
Capítulo Especial [3]
Nochebuena
¡Qué bonita era la Navidad! O la casi Navidad, el clima se volvía un poco más templado en la ciudad, las tiendas abrían hasta tarde, las calles se decoraban con colores verde y rojo (o quizás otros) y la comida era deliciosa, sin embargo lo que más le gustaba a los ciudadanos de Leosville eran los especiales que siempre se hacían en La invasión de Verne, el programa de radio con mayor radioyentes en la ciudad.
Por ello, el chico se encontraba en la cabina leyendo el guion de esa noche, escuchó cómo Christian tocaba el vidrio y le enseñaba una hoja con un "Ya toca" escrito en ella. Verne se acomodó en su silla, miró cómo se encendió el cartel de Al Aire y se colocó sus audífonos, se acercó al micrófono y comenzó la jornada de esa noche.
—Muy pero muy buenas noches Leosville y todas las ciudades que nos sintonizan este día, mi nombre es Verne y estás escuchando La Invasión de Verne. El programa en donde me cuentas tus problemas diarios y nos bebemos una copa de vino—habló, miró su mano que sostenía un vaso de ponche—, aunque el día de hoy no tengo vino sino un ponche para festejar que la Navidad ya está cerca.
»¿Cómo festejan ustedes la Navidad? Hoy en nuestro segmento de Leosville en el Siglo XXI escucharemos un poco de ello, pero primero quiero contarles la mía, creo que ya lo saben, lo he dicho antes, pero estos dos últimos años ha cambiado un poco: mis padres son divorciados, así que ceno dos veces, primero visito a mi mamá y luego regreso a casa con mi papá, de ahí nos vemos algún especial navideño que esté pasando por la tele. Luego de eso, voy a buscar a mi novia y paseamos un rato por el parque para luego darnos nuestros regalos. Ahora escuchemos a ustedes.
Atendió la primera llamada que vio y lo colocó en altavoz.
—Hola hola, aquí Verne, ¿quién allá?
—Hola Verne, mi nombre es Silvia, mucho gusto me da de conocerte.
—Hola Silvia, el gusto es mío—le dijo—. ¿Quieres contarnos un poco sobre cómo festejas tu navidad?
—Sí, claro. Estos últimos años ha sido un poco diferente, mi esposo falleció hace tres años y mis hijos se encuentran fuera de la ciudad, así que la mejor forma de pasar las vísperas de navidad es con las chicas del club de costura, nos reunimos las que estamos disponibles y escuchamos tu programa.
—¿O sea que estás con las chicas del club de costura en este momento?—la mujer rio por ello.
—Es así, aquí estamos todas.
Verne sonrió al imaginarse la escena con las señoras, seguro eran como abuelitas.
—Un saludo a todas las chicas del club de costura—habló y escuchó cómo le respondían agradeciéndole—. Espero que pases una excelente noche Silvia, un mega abrazo.
Cortó la llamada, tomó un poco del ponche y atendió la siguiente.
—Hola hola, aquí Verne, ¿quién allá?
—Hoy Verne, soy Nath—escuchó la voz de su novia y su cuerpo se electrizó por completo, alzó la mirada hacia Darla y Christian y ellos se hicieron los desentendidos, aunque estaba seguro que habían planeado eso.
—¡Hola Nath! Que placer tenerte por aquí—dijo y luego bajó un poco la voz, se escuchaba muy emocionado, demasiado.
—Quería contarles que mi Navidad es muy simple pero me encanta. Ceno con mi familia y luego quedo con mi novio para vernos y así intercambiar nuestros regalos—dijo y se escuchó una ricita en la llamada—, es un poco parecida a la tuya, ¿no crees?
—Tu novio debe de ser muy afortunado de tenerte, Nathalia.
Observó como Christian le colocaba otro letrero en el vidrio: "Vomito arcoíris por ustedes"
—Yo creo que la afortunada soy yo—le dijo—, lo he enamorado a través de regalos secretos.
—¿Ah sí? ¿Jugaban al amigo secreto?
—Parecido, él no sabía quién era y yo le daba todos los días un regalo para llamar su atención.
—Pues parece que la obtuviste.
—Lo hice—le dijo—, ¿puedo dejarle un mensaje?
—Claro que sí Nath, seguro tu novio te está escuchando.
—Oh, seguro que sí, no se pierde nunca el programa—respondió—. Quiero decirle que cada día que paso con él, me hace la persona más feliz del planeta y que lo espero luego del programa en la plaza que está cerca de Radio Stardust, ya que estoy cerca, quiero verlo lo más pronto posible.
Verne sonrió, él también quería ver a su novia lo más pronto posible, si fuese por él, dejaría un momento el show para ir y darle un beso.
—Muchas gracias por tu mensaje, Nath—le dijo—, espero que pases unas felices fiestas.
Escuchó cómo ella se despidió también y mantuvo una sonrisa en el rostro por un momento, para luego continuar hablando en el programa. Estuvo conversando con varios ciudadanos y también escuchó varios chismes navideños que le parecían muy gracioso pero trágicos si le hubiese pasado a él.
Y así, otra navidad estaba casi completa.
...
—¿Te quedas para los dulces?—le preguntó Saula mientras le entrega un poco de café al chico.
—¿No escuchaste el programa?—le dijo Dominic—. Tiene una cita con su novia en la plaza.
—¿Era tu novia?—preguntó con asombro. Verne asintió.
—Vale Saula, si se estaban coqueteando súper descaradamente frente a todos—comentó Darla—, hasta le dijo Nathalia, cuando ella sólo se presentó como Nath, podía llamarse Nathalie o algo.
—No lo vi venir—mencionó la mujer, los chicos se rieron.
Verne tomó un poco del café y luego llevó la taza para lavarse.
—Hoy no me quedo muchachos, me están esperando, pero espero que pasen una feliz navidad todos—los abrazó a cada uno para luego despedirse y tomar su abrigo cerca de la puerta.
Tomó también el regalo que había llevado para entregarle a su novia y salió del edificio para dirigirse a la plaza que estaba cerca. Podía ver cómo habían familias paseando y uno que otro con su mascota o pareja; a un par de metros se encontró con Nath sentada en uno de los bancos.
—Buenas noches señorita, ¿está esperando a alguien?—la chica volteó a verlo y sonrió.
—Ya acaba de llegar—se acercó a él y le dio un abrazo—. ¿Cómo estuvo el programa?
—Excelente, hoy batimos récord—le dijo, Nath asintió y tomó la mano del chico.
—Me alegro mucho, Verne—comentó—, te traje un regalo.
Se acercó al banco y tomó el regalo que estaba sobre él para dárselo. Verne lo miró agradecido y lo abrió sin mucho cuidado para ver una caja de madera, fijó su mirada en la chica que esperaba ansiosa para que lo abriera.
Era un cofre con muchas polaroids con fotos de ambos, sus amigos y familia que Nath había tomado durante ese año. La primera foto era una de ellos dos cuando fueron al concierto de Jo Inoa en Marzo, uno de los mejore recuerdos de ese año.
—Esto es hermoso—le dijo—. Gracias, Nath—se acercó para darle un beso corto en los labios—. Ahora tu abre tu regalo, espero te guste.
—Me gustará, tú me conoces muy bien—le dijo y abrió su regalo para encontrarse con una bola de cristal navideña, de esas que si la agitabas parecía como si estuviese nevando—. Me encanta, quería tener una de estas des hace rato.
—Lo sé, te quedaste mirando la estantería hace como un mes atrás—rio, Nath dejó a un lado el regalo para rodearlo con sus brazos por toda la cintura y acurrucarse a él.
—Te amo, Verne, eres el chico más increíble de todos—le dijo y lo tomó del cuello de su camisa para acercar sus labios a su boca y besarlo.
Verne la tomó del rostro y recibió su beso. De pronto todo se volvió caliente, parecía como si ya la temperatura baja se hubiese detenido por un momento.
—Yo también te amo, feliz navidad.
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¡Felices fiestas a todos! 🎅🏻🎄 Gracias por estar otro año por acá! Espero que tengan un excelente año, con mucha salud física y mental! Un abrazo!!
Nos vemos por aquí el siguiente año.
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