, había costado pero lo habíamos conseguido.
Yo me había probado dos vestidos del mismo estilo y al final me había decidido por el primero dado el entusiasmo, sobre todo de Raven, por ese.
Ahora estábamos andando por las calles del centro hasta llegar a una cafetería súper moderna para descansar y poder hablar un rato.
Entre la primera empujando la puerta y fuimos hacia una mesa redonda de cuatro en una esquina cerca del ventanal, después de sentarnos y de que viniera un camarero a pedir nota Raven comenzó a hablar.
- ¿Sois conscientes de que este es nuestro último año? A mí todavía me cuesta pensar que en unos meses estaré enviando la solicitud a la universidad y que en menos de un año estaré tomando mi primera clase en un sitio totalmente nuevo, impersonal y extraño.
- Yo lo llevo bien, creo que desde el año pasado me estoy haciendo la idea de que esté sería el final y no lo llevo tan mal, aunque sé que al final del curso lo pasaré fatal porque en fin, este año está siendo muy diferente de lo que creí que seria.- dijo Noa aceptando con una sonrisa él té que le tendía en camarero después de dejarme a mí un café, y a Raven y a Taylor sus respectivos batidos.
- Pues yo lo llevo bien, llevo años queriendo terminar el instituto y poder descubrir por mi misma que me gusta de verdad y no que me gusta dentro de las aburridas opciones que nos dan.- subió los hombros Taylor en señal de indiferencia antes de darle el primer sorbo a su batido.
- Pues para mí está siendo una locura y es difícil acostumbrarse, es decir, yo creía que pasaría mi último año con mis mejores amigas de Chicago y mi novio perfecto como si de una película se tratase, iría a la entrevista con mi madre y mi padre y luego celebraría mi graduación para después a lo mejor venir a ver a Scott.- dije yo con una risa seca.- Y creo que es obvio que nada de lo que imagine pasara ni está pasando, pero no me quejo, podría ser peor, por lo menos os tengo a vosotras y a los chicos, luego ya veré que hago el año que viene si no os tengo a ninguna y entre en pánico al pensar en volver a empezar de cero.
- Vamos a hacer una promesa de estas, una pinky promise.- dijo Raven divertida.- Si alguna por lo menos vamos juntas a la universidad genial pero si por desgracia no coincidimos ninguna seguiremos siendo amigas, vale que no nos conozcamos de hace mucho pero no podemos perder esto en menos de un año. ¿Lo prometéis?
- Prometido.- dijo Taylor.
- No así no, tenemos que agarrarnos todas los meñiques, poneros serias por favor.- nos exigió Raven con una sonrisa, entrelazamos entre todas los meñiques, de dos en dos, y no sé porque por un momento me disocie de mi misma y vi la escena desde lejos con nostalgia, esperaba que dentro de unos años nos acordarámos de esto y nos sintiéramos orgullosas de haber cumplido la promesa.
- Bueno tengo que decir algo pero no sé cómo hacerlo.- empezó a hablar Taylor con duda en su voz.
- ¿Pasa algo malo?- pregunté un tanto alarmada por su tono.
- No, bueno no es malo pero no es fácil.
- Si no estas preparada no tienes que decir nada.- la tranquilizó Noa siendo el punto de tranquilidad como siempre.
- A ver creo que ya todas lo sabéis o lo suponéis pero nunca lo he dicho claramente, pero tampoco he fingido ser algo que no era o lo he ocultado, me gustan los chicos y las chicas, vamos soy bisexual.
- Vale.- dijo raven tranquila mientras yo le daba un sorbo a mi café.
- No es todo.
- Pues continúa.- la anime yo.
- Me gusta, bueno creo que estoy medio enamorada de tu prima Raven, de Lexa.- vale esto si era fuerte, esto hizo que yo abriera los ojos como platos, que Noa casi se atragantara bebiendo y que Raven se quedara parada intentando procesar la información mientras hacía gestos sin llegar a hablar.
- ¿Qué?- fue lo único que dijo.
- Que me gusta Lexa, de hecho me gusta mucho, desde hace bastante tiempo.- repitió Taylor pero en su tono se notaba que se estaba quitando un peso de encima.
- ¿Mi prima?- preguntó Raven como si no la hubiera quedado claro.
- Si Raven, no conozco a ninguna otra Lexa.
- Raven ¿estás estando?- le pregunté yo.
- ¿Qué si estoy que?
- Es una expresión de una amiga mía, es como que estás viva pero un poco en la mierda aunque en tu caso es si estás bien aunque estés perdida.- explique como mejor pude porque no era una expresión que se pudiera explicar sino que cuando la oías varias veces la entendías.
- Pues bien, no estoy, estoy intentando procesar las cosas.
- ¿El qué? ¿ Qué Taylor sea bisexual? ¿O qué le guste tu prima?- pregunto Noa con calma, admiraba la capacidad que tenía de permanecer tranquila.
- Que le guste mi prima, si fuera solo que es bisexual no pasaría nada la diría simplemente: ¿Eres más de rubias o de morenas? Y nos enseñaríamos crushes pero por lo que ha dicho veo que te van las rubias de ojos verdes.
- Si bueno, tu prima es casi en la única que me he fijado en algo más que el físico. No sé, desde el primer momento que supe que íbamos a clase juntas me llamó la atención y eso acabó pasando a ser algo más que atracción.
- A ver, puede que no lo sepas o que la que no lo sepa sea yo, ¿pero a Lexa le gustan las chicas?
- Si, bueno creo, por lo menos creo que yo la atraigo. El otro día en la fiesta cuando,- Taylor me miro.- te fuiste fui a buscar a Lexa y estuve con ella y por lo que hablamos parecía que yo no era la única que había desarrollado algún tipo de curiosidad o sentimiento, pero de la nada llegó Yasmine y se la llevo.
- Dios.- dijo Raven pasándose las manos por el pelo y apoyando los brazos en la mesa.- Lexa y tú lo vais a tener muy mal si esto llega a algo más. Intentaré hablar con ella, nunca hemos hablado de nada muy personal y creo que por esto lexa es así. Porque durante toda su vida la han hecho ver que ser así era malo, si resulta ser bisexual o quien sabe si lesbiana, entonces si es verdad Lexa simplemente se ocultaba porque la habían hecho creer que estaba mal.
- Eso es lo que he pensado siempre, que había algo que le impedía avanzar y reconocerlo si lo era, y Yasmine no ayuda.
- A lo mejor por eso es así con Yasmine, como si no tuviera voz ni voto y estuviera aterrada, porque no bastante con que en casa la dijeran que ser como puede que sea es malo también su mejor amiga contribuía a ello.- cuando termine de hablar Raven empezó a reír de la nada.
- Cuando llegue a casa voy a abrazar a Lexa, y voy a darme contra la pared por ser tan lerda de no haber juntado dos neuronas y haber llegado a esta conclusión.- dice entre risas aunque se la notaba que no estaba bien.- Taylor, te quiero, pero eres todo lo que mis tíos odian y va Lexa y se fija en ti. Afroamericana, mujer y bisexual, menudo plan, no te preocupes de que si lo vuestro llega a algún punto no tendrás que conocer a tus suegros.
- Sabía que los padres de Lexa eran antiguos pero no tanto.
- Ni te lo imaginas.
- Pero, ¿ te gusta Lexa y aún así vas a ir al baile con Chris?- le pregunté yo.
- Si, somos amigos.
- ¿Taylor sabes que le gustas a Chris, no?- fue ahora Noa la que pregunto.
- Si, eso creo, pero él sabe que yo no estoy interesada.
- Ya, que lo sepa es una cosa y otra muy distinta es que aún así no intente hacerte cambiar de opinión.- le dijo Raven.
- Lo sé, pero tampoco es que pueda ir al baile con Lexa. Chris y yo aunque suene raro somos amigos, y si pasa algo más nunca llegará a algo serio, nunca.
- Bueno Taylor sabes que nos tienes para todo y que te vamos a apoyar en todo.- le dije con una sonrisa dulce.- Tu solo ve con cuidado.
- Además Lexa es muy guapa y parece dulce.- aporta Noa.- Y de Chris no te preocupes, ve viendo que pasa.
- Claro que es guapa, es mi prima.- suelta Raven haciendo que todas riamos.
- Gracias por tomároslo así, sabía que no iba a ser una mala reacción pero siempre da miedo. Ya que estamos, ¿hay más que confesar?, que no sea yo la única que suelta una bomba.- dice Taylor dejando su batido a un lado mientras que Noa miraba hacia otro lado.
- Elliot y yo estamos saliendo.- murmuró rápido y bajito.
- Yo discutí con Daniel.
- Yo folle con Jev.- mire a Raven elevando una ceja.- ¿ Qué? Era para liberar tensión y también confesar algo.
- Que eso es obvio, no es una novedad.- me miro mal, pero sabía que aún así me amaba.
- ¿Y tú por qué discutiste con Daniel?
- Tenía celos de Harvey.
- Oh, podrá superarlo.- Raven miró a Noa quien pensaba que se iba a librar de hablar, que es lo que Raven y yo queríamos que pensara.- Señorita no te creas que te vas a librar de contarnos.
- ¿Desde hace cuánto?- pregunto Taylor.
- El domingo después de la fiesta.- comentó.
- ¿Han pasado nueve días y no nos habías dicho nada?- preguntó alarmada.
- Sí.
- Pero serás cruel.- se queja Raven.
- Es que a mí me da vergüenza y miedo, no me es tan fácil hablar como a vosotras. No sé que va a pasar pero estoy muy feliz.- dice un tanto sonrojada.
- Nuestra dulce Noa.- digo yo atrayéndola a mí para darla un beso en la mejilla.- Nos alegramos mucho por ti, hacéis muy buena pareja.
- Pues a partir de ahora quiero detalles, y no te los pido, te lo exijo.- dice Raven haciendo que riamos y decidimos pedir dos batidos más para compartir entre las cuatro y quedarnos charlando y riendo hasta que se hiciera de noche.
En momentos como este era cuando me daba cuenta que no podría haber encontrado mejores amigas que ellas aquí.
***
Me encanta su amistad y la confianza natural que tienen entre todas, y como no no podían tomarse de otra forma lo de Taylor y Lexa.
Nos vemos en el próximo capítulo, os quiere oldspirit9.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro