
11. ¿Por qué ella?
Varios días han pasado desde la última vez que ví a Roier y hoy estábamos en su casa haciendo un stream.
Íbamos a hacer test de diferente cosas que mandé el chat y también el iba a reaccionar a unas canciones de Taylor Swift, era un directo muy variado.
—Mi favorito siempre fue "Fred Weasley" y el test lo corrobora, somos el uno para el otro — menciono y mi amigo rie.
—¿Por qué te gusta tanto? — pregunta el de gorra.
—La verdadera pregunta es, ¿Por qué no? — volvemos a reír — Es que es graciosos y es extremadamente alto, definitivamente la diferencia de estatura que me merezco.
—Se nota que te gustan así — bromea Roier y golpeó su hombro.
—Callate, pendejo.
—A mi me gusta Luna, me daba un perro coraje que la molestarán — dice el chico junto a mi.
—Ella era muy linda y tierna, muy incomprendida.
—Bueno sigamos con otro test — menciona Roier — Dejame ver cuales pasaron por el Discord los mods.
Me pongo a hablar con el chat mientras él buscaba.
—Roier es un pendejo, sin ofender — miro a amigo para reír — No mentira, yo lo considero como mi mejor amigo, lo quiero demasiado, pero no se si él me consideré a mi su mejor amiga.
Observo al de gorra y este me mira super ofendido.
—Pinche culera, yo te he dicho que eres mi mejor amiga.
—Ay — lo miro enternecida — A veces me caes bien.
Ambos reímos y una llamada llega a mi celular.
—La Molly esta que me llama, que querrá está pendeja — digo mientras contesto.
No me muevo de mi asiento, veo a Roier abrir un link y me mira esperandome.
—Hola rosita — saludo a mi amiga.
—Ally, ¿Has visto Twitter? — cuestiona.
—No, ¿Por qué?, ¿Qué paso?
Mi tono de voz cambio y Roier se veía preocupado.
—Miralo, ¡Ahora!, no puedo creer nada, de verdad.
Molly se queda callada y alejó mi celular para abrir la aplicación y entonces es la primera publicación que aparece.
Mi estómago da vueltas rápidamente.
Quiero vomitar...
¿Qué es esto?
Veo la lágrima caer sobre la pantalla y acercó el teléfono a mi oreja, aún con la cabeza agachada.
—Te hablo al rato, Molly — susurro con un nudo en la garganta.
La llamada se corta y cubro mi boca para que no se escuchen mis llantos, pero es inevitable.
Levanto mi rostro para ver a mi mejor amigo.
Su rostro cambia a uno preocupado.
Le pasó el teléfono para que vea lo que acabo de ver.
Recuerdo que estamos en directo y miro unos segundos la cámara, se que ahora todos saben que estoy llorando.
—Ally...
Niego repetidas veces.
—Perdón, quiero irme — digo con un hilo de voz.
Salgo de la habitación de Roier cerrando la puerta detrás de mi.
Me recargo en la pared al sentir que duele mi pecho y caigo lentamente quedando sentada en el piso.
Tiene novia...
Le pidio ser su novia justo después de que peleáramos.
Las lágrimas corren por mi rostro.
El coraje que siento en el pecho no me deja respirar.
Yo solo fui un…
Esa fiesta, las platicas, los besos, él…
¿Solo fue un viernes casual para él?
Tengo tanto coraje que quiero hacerlo sentir de esta manera, quiero…
Ella es todo lo que no soy yo.
Mayor, rubia, ojos azules, todas mis inseguridades juntas.
Me paso las manos por la cara, las cuales tiemblan.
—¿Ally, estás bien? — escucho a lo lejos.
Escucho como suben las escaleras y veo a Mar frente a mi que me toma del rostro.
—¿Qué paso? — pregunta.
La puerta a nuestro lado se abre y Roier sale de ahi.
Niego una y otra vez.
Me siento tan, pero tan pequeña.
Tan estupida...
Se sienta a mi lado.
Suspiro y sale tembloroso.
—¿Que…? ¿No fui nada? — mi voz tiembla.
El castaño se arrodilla frente a mi y a lado de su novia.
Él toma mi mano.
—Ally…
—¿Qué me falto? — mi voz se entrecorta.
Él hace una mueca y aprieta mi mano.
—Nada, no es tu culpa.
—Entonces, ¿Por qué ella y yo no? ¿Por qué no pude hacer que se quedará? ¿Qué hizo ella que yo no pude? — cubro mi boca con mis manos porque estoy apunto de sollozar.
Es tan estúpido sentirme de esta manera por una persona como él.
Lo odio y quiero golpearlo.
Quiero pararme frente a él y preguntarle.
¿Qué fui?
¿Por qué?
¿Por qué desordeno mi vida si no se iba a quedar?
Si ni siquiera me iba a querer.
¿Por qué se ganó mi corazón si no lo iba a cuidar?
Si él se iba a encargar de romperlo.
Intento levantarme, pero Roier me lo impide.
—No, quédate aquí — dice — Amor, ¿Puedes traerle un vaso de agua?
Mar asiente y se levanta corriendo.
—Todo es mi culpa — digo y Roier niega.
Él me atrae a su cuerpo y me abraza.
—No es tu culpa, Ally, nunca sería tu culpa, yo... Lo lamento tanto.
Nunca había sentido un vacío como este...
Algo pasarejo para él...
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