— ¿Qué haces aquí? —dijo Julie parada en la puerta de su casa, tenía una expresión de miedo al ver a Verne de pié frente a ella con las manos ocultas en su bolsillo.

—Chantel me dio tu dirección—dijo tranquilo—. Ayer no llamaste a la radio—ella se encogió de hombros.

Verne se la quedó mirando, la había visto varias veces en su casa y en reuniones sociales de su hermana pero jamás pensó que sería ella la misma Julie un tanto coqueta y divertida que lo llamaba cada día. Ella no lo había visto a la cara en todo el rato que estaba ahí, tenía la mirada hacia el piso y las mejillas sonrojadas, se sentía incómoda, expuesta y no sabía cómo reaccionar a esa situación.

—Julie—le dijo Verne—. Julie, mírame.

—Verne por dios, es complicado.

— ¿Qué es complicado?

—Verte—respondió—. Yo...no quería...no, sí quería, pero no estaba lista.

— ¿Puedo pasar? —preguntó—. Tengo poco tiempo en realidad, pero quería hablar contigo antes de que iniciara el programa por si no llamabas.

—Siempre llamo.

—Ayer no lo hiciste—respondió—. Y no sabía si volvería a saber de ti, más porque nunca visito a mi hermana. Disculpa por no recordarte—ella negó.

—No, yo no me atreví a hacerme notar—le dijo y suspiró, se echó a un lado—. Pasa, no hay nadie.

Verne pasó a la casa y Julie cerró la puerta para luego caminar con él hasta el sillón de la sala. Ambos se sentaron pero se mantuvieron el silencio esperando que el otro hablara primero, Verne miró a Julie y creyó que era la hora de decirle realmente por qué estaba ahí.

— ¿Yo soy el chico? El que mencionas en el programa—preguntó, Julie asintió con las mejillas sonrojadas y sin darle una mirada—. Entonces, ¿eres mi amiga secreta?

—No—le dijo—. Yo...esto es tan difícil.

—Si quieres me volteo—ella sonrió.

—Por favor—Verne asintió y se volteó dándole la espalda, se llevó la palma de su mano a la oreja.

—Hola hola, aquí Verne, ¿quién allá? —Julie rió bajo y e imitó su movimiento.

—Hola Verne, es Julie; ya he llamado antes.

—Claro Julie, te recuerdo—contestó—. ¿Cómo van las cosas con tu chico?

—Él ya sabe quién soy—suspiró—. Y sé que a partir de ahora ya no será lo mismo. Estuve mucho tiempo debatiéndome si era buena idea hablarle o dejarlo pasar, de igual forma él no me vería de la misma forma que yo lo hago porque sé que no soy la única que está interesada.

Chicos como él tienen una fila de chicas esperando para que las veas. Yo era una más en la fila y ni quiera estaba entre las diez primeras—suspiró nuevamente—, pero debes verlo, Verne; él es increíble, es simpático, gracioso, siempre trata bien a todos y nunca lo veo de mal humor. A pesar de verlo muy poco lo he estado escuchando cada noche en la radio y siento que lo conozco pero no me atrevía a hablarle hasta hace unos días y wow, creo que sí fue una gran decisión.

—Ahora formas parte de su vida—habló Verne.

—Sí, eso creo.

—No, era una afirmación—le dijo—. Sé que lo haces—volteó a verla—. Julie, quizás las cosas no se den como tú quieres, pero eres parte de mi vida—tomó su mano—. Eres una gran chica, me agrada conversar contigo por la radio y siento incluso que se ha vuelto una rutina, pero...

—No te gusto—habló ella—. Lo sé, soy muy joven.

—No eres muy joven—respondió—. Quizás es muy pronto, para mí—se adelantó—. No tengo estas situaciones muy a menudo—ella rió.

—Imagino que pocas chicas te llaman por radio para decirte que gustan de ti.

—Fuiste la primera—respondió, miró la hora y supo que debía marcharse al estudio—. Julie, creo que es necesario que sepas que no podemos estar juntos en este momento.

—Lo sé—respondió—. Imaginé que no corresponderías a mis sentimientos—Verne tomó su mano y la acarició—. Por dios, no hagas eso, me duele más si eres lindo conmigo.

—Cuídate mucho Juls, realmente me gusta hablar contigo—respondió, se acercó a ella y besó cortamente su mejilla.

Luego se levantó del sillón y se despidió de ella dirigiéndose a la puerta, estaba seguro que a pesar de que las cosas salieran de ese modo, era el modo en que las cosas debieron darse.

Ahora sólo debía procurar llegar temprano al estudio.

~•~

—Y eso fue Kloss con su sencillo Te espero, no es de navidad pero podemos decir que esperamos con ansias la navidad—rió—. Mañana es noche buena o vieja, ¿cómo lo dicen ustedes? —miró a Darla y ella se encogió de hombros—. Ya a casi nada de Navidad y estoy más que ansioso para que llegue.

Leyó el guión y notó que Kira no escribió en ninguna parte que debía hacer las llamadas, cosa que le había extrañado, lo divertido del programa eran siempre las llamadas y los comentarios que los radioyentes mencionaban.

—Tristemente no tenemos llamadas hoy—suspiró—, pero mañana estaré atento con cada uno de ustedes para pasar una buena hora de alegría. Cada noche a las siete, sintoniza a Verne—rió en su mal intento de promoción—. Ya es todo por esta noche, pero espero que lo hayan disfrutado tanto como yo, cuídense y diviértanse un montón que hoy es lunes y hay que empezar la semana con buen pié; a pesar de que ya casi termine el día.

Terminó de despedirse y esperó a que el letrero Al Aire se apagara, para quitarse los audífonos dando por terminado el programa de esa noche. Salió de la cabina y Christian le señaló la caja de los regalos secretos.

—Queda tu regalo—dijo—. Ruth tenía que marcharse y decidimos entregárselo a ella solamente, pero luego yo quería mis dulces y Darla también y faltaba media hora para que salieras y los entregamos—se encogió de hombros y luego le sonrió inocente.

Verne rió para luego caminar hacia la caja y tomar el paquete que faltaba. Darla se levantó y tomó del suelo un regalo envuelto para dárselo.

—Y este es tu respectivo regalo de tu novia—comentó—. Para que te lo disfrutes—rió.

Verne tomó el regalo y se despidió de ellos, su papá ya estaba esperándolo afuera del estudio y no le gustaba hacerlo esperar. Apenas entró al carro, abrió el regalo y sonrió cuando notó lo que era.

Un llavero de flores, un forro de celular del Grinch y unos cuantos chocolates blancos sueltos. Tomó la nota y leyó:

«La navidad nunca ha sido mi festividad favorita, pero este año se ha vuelto importante para mí, porque a ti te gusta y tú eres importante para mí, Verme. Aunque en términos generales, soy un grinch en carne y hueso.

Y adivina por qué el llavero, te lo adelanto, una flor para otra flor. ¿No está bello mi cumplido?

Feliz casi navidad, Verne.

Att: Tu (no) amiga secreta.»

Sonrió al leer, ya faltaba poco para navidad y esperaba que pudiese conocer a la chica que tanto llamaba su atención.

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Hola hola quién quiere matarme por ese clickbait? xd