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the longer i'm with him, the less alive.

No creo que no puedo soportarlo. Con cada drama muere una parte de mí.
Como una especie de sádico. Creo que le gusta ver el dolor en mis ojos. Él sabe que estoy enfermo de amor. Me besa y me promete que estaré bien, pero sabemos que es una mierda.
Cuanto más tiempo estoy con él, menos vivo estoy.

「🌷」

La suave y refrescante brisa de primavera acarició su rostro e hizo que sus castañas hebras revolotearan desordenadamente al compás de la corriente mágica de la primavera. Soltando un profundo y laxo suspiró, TaeHyung se permitió apoyar sus manos sobre los dorados barrotes. Su ojos no tardaron en observar los vehículos circular por las calles y avenidas, así como también a los transeúntes moverse entre las aceras. Desde su lugar, todo aquello parecían pequeñas figuras de acción pertenecientes a un niño. Desde la lejanía de las calles, avenidas, aceras, tiendas comerciales y cualquier otro lugar, nadie, absolutamente nadie podía ser consciente cuán desdichado se sentía y mucho menos podían prever su situación para brindarle una mano ayuda.

Aferrándose a los gruesos barrotes dorados, le suplicó al cielo un poco de misericordia, pero toda plegaria era totalmente en vano, porque no había nadie en el mundo, ni fuerza divina que pudiera ayudarlo a salir el agujero oscuro en el que se encontraba. Y es que, sin saber él mismo se había hundido.

Si tan solo un par de años atrás alguien le hubiese advertido que su vida habría de convertirse en una tortura y que sus propias decisiones lo encancerlarian, se habría mantenido al margen. Si tan solo alguien le hubiese advertido que un día Jung Hoseok su novio cariñoso, atento y detallista iba a convertirse en su carcelero y su torturador, habría corriendo en dirección opuesta..., pero nadie había sido capaz de preveer las cosas y se lamentaba por ello.

Su vida se había convertido un infierno a base de pequeñas cosas que él mismo había aceptado sin darse cuenta, y a ellos podía atribuir la capacidad de manipulación y control que Hoseok tenía sobre él. Primero le había pedido que cortara comunicación con varios de sus amigos, seguidamente le había pedido que dejara de usar cierto tipo de prendas, le había colocado guardaespaldas, le controlado las llamadas, las salidas y así como esas cosas hubieron muchas más que él permitió. Si tan solo hubiera puesto un alto a las cosas..., porque había sido cuestión de tiempo, para que el penthouse que compartía con Hoseok se convirtiera en su propia jaula de oró.

Una jaula que poco a poco comenzaba a sofocarlo. Una jaula que lo obligaba a tener que fingir una extrema felicidad y a sobreexplotar el poco amor que le quedaba por Hoseok..., un amor que comenzaba a escasear con cada día, cada hora, cada minuto y cada segundo.

Alejándose levemente de los dorados barrotes que rodeaban la azotea del lujoso edificio, TaeHyung guió sus pasos hasta la lujosa y hermosa mesa de jardín, para tomar asiento sobre una de las blancas sillas de hierro, la cual se encontraba bajo una hermosa sombría de jardín. Y es que, toda la azotea se había sido convertido en un pequeño jardín improvisado, algo que Hoseok había mandando a adaptar, para que él pudiera ser capaz de tener un espacio en el cual pudiera distraerse y tomar aire fresco..., pero claro existía un pequeño linde para sus salidas al pequeño jardín improvisado.

Y probablemente en otras circunstancias habría disfrutado de la buena obra de Hoseok. Pero, en su cruda realidad sólo podía añorar que el tiempo no transcurriera tan de prisa y que los barrotes no rodearan la azotea..., sin los barrotes probablemente ya le habría puesto un fin a todo, pero a diferencia suya, Hoseok había sido demasiado listo y habia preveido sus posibles decisiones.

En su rostro se formó una pequeña mueca de tristeza, al mismo tiempo en el que sus ojos se posaban sobre la diversidad de flores que adornaban el pequeño jardín. Hermosas flores de diversos colores y aromas que con el paso de los días se marchitarían, para darle paso a los nuevos retoños. Y él se sentía como una de esas hermosas flores, solo que a diferencia de ellas, él había tardado más en marchitarse...

Un pequeño y sutil carraspeo lo sacó de su pequeño letargo. Obligándolo a alejar su vista de las flores, para llevarla hasta donde provenía el sonido. Y fue así como se topó con la corpulenta figura de SangWoo uno de sus guardaespaldas, y una de las pocas personas con las que podía desahogarse y llorar hasta el cansancio.

—Restan diez minutos para que su visita al jardín termine.—anunció el castaño con tristeza y claro indicio de lástima y culpa.—Lo más prudente es que nos retiremos, el señor Jung por fin a llegado de su viaje y supongo que estará ansioso de verlo.

Sin muchas opciones a su disposición asintió. Tras tomar una bocanada de aire y darle una última mirada las flores se levantó de su lugar, para seguidamente abandonar la azotea, no sin antes brindarle una última y nostálgica mirada.

—¿Todo está listo?—TaeHyung cuestionó a SangWoo en clave.

—Si, joven TaeHyung.—el guardaespaldas respondió.—Esta noche la señora Gyu le preparará lo que pidió y yo personalmente he conseguido las películas que deseaba ver esta noche.

TaeHyung asintió con levedad ante la respuesta encriptada de SangWoo. Y sin intercambiar más palabras se andetraron al lujoso elevador.

El corto lapso de tiempo que les tomó descender hasta su piso, TaeHyung lo ocupó para metalizarse, para darle a Hoseok el recibimiento que seguro estaría esperando. Cuando la puerta metálica se abrió y dio paso al lujo piso en el cual vivía, unas enorme y cuadrada sonrisa surco en su rostro, al mismo tiempo en el abandonaba el interior del elevador, para adentarse a su morada. Le tomó un par de pasos percibir la imponente presencia de Hoseok. El mencionado se encontraba sentado en el enorme sofá de cuero negro, leyendo con interés lo que TaeHyung podía intuir como el informe que cada uno de los guardias de seguridad le brindaban cada que regresaba de algún viaje.

Tomando un pequeña bocanada de aire se abrió paso por la lujosa y extensa estancia, hasta que Hoseok previó su presencia.

En cuantos ojos de Hoseok captaron la hermosa presencia de TaeHyung todo pasó a un segundo plano. Con una sonrisa en su rostro espero a que el menor acortara la distancia. En el precisó momento en el que TaeHyung estuvo lo suficientemente cerca, lo tomó del brazo, para sentarlo sobre su regazó. Rápidamente sus brazos habían rodeado el cuerpo de TaeHyung en un asfixiante abrazó. Sin duda alguna lo había extrañado en demasía que tenía planeado no abandonar el penthouse el tiempo que le fuese posible.

—Te extrañé.—TaeHyung murmuró contra el cuerpo de Hoseok.

Sus palabras habían brotado de sus labios con tanta naturalidad que escondía a la perfección la mentira tras de ellas. Durante esas tres semanas en las que Hoseok había estado ausnente le había rogado a los cielos que, acabara con la vida Hoseok en algún trágico accidente, pero claramente el dios misericordioso del que el mundo hablaba no escuchaba a hombres homosexuales, por que, ahí estaba Hoseok abrazándolo.

—Yo también te extrañé, bonito.—Hoseok vociferó.—¿Te has portado bien estos días?—TaeHyung asintió con levedad e inocencia.—Perfecto, porque te he traído un pequeño regaló, pero te lo daré después de la cena.

TaeHyung asintió con levedad.

Durante varios minutos ambos permanecieron en silencio solo escuchado el sonido de sus pausadas respiraciones y bombear de sus corazones. Un silencio que TaeHyung deseo que perdurara por siempre entre ellos. Sin embargo, fue cuestión de tiempo, para que el silencio fuese interrumpido cuando Hoseok aclaró su garganta y se removió sobre el sofá. TaeHyung aún no había escuchado las palabras de su novio, pero estaba completamente seguro de cuales serían y debía tratar de mantener la calma, para cuando tuviera que responder.

Aún le era doloroso el simple hecho de recordar la dura y difícil decisión que tuvo que tomar una semana atrás..., su corazón se encogía de dolor y su conciencia no dejaba de recriminarle, pero no había sido una decisión egoísta, había sido todo lo contrario a ello, y SangWoo junto a la señora Moon lo sabían.

—Desde que llegue no he visto a nuestro pequeño Yeontan, ¿Dónde está?—y ahí estaba la preguntó que a TaeHyung le habría gustado evitar, pero conociendo a Hoseok no iba a esperar por una respuesta.

Sintiendo una presión en su pecho y con las lágrimas acumulándose en sus ojos al punto de casi desbordar, TaeHyung trato de alejarse de Hoseok, pero este no se lo permitió. Y con un fuerte agarre lo mantuvo en su lugar.

Por mucho que se había obligado sí mismo a mantener la calma, las lágrimas terminaron desbordando sin control alguno sobre sus mejillas. Se sentía culpable y sobretodo la peor persona que pudiera existir, al punto de que no se creía digno de siquiera poder mencionar el nombre de su pequeño perrito. ¡Dios! había sido un mal dueño y compañero para Yeontan, pero había tratado de hacer lo mejor..., o al menos lo que él creía que era lo mejor.

Con un grueso nudo en su garganta y el indescriptible dolor implantado en su pecho se obligó a hablar.

—N-no sé cómo decirlo...—fue lo único que TaeHyung fue capaz de murmurar.

Hoseok por su parte comenzó a alarmarse cuando notó cómo las lágrimas se acumulaban en los ojos de TaeHyung, para luego rodar por las mejillas de este. No sabía que era lo que tenía a TaeHyung así, pero estaba seguro que todo estaba ligado a la ausencia de Yeontan.

El pequeño canino se había convertido en la adoración de TaeHyung, al punto en el que él podía jurar que, TaeHyung quería a su pequeña mascota, como una mujer podía amar a un hijo. Y estaba demás decir que él también sentía un fuerte cariño por el pequeño perrito.

—E-el murió.—TaeHyung dijo a duras penas antes de convertirse en un mar de sollozos incontrolables.

A pesar del palpable deseo por interrogar a TaeHyung sobre la muerte de yeontan, se negó a hacerlo cuando los sollozos se volvieron demasiado fuertes y el esbelto cuerpo de su pareja comenzó a estremecerse incontrolable. No era el momento adecuado para hacerlo. Así que, sin pensarlo o siquiera detenerse a evaluar sus acciones, Hoseok estrecho a TaeHyung contra su cuerpo tratando de darle confort y consuelo por la pérdida. Una pérdida que él también lamentaba y sufría. Fue así, como tras varios minutos los sollozos se convirtieron en pequeños hipidos y las gruesas lágrimas en una marca en sus mejillas.

Para TaeHyung era completamente difícil aceptar que la muerte de su pequeño canino había sido culpa suya. Le dolía aceptar que había sido él quien había planeado la muerte de yeontan y que sobretodo había sido quien había jalado del gatillo días atrás. Había sido una decisión dura, pero sobretodo espantosa, pero era lo menos que había podido hacer por su fiel compañero.

Solo esperaba que su querido yeontan pudiera perdonarlo.

Las horas transcurrieron, pero el dolor en su alma no parecía desaparecer, solo incrementaban con cada minuto. No obstante, TaeHyung estaba a la espera de que Hoseok abandonar el penthouse cómo solía hacerlo tras sus llegadas. Pero, para su desdicha, esa noche fue la excepción. Hoseok no abandonó el departamento, obstruyendo sus planes una vez más.

「🥀」

Una semana completa había transcurrido desde el regresó de Hoseok, y desde entonces, había tenido que mantener el show. Amargamente fue obligado a mostrar sonrisas, caricias, un amor y una felicidad que ya no existía.

Su mirada se encontraba fija sobre las diversas escenas que se proyectaban en enorme pantalla de televisión de la sala de estar. Con pesadez y anhelo observó la libertad de los personajes de la serie que había empezado a ver junto a Hoseok solo un par de días atrás. Y a pesar que la trama era demasiado interesante, el joven no estaba disfrutando de la trama, al contrario de ello cada escena era una tortura. Deseaba tener la libertad que esos personajes demostraban. Deseaba volver a caminar por las calles con libertad, disfrutar de una buena platica con otra persona que no fuera Hoseok o la señora Yoo o cualquiera de sus guardias.

Quería su libertad de regresó, pero era algo que nunca obtendría mientras Hoseok viviera. No obstante, tenía un mejor plan para obtener lo que tanto deseaba.

Un plan que llevaría acabo esa misma noche, y que podía asegurar que no fallaría.

Con una paciencia llena de amargura permaneció sobre el sofá tratando de prestar atención a la serie, mientras las horas pasaban con lentitud. Durante ese lapso de tiempo se obligó a sí mismo a mantener el teatro perfecto, para evitar cualquier tipo de sospecha. Lo cuál resultó de maravilla.

Para cuando el reloj marco las seis y media de la tarde, Hoseok se levantó de su lugar, para comenzar a alistarse, pues esa noche tenía una importante cena de negocios. TaeHyung por su parte permaneció unos cuantos minutos más sobre el sofá de la sala, tratando de calmar el acúmulo de emociones que lo embargaban por la idea de que todo llegaría a su fin en cuestión de tiempo.

—Señor, TaeHyung.—El llamado de la Señora Yoo la encargada de preparar los alimentos y la limpieza logró que TaeHyung saliera de su pequeño letargo.—¿Preparó todo para esta noche?

TaeHyung asintió con levedad.

—¿Está seguro que desea hacerlo?—la mujer de mayor edad preguntó con cautela.

—Demasiado seguro. Es la única forma..., además, el plan dio marcha con yeontan y no hay vuelta atrás.—sus palabras sonaron con seguridad.—Gracias por todo, señora Yoo.

La mujer de mayor edad solo asintió con levedad y una clara expresión de lástima en su rostro antes de volver a la cocina. TaeHyung soltó un suspiro mientras la observaba marchar. Convencer a su ama de llaves había sido una tarea ardua, pero todo fue cuestión de tiempo y largas horas de llanto en la que le expresa cuán muerto en vida se encontraba.

—Bien, me voy.—la voz de Hoseok resonó tan solo veinte minutos después.—Posiblemente vuelva durante la madrugada.

—¡Oh! Esta bien.—TaeHyung se animó a decir.

—Procura cenar bien y dormirte temprano.—el mayor acortó la distancia que había entre ellos y la mirada peligrosa que había en los ojos de este, logro que el cuerpo de TaeHyung se estremeciera con temor.—No quiero enterarme que te quedaste hasta tarde viendo películas o cualquier otra cosa, ¿de acuerdo?

—De acuerdo.

Hoseok inclinó su cuerpo con levedad para quedar a la altura del rostro de TaeHyung, y con sus dedos presionó fuertemente las mejillas de este.

—Y lo más importante de todo.—TaeHyung trató de respirar a través de la incómoda.—No trates de escapar. Porqué iré tras de ti y cuando te encuentre te voy a recordar que me perteneces, ¿Quedó claro?

Los ojos de TaeHyung inevitablemente se llenaron de lágrimas y su alma comenzó arder en el agonizante dolor.

—No voy a escapar. Aprendí mi lección con la última vez.—el menor logro decir a duras penas.

Hoseok sonrió con levedad y arrogancia.

—Me alegra saberlo. Pero, no voy a correr el riesgo a que puedas escaparte.—hizo una pequeña pausa.—He decidió aumentar la seguridad del edificio. Así, si intentas hacer algo estúpido no podrás llegar más allá del vestíbulo.

TaeHyung solo se limitó a asentir. Las palabras llenas de advertencias de Hoseok ya no tenían importancia, porque no planeaba escapar, ni siquiera deseaba gastar energía en intentarlo. No cuando todos sus intentos anteriores fueron fallidos, aunque la última vez fue capaz de saborear un poco de libertad..., una libertad amarga donde cada segundo temía ser encontrado.

—No voy a espacar. Aprendí mi lección.—TaeHyung repitió.—Pero, si no confías en mi, aumenta mas la seguridad.

Dicho eso no hubo más que un profundo silencio, donde el mayor de los dos estudió la expresión en el rostro del menor, tratando de encontrar algo que le indicara que mentía, pero afortunadamente no encontrado nada. Para Hoseok era un triunfo el hecho de que TaeHyung hubiese abandonado la tonta idea de escapar de él, ¿Qué sentido tenía hacerlo? Los dos estaban completamente enamorados, entonces no había razón para huir. Y agregando el detalle más importante a la ecuación, TaeHyung era suyo, y donde quiera que fuera él iría para traerlo consigo.

—Bien, se me está haciendo tarde.—Hoseok dijo luego unos segundos.—No hagas estúpideces y disfruta de la serie.

TaeHyung asintió sin mucho que decir.

—Te amo.—Hoseok profirió antes de dejar un casto beso sobre los labios del menor.

—Te amo.—el castaño pronunció esas palabras a pesar de sentir todo lo contrario a ellas, porque sabía que de no hacerlo, Hoseok no se marcharía y comenzaría una pelea que él terminaría perdido.

Tan pronto cómo abandonó el penthouse, los guardias y todo el personal comenzó a movilizarse, para comenzar a acatar las órdenes que se les había dado con anterioridad. TaeHyung por su parte le dedicó una pequeña mirada a SangWoo quien tras una pequeña reverencia se encaminó hacia la cocina, donde él y la señora Yoo podrían en marcha el plan de esa noche.

Las horas transcurrían y con ellas su plan cada vez se acercaba al final.

Cuando el reloj de la pared de la inmensa habitación marcaba las ocho en punto de la noche, TaeHyung se encontraba sentado sobre el borde la cama observando fijamente lo que era el último paso de su plan. Su paso a su ansiedad libertad. Frente a él se encontraba dos frascos de opioides y una botella de agua. Tal vez, para mucho los dos frascos eran una exageración, pero esta vez no fallaría y trataría de ponerle fin a su fin de una vez por todas y para ello debía asegurarse que las pastillas y la soga que se encontraba colgando a sólo unos cuantos centímetros de él cumplieran su función. No se permitirían fallar, no cuando vivir significa sufrir acusa de un amor enfermizo y asfixiante.

La decisión había sido tomando varios meses atrás y el plan para llevar acabo todo había sido orquestado de manera minuciosa. Sin embargó, ahí estaba sintiendo el típico sentimiento de cobardía ante la muerte..., era normal temer a la muerte y a lo que había tras de ella, pero TaeHyung quería hacerse creer que ninguno destinó podía ser peor al que estaba viviendo junto a Hoseok.

Con los segundos pasando con velocidad, las diversas voces comenzaron a resonar en su cabeza y estaban comenzó a volverlo loco.

"Quiere libertad, y su cobardía le impide ir por ella. ¿Cuanto tiempo más vas a esperar? ¿A que él venga y te detenga a golpes? Niño cobarde."

"Creo que te gusta saborear el dolor a la libertad"

"¿Por qué eres tú el que debe morir y no él? ¡Deberías matarlo! ¡Mátalo!"

"¡Si! Es él quien debería morir! Hay muchas formas de matar a alguien..., pero, tú nunca tendrías el valor de matar a alguien. ¡Una pena!"

"¡Oh! El olor a la sangre es tan fascinante."

Las voces continuaron desesperando a TaeHyung, quien harto de escucharlas, tomó los frascos de pastillas, y tras abrirlos se dispuso a tomar las pastillas. Cuando la última pastilla yacía sobre la palma de su mano derecha las lágrimas que se había obligado a contener comenzaron a brotar de sus ojos sin control alguno.

No obstante, con el poco razonamiento que quedaba en él, tomó el teléfono que tanto había escondido de Hoseok y sin pensarlo marcó el número de emergencia, porque no había amigos, familia que pudiera escucharlo, no cuando Hoseok se había encargado de alejarlos; con manos temblorosas llevó el teléfono y con paciencia espero a hacer atendido al mismo tiempo en el que se colocaba de pie y caminaba hasta el banquillo que él mismo había colocado cerca de la cuerda. A duras penas logro subirse a él.

—Servicio de emergencia, ¡Dígame su emergencia!—la voz de la persona al otro lado de la línea resonó a través del auricular del dispositivo.

—Solo quiero desahogarme con alguien, ¿Podría escucharme?—TaeHyung susurró a duras penas.

—Si. ¿Todo bien? ¿Ocupa ayuda en algo?—la operadora habló, pero TaeHyung solo rio con levedad.

—Nada está bien, ¿sabe?—dijo.—Soy un prisionero en una jaula de oró..., é-él no está, ha salido, pero se que volverá y tendré que fingir amor, y una felicidad que él mismo me arrebató...,—TaeHyung hizo una pausa para poner en su boca la última pastilla.—y-yo..., acabo de tomar mi última pastilla, para ponerle fin a todo esto..., c-casi puedo saborear la libertad...

—Señor, voy a enviar una unidad de paramédicos y patrullas a su hogar...

—¡No!—TaeHyung interrumpió.—E-ellos van a evitar que sea libre..., y-yo solo quiero ser libre de él y d-de las voces que me atormentan..., m-mi alma sufre y m-mi c-corazón duele...

TaeHyung dijo esas últimas palabras con su vista volviéndose borrosa y obligándose a mantener el equilibrio, para colocar la soga alrededor de su cuello. Hacerlo fue más difícil de lo esperado, pero tras varios minutos lo había logrado. Ahora solo tenía que hacer un pequeño movimiento y todo llegaría a su final y él al fin sería libre; su celular yacía sobre el piso, y a duras penas podía distinguir la voz de la operadora. Sin embargo, tratar de descifrar lo que estaba diciendo había dejado de importar. Todo estaba careciendo de sentido, y es que a penas podía destinguir lo que había frente a él.

Su vista se encontraba totalmente borrosa y su mente comenzaba apagarse con el pasar de los segundos que, cuando menos lo espero su cuerpo dejó de responder y resbaló del banquillo. Pero, si cuerpo no cayó sobre el piso, la soga de su cuello había cumplido su función. Ahora su cuerpo se encontraba luchando contra la muerte, pero fue cuestión de tiempo, para que todo acabará.

Su sistema respiratorio había dejado de funcionar y su pobre corazón había dejado de cumplir su función..., su corazón ya no palpitaba. No había nada más que un cuerpo inerte y carente de vida.

Todo había llegado a su fin. Ahora era libre. Por fin era libre, completamente libre.

「🥀」

nta: como les expliqué este es un os un tanto oscuro y que muestra una cruda realidad que es muy probable que varios/as estén viviendo. pero, también plasme en tae muchas cosas que llegue a vivir con la relación más tóxica que tuve hace unos años. fue una relación donde me sentía asfixiada, cansada, entre muchas cosas más. sin embargo, logré salir de ahí, tal vez, lo hice con miles de traumas y cosas que me afectan día a día, pero logré salir y muchas/os no llegan hacerlo, así como tae.

quiero decir que este os lo tenía desde hace tiempo y hasta ahora me animado a subirlo, así que, realmente espero que lo hayan disfrutado, y les agradezco por haberme brindado un poco de su tiempo para léelo. realmente no hay una forma en la que pueda pagarles eso, pero se los agradezco eternamente. 💗

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