Capitulo 18
A la mañana siguiente me escabullí sin despedirme de Sirius, que parecía bastante cansado. Agradezco a Merlín que todos en el castillo estuvieran durmiendo todavía.
¿Qué dirían los alumnos si vieran a su profesora de DCAO entrar con solo una camisa de hombre tapando su cuerpo?
Exacto, sería un escándalo.
En cuanto visualicé mi cama me derrumbé sobre ella, correr toda la noche entera por el bosque convertida en loba era una cosa, pero correr por el bosque con la compañía de Sirius, era una jodida locura.
Todavía no podía creer lo que había hecho.
-Estás loco, Black -acerque el cuello de su camisa hacia mi nariz para respirar su olor-. Loco de remate -volví a repetir con una risa tonta
El chillido que emitió Zeus me hizo pegar un brinco del susto, me di vuelta a mirar a la lechuza que me observaba con mala cara.
-No me mires así, no es mi culpa que huela bien -me defendí mientras Zeus me miraba con sus aburridos y grandes ojos
-No tendría que haberlo dejado quedarse conmigo, era peligroso -seguí hablando sentándome mejor en la cama-. Todo pudo haber salido mal, no sé en qué estaba pensando –
Volví a mirar a la lechuza, que se encontraba entretenida con algunas golosinas que había por ahí, ignorante de mis problemas.
-Black no es el loco, yo soy la loca -maldije mientras me quitaba la camisa e iba a prepararme un baño, eso iba a hacerme sentir mejor
[...]
Eso iba a hacerme sentir mejor. Me burlé en mi interior.
¡Y una mierda de Hipogrifo!
Bien, tal vez el baño no me hizo sentir mejor, y tal vez ahora estaba evitando a toda costa volver a ver a Sirius.
Me senté en la mesa de los profesores concentrándome en nada más que en la comida que tenía delante, mi estomago gruño recordándome que ayer en la noche no había comido nada.
-Parece que cierta lobita tiene hambre -Remus se sentó a mi lado saludando a los demás profesores
-Y a ti parece que te paso una manada de Centauros por encima -
Hice una mueca de dolor al ver a mi amigo, parecía más viejo y cansado de lo normal, con unas enormes ojeras bajo los ojos y las cicatrices en su cara parecía que recién habían dejado de sangrar.
-Y no te imaginas cómo están las de mi espalda -bajo la voz con una mueca
-Porque no te tomas el día, yo me hare cargo de las clases de hoy -me miro un poco sorprendido
Yo siempre me ofrecía a llevarle el desayuno a Sirius y me quedaba un rato con él, llegando tarde a mis propias clases.
Pero en este momento lo que menos quería era verlo.
- ¿Estás segura? -dudo un poco
-Si Remus, ve a tomarte un descanso, también es mi trabajo sabes -le di un guiño rápido antes de ir hacia el salón de clases
[...]
-Entonces alguien puede decirme, ¿porque hay que hacer una reverencia antes de acercarse a un Hipogrifo? -
Llevaba toda la tarde en el castillo dando clases, quisiera decir que eso me ayudaba a no pensar en Sirius, pero eso sería una vil mentira de mi parte.
-Porque si no terminas en la enfermería como el idiota de Malfoy -trate de no reírme como todos los demás y los interrumpí antes de que el señorito Malfoy diga algo
-Le sugiero que lea un poco más para la próxima, señor Finnigan, y 10 puntos menos para Gryffindor -los leones se quejaron, pero si no les ponía un alto iban a pensar que había favoritismo y no era así-. ¿Algo que quiera decir, señor Malfoy? -mire al nombrado con seriedad al ver las muecas de superioridad que hacia
Se sobresalto al escuchar mi llamado de atención.
-No, profesora -apretó los dientes mirando mal a Harry-. Se lo voy a decir a mi padre -me contuve de girar lo ojos por sus murmullos y seguí dando la clase como siempre
- ¿Alguien que sepa la respuesta? -la mano de Granger fue la primera en levantarse a la velocidad de la luz, como siempre
-Porque le demuestra que tenemos respeto y buenas intenciones -sus dos amigos se miraron confundidos, preguntándose cuándo había venido
-Exactamente, eso les demuestra que tenemos respeto y solo cuando nos devuelve el saludo, podemos acercarnos sin peligro. Muy bien Hermione, 5 puntos para Gryffindor –
Era realmente brillante para una chica de su edad.
-Bien, eso es todo por hoy. No se olviden del ensayo, quiero por lo menos dos pergaminos con todo lo que encuentren y una última cosa; no quiero que copien y peguen, quiero los trabajos hechos con sus propias palabras -los adolescentes de levantaron quejándose por la tarea
-Lo sé, lo sé, soy una persona horrible -me burle sacando algunas sonrisas
[...]
Por fin las clases habían terminado y podía tomar un baño relajante antes de ir a comer algo.
Cuando vi a Remus en el pasillo viniendo hacia mí, cambié de dirección y aceleré el paso al escucharlo detrás de mí.
Los pocos alumnos que había en el pasillo nos miraban divertidos al vernos correr, de seguro pensaban que sus profesores estaban locos.
-Deja de huir de mí, Williams -Remus aprovechó que no había nadie más que nosotros en el pasillo y me cargó sobre su hombro como un costal de papas
- ¿Qué es lo que quieres ahora, Lupin? -me removí inquieta en sus brazos hasta que me dejó caer
-Que le lleves comida al pobre de Canuto, yo tengo que ir al gran comedor para que no sospechen mis ausencias -me miró con ojos de cachorrito abandonado
¡Maldito lobo sarnoso!
-Estaba yendo a darme una ducha bien merecida y eso es lo que haré -me fui en la dirección de mi habitación, pero me detuve con un suspiro molesto
Era demasiado buena.
[...]
-Por fin sales de tu castillo, princesa -me sonrió Sirius en cuanto me vio llegar
-Remus casi me tira de la torre de astronomía para que venga a traerte comida. Me pregunto porque será -entrecerré los ojos y lo miré con falsa molestia haciéndolo reír
Nos acomodamos en un rincón, con la débil luz de las velas iluminándonos.
Lo vi dudar antes de hablar.
-El otro día, en navidad -aclaró al ver mi confusión-. No te agradecí por lo que hiciste por mi -me paralicé por completo al ver la mirada de devoción y admiración que me dirigía
-No fue nada, Sirius. Te lo mereces después de todo lo que has pasado -mordisqueé mi labio con nerviosismo al ver su mirada magnética puesta totalmente en mi
-No, enserio. Fue el mejor regalo que tuve en años -admitió bajando la mirada con una sonrisa-. Yo no tengo ningún regalo para darte, solo... hay una cosa -levantó la mirada y recién ahí fui consciente de la poca distancia que había entre nosotros
¿Cuándo nos habíamos acercado tanto?
- ¿Cual? -mi voz apenas salió audible viendo como levantaba su mano para poner un mechón de mi pelo detrás de mi oreja
Sirius bajo la mirada hacia mis labios y...
-Sirius, no pude hacer que Ava vinier...-¡POR MERLIN! -el grito de Remus hizo que empujara al de ojos grises por acto reflejo
Ninguno de los tres dijo nada por un momento y cuando Sirius se dispuso a hablar yo rápidamente me despedí de ellos.
Siempre que nos acercábamos había algo que nos interrumpía, esto definitivamente no era lo nuestro.
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