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Recomendación: Starlight —Cha Ni (SF9)

*****

Hace cinco años...

—¡Ye-eun! ¡Ye-eun! —Grito mientras subo por las escaleras de la azotea de la facultad de arquitectura—. ¡¡Ye-eun!!

Mi corazón pareció haber dejado de latir cuando pude ver a la castaña sola en la azotea, parada encima del borde del muro, y con su mirada fija en el vacío que estaba a unos centímetros de ella.

—¡Ye-eun! —corro de manera apresurada. Ella se gira y sonríe con lástima—. Bájate de ahí... ¡¡Hazlo ya!!

Ye-eun comienza a llorar, sin quitar esa sonrisa de su rostro. Intento sostenerla, pero ella hace todo lo posible para que mi mano no toque la suya.

No entiendo por qué tiene que estar haciendo esto. Ella no sabe todo el dolor que provocará si toma la decisión de dar un paso más, por eso quiero salvarla antes de que sea tarde; sin embargo, Ye-eun se enoja mucho más y termina por gritarme.

—¡¡No quiero!! —Vocifera—. ¡¡No quiero!!

Ye-eun se gira otra vez para que yo no vea que continúa llorando. De igual modo, no me hace falta verla a la cara; porque con su llanto ya sé que lo está haciendo. Así es ella, así siempre ha sido. Odia que los demás la vean muy vulnerable cuando siente que el mundo se le está viniendo encima, como si el llorar fuera un castigo que luego se tendría que pagar para seguir adelante.

—Vete, por favor... —me pide—. Si tú estás aquí, no podré hacerlo —confiesa entre llantos—. ¡Vete ya!

—Ven Ye-eun, ven conmigo...

La mencionada solo me da un ligero movimiento de cabeza para hacerme saber que ella no quería venir conmigo y mucho menos prestarme atención. Intento tomar su mano otra vez, pero ella la aparta y se arrodilla en el borde del muro para llorar mejor y apretarse el abdomen.

—N-No, no puedo... Están mis padres, las clases, los trabajos y cuidar de Woo-hee —Ye-eun se toca los pelos de su cabeza para calmarse—. ¡Estoy cansada! ¡¡No puedo más!!

—Por favor, no lo hagas —mis lágrimas empiezan a caer sin cesar—. ¡Ye-eun, bájate!

—Cuida a... Woo-hee por mí —musita la castaña—. Dile que me perdone.

—¿Q-Qué?

—Dile a mis papás, que no pude alcanzar sus expectativas —alza un poco más la voz mientras se iba inclinando un poco más hacia adelante—. Tú también perdóname... Perdón por no ser buena hermana.

—¡No! ¡No! —gritaba desgarradamente. Ye-eun se levantó otra vez en el muro y extendió sus brazos lentamente—. Ye-eun... No, no lo hagas...

Mi hermana ignoró mis palabras y se dejó caer hacia el vacío. Quise sostenerla una última vez, pero se escapó de mis manos y perdí mi última oportunidad para salvar a mi hermana.

Caí al suelo rendido, sin querer mirar hacia abajo. Lloré desconsoladamente en ese mismo lugar. Poco después, escuché unos gritos que me confirmaban que alguien lo vio todo y mi hermana ya ha dejado este mundo. ¿Y ahora cómo le diría a mis padres que Ye-eun falleció?

Y lo que es peor, ¿qué pasará con Woo-hee, su hija? Ella apenas tiene dos años.

***

—Feliz cumpleaños, Ye-eun —dejo el pequeño ramo de flores blancas con amarillas a un lado de ese recuadro que tengo de mi hermana—. Otra vez papá y mamá están serios por estas fechas, lo siento. Woo-hee ya no te recuerda. Mamá ha quemado todas tus fotos para que ella no las encuentre y pregunte por ti.

De pronto, siento una corriente fría de aire a mi lado izquierdo que me revuelve el cabello; yo sonrío al querer creer que se trata de mi hermana quien me está escuchando justo ahora.

Park Ye-eun, mi hermana, era la mejor chica que había podido conocer en toda mi vida. Ambos éramos iguales y a la vez distintos. Así como yo, Ye-eun era rebelde y sociable, un alma libre que quería vivir grandes cosas a temprana edad porque ella siempre tenía en mente la idea de que la vida se acabaría en cualquier segundo. Claramente, los enemigos de mi hermana eran mis padres, ellos querían que Ye-eun fuese la ejemplar hermana mayor para mí; pero ella no quería eso ni para ella ni para mí, así que siempre les llevó la contraria a mis padres... O eso fue hasta que todos nos enteramos que Woo-hee venía en camino. Las revoluciones de Ye-eun cesaron y empezó a seguir los consejos de mis padres, convirtiéndose en una excelente estudiante los últimos años de preparatoria y una buena estudiante en lo que ella duró en la carrera de arquitectura.

Mi hermana, semanas antes de fallecer, vivió cosas muy trágicas y duras en silencio. Sumándole el estrés que le daba la universidad y nuestro padres, aparte de cuidar de Woo-hee, finalmente ella decidió quitarse la vida.

Antes de ello, me envió su último mensaje donde se estaba despidiendo de mí y disculpándose conmigo por abandonarme repentinamente.

Para mí fue fácil hallarla, ya que me llevaba bien con unos amigos suyos y ellos me dijeron algo sobre el último paradero en el que la vieron: la facultad de arquitectura.

Quise salvarla, en serio quería que cambiara de opinión; pero ya era tarde, ella lo decidió y saltó.

Ahora solo me queda cuidar bien de Woo-hee, hacer que ella sea feliz y nunca sienta tristeza para que nunca piense en hacer lo mismo que Ye-eun.

—Ya me tengo que ir, Ye-eun. Ojalá pases unos felices veintiséis años.

Agarro el marco de fotos para dejar un beso en la frente de mi hermana antes de acomodarlo otra vez. Camino hacia la salida de mi guarida hasta que llego al exterior para ir en dirección de mi Jeep. Me subo a este y lo enciendo para regresarme a casa.

Durante el camino, quise seguir recordando a mi hermana; así que puse una de sus canciones favoritas para creer que aún seguía conmigo. En serio la extraño mucho y quisiera vivir este tipo de momentos con ella una vez más.

Estando en mi casa, estaciono mi auto frente a la puerta de mi casa, salgo del vehículo con mi mochila de la escuela sobre la espalda. Empiezo a caminar hacia la casa. En una de las ventanas de la sala veo a Woo-hee asomarse para sonreírme y saludarme emocionada.

Woo-hee es quien me abre la puerta, espera que entre para abrazarme y colgarse de mi chaqueta.

—¡Jimin-ah, papá fue a por mí a la escuela! —me cuenta muy emocionada. Woo-hee aprecia mucho los momentos con mi papá, ya que es con quien menos se ve—. ¡Y mamá está acá en la casa! Solo faltaba tú para comer juntos.

—Entonces no hagamos esperar a papá y a mamá, Woo. ¡Vamos!

Agarro la muñeca de mi hermana y voy con ella hacia el comedor. Mamá estaba sirviendo la comida en cada plato mientras que papá servía vino en las copas de él y mamá.

—Al fin vienes —me dice papá cuando se percata de que estoy enfrente de él—. Sirve jugo de naranja en tu vaso y en el de tu hermana. Woo-hee, ve a lavarte las manos —ordena serio.

Me acerco a la mesa para tomar la jarra de jugo y servir un poco en el vaso de la menor y en el mío. Dejo en su sitio la jarra antes de salirme del área del comedor para caminar a mi habitación, dejar mi mochila en mi cama, lavarme las manos y regresar al comedor para almorzar antes de que papá y mamá se vayan otra vez a su despacho para trabajar.

Bueno, al menos están aquí conmigo y con Woo-hee. Espero que Ye-eun valore este detalle —muy pequeño— suyo.

La menor llega segundos después y se sienta al lado derecho de mi mamá. Los cuatro nos teníamos cara a cara, viéndonos, antes de que mamá dijera de que ya podíamos empezar a comer.

Desde la muerte de Ye-eun, mis padres han hecho querer aparentar de que hoy es un día común como cualquier otro y que no hay nada en especial que recordar. Pero en el fondo aún llevan el duelo y dolor que ha dejado mi hermana, puesto que son en estos días en los que papá se vuelve más hermético y distante con todos, mi mamá habla poco y se ocupa más de Woo-hee; mientras que yo... Yo sí me doy un momento para darle unas flores a mi hermana a pesar de que su lápida esté en Busan y nosotros aquí en Seúl, creo que es lo menos que podría hacer.

Devuelta a lo que está pasando ahora, Woo-hee trata de llamar la atención de mi papá con sus historias de la escuela y sus preguntas; sin embargo, el hombre le responde solo con frases cortas o monosílabos. Aún así, Woo-hee parece no perder la esperanza y continúa.

—Woo-hee —le habla con voz severa—, ¿puedes guardar silencio? Es hora de comer.

Mi hermana se queda en silencio luego de esa advertencia y solo se dedica a comer lo que está en su plato.

Luego, mamá la reconforta con una caricia en su mejilla y una sonrisa; ella se pone un poco más feliz y continúa comiendo hasta que termina y se va con mamá a su cuarto.

Me quedo solo con papá en la mesa. No le miro ni le hablo. Después de ver cómo trató a Woo-hee no quiero estar cerca de él.

—Pásame otro trozo de carne, Jimin —me ordena, pero yo continúo comiendo como si no tuviera su mirada puesta en mí—. Te estoy dando una orden. Obedece.

—Ahí la tienes —señalo la bandeja de la carne—, puedes alcanzarla tú solo. Yo ya terminé de comer.

—¿Con quién te crees que estás hablando, niño insolente? —deja caer sus cubiertos a la mesa—. ¡Recuerda que yo soy tu padre, no uno de tus amigos!

—¿Qué más da? Gracias por la comida, padre.

—¡Jimin! ¡Jimin! —alza su voz para darme miedo, pero lo que siento ahora es mucha indiferencia.

Llego a la cocina para lavar mi plato y cubiertos antes de encerrarme en mi cuarto para cambiarme de ropa y dormir un poco.

****

¿Sonará muy acosador si digo que llevo horas analizando las redes sociales de Park Jimin? Qué más da; sí.

Dejé la tarea a un lado para averiguar más sobre el estilo que tienen todos los amigos de Sol de su otro grupo. O al menos de los que conozco y recuerdo. Esta investigación fue sencilla con la mayoría de ellos: Minji sube fotos de ella posando su ropa en lugares oscuros y con pocos puntos de luz, pero con elegancia, así que lo suyo puedo llamarlo como “dark fancy”; Sol es fanática de las selfies en lugares donde lo dorado o lo blanco esté de fondo, como fotografías casuales en su casa o en paredes donde la luz del sol rebote y de ese efecto de luz cálida —muy lejos de todo el estilo que utiliza mayormente—; Jisung es igual que Sol, solo sube selfies, pero en ambientes más variados y con mucha luz natural; después está Taehyung, él tiene un estilo más urbano y natural a la vez, se toma fotos en la calle y en parques, o hasta en vehículos de transporte como su auto o en un tren. De él también he podido percibir que, así como Jisung y Minji, tiene dinero para viajar al extranjero; ya que también he visto fotografías de él en ambientes muy famosos de los países que ha visitado.

Todo muy bien con las fotografía que ellos suben a sus redes —Instagram, para ser más específicos—; pero mi problema está en Jimin y su página que solamente tiene cuatro fotos publicadas y son en blanco y negro. En ninguna aparece, solo su hermana y otra chica que también debe de ser su hermana o algún otro familiar. Luego, dos fotografías de paisajes también los tiene en blanco y negro. Las descripciones de las fotos tampoco ayudan, ya que estas son solo emojis sin ninguna sola palabra que las acompañe. Tampoco tiene historias destacadas para ver si hay algo ahí que me diga un poco más de cómo es él. Es como si Jimin no supiera usar su Instagram o simplemente no lo usa, y me parece muy desesperante.

Refresco la página para ver si hay suerte de que Jimin suba una nueva foto suya en donde me diga un poco más de él; porque lo único que percibo ahora es que es un chico de hogar y que le gustan las fotos en blanco y negro.

—¡¡Soo-hyun!! —toca la puerta mi papá—. ¡¡Ya es hora de dormir, mañana hay escuela!!

—¡Está bieeen! —le respondo con el ceño fruncido mientras que mi dedo bajaba y bajaba en la misma página para refrescarla.

Papá se va de mi puerta y escucho que se mete a su habitación antes de cerrar su puerta. Por mi parte, enciendo la lámpara de noche que tengo al costado de mi cama y me dirijo con el iPad en manos al interruptor para apagar la luz del cuarto.

Finalmente, me di por rendida y no vi de otra que dejar inconclusa mi investigación sobre la personalidad de Jimin en redes sociales. Me tocará conocer su personalidad de la manera más común y ordinaria posible: pasando tiempo juntos y hablando.

Al día siguiente, en la mañana, revisé otra vez el Instagram de Jimin para ver si había algo de nuevo; ¡y sí lo había! Una nueva foto que no es en blanco y negro. Una nueva foto que no es de sus hermanas o algún paisaje. Una nueva foto que no está acompañada de ridículos emojis que no transmiten ningún mensaje. ¡Había una foto de Jimin pequeño a color y que tiene una línea como descripción!

«Solo porque a ti te gustaba esta foto. Te amo»

Son diez palabras.

Diez palabras que están dirigidas a alguien en específico.

Mientras que me alistaba para ir a la escuela, fui pensando en esa persona a quien iba dedicada esa foto. Sus amigos no pueden ser porque: primero, no creo que ellos hayan conocido esa foto de Jimin antes como para que a uno le guste y luego él les diga te amo; segundo, la dedicatoria habla de algo pasado, y en esta se siente un poco de nostalgia. Así que mis opciones se reducen a alguien que era cercano a él, pero que ya no está más... ¿Algo así como un familiar puede ser? O también un mejor amigo de la infancia.

Estando lista para ir a la escuela, papá y yo nos despedimos de Blake antes de salir de casa. Nos subimos a su auto y él se va por la misma ruta para dejarme a tiempo en la escuela antes de irse a trabajar. Se despide de mí con un abrazo y me deja ir.

En la entrada me encuentro a Sol caminando con mucha pereza hacia nuestro salón, es como si este fuera su camino hacia su muerte. Me acerco a ella y entrelazó nuestros brazos; ella se asusta al principio, pero luego se queda calmada cuando nota que soy yo.

—¿Y ahora por qué traes ese ánimo? —le pregunto—. Pensé que vendrías un poco más feliz porque es jueves.

—Ayer Taehyung llegó a mi casa —empieza—, vimos unas películas, preparamos palomitas y habló con mi mamá. Todo estaba yendo muy bien hasta que tocó el tema del beso en la fiesta de Jisung y discutimos.

—¿Por qué?

—Me dijo que le gustó que lo besara ese día y que en sí yo le gusto, pero yo le dije que lo mío no era tener pareja ahora y que prefería tenerlo como amigo —Sol hace un puchero e intenta recostar su cabeza en mi hombro. ¿Acaso se olvida de que soy más baja que ella?—. Entonces él me dijo que no me entendía, porque se enteró por ahí que él antes me gustaba y que por eso nos besamos en la fiesta. Yo le respondí que eso no tenía nada que ver y que sí me había gustado antes, pero ahora yo solo quiero conocer más personas y no tener una relación. Contal que eso no le gustó y se terminó yendo triste de la casa. Algo así como decepcionado... ¡Soo-hyun luego le conté a mi mamá y me dijo que había hecho mal! Ahora no sé cómo solucionar las cosas con él.

—Que inmaduro de su parte —bufo—. Tú no tienes nada que solucionar, él es el único dramático.

—Pero es que si hubieras visto su cara... Soo-hyun, creo que la jodí.

—Que no has hecho nada malo. Ya ven, entremos al salón.

Agarro a Sol de sus hombros y la empujo para entrar al salón y encontrarnos con Hoseok. Al parecer Songyi aún no llegaba.

La pelirroja volvió a contar todo su drama para Hoseok y esperar a que él diera su opinión de lo que ella podría hacer para solucionar su problemas con Taehyung. Claramente Hobi se puso en el sitio de Taehyung y empezó a darle unas soluciones a Sol para que solucionara su problema. Una de ellas tenía que ver con la carrera de autos de este fin de semana en donde le decía que podían irse a un lugar apartado luego de la carrera para que pudieran hablar hasta que ambos encuentren una forma de que sus sentimientos y ese beso no interfiera en su amistad.

Por otra parte, yo seguía manteniendo mi postura de que Sol no tenía que hacer algo para que el otro chico ya no siguiera molesto con ella. Literalmente, Sol había sido muy honesta con Taehyung y él debía de entenderla antes de ofenderse por no ser correspondido.

Pero supongo que son cosas que yo no puedo entender, aunque de los tres yo ya tenga un antecedente de noviazgo.

Decidí ya no meterme en esa conversación y dejar a Hoseok seguir dándole consejos de amor a Sol mientras que yo miraba con aburrimiento la puerta del salón.

—Soo, préstame tu celular un momento —me dijo Sol a la misma vez que ya estaba metiendo su mano en el bolsillo de mi blazer para tomar el aparato.

—¿Para qué lo quieres?

—Quiero revisar algo —dice con simpleza. Sol no tiene problema en desbloquear mi celular debido a que tiene su huella guardada en él.

La dejo hacer lo que sea que quiere hacer y sigo mirando la puerta. En eso, veo una cabeza rubia pasar por mi salón y salgo rápidamente del lugar. Voy detrás de esa persona hasta agarrarla del brazo y confirma que era Jimin.

—Holis —lo saludo. Él frunce el ceño y me mira de pies a cabeza—. ¿Por qué siempre que nos vemos me tienes que mirar así?

—¿Así como?

—Así —hago el mismo gesto de mirar de pies a cabeza y él niega—. En fin, no lo hagas, es raro. Vine aquí para decirte que mañana inician tus clases conmigo.

Jimin asiente con una mirada perdida en el suelo. Algo le pasa.

—¿Estás bien? Te noto... Apagado.

—No, estoy bien —fuerza un poco su sonrisa plana—. ¿A qué hora serán las clases?

—Pueden ser de siete a nueve y media —contesto sin dejar de mirar cualquier gesto que haga—. ¿Te parece bien esa hora? Serían dos horas y media cada viernes, sábado y domingo.

—Me parece bien. ¿Eso es todo? —responde un poco indiferente. Esto es extraño, algo le pasa.

—Sí... —frunzo un poco mi ceño—. Supongo que nos veremos en la hora del almuerzo.

Jimin se despide de mí para entrar a su salón. Yo doy media vuelta y también entro al mío.

Estando en mi asiento, Sol me extiende mi celular para mostrarme el historial de búsqueda que tengo en Instagram. Regreso a verla y encojo mis hombros si mostrar un poco de importancia.

—¿Estuviste mirando los perfiles de mis amigos? —pregunta.

—Sí.

—¿Por qué? —inquiere Sol con una sonrisa de por medio.

—Quería saber qué estilo llevan todos ustedes. Cuando hacen sus salidas, todos se visten igual y quería saber si eso es algún código de grupo o si así son en realidad.

—¿Y qué estilo seguimos según tú?

—No lo sé, me parece que punks.

Sol suelta una carcajada acompañada de Hoseok. Ambos se toman su tiempo para reírse y calmarse. Hobi lleva un dedo abajo de su ojo para quitarse esa lágrima que le salió.

—No somos nada de eso —finalmente dice Sol—. O sea, sí nos vestimos igual; pero son por coincidencias. Y definitivamente no somos punks, preferimos ser considerados rockstars.

—Bueno. —Respondo—. Por cierto, me encontré a Jimin y se le ve un poco decaído... ¿Sabes qué tiene?

Sol encoge sus hombros. Ella tampoco sabe lo que le pasa a su amigo.

¿Acaso Jimin sería un chico reservado? No lo veo de esa manera, pero puede que me esté equivocando.

Como sea, ojalá se le pase pronto ese humor que tiene.

*****
No sé ustedes, pero Soo-hyun se me hace muy tierna 🥺💕
Es una mezcla de personas intensa, preocupada y afectiva; además de curiosa, claro está ;)

¿Ustedes cómo la perciben?

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