Jimin casi se desmaya. Jeon Jungkook, que estaba frente a él, lo miraba con una expresión sombría.

— …¿Qué estás haciendo ahora?

Lo miró fijamente y preguntó, pero Jeon Jungkook no respondió ni se movió. Jimin estaba un poco asustado por dentro. No me digas… No, no quiero tener tanta conciencia. ¿No prometió tener una relación bajo un acuerdo? Si es que acaso su promesa significó algo.

Afortunadamente, Jeon Jungkook miró a Jimin por un breve momento más y se levantó.

—Pensé que estabas durmiendo muy bien mientras estabas siendo retenido, así que eché un vistazo.

¿Ya no tienes la intención de usar honoríficos? Jimin se levantó con un repentino ceño fruncido. Miró a su alrededor, pero no pudo ver su teléfono celular.

—¿Qué hora es?

—¿Qué importancia tiene eso?

Esta vez, la falta de honoríficos pasó a segundo lugar, y fue el contenido de su respuesta lo que hizo que abriera la boca de par en par. ¿Qué acaba de decir?

—De ahora en adelante, Park Jimin vivirá aquí y se levantará cuando me levante, comerá cuando yo coma y dormirá cuando yo lo haga.

Los ojos de Jimin se entrecerraron con profundo descontento.

—¿Y qué hay de la compañía?

—¿Es la compañía importante ahora? No es como si te fueras a morir si no vas a trabajar.

No importa cuanto lo piense, Jeon Jungkook realmente estaba loco. Y pensar que he sido atrapado por este imbécil. Pero Jimin decidió no tener miedo. Como los exploradores que sobrevivieron a la más difícil angustia, debe de haber una manera de escapar de ese lunático.

—¿Estás diciendo ahora mismo que ya no puedo ir a trabajar, Jeon Jungkook?

—¿Para qué necesitas trabajar si tendrás comida y un lugar donde dormir?

La cara de Jeon Jungkook tenía una expresión que no se podía entender con sinceridad, por lo que Jimin estaba un poco desesperado.
Viendo a Jeon Jungkook salir de la habitación, Jimin lo siguió reflexivamente.
Jungkook fue a la cocina y se sirvió agua en un vaso. Había algo como un extraño grifo en un lugar que parecía una encimera, y Jimin supo por primera vez que el agua potable salía de allí.

—Entonces, ¿eso significa que no puedo salir de aquí sin tu permiso?

Jungkook no respondió, pero con solo mirarlo supo la respuesta.

—Eso es un crimen de confinamiento.

Mientras hablaba bruscamente, la cara frente a él se agitaba mientras contenía una sonrisa. Fue una clara burla.

—Sea consciente por favor, Sr. Park Jimin.

Clic, el vaso de vidrio fue colocado en el mostrador de mármol con un sonido. Jimin tragó saliva seca bajo una presión difícil de ignorar. La sonrisa fue eliminada del rostro de Jungkook.

—No es un crimen si yo lo hago. Sea lo que sea. Los ojos de Jimin se redondearon.
‘¿De qué está hablando? Un crimen es un crimen.’

¿Si no lo atrapan el crimen no será un crimen? De todos modos, si hubiera un premio real por hacer tanta porquería, podría estar seguro de que él lo ganaría.

Jungkook lo dejó atrás y salió de la cocina. Jimin le echó un vistazo a su espalda antes de sacar una nueva taza y servirse agua como él lo había hecho. Como era agua, pensó que saldría helada como hielo, pero extrañamente estaba tibia e incluso emitía un ligero vapor.

Cuando Jeon Jungkook se dirigió a la sala de estar, uno de los hombres que estaba en el pasillo estaba abriendo la puerta y entrando. Sin mirar hacia Jimin, dejó una de las maletas que traía en el suelo para abrirla y comenzó a sacar los artículos. Cosas como esto y aquello salieron de una bolsa un poco más grande. Eran trajes, libros y cosméticos básicos que se suponía que eran de Jungkook.

Jeon Jungkook se quedó en la sala de estar viendo al gran hombre sacar sus cosas una por una. El hombre alto y guapo exudaba una sensación de opresión sólo por estar de pie. Hasta ahora, él nunca mostró mucho aire de intimidación. Siempre fue amable conmigo. Cuando sus pensamientos llegaron allí, Jimin volvió a entristecerse por un momento, pero tomó una decisión.

—Yo también necesito mis cosas. Traemelas.

Cómo me vi obligado a mudarme contra mi voluntad, mis cosas deben estar en algún lugar, pero al menos no pude ver ninguna de mis pertenencias en esta suite.
Jungkook solo miró a Jimin con un rostro desconocido. La cara inexpresiva de Jimin mostraba una evidente ira.

—¡Tengo prisa! Si se me acaba la medicina, tendré que ir a buscar una nueva receta.

Siendo una persona débil, siempre tenía que tomarse un puñado de pastillas al día. Por suerte, siempre llevaba consigo una cantidad diaria de medicinas en caso de emergencias, pero eso también significaba que se quedaría sin medicina por la mañana.

—No sé nada más, pero por favor tráeme la medicina. Es difícil conseguir una receta. Para reservar un hospital con antelación…

—Me ocuparé de ello yo mismo, así que no seas tan escandaloso.

Se veía increíblemente aterrador, pero estaba más sin palabras que asustado. Si no puedo tomar la medicina, mi vida estará en peligro. ¿Y aún así me pide que no sea escandaloso?

De hecho, Jungkook sacó su celular y lo miró con una expresión que denotaba desinterés en lo que estaba diciendo. Luego su rostro parecía haber recibido una gran impresión, por lo que debe ser algo relacionado a su trabajo o algún mal artículo. Cuando salía con él, recordó haberle preguntado por esa expresión.

—Sr. Jungkook, ¿lo sabías?

Jungkook lo miró en lugar de responder.

—Un enorme 17 por ciento de las parejas entre alfa y omega dicen ‘nunca tendré hijos, pase lo que pase’—
Las cejas, que se habían endurecido, se movieron una vez al escuchar las palabras de Jimin. Parecían preguntar de qué mierda estaba hablando.

—Normalmente es porque ser padre es difícil, y hay demasiados sacrificios que manejar. ¿Has pensado alguna vez en lo difícil que es tener y criar a un hijo?

El gran hombre en traje negro siguió organizando las cosas junto a las dos personas, mientras Jimin continuó hablando. Me tratan como si no estuviera aquí de todos modos.

Jeon Jungkook inclinó la cabeza hacia un lado, poniendo su teléfono celular de nuevo en su bolsillo.

—¿Por qué debería pensar en ello?

Preguntó con una mirada desinteresada y aburrida.

—¿Existe alguna ley que diga que solo porque doy mi sangre a un niño, tengo que criarlo y preocuparme por su futuro?

—Pero sigue siendo su propio hijo. Es bueno para las emociones de un niño ser cuidado con cariño desde una edad temprana…

—Eso no es asunto mío.

Jimin se quedó atónito ante la respuesta.

—De todas formas no es asunto suyo, Sr. Park Jimin.

El celular en su bolsillo comenzó a vibrar, mientras Jimin estaba en blanco, sin palabras, y se sentó en el sofá mientras lo veía contestar el teléfono. Sí, no debe de importarle para nada lo que pase con el niño. A mí tampoco debería… Aunque la sola idea de eso me puso la piel de gallina.

‘No, no podré lidiar con eso hasta que tenga un bebé.’
Además, los omegas con buenas tasas de compatibilidad no son comunes. Jimin lo soporto para sí mismo, mientras apretaba los puños en secreto.
‘Si ha llegado hasta este punto conmigo es por dos razones. O nuestra tasa de coincidencia era muy alta, o no tenía un alto porcentaje de compatibilidad con otros omegas’.

Así que Jeon Jungkook no me haría daño. Pero aunque pensara de esa manera, me resultaba difícil borrar mi miedo.

—Sí, vamos ahora mismo. No, está bien. No estoy ocupado.

Antes de darse cuenta, el joven de negro ya había salido, y Jungkook también caminó hacia la puerta principal, conectando el teléfono.

Trató de preguntarle si se iba, pero Jungkook abrió la puerta principal y se fue sin mirarlo. Jimin, que estaba a punto de levantarse a mitad de camino del sofá, se dejó caer hacia atrás hundiendo sus caderas.

—Aunque pensé que se iría un poco más tarde…

¿Qué demonios esperabas de él? Jimin, que se regañó a sí mismo, se recostó en el sofá.
‘Por cierto, ¿por qué no me contacta la compañía?’

Jimin comprobó la hora. Gracias a una presentación que tenía mañana, tuvo que conseguir los datos del líder del equipo. Afortunadamente, todavía quedaba tiempo antes de la hora de salida en su trabajo. Llamó al número directo del líder, que estaba guardado en su teléfono móvil. La conexión se realizó después de unos pocos pitidos.

—Ah, líder. Soy Park Jimin. Bueno, entre los temas que se anunciarán mañana…

—Jimin, iba a llamarte de todos modos. ¿Qué demonios está pasando?

—¿Qué?

—¿Cometiste un gran error cuando saliste a trabajar hoy? De repente, una orden llegó desde arriba.

—¿Qué orden?

Un sentimiento ominoso comenzó a surgir. Jimin tragó saliva seca.

—Jimin, ya no puedes venir más a nuestra oficina. La oficina de Keystil solicitó encarecidamente que al Sr. Park Jimin se le transfiriera de personal.

Era obvio incluso sin escucharlo. Jimin sintió un dolor de cabeza que subía y presionaba sus sienes.

—¿Me…solicitaron?

-—Sí. A partir de mañana, dirígete a la oficina de administración de Keystil. Me quejé fuertemente sobre adónde va esto, y tú lo sabes. Actualmente, Keystil es la cima de nuestra empresa, entonces…

—Haaaa…

Un profundo suspiro salió. Cuando Jungkook preguntó si la compañía era importante, independientemente de la amenaza, realmente era esto lo que quería decir. Jimin se detuvo una vez más.
Se acurrucó en el sofá. La luz fluorescente de las lámparas se reflejaba fríamente en el limpio y liso suelo de mármol, haciendo que sus ojos se iluminaran. Es una sala de estar demasiado espaciosa, especialmente si estás solo.