Tercer mes: 9 a 13 semanas
-Mataré a papá y mamá. Acabaran en el hospital con un infarto.
Decía una muy preocupada Eunha mientras se sentaba en el sofá de la casa.
-No seas negativa, nada de eso sucederá, es una buena idea decirles ahora, es como un regalo de año nuevo. -proponía SinB sentándose junto a ella.
-Que seas mi hermana no quiere decir que me estés dando buenas ideas, ¿Crees que ellos querrán saber que su hija tendrá un bebé que no tiene padre?
Sojung, quien estaba en la cocina lavando unos platos, dejó lo que hacía para caminar hasta la sala y sentarse a un lado de su "amiga".
-Creo que no es mala idea la de SinB -levanto sus hombros como si realmente lo creyera.
Eunha claramente la miro como si estuviera loca y SinB la miro agradecida.
-¿Ellos serán abuelos no?, es una gran noticia a pesar de todo y, por otro lado, ese bulto que traes ahí no será fácil de ocultar por mas tiempo.
-Exacto -apoyó la Eunbi menor. -Además, mamá se ha estado quejando que no has ido a visitarla hace mas de un mes, si lo sigues haciendo mas obvio se dara cuenta ella misma.
Eunha dejo salir un audible suspiro de preocupacion. Estaba aterrada a la reaccion que pudieran llegar a tener sus padres.
-Necesito pensarlo, ire a caminar. -se puso de pie y por inercia sowon tambien lo hizo.
Su obstetra claramente le habia aconsejado que se mantuviera en movimiento pero con calma y que mejor que una caminata para mantenerse saludable, a ella y al bebe, y ademas despejar su mente.
-Yo ire contigo. -dijo la mayor.
-No, necesito ir sola. -la brindo una leve sonrisa para despreocupar a su amiga. Tomo su abrigo y las llaves para desaparecer por la puerta.
Sojung mantuvo la vista clavada en la puerta por la que antes habia salido Eunbi preguntandose si era correcto dejarla sola.
No es que no confiara en ella, tan solo la necesidad de protegerla era mas fuerte.
-Ella estara bien, relajate unnie. -la voz de la menor se escucho.
-Si, lo se.
El silencio reino la sala por un segundo hasta que fue nuevamente interrumpido por SinB.
-¿Te preocupas mucho por ella no?
-Me mantengo enfocada en el bienestar del bebe, si ella esta bien su bebe igual.-
-Claro, entiendo. -asintio con sus ojos entrecerrados a modo de desconfianza.
Para SinB habia algo mas que preocupacion por el bebe pero tampoco iba a insistir.
Mientras que aquellas chicas permanecian en la casa Eunha estaba disfrutando de su caminata. Realmente la relajaba bastante y por otro lado tambien se sentia tranquila de que hubiera acabado con la etapa de vomitos.
Las nauseas cada vez se volvian mas efimeras permitiendole salir mas y disfrutar de los dias sabiendo que cualquier cosa no la haria vomitar.
Aunque era agrable sentir como su mejor amiga no se despegaba de ella y soporto cada uno de los vomitos. Hasta su propia hermana terminaba en la otra punta de la casa cuando esto sucedia.
Aunque claro que Sowon no solo estaba en esos momentos. Siempre salia con ella a caminar, la acompañaba a hacer las compras, la ayudaba a ascear la casa, la aconsejaba y no sabia de que manera agradecerle por sentir el gran calor que ella le brindaba.
Se comportaba tan bien y cada mañana, al despertar, se emocionaba esperando a que llegara su amiga, tan solo sentia que Sojung suavizaba cada una de sus preocupaciones con sus malos chistes o pequeñas caricias en su espalda.
Era extraño pero su mejor amiga estaba resultando eso, una relajante muscular.
Y hablando de músculos, hace dos semanas atrás, Eunha estaba volviéndose loca ya que el transcurso del tercer mes repercute bien como mal en su preciada piel.
El aumento del flujo sanguíneo aumenta la sangre en los vasos sanguíneos y las hormonas producen más glándulas sebáceas. Por eso, algunos dias solia y tiene su piel con un aspecto mas fresco y sano. Pero con el aumento de la producción de grasas, ciertos días aparece acné, eso o como Eunha la decía "alienígenas que incuvan en mi cara para luego salir y destruir a la humanidad".
Todo se solucionó medianamente cuando Sowon tuvo la idea de comprarle una crema anti acné.
Ahora volviendo a su problema, Sojung tenia razon, no podia seguir postergando lo inevitable y si no lo hablaba lo antes posible todo se destaparia de una forma desagrable.
Entonces la respuesta podia ser un si...
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-Sowonnie -llamo Eunha al llegar a su casa.
Miro el sofa donde la alta siempre dejaba su abrigo y al ver que no se encontraba alli sintio una pequeña desilucion en su pecho.
Tampoco hubo una respuesta asi que claramente se habia ido.
En su boca se formo un puchero y camino hasta la cocina con un hambre creciente.
-¡Sowonnie! -extendio sus brazos con una repentina felicidad y corrio a abrazar a su amiga quien estaba de espaldas con su abrigo puesto y con sus auriculares razon por la cual no la habia oido entrar.
-Eunha -la mayor sonrio sl sentir unos pequeños brazos rodeandola y como una leve barriga creciente se apoyaba en su cintura. -¿Ya te sientes mejor?
-Lo pense bastante y creo que la mejor opcion es decirselos en la cena de año nuevo, de hecho es mi unica opcion. -decia con la cabeza apoyada en la espalda de la contraria.
Se separo dejando que la mayor se diera vuelta y suspiro mirando aquel brillo que emanaba la bajita.
-Pero ya quiero dejar ese tema atras y comer huevos revueltos-abrio la heladera viendo como ya no habia mas huevos.
-Pero son las 5 de la tar...
-No hay huevos...Sowonnie, ¿puedes ir a comprar? Di que si, di que si, di que si. -repitio con un puchero mientras unia sus manos.
-Bien -rodo los ojos con un pequeña risa. -ahora vuelvo.
Luego de eso la alta salio a comprar huevos para satisfacer a lo que ella no sabia que segundo a segundo se transformaba en una bestia con un estomago hambriento capaz de comer un ser humano.
Al regresar con una bolsa que contenia 12 huevos, una simple docena, y depositarla en la mesa para prepararse para cocinar, uns chica detras de ella empezo a cambiar.
-Son blancos. -dijo Eunha. -¿Por que no trajiste rojos?
-Ehm, creo que no hay diferencia.
-Pero yo quiero rojos, no puedes traer huevos blancos cuando yo quiero rojos.
-¿Pero que?
-¿No entiendes que quiero huevos rojos?¿Acaso no me quieres que traes malditos huevos blancos? -el hambre y la sensibilidad de una embarazada hicieron que la pequeña comenzara a llorar dejando a Sowon en blanco. -Quiero los otros, porque no compraste los rojos, no entiendo que te hice.
Era el berrinche mas idiota y tierno que la mayor habia presenciado alguna vez.
-Eunha, Eunha. -la mayor corrio a abrazar a su pequeño manojo de lagrimas. -no llores, y no digas que no te quiero, eres...mi mejor amiga. -se separo y con sus pulgares limpio las lagrimas. -Ire a comprar los otros ¿si?
Aqui es cuando Sowon temio por su vida al ver que los ojos de Eunbi dejaban a la dulce e indefensa para transformarce completamente negros poseida por un demonio que la mataria.
Tal vez es una descripcion exagerada pero ella lo sentia asi y mucho mas luego de que Eunbi hablo.
-Y ni si te ocurra traer una simple docena porque no volveras a entrar a mi casa hasta que no vuelvas con algo que realmente me quite el hambre.
Eso y decir que debia traer una granja es lo mismo.
Asintio freneticamente y salio corriendo de la casa a buscar algo que evite su muerte.
Las cosas que una persona soporta por amor ¿no?...
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-No toques el portero.
-Si lo haré.
- No lo harás.
-Me estoy acercando.
- No lo presiones.
-Claro que lo haré.
- No lo hagas.
-Lastima, ya lo presione. -SinB sonrió mientras que su hermana deseaba tener un arma.
No para matarse, sino para matarla a ella.
En cuanto alguno de sus padres abriera la puerta todo acabaría. Podría decirse que necesitaba un abrazo de Sojung para calmar sus nervios pero la chica estaba disfrutando con su familia el 31 de diciembre. Ya la había molestado lo suficiente.
-¡Niñas! -grito su madre al abrir la puerta y ver a sus dos hijas paradas frente a ella.
Primero abrazo a Eunha quien se esforzó por alejar su vientre disimuladamente. Y luego a SinB quien lo acepto sin ningún problema.
-Pasen, pasen. -dijo su madre emocionada permitiéndoles el paso.
-¿Donde está papá? -pregunto la mayor de las Eunbi.
-Esta intentando arreglar las luces del patio, ya sabes como es el, nunca para de hacer cosas. -la mujer sonrió mientras caminaban donde estába el progenitor de una de las dos.
Porque claramente ellas dos no eran hijas de la misma madre pero aun así se amaban como si fueran hermanas de sangre, de hecho ni siquiera se molestaban en decir que eran hermanastras, directamente decían que eran hermanas.
La esposa del señor Hwang murió cuando Eunbi tenía 3 años. Dos años despues conocio y se enamoró de la mamá de Jung Eunbi, una mujer divorciada. Con el tiempo se casaron y las dos niñas crecieron mientras una tenía 5 y la otra 6. De esta manera es que pasaron grandes años de su vida fortaleciendo un increíble lazo de hermanas hasta la actualidad.
-Eunbi, ¿por que no has venido este último mes?
La mayor trago en seco al escuchar la pregunta de su madre.
-Trabajo, yo ehm, aumente las horas de trabajo para conseguir más dinero. -rascó su nuca con nerviosismo.
-Me alegra ver que eres responsable, pero no quiero que te exijas.
-Mamá, trabajo en una biblioteca- pronuncio con obviedad. -A lo sumo es aburrido pero puedo leer libros gratis.
Su madre entrecerro los ojos.- Entonces perdonare tu ausencia si me traes el último libro de cocina de Kim Seok Jin por el tiempo que yo quiera.
-Trato hecho -río ante lo dicho por su madre, una negociante sin remedio.
-En fin, alli está su padre intentando arreglar un foco. -lo señalo. -Vayan antes de que se electrocute o se caiga de la escalera.
Las dos chicas sonrieron y caminaron hasta su padre quien estaba muy ocupado insultando para darse cuenta que sus hijas estaban detrás.
-Maldita bazofia del demonio, si no funcionas te tirare de un tercer piso.
-¿Papá? -habló la mas pequeña.
El hombre dio un salto del susto pero al percatarse de quien se trataba bajo de inmediato para abrazar a las chicas.
-Se ven tan elegantes, si dejarán de crecer y ser mujeres de las que estoy orgulloso no me sentiría tan viejo. -río con ternura. -Vamos a dentro.
Regresaron al interior de la casa y ahora los cuatro estaban juntos.
-¿Nosotras llegamos muy temprano o los abuelos llegan tarde? -preguntó SinB.
De hecho si, eran una familia algo pequeña.
Una gran parte de familiares vivía fuera de Corea y año a año las personas en la casa fueron disminuyendo hasta que fueron sólo ellos cuatro y los padres de la señora Jung.
-De hecho, sus abuelos decidieron pasar está fecha en un crucero, así que hoy seremos sólo nosotros cuatro.
Eso era positivo, ¿no? Por lo menos no mataria a sus abuelos...hoy. Lamentablemente algún día lo sabrían.
La noche continuó con normalidad. Cenaron, rieron, hablaron de cosas triviales y cosas realmente interesantes.
Claro que el momento de la cena se volvió un poco extraño. Eunha repitió tres veces el plato y eso era demasiado, hasta para ella.
Cada tanto observaba su vientre como si estuviera regañando a su hijo.
Ella sabía que cada mujer atravesaba el embarazo de diferentes formas pero ¿Qué clase de insecto alienigena tenía dentro de ella?
Faltando 10 minutos para las 12, y tras haber recibido varias patadas por debajo de la mesa de su hermana, Eunha no tuvo opción más que hacerlo.
-Espera, brindare con agua. -detuvó a su madre quien estaba por servirle alcohol en la copa.
De hecho en ningún momento de la noche había bebido, otra cosa que era extrañ.
Su madre asintió algo extrañada y se dirigió a la copa de su hermana.
En cuanto la señora tomó asiento, Eunbi supo que era el momento.
-Mamá...papá, necesito decirles algo. -respiró con profundidad poniendose de pie -Estoy embarazada y...el padre no quiere hacerse cargo.
Los ojos de sus padres se abrieron de tal forma que dejaron de ser rasgados.
Y la noticia llegó justo a tiempo para las campanadas de las 12, el inicio de un nuevo año.
-Feliz año nuevo. -levantó su copa de agua y luego trago todo su contenido en el gran silencio que se había formado.
Al terminarlo lo dejo sobre la mesa y salió de ella hacia la sala dejando atónitos a todos.
Quien salió detrás de ella fue SinB y en cuanto la alcanzó, sin decir nada la abrazo por un momento.
-Oye, se que dije que sería como un regalo de año nuevo pero no pensé que lo dirías segundos antes de las 12, fue impactante hasta para mi. -rio intentando alivianar el ambiente cosa que no logró.
-Si no acaban de morir entonces vendrán a matarme, Dios, necesito a Sojung Unnie, sólo ella puede relajarme. -aquello fue más un pensamiento en voz alta que algo dicho intencionalmente.
De cualquier manera Eunha estaba demasiado estresada para darse cuenta de lo que había dicho y de la cara de su hermana.
Unos pasos llamaron la atención de las chicas, era su madre que caminaba hacia ellas con un semblante serio y de brazos cruzados.
-¿Cómo estas? -fue la primera pregunta de su madre lo que desconcerto a Eunha.
-E-eh, estoy bien, supongo. -respondió aún dudando de si moriría -¿Cómo esta papá?
-Aún lo sigue procesando en la cocina.
-¿No están molestos?
La mujer negó y le brindó una sonrisa. -Y...¿hace cuanto que sabes que estas embarazada?.
-Tres meses.
-Bien, eso responde porque casi nos dejas sin cena. -ambas rieron- Debiste habernoslo dicho en cuanto lo supiste.
- Lo se pero...estaba asustada y avergonzada, preocupada y con suerte lo saben tres personas pero aun así...estoy feliz por sere madre.
Su madre acario su mejilla- Así que...sere abuela. -sus ojos brillaron con ilusión.
Eunha sonrió y la señora la abrazo con fuerza.
-Se que a pesar de las circunstancias seras una gran madre, y por supuesto no dudes en contar con la ayuda de los futuros abuelos.
Ambas sonrieron.
El sonido del portero interrumpió el momento emotivo. SinB camino hasta la puerta y se sorprendió al ver de quien se trataba.
-Eunha, mira quien llegó, al parecer tu deseo se cumplió. -gritó la menor dejando pasar a Sojung quien la miro extraña.
La alta paso y SinB cerró la puerta sin mirar quien llegaba a largas zancadas detrás de la alta.
-¡Auch! ¡Mi nariz! -un grito femenino se escuchó detrás de la puerta.
-¿Yennie? -pregunto SinB y abrió la puerta encontrando otra chica sosteniendo sus Nariz con ambas manos.- ¡Yennie!, lo siento, lo siento.
-¡¿Acaso quieres romperme la nariz?! -grito la chica alejando un poco sus manos de su cara.
-Oh Dios, tienes sangre. ¡Levanta la cabeza! vamos a dentro.
Mientras las chicas caminaban con prisa por la casa para llegar al baño, la alta acababa de aparecer en la sala.
-¡Sojunnie! -la menor soltó a su madre y corrió a abrazar a su osito de peluche con piernas muy largas que eliminaba su estrés. -¿Qué haces aquí?
-Esta fecha se pasa en familia, ¿no?, tu también eres parte de mi familia. -sonrió aceptando el abrazo.
-¡Abran paso! ¡Mujer caída! -gritó SinB corriendo con Yerin.
-Si, le comenté a Yerin que vendría después de las 12 y ella quiso venir conmigo. -explicó la alta confundida por lo que acababa de ver. Regresó su vista a la bajita. -Me imagino que no brindaste con alcohol, ¿no?
La chica nego con su vista fija en la alta y totalmente encantada por la acción que ella había tomado de pasar por la casa de sus padres.
Ella la necesitaba y como si la alta tuviera un sexto sentido, apareció frente a sus ojos cumpliendo su deseo.
-Sowonnie...gracias por venir...
《♡》
Feliz año nuevo a todos!!!❤❤🎉🎉
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