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d i e c i s é i s | Ironías y burlas 🖤

Mis clases con Soo-hyun se han retomado desde que hemos vuelto de nuestras vacaciones. Puedo decir que he empezado con el pie derecho este nuevo semestre, listo para no cometer los mismos errores que antes. Pero hay algo que me llama la atención de la castaña cuando tenemos nuestras sesiones de estudio, como el hecho de que he descubierto que Soo-hyun también puede ser carismática en ciertos momentos. La verdad es que no creí que fuera así.

Una vez que me llevó a estudiar al hospital donde la encontré cuando se desapareció, ella se puso a darme un repaso del esqueleto humano con un maniquí mientras que soltaba uno que otro chiste muy malo pero que de cierta forma me daba mucha risa. También cuando tiene sus ideas ingeniosas que a veces aparecen de la nada cuando está muy centrada en algo hace que el momento sea gracioso para mí por el simple hecho de verla frustrada por haberse distraído.

Siendo honesto, me esperaba cosas feas de esta relación que estoy empezando con Soo, algo así como constantes discusiones por ser tan distintos; porque ella, a simple vista, parece ser una chica muy sabelotodo —lo cual es— que cae muy mal y que se resumiría en una sola palabra como arisca. Por suerte, Soo-hyun está muy lejos de ser una chica como la que me imaginé.

Lo admito, la juzgué muy mal.

Aunque, hay ciertas cosas que todavía no me cuadran de Soo-hyun y que no me quiere contar por alguna razón. Además de estudiar con ella y conocerla a profundidad, han habido algunas veces en las que le he visto charlar con Sol acerca de cosas relacionadas al amor y, mientras que mi amiga es una devota a ese sentimiento, Soo-hyun parece tenerle un odio indescriptible a Cupido; ya que sus opiniones acerca al tema siempre se resumen en que tal sentimiento está muy sobrevalorado en la actualidad y que es mejor no darle tanta importancia. Lo lleva muy al extremo cuando siento que no es para tanto, pero Soo... Siento que hay algo personal detrás de ello.

Quise sacar un poco de información a Sol y a sus otros amigos, pero todos ellos no se animan a decirme por respeto a la privacidad de Soo-hyun.

Esos son amigos de verdad, pero yo también quiero saber.

Saliendo del gimnasio en donde tuve mi práctica de baloncesto de todas las semanas, me encuentro a Soo-hyun vistiendo sus reluciente balerinas negras con lazo de piedras, pantis blancas, una falda negra de tela que le hace figura, polo blanco de cuello circular y cardigan beige que se amarra con tiras delgadas que forman un lazo. Sus accesorios son una cartera Chanel de color café claro y, por supuesto, su diadema beige con una flor hecha de piedras brillante al lado derecho de ella.

No sé si ya lo dije antes, pero cada vez que veo a Soo-hyun vestida de esa manera me recuerda mucho a Blair Waldorf de Gossip Girl. Ambas siendo tan sofisticadas.

—¿Por qué cada vez que nos vemos tienes que mirarme de pies a cabeza? —ladea su cabeza mientras pregunta. Cuando estaba a punto de decir algo, ella pone un dedo delante de mi boca para ordenarme que no diga nada—. No importa, no podré hacer nada con ese hábito que tienes. Te preguntarás qué hago aquí.

—De hecho...

—Sol y Songyi me han dicho que has estado preguntando por cosas que no te deben de importar —en su rostro aparece una sonrisa falsa que se amplia en lo que pasan los segundos—. Cosas acerca del amor. ¿Por qué?

—Bueno...

—No importa en realidad. Solo no lo hagas —me interrumpe otra vez—. Ahora, llévame a casa.

—¿Solo viniste aquí para decirme que no me meta en tu vida? —Replico en lo que Soo-hyun me lleva de la mano hasta el estacionamiento—. Pudiste habérmelo dicho por mensaje.

—Soy más de resolver las cosas a la cara antes que por mensaje.

Increíble.

Soo-hyun y yo llegamos al estacionamiento, se sube a mi Jeep mientras que yo me voy a mi cajuela para meter mi bolso de entrenamiento ahí antes de subirme y empezar a manejar.

Durante el camino, Soo toma posesión de mi radio y conecta su celular para colocar un poco música mientras que a mí se me ocurre hablar con ella sobre si alguna vez ha tenido interés en aprender a manejar. El tema surgió desde que ella soltó su queja de que los pasajes en taxi para venir a la escuela fue muy caro para su gusto y yo solo quise hacerle ver otras soluciones para que no gaste dinero cada vez que quiera venir a sorprenderme cuando estoy en mis entrenamientos de básquet. Soo-hyun dió su humilde respuesta a mi pregunta diciendo que ella no fue hecha para ser piloto ni de ella misma, sino que su lugar está en ser una pasajera que tiene que recibir buenos tratos.

Minutos después, llegamos a su casa. Soo-hyun me invitó a pasar y nos encontramos con una escena romántica entre Jungkook y Blake que ella repudió al instante.

—Sean personas civilizadas —suelta arisca antes de llevarme a la cocina—. ¿Quieres agua?

—Un vaso, por favor. —Digo mientras tomo asiento en uno de los bancos de la isla.

Atrás entran sus padres, Blake me saluda muy alegre mientras que Jungkook solo se digna a darme una mirada con recelo antes de ir a la nevera y sacar una lata de cerveza.

—¿Quieres un poco? —me pregunta.

—No, gracias. Prefiero agua —Soo-hyun me pasa el vaso que me ofreció e intento ser cortés con su padre queriendo chocar nuestras bebidas, pero él solamente me ignora—. Está bien, entiendo —digo en voz baja.

—¿Y qué? ¿Van a estudiar a esta hora o por qué él está aquí? —Inquiere Jungkook con el ceño fruncido.

—No... Yo solo vine a dejar a Soo-hyun porque fue a verme a la escuela.

—Oh, entonces ya puedes irte. —El señor Jeon señala la puerta, pero Blake le baja la mano y se lo lleva con ella a otra parte de la casa.

Veo a Soo-hyun y ella tiene una sonrisa en el rostro, lo que indica que le gusta mucho ver cómo su papá me trata mal sin motivo alguno.

—Ya debería de irme.

—Si eso es lo que quieres —la castaña encoge sus hombros como respuesta mientras mira su celular con concentración.

Además de querer saber ese misterio de Soo-hyun con el amor, otra cosa que me gustaría saber es lo que ella oculta desde esa vez que nos vimos en la madrugada.

A veces la veo muy pensativa, seria y tensa, como si algo la estuviera atormentando. Intento saber lo que le pasa para darle mi apoyo si es que lo necesita, pero ella solo evade el tema y vuelve a lo mismo.

—¿Con quién hablas? —inquiero con curioso mientras le entrego el vaso que me prestó.

—Con nadie en especial —dice sin mirarme—. Es solo Jisung respondiéndome unos mensajes de antes.

Aquella declaración me toma un poco de sorpresa, ya que no me esperaba que mi mejor amigo estuviera en constante comunicación con la castaña. Tampoco me esperaba que ellos fueran tan cercanos como para tener el número de celular del otro.

—Genial —expreso con un tono de voz bajo pero animado. Soo-hyun y yo caminamos hasta la puerta de entrada, donde la castaña la abre por mí—. Nos vemos más tarde.

Mi amiga solo agita su mano como despedida porque aún sigue pendiente de su celular. No digo nada y solo bajo los escalones hasta llegar a mi Jeep para irme a casa.

Durante el camino, cuando me detuve en un semáforo, recibo un mensaje de Se-young para decirme que era urgente que nos viéramos esta tarde para el pago mensual de mantenimiento de mi auto. Según ella, Taehyung y Minji ya confirmaron su asistencia, solo falto yo.

Tecleo un «OK» como respuesta para seguir manejando hasta mi casa. Tendría que estudiar anatomía ni bien me dé una ducha para después almorzar con mi familia, llevar a Woo-hee y a mamá al médico y luego volver para seguir haciendo mis deberes de la escuela antes de que me encuentre con mis amigos.

A veces nuestras reuniones de cada mes se alargan más de lo previsto debido a que el ocio nos gana y preferimos pasar el rato antes de asumir las responsabilidades académicas que algunos sí tenemos. ¿Y por qué digo esto? Porque me preocupa llegar tarde a mi clase de hoy con Soo-hyun.

****

—Más tarde saldré con un amigo —anuncio a mis padres durante el almuerzo.

—¿Es Jimin? —inquiere mi padre con cierto tono de preocupación.

Muevo la cabeza de un lado hacia otro como respuesta y papá maldice por lo bajo sin hacer tan obvio su disgusto de mi salida con un chico. Blake y yo solo podemos reírnos un poco de su reacción antes de que él empiece a hacer su cuestionario de siempre con respecto a la persona con la que saldré.

—Se llama Han Jisung. Tiene la misma edad que yo... Es el chico que me regresó a casa esa vez que llegué "tarde" de la fiesta —dije lo más obvio para que Jungkook sepa de quién estoy hablando; Blake necesitará una foto para saber quién es—. Me invitó a salir: comer unos helados, ir al cine y luego a un arcade.

—¡Que tierno! —chilla de felicidad mi mamá—. ¿Sabes? Tu padre nunca me dió una cita como esas.

—Yo te llevaba a comer a restaurantes donde fácilmente me endeudaba —replica mi papá—. Además, tú siempre querías lo opulento; ya sabes, restaurantes exclusivos, viajes o fiestas a las que te invitaban.

—Sí, bueno, ¿esto es una discusión? —tercio en su pequeño duelo de miradas asesinas—. Digo, para levantarme y dejarlos solos.

—Tranquila, bebé —mamá acaricia mi mejilla con cariño a la misma vez que me ofrece una dulce sonrisa. Después, pasa a agarrar su vaso de agua para seguir comiendo—. Papá y yo seguiremos esta discusión en cuanto no estés en la casa.

—¿Es en serio, Blake? —responde mi padre, exasperado.

—No alces la voz en la mesa. —Y como toda una damita, Blake habla serena, quedita, sin mirar a papá.

Preferí terminar rápido mi comida para poder levantarme de la mesa e irme a mi habitación.

No es que las discusiones entre papá y mamá me pongan incómoda, más bien es porque no me interesa en lo absoluto verlos discutir, menos si son por cosas tan ínfimas como son las citas que ellos tuvieron o no tuvieron.

Estando a cuatro paredes en mi habitación, lo primero que hago es revisar mi correo en mi iPad para ver si Kyungyoo me ha enviado algún documento de mi asunto. Nada. Luego, paso a revisar mi conversación por celular con él para escuchar los dos audios que me ha enviado:

—Estoy tratando de sacarle la información que quieres, pero no colabora. —Dice en el primer audio—. También estoy investigando a su red de contactos y no hay nada con lo que tú o tu familia pueda estar relacionada.

—Eres un inepto —farfullo antes de mandarle un mensaje sobre que no importaba si no había relación con mi familia, él solo tenía que enviarme esa información.

Horas después de tomar una meditación para ya no estar molesta con el mal trabajo que hace Kyungyoo en la investigación, me alisto para mi salida con Jisung. Por poco me olvido de ese compromiso si no fuera por él y su mensaje sobre a qué hora prefería que me pase a ver.

Era una salida casual, así que mi vestimenta debe de estar acorde a la ocasión. Lástima que casi el 97% de mi armario son prendas de marcas, mayormente de Chanel, que mamá me ha obsequiado. Por ahí hay uno que otros jeans provenientes de tiendas más económicas que mi papá me ha regalado; pero ahora no me apetece vestir ninguno de ellos por el cambio de clima de verano a otoño.

Finalmente opté por usar un vestido blanco con falda en ondas y encima un cardigan celeste que se amarraba. Me coloqué mis pulseras de plata al igual que los pendientes favorito y una cadena delgada con un dije de corazón. Por esta vez dejé de lado los lazos y las diademas para usar una boina blanca que un lado de esta tenía bordada en negro la insignia de Chanel. Terminé poniéndome unos mocasines blancos con calcetas de acrílico blancas que me llegaban dos centímetros arriba de las rodillas.

Con el maquillaje solo me puse un poco de brillo rosa en el párpado, una sombra color melón en la parte de abajo, un delineado marrón fino y tinta de labios con un poco de gloss.

Me miro en el espejo para convencerme de que esto es lo más casual que puedo vestir y que no voy tan arreglada.

Antes de salir de mi habitación, agarro un bolso pequeño de color crema para guardar mi celular, llaves y mi billetera con un poco de dinero.

Espero unos minutos en la sala hasta que Jisung me llama para decirme que ya se encontraba afuera de mi casa. En la cocina está Blake, de ella me despido con un abrazo antes de salir de la casa.

Jisung estaba fuera de su auto plateado, parado justamente en la puerta del copiloto. Ambos nos saludamos antes de que él tenga un gesto que está dentro de lo que muchos llaman como "caballeroso" como lo es abrirme la puerta.

—Quiero decirte que antes de nuestra salida, tengo que ir a ver a los chicos para entregar un dinero que es de Taehyung —me explica Jisung.

—Está bien. No me importa mucho la verdad.

Jisung agradece por mi comprensión y enciende su auto para ir hacia donde están sus amigos. Me pregunto si Jimin estará ahí. Por mientras, yo me apodero de la radio y coloco la música que quiero desde el celular del pelinegro.

Un rato después llegamos a un lugar bastante peculiar desde mi punto de vista. Lo primero que me llama la atención es que este sitio está casi saliendo de la ciudad; segundo, era un depósito grande que parece abandonado.

Jisung toca la bocina de su auto y a los pocos segundos la entrada se empieza a abrir de los dos lados. Él ingresa su auto y lo estaciona justo al lado de una camioneta Lambo de color blanco.

—¿Esto de quién es?

—De Jae-beom, el exnovio de Se-young —me responde Jisung—. Es la casa de ambos.

—¿Su casa? —frunzo el ceño—. Pero, pero esto es un depósito.

—Lo remodelaron y Jae-beom lo volvió su casa aparte de su taller mecánico. Ahora Se-young también vive aquí.

Mientras que sigo tratando de procesar toda la información, Jisung me agarra de mis dedos para llevarme a otra parte de este depósito. Creo que es la sala de la "casa" porque hay varios muebles, un estante y un televisor. A unos cuatro metros está una mesa circular grande con varias sillas que estaban ocupadas por Se-young, Minji, Jae-beom y Jimin. Este último abrió un poco sus ojos cuando notó mi presencia.

Supongo que no se esperaba que yo me apareciera por aquí con Jisung.

—Aquí traigo el dinero de Taehyung —Jisung deja sobre la mesa un sobre manila para deslizarlo hacia Jae-beom—. ¿Y cómo están los autos?

—Hay que cambiarle las llantas —habla el chico de pelo negro con peinado de motociclista de los sesenta—. Justo hablábamos de usar otro tipo de llantas más resistente y que no se desgasten tan rápido.

—Un solo neumático de Goodyear cuesta 110 wones, multiplícalo por dieciséis. Es mucho dinero —dice Minji con un poco de fastidio—. Tendremos dinero, pero al menos el mantenimiento de mi auto y el de Bokkie los pago yo de mis mesadas.

Ese nombre que soltó Minji se me hacía conocido de alguna parte. Ahora no recuerdo de dónde, pero sé que lo he escuchado antes.

Ahora tengo mucha curiosidad por ese pequeño dato.

—Pero cada uno paga por su auto —replica Se-young con una botella de cerveza en la mano—. Sol y Jisung también aportan cuando compiten. Ahora estás con poco dinero porque casi lo pierdes todo en la última carrera que no ganaste.

Minji solo mira a su amiga con enojo antes de torcer los ojos y negar con la cabeza. Jimin pone una mano en su espalda para darle ánimo.

—Bueno, tendríamos que hacer otra reunión para acordar lo de las llantas. Las Goodyear son caras, pero creo que es una buena opción antes que las que estamos usando. Estas casa tres, dos meses tenemos que estarlas cambiando. —Habla otra vez Jae-beom.

—Me parece justo —dice Jisung con los brazos cruzados. Luego, ambos nos miramos en silencio hasta que este vuelve a hablar—. Ah, por cierto, Jae, ella es Jeon Soo-hyun. Es amiga de Jimin, Minji y mía de la escuela.

—Yo prefiero llamarla extraña —musita Minji a la misma vez que Jae-beom me saluda con una sonrisa.

—Es la fan número uno de Jimin en las carreras —añade Se-young con gracias. Su exnovio se ríe un poco antes de lanzar un comentario pícaro al rubio.

Después de seguir bromeando un poco en la mesa, Jisung, Jimin, Jae-beom y Se-young se van a la parte del taller mecánico para revisar los motores de los autos. Mientras tanto, yo me quedé en esta parte del depósito con Minji, quien según Jimin tenía jaqueca.

Me senté a dos sillas de ella en silencio. No pienso hablar con alguien a quien le caigo mal sin razón alguna. Algunas personas tratan de mejorar este tipo de situaciones, pero yo me muestro indiferente.

—¿Vas a tener una cita con Ji? —A pesar de que no le caigo, Minji se atreve a iniciar una conversación conmigo.

De esto no saldrá algo bueno. Ya lo presiento.

—No es una cita, solo saldremos —respondo con indiferencia. De repente mi pulsera de Pandora me resulta interesante.

—No me digas —dice en tono burlón—. Voy adivinar lo que harán... ¿Ir al cine? ¿Comer algún postre? ¿Terminarán la noche jugando? —la miro de soslayo con un gesto serio. Minji suelta una risita y eso es más que suficiente para llamar mi atención—. Las citas de Jisung con cualquier chica siempre son así. No te sientas especial.

—Para que me consideres una extraña te importa bastante lo que haga. —Finalmente respondo—. ¿Y quién dijo de sentirse especial? Eso tú te lo has inventado.

—No me agrada que estés cerca de mis amigos.

—Tampoco es que te los vaya a quitar —bufo.

—Para vestir con ropa de marca no eres tan refinada como aparentas. —Demanda con ironía y cierto deje de burla.

—Para creerte una chica mala no eres tan buena humillando —formo una de mis mejores sonrisas falsas—. ¿En serio piensas que diciéndome todo eso vas a provocar algo en mí?

Minji nota en mí que así como puedo sonreír falsamente, también puedo cambiar mi semblante a uno vacío, serio, más que frío en cuestión de segundos.

La pelinegra se levanta de su silla con su cerveza en la mano derecha, da unos cuantos pasos hasta llegar a la silla que está a mi izquierda. Se sienta con una postura amenazante, con sus brazos posándose en la mesa y en el respaldo de la silla, la botella de vidrio suena por la forma tan fuerte en la que la pone sobre la mesa. Ella sonríe de lado con sus ojos entrecerrados.

—Hay algo de ti que no me gusta —dice con un tono intimidante—. Te siento muy falsa.

Falsas son las personas como ella que aparentan una cosa enfrente de otras personas. Yo siempre he sido transparente con lo que soy; así que, en esta habitación, la falsa no soy precisamente yo.

—Eres incluso extraña. —Contraataca muy cerca de mi oreja, como si de esa forma sus palabras calarían en mi mente—. Por favor, conozco a chicas que son más simpáticas que tú a simple vista y ellas no se disfrazan con sus ropajes.

Vuelco mis ojos para conservar la calma y seguir escuchándola hablar sobre lo que ella piensa que soy. Aquí la única que tiene la capacidad para analizar acertadamente lo que es cada persona soy yo. Se lo voy a demostrar.

—Claramente tienes algo en contra de mí —esbozo una pequeña sonrisa—. Envidia, ¿no? Supongo que es por la madre que tengo, porque gracias a su trabajo puedo tener este ropaje como tú lo dices. También puedes tener envidia de mis joyas, ¿verdad que son bonitas? Pero hay algo más. Algo que te mueve mucho para que ni siquiera puedas soportar verme... ¿Acaso conozco a alguien que te importa? ¿Le he hecho daño a alguna persona que las dos conozcamos? Que yo recuerde, la respuesta a esas dos preguntas es no. Entonces, ¿por qué tan obsesionada conmigo? —digo de manera burlona—. Por cierto, ¿no deberías de mejorar tu actitud? Recuerdo bien que una vez en la escuela hablaste de los certámenes de belleza y qué has participado en ellos. Si no fuera por el espectacular cabello que tienes ahora, esas manos muy bien cuidadas y que en este último mes te he visto un poco más delgada, podría apostar a que este cambio y tratamiento de imagen no es porque tienes ganas de participar en ese certamen de belleza; pero como sí es el caso... Lo único que te puedo decir es que en esos eventos también evalúan las actitudes de las concursantes.

Minji no dice nada. Parece que al fin he podido silenciarla para ya no escuchar más sus comentarios tontos acerca de mí.

Poco después, Jisung y Jimin aparecen otra vez en el lugar mientras charlaban entre sí. El pelinegro avisa que ya podíamos irnos a nuestra salida; por ello, me levanto de la mesa y voy hacia donde él está.

—Por cierto, Jimin —el rubio se voltea, atento—. No sé a qué hora llegaré a mi casa, así que solo por hoy la clase se cancela —le digo mientras voy siendo sacada de este lugar por Jisung de una manera delicada.

El resto de la tarde pude pasármela bien en compañía de Jisung. Primero nos fuimos al cine, luego fuimos por unos helados y terminamos jugando en un arcade. En este último lugar, el pelinegro hizo todo lo posible para ganar muchos tickets en un juego y luego canjearlos por un peluche de conejo con orejas largas.

Casi al final de esta salida, Jisung consideró que era buena idea relajarnos un poco en la banca de un parque para hablar sobre lo bien que se sintió salir con el otro, o al menos ese era él diciéndome que le gustó mucho que aceptara su salida.

De pronto, sentí ciertas acciones del pelinegro que se podían malinterpretar en esta salida, así que no me pude mantener callada:

—Te agradezco por esta salida, por todo lo que has pagado por mí —digo con un tono de voz calmado—. Sin embargo... Quiero que quede en claro que solo puedo ver una amistad entre nosotros.

La sonrisa de Jisung se fue esfumando poco a poco luego de escucharme. Pero tan pronto como pudo, volvió a formarla mientras miraba hacia abajo con cierta vergüenza.

—Perdóname. —Titubea aún con esa sonrisa en su rostro—. No creí que era tan obvio.

—Pues el hecho de que hayas apoyado tu cabeza en mi hombro mientras me agarrabas la mano fue un indicio para mí.

—¿Te incomodé?

—Un poco, la verdad. Igualmente, no te preocupes. —Aclaro antes de que el pelinegro se ponga triste.

Jisung y yo dejamos pasar ese incómodo momento para seguir charlando hasta que se nos acabaran los temas de conversación. Después, volvimos a su auto para regresar a casa.

Blake fue la primera en interceptarme con sus preguntas sobre mi salida ni bien puse un pie en la casa. Fuimos a la sala para contarle sobre todo lo que Jisung y yo hicimos, además de lo que pasó en el parque. Mamá se sintió un poco triste por él, pero también admiró el hecho de que pude dejar las cosas en claro desde un principio.

Al finalizar mi conversación con ella, llegué a la conclusión de que fue un lindo día. Lo único que no fue lindo fue mi conversación con Minji.

*****
¿Habrá algo que se trae entre manos Minji o solo tendrá envidia?

POR CIERTOOOOOOOOO
Ya vieron que cambié la portada? Al igual que el banner de abajo *-*
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