v e i n t i d o s | Desconocidos 🖤
Recomendación: Eternal sunshine —Ariana Grande // I wish I hated you —Ariana Grande
*****
Hace 4 años...
—¿Verdad o reto? —Pregunta Sol luego de que el pico de la botella de vidrio me señalara.
—Reto. —Respondo sin estar muy segura de mi decisión. Ya he visto los anteriores retos y son cosas que no soy capaz de hacer; pero, ¿qué es más peligroso, decir una verdad o realizar un reto? Mi lógica dice que ninguna, pero por el mal menor prefiero la segunda opción.
—Está bien, te reto a... —mi mejor amiga mira a su alrededor, dejando sus palabras en el aire para dar un poco de suspenso a la situación. Luego, veo que Sol intercala su mirada hacia mí y al chico de cabello negro que está a unos cuantos centímetros de mí—. A que le des un beso en la mejilla al chico más lindo de aquí.
Debí de suponerlo. Debí haberme tomado un poco más de tiempo para analizar mis opciones y lo que eso conllevaría. También es mi culpa por confiar en la pelinegra y creer que no sería capaz de hacerme algo como esto.
Ustedes deberán de preguntarse, ¿cuál es el problema? Pues yo les responderé: el problema es que en este círculo de amigos de Sol está el chico que me gusta. Se llama Choi Chang-gyu. Le echo la culpa a las novelas de ahora y película de chicos malos enamorándose de la wannabe por hacer que me interese mucho este chico.
Chang-gyu es uno de los pocos chicos mayores de nuestra clase. Él está en el grupo de alumnos que cumple entre agosto y diciembre, luego estamos los que nacemos en la primera mitad del año; por ende, es mayor que yo por meses, pero aun así es mayor. Tiene un estilo muy casual en donde predominan los colores blanco y negro, a veces combinados o simplemente viste de negro, su cabello creo que es lo más característico de él. A la mayoría de chicas les gusta que sea el único estudiante de nuestro salón que es capaz de hacerse cambios de looks de vez en cuando. Sus fracciones finas también son algo que es de admirar, sus ojos grandes de color marrón, su nariz delgada y sus labios carnosos.
Y bueno, entre todos los chicos de mi salón, él es el único chico que gana en belleza. Asimismo, su inteligencia es una característica más de él por la cual lo considero un chico muy atractivo. Para mí, que alguien tenga cerebro y sepa usarlo es más importante que cualquier otra cosa, y él es el ejemplo perfecto a lo que me refiero. Así que no me culpen si digo que me gusta, porque él sí vale la pena.
—¿Puedo cambiar a verdad? —inquiero.
—Es peor —tercia Songyi—. Vamos, Soo, es solo un besito.
Sin tener otra opción, me levanto del suelo y doy unos cuantos pasos hacia Chang-gyu. Me siento tan coibida con la mirada del resto de amigos de Sol sobre mí y a quien iba a escoger para el beso. Una vez que estoy atrás de él, me agacho y le doy un beso fugaz en su mejilla.
Unos gritan de emoción y otros se ríen. Yo me muestro inexpresivo con lo que acabo de hacer y me devuelvo a mi sitio sin levantar la mirada el resto del juego.
Cuando todos nos aburrimos de jugar "Verdad o reto", casa quien fue haciendo lo que quería. Algunos estaban frente a un televisor con micrófonos cantando, otros eran los espectadores de ese show y otros estaban a un costado de la mesa de comida alimentándose; por mi parte, me metí a la cocina para estar en compañía de la mamá de Sol, quién se encontraba muy ocupada sirviendo los trozos de pizza para nosotros.
En eso, en la cocina aparece Chang-gyu para pedirle a mi tía si podía servirle un poco más de soda. Mi mirada se desvío de aquellas dos personas cuando veo que el pelinegro me dió una rápida mirada. Lo mejor que pude hacer en ese momento fue salirme de ese lugar y sentarme en las escaleras; sin embargo, parece que alguien me estuvo siguiendo y me encontró.
—¿Me estás evitando? —ese es Chang-gyu preguntándome lo obvio.
—¿Te parece? —respondo con sarcasmo. Debí haber quedado mal, pero es mi mecanismo de defensa ante momentos incómodos.
Chang-gyu sube los escalones hasta ponerse a mi altura y sentarse a mi lado izquierdo. Lo miro de soslayo antes de encontrar, insignificantemente, interés en mis manos.
De pronto, siento un beso en mi mejilla. Regreso a ver al pelinegro y este está sonriéndome así como lo hace Blake cada vez que me ve.
—Tú también me pareces muy linda. —Dice—. Aunque no lo creas, yo estaba esperando a que me escogieras.
Después de esas palabras, ambos seguimos hablando el resto de la fiesta. Al principio me mostraba muy distante a lo que había hecho en el juego, justificándome que solo estaba cumpliendo con el reto; pero poco a poco fui cediendo ante los deseos de mi compañero por querer conocernos más, encontrar algunas similitudes entre los dos y terminar en quedar para salir uno de estos días.
Puede que haya sido muy rápido el proceso de conocernos y el haber aceptado una cita con él, pero, según la sabiduría de Sol, hay que arriesgarnos unas veces y decir que sí a algo nuevo; aunque sea solo por la anécdota. Esto que inició siendo "por la anécdota" se fue convirtiendo en una etapa muy linda de mi vida, en donde era la primera de mi grupo en tener un novio a quien pueda entregarle todo mi cariño. Incluso en nuestro salón éramos la pareja más querida.
Chang-gyu me fue enseñando muchas cosas al igual que yo a él. Todo era muy lindo entre nosotros: noche de películas en mi casa, salidas al parque, regalos en cualquier día del año, accesorios de pareja y cenas con nuestros padres. Fui considerando nuestra relación en algo serio cuando ya íbamos por el segundo año.
Hace casi 2 años...
Chang-gyu se hizo otros amigos con los que ahora salía. De vez en cuando me invitaba con él a las fiestas que estos hacían. Asimismo, Sol también fue ingresando y contándome lo que hacía con mi novio en las fiestas, al ser los únicos que se conocían más, buscaban cómo encajar con los demás. Pocos meses después desde que eso inició fue que pensé en la idea de que Chang-gyu estaba cambiando para mal cuando mi mejor amiga me contaba sobre las otras fiestas que realizaban este grupo y a las que Chang-gyu iba. Ahí es también cuando califiqué a los nuevos amigos de Sol como delincuentes.
La última fiesta que lo acompañé fue para el cumpleaños de uno de los amigos delincuentes de él. Sol y Chang-gyu no tenían tantos amigos en común pero de igual modo pertenecían a ese grupo en general; por lo que en esa fiesta no me pude encontrar a mi mejor amiga, a fuerzas tuve que conocer a los amigos de Chang-gyu como él me había dicho que me presentara una semana antes. Mi novio quería que fuese una persona distinta a la que era frente a su grupo de amigos por el simple hecho de que estos les agradaba un tipo en específico de mujer, y como yo no era una de esas naturalmente, tuvo que hacer algunos cambios en mí; y yo como tonta acepté solo para complacerlo.
Desde ya digo que esa fiesta no me gustó para nada, las personas eran muy mayores que nosotros, había todo tipo de sustancia ilícita y bebidas alcohólicas por montones. Las habitaciones y baños se usaron como lugares privados para que las parejas o quien sea puedan tener sexo. Y ni qué decir del olor dentro de la casa, era una mezcla de hierbas quemadas con el característico olor del etanol. No sé ni cómo sobreviví esa noche.
En un momento de la noche, Chang-gyu me dejó en compañía de dos amigos suyos que eran pareja. No me di la molestia de recordar sus nombres porque sabía que en mi vida los iba a volver a ver.
—¿Y qué música escuchas? —me pregunta la chica extendiéndome una botella personal de cerveza. Cortésmente rechacé la bebida, pero ella rápidamente torció sus ojos e hizo una mueca.
—A veces me gusta escuchar música clásica, otras veces pop... Depende de mi estado de ánimo.
—¿Qué cantantes te gustan? ¿Taylor Swift? —inquiere con ironía.
—En realidad, no. No es mi cantante favorita, pero una que otra canción de ella las he escuchado. Me gusta Conan Gray.
Se notaba a millas que no había Sido del agrado de los amigos de Chang-gyu como ellos no han sido de mi agrado, así que lo que hice fue buscar a mi novio por toda la casa para ver qué estaba haciendo. Algunos chicos me dieron referencias de donde podía estar; y agradezco que esa noche y ese momento no había sido como las típicas películas americanas en donde el novio se escapaba de su novia para serle infiel, lo que a mí me pasó fue que encontré a Chang-gyu en una sala de billar con algunos chicos y chicas mientras que hablaba sobre mí.
—Ya no es de mi gusto. Quise hacerla parecer como una chica más de nuestro grupo, pero es muy correcta como para fingir bien —lo escuché decir—. Antes era lindo, ahora vamos a entrar a preparatorias distintas y quiero conocer a más chicas que no parezcan niñas.
—¿Sabes quién te puede gustar? —pregunta una de las chicas que está preparándose para hacer un tiro—. Tengo un amigo que tiene una novia y esta conoce a una chica que le encanta correr autos... Supongo que la has visto el último fin de semana. Ahora no recuerdo cómo se llama, pero es divertida según me cuenta mi amigo.
—Consígueme su número —pide de favor Chang-gyu.
—Pero, ¿qué estás diciendo? —aparezco en el lugar con los ojos cristalizados—. ¿Es en serio, Chang?
Sus amigos se quedan en silencio mirándome. Mi novio solo se acerca a mí y me lleva con él a una habitación desocupada para hablar.
—Dime que no es verdad lo que decías —digo una vez que la puerta se cierra y él enciende la luz—. ¿Por qué?
—Mira Soo-hyun, tengo nuevos amigos, me gusta estar con ellos, son más interesantes. En cambio tú —él hace un ademán para señalarme y quedarse en silencio—, ya no me atraes. Incluso me atrevo a decir que nunca me gustaste del todo.
Sus palabras fueron suficientes para herirme por completo. Pensé que yo de verdad le gustaba, ¿qué pudo haber cambiado en dos años?
—Éramos muy pequeños. Si lo piensas bien, me acerqué más a ti luego de ese beso en la mejilla, ¡un beso en la mejilla! —exclama él con cansancio—. A veces llegabas a gustarme, otras veces no. Pero ahora sé muy bien lo que me gusta y no eres tú. Lo siento si estoy siendo muy directo, pero ya no quiero fingir... Mírate, incluso te hice fingir que fueras otra persona solo para que le gustaras a mi grupo.
—Lo hice por ti —digo entredientes. Todo esto estaba siendo muy doloroso y me costaba hablar bien.
Ahora que me escucho, sí suena muy mal que haya permitido esto.
—Ya no quiero seguir fingiendo que te quiero, eso es todo —Chang-gyu saca su billetera y de esta saca unos cuantos billetes para extendérmelos—. Toma, coge un taxi y vete a casa, yo seguiré un rato más aquí y no quiero verte.
Con frustración, tomo el dinero que me ofrece y salgo de la habitación para irme llorando de esa casa.
***
Actualidad
Jisung es el primero que se da cuenta de mi ausencia en el bar y sale a buscarme. Luego, sale Sol y se acerca junto al pelinegro para acompañarme.
—¿Estás bien? —me pregunta Sol. Jisung se saca su chaqueta y la pone sobre mis hombros. Ambos me rodean para que los vea aunque esté muy ocupado observando el gris de la acera—. ¿Por qué no estás adentro?
—Tú más que nadie sabes —respondo con los labios abultados—. ¿Él era el amigo accidentado? ¿El del quinto auto?
—¿Te refieres a Chang-gyu? —tercia Jisung—. ¿Ya lo conocías?
—Es su exnovio —le contesta Sol.
La pelirroja le hizo un breve resumen de lo que pasé con Chang-gyu al pelinegro para que este entendiera mi estado de ánimo. Al final él se compadece y me da un medio abrazo.
—Si deseas irte, puedo acompañarte —me dice ella.
—Sí, incluso puedo llevarlas.
Huir de una situación que me incomoda pero que yo creí haberla dejado en el pasado se me hace una actitud de gente cobarde. Tal vez este era mi momento para demostrar que las cosas no se superan como uno dice hasta que se enfrenta una vez más a ellas; así que no, no quería irme de ahí como una cobarde.
Además, si estoy en este lugar es porque quiero estar con Jimin en su cumpleaños, no he venido por nadie más.
—Solo denme un poco más de tiempo —les digo a ambos chicos. Ellos asienten aún con sus semblante preocupados—. ¿Y Jimin?
—Está adentro —contesta mi mejor amiga—. De seguro terminando de embriagarse.
Con Jisung y Sol me quedé hablando unos minutos más hasta que tuve las suficientes fuerzas para entrar al bar y acercarme al cumpleañero, quien, sí, ya estaba embriagado y ahora dejaba que una chica le golpeara la frente con el dedo índice. ¿Qué clase de juego están jugando aquí?
Por querer cuidarlo y por querer que al día siguiente se acuerde de lo que está haciendo ahora, le quito a Jimin de sus manos su vaso de trago para darle agua. Él intenta hacer un berrinche conmigo que al final no le funciona en lo absoluto y se rinde ante mí.
Se-young y Hoseok están a unos cuantos metros de nosotros hablando con otros chicos. Mi amigo y yo intercalamos miradas, él me muestra su dedo pulgar para preguntar si estaba bien o mal; yo le respondí con mi pulgar había arriba para que supiera que estaba bien ante la idea de tener a Chang-gyu cerca.
Y hablando de este último, mi mirada me traiciona y lo empieza a buscar por todo el lugar. Supongo que era para asegurarme de que en verdad lo había visto con Minji o solo era una ilusión mía, pero sé que está última opción es tan ridícula como mi actitud de suricata en estos momentos. Finalmente lo encuentro con la pelinegra riéndose cerca de la barra, él la tenía sostenida de la cintura mientras que Minji de vez en cuando se acercaba de más para darle mimos detrás de sus orejas.
Ahora siento mucha envidia viéndolos a ellos dos actuar de esa manera tan cariñosa. Ambos estaban muy felices mirándose con dulzura y admiración, como si ellos fueran los únicos que estuvieran en este lugar y no hay nadie más a su alrededor.
De pronto, mi mirada regresó a ver a Jimin cuando lo sentí abrazarme por la cintura en lo que intentaba mantenerse recto con mi ayuda. Palmeo un poco su cabeza antes de apartarlo un poco de mí y hacer que me mirara; o que al menos lo intentara, porque ahora él está con sus ojos a nada de cerrarse.
—¿Por qué tuviste que beber mucho? —le regaño, él solo se ríe y vuelve a abrazarme—. Me estás haciendo perder el equilibrio. Si me caigo, te caes conmigo.
—Te quiero mucho, mucho Soo... Tú... tú eres increíble —balbucea entre risas, su aliento cargado de alcohol.
Intento apartarme para poder hablar con él seriamente, pero Jimin no me suelta y sus palabras, aunque borrosas, llegan a mí con claridad.
—Gracias por la fiesta, por la reunión, por todo... Tú siempre estás ahí para mí, incluso cuando yo no lo merezco —dice con una emoción genuina en su voz.
Acepto sus agradecimientos con una sonrisa, pero mi atención se desvía hacia donde veo a mi exnovio junto a Minji. Siguen riendo y hablando animadamente, y una punzada de celos me atraviesa el corazón.
Jimin nota mi mirada y me pregunta con curiosidad.
—¿No crees que hacen una linda pareja?
Me sorprendo ante su pregunta y siento un nudo en el estómago al escuchar lo que dice.
—¿Qué? ¿Chang-gyu y Minji? —respondo, fingiendo sorpresa por la revelación. El rubio está lo suficientemente ebrio como para darse cuenta del atisbo de sarcasmo en mi voz.
Jimin asiente, con una expresión comprensiva en su rostro.
—Sí, han estado saliendo por un tiempo. Incluso después de... todo lo que pasó con él.
Me explica brevemente la difícil situación por la que pasó Chang-gyu después de su accidente en la carrera de autos. Básicamente, sus frenos fallaron, se estrelló y salió muy dañado, tanto que estuvo en riesgo de perder la movilidad en todo su cuerpo. Por suerte sus padres pudieron pagar un tratamiento en Suiza que les aseguraba que el rubio podía ir recuperando la movilidad poco a poco. Su relación con Minji había empezado un par de meses antes de ese accidente y la relación a distancia que mantuvo con ella, según Jimin, fue de lo mejor que pudo tener su amigo en ese tiempo donde estaba batallando por su futuro muy lejos de su casa y de sus amigos.
Me quedo en silencio por un momento, procesando la información, y luego me doy cuenta de algo.
—Creo que esto es karma —susurro, más para mí misma que para él—. ¿Recuerdas la vez que te hablé sobre mi ex? —le pregunto, buscando hacerlo recordar.
Jimin asiente, aún con una sonrisa torcida en su rostro.
—Sí, ¿qué tiene que ver eso ahora?
Respiro hondo antes de revelarle la verdad.
—Chang-gyu era mi exnovio.
La sorpresa se refleja en el rostro de Jimin, seguida de una mirada de comprensión y enojo.
—Maldita sea, ¿por qué no me lo dijiste antes? Ese idiota no debería haberte hecho daño de esa manera.
Me abraza con más fuerza, como si quisiera protegerme de cualquier dolor adicional.
—Ya no los sigas mirando, Soo-hyun. No vale la pena. Mejor mírame a mí —el rubio alza su mirada y sonríe risueño—. Felicítame por tener 19 años.
—Cada vez te vuelves más anciano. —Aprieto una de sus mejillas. Otra vez hago el intento de separarme de él y me funciona—. Iré al baño. Ya vuelvo. Tú sigue bebiendo agua.
Camino hacia los servicios higiénicos pasando entre las personas. La manera más sencilla de pasar sin ser aplastado era por el lado del bar, pero no tenía ánimos para cruzarme con ciertas personas. Victoriosamente llego e ingreso al baño de chicas.
Me miro al espejo y veo que tengo una mancha negra por debajo de mis ojos. Genial, he tenido el maquillaje corrido todo este tiempo. Agarro un papel, lo mojo un poco y voy limpiando esa parte de abajo hasta que quede totalmente limpio, sin que quede algún rastro de que he llorado.
De mi bolso pequeño saco mi polvo y me retoco el maquillaje. Saco también mi rubor y mi labial antes de estar otra vez presentable. Por último, mojo mis manos para lavarlas un poco y salgo del baño cuando estoy lista.
Mala idea, porque en ese preciso momento estaba ingresando Chang-gyu para ir al baño de hombres. Ambos nos miramos y yo quise pasar por su lado sin dirigirle la mirada, pero este me toma de la muñeca para detenerme.
—¿Soo-hyun? ¿Qué haces aquí?
—Que te importa —respondo entredientes mientras me suelto de su agarre.
—¡Hey, Soo-hyun! —él va detrás de mí y vuelve a detenerme. Respiro de manera pesada antes de mirarlo con hastío—. ¿Me estás evitando?
—¿Te parece? —respondo con sarcasmo y una sonrisa fingida. Esta vez no me importa quedar mal, como si me importara lo que él pueda decir ahora.
Sin embargo, el sonríe un poco, supongo que acordándose que con estas mismas palabras todo comenzó entre nosotros.
—Me acabas de dar un deja vú —me sorprende lo tranquilo que está el hablándome, como si no hubiera un pasado incómodo entre nosotros. De seguro ese accidente le ha provocado amnesia y no se ha dado cuenta—. ¿Y cómo has estado luego de...?
—Te aseguro que mejor que nunca, o al menos mucho mejor que tú. —Okey, eso sí fue grosero y él también se ha dado cuenta a lo que me he referido.
—¿No puedes tener un poco sensibilidad? —él transforma su cara amistosa a una ofendida—. Fue difícil para mí lo que me pasó por si no lo sabes.
—Por favor, tú no me vengas a hablar de sensibilidad porque eres el menos indicado para ello —digo, volcando mis ojos—. ¿O quieres que te recuerde las palabras que usaste cuando rompiste conmigo?
Después de ese intercambio de palabras cortantes, Chang-gyu y yo nos quedamos en silencio por un momento incómodo. Mi mirada se vuelve fría y mi postura se endurece, mostrando claramente mi desdén hacia él.
—Lo siento, Soo-hyun. No debería haber traído eso a colación. No era mi intención herirte —sus palabras suenan débiles y vacías, y mi desconfianza hacia él se intensifica.
—¿De verdad? ¿Y cuál era tu intención entonces? —mi tono es gélido, sin una pizca de indulgencia—. ¿Hacerme sentir miserable como lo hiciste antes?
Chang-gyu parece darse cuenta de que sus disculpas no son suficientes para calmar mi furia, pero insiste en tratar de arreglar las cosas.
—Por favor, Soo-hyun, déjame explicarte. Estaba pasando por un momento difícil en ese entonces, y...
—No necesito tus explicaciones, Chang-gyu —lo interrumpo con brusquedad—. Lo que necesito es que entiendas que tus acciones tuvieron consecuencias, y no puedes esperar que todo se arregle con un simple "lo siento".
Su expresión muestra arrepentimiento genuino, pero ya es demasiado tarde para eso.
—Entiendo que te sientas así, pero te pido que me des la oportunidad de hacer las cosas bien —insiste, sus ojos suplicantes buscando mi perdón—. Estuve al borde la muerte hace años, lo que me permitió hacer una reflexión de las cosas que hice antes. No debí de hacerte lo que te hice.
Sin embargo, mi corazón está lleno de resentimiento y dolor, y no estoy lista para dejarlo ir tan fácilmente.
—Lo siento, Chang-gyu, pero las disculpas no borran el pasado —respondo con frialdad—. Y yo no estoy lista para olvidar todo lo que pasó.
Chang-gyu parece abrumado por mi rechazo, pero no insiste más. Nos quedamos en silencio, cada uno sumido en sus propios pensamientos y emociones. Por un momento, me siento victoriosa por haber defendido mi dignidad y no haber cedido ante sus intentos de reconciliación. Pero esa sensación de triunfo se desvanece rápidamente, dejando un vacío en mi interior.
Mientras me alejo de él, una oleada de emociones contradictorias me invade. Por un lado, siento un profundo deseo de odiarlo con cada fibra de mi ser, de borrarlo completamente de mi vida y seguir adelante sin mirar atrás. Pero por otro lado, hay una parte de mí que se aferra a los recuerdos, a los momentos felices que compartimos juntos, y eso me hace dudar de mis propios sentimientos.
¿Es posible que aún existan sentimientos por Chang-gyu en lo más profundo de mi corazón? ¿Es eso lo que me impide perdonarlo, incluso después de todo el dolor que me causó? La idea me resulta difícil de aceptar, pero no puedo ignorar la verdad que se esconde detrás de mis pensamientos y acciones.
Quizás, en el fondo, no puedo perdonarlo porque todavía lo quiero de alguna manera. Y eso es lo que más me asusta, porque significa que estoy atrapada en un ciclo interminable de amor y odio, incapaz de liberarme del pasado y seguir adelante con mi vida.
Mientras camino sola por el bullicio de la fiesta, me doy cuenta de que el perdón no vendrá fácilmente, si es que alguna vez viene. Y aunque desearía poder odiarlo con todo mi ser, simplemente no puedo. Porque, a pesar de todo, sigue siendo una parte de mí que no puedo ignorar.
Por el momento, lo mejor que puedo hacer por mí es hacer como si Chang-gyu fuese solo un desconocido.
*****
La aparición de Chang-gyu en la vida de Soo-hyun va a provocar algunas cositas 😙
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro