CAPITULO ESPECIAL 🌺
Aquí también habrá capítulos especiales.
Lisa sonrió ante la idea de vivir junto a Ryujin, la dulce peliazul que le acompañaba en su vida desde hace cuatro años donde se conocieron en el primer día de Universidad, su amistad duro 6 meses cuando Lisa por fin se animó a decirle cuánto le gustaba, Ryujin no se quedó atrás confesando lo mismo, ambas comenzaron a salir tres meses después de haberlo dicho, conociéndose y dejando que el otro conozca hasta la médula de su ser, se hicieron novias oficialmente.
Hoy era su cuarto aniversario, tendría una increíble sorpresa para ambas y no era nada ni menos que un departamento para que siguieran compartiendo su vida juntos.
La idea no pareció apresurada para Lisa, cuatros años de relación bastaron para que ella tome aquella decisión y cogiera hasta sus últimos ahorros para comprarlo.
Sonrió con nerviosismo al notar sus manos temblar levemente, en una de ellas sostenía la llave de su nuevo hogar y en la otra tenía las llaves que Ryujin le otorgó para que ella pudiera entrar a su departamento cuando se le de la gana.
« Mal error »
Poniendo la llave en la cerradura y girándola, Lisa rápidamente se encontró en el interior donde lo consideraba su segundo hogar, esperando encontrarse con la peliazul deambulando por el pasillo o la sala de estar, se encontró con un sorpresivo desorden en la mesa principal que habitaba en el medio de la habitación, frunció su ceño cuando se acercó a ésta y un reloj fue lo que primeramente divisó.
Su estómago se contrajo haciéndole dolor aquella parte, dirigió su vista a la habitación de su novia, con una corazonada que le atravesaba por completo su cuerpo, camino hasta la puerta, apoyo su oído en esta y lo que lograba escuchar lo dejo helado.
Eran gruñidos y gemidos la voz fémina se mezclaba con la de un hombre, tomando una respiración profunda se atrevió a abrir azotándola con fuerza.
Lo que vio lo dejo descolocada y herida, Ryujin estaba encima sobre un hombre mucho más mayor que ellas dos juntas, podría ser su padre si se lo propusiera.
—¡Lisa! — Grito rápidamente saliendo de encima de él.
Ella no podía decir o hacer nada, se sentía miserable y la fuerza le fallaba en esos momentos.
—¿Qué has hecho? — Pregunto con su voz sumamente entre cortada.
—...Lisa, de—déjame explica...
—¡¿Qué mierda hiciste?! — Grito con fuerzas tomándose de los pelos.
El hombre comenzó a vestirse, algo que Lisa freno al momento de hablarle;— Ni lo haga, puede seguir con ella. Lo siento por interrumpirles — Musitó y volvió la vista a Ryujin que para esos momentos, largaba lágrimas como si fueran una cascada.
—¡Lisa, espera! — Grito cuando su ahora, ex—novia comenzó a caminar fuera de la habitación dispuesta a irse de allí antes de cometer alguna locura.
—¡Aléjate! — Exigió soltándose del agarre que le propinó la peliazul. — Aléjate, Ryujin.
— Déjame explicarte por favor, por favor Lisa — Pedía desconsoladamente mientras se aferraba a la cintura de la peliverde.
Soportando las lágrimas, la saco con sequedad.
—¿Qué me explicarás? ¿Qué accidentalmente caíste en su poronga? — Vocifero. — ¡¿Qué mierda quieres explicar!?
La chica cerro sus ojos al sentir la fuerza que tomaba Lisa cuando gritaba, jamás lo había hecho con ella, siempre la trato como una princesa y en estos momentos parecía ser su peor enemiga.
— Te amo Lisa, lo siento, lo siento — Murmuró.
Una risa triste broto de la garganta de la peliverde;— Tú no me amas, creo que nunca lo has hecho... Qué tonta he sido, debí escuchar a Hoseok y Jimin, no eres más que una... Una... — Quería insultarle, pero no podía. — Adiós Ryujin...
Dispuesta a salirse de allí, cogió el picaporte pero una mano lo tomo del brazo haciéndolo frenar, apretó sus dientes fuertemente, quería irse de allí y Ryujin no cooperaba.
—¡Qué me sueltes! — Forcejeó con ella hasta que logró sacarse su agarre. —
—... No te vayas, por favor — Suplicó.
— Adiós Ryujin y, felices cuatros años — Murmuró tirando la llave delante de sus narices. Pegando un portazo, salió de aquel departamento donde descubrió a la mujer que amaba con otro.
Lisa sintió como su corazón se quebraba poco a poco, le dolía cada parte de su cuerpo, su alma estaba siendo tomada por la desazón y decepción, soltando unas cuantas lágrimas verdaderas, subió a su moto dispuesto a marcharse de ahí para siempre.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro