Octavo mes: 32 a 35 semanas
Sowon fue la primera en despertar incluso antes que la alarma comenzará a sonar. Tenía su cara metida entre los cabellos de Eunbi que aún seguía profundamente dormida, posiblemente porque Yunho estaba cómodo ya que, por lo general, solía despertar a su madre durante la noche para cambiar de postura a su gusto.
Sonrió y dejó un beso en la cuello de la menor con sutileza con intenciones de que esta continuara descansando, era poco común que estuviera durmiendo tan plácidamente y prefería que lo aprovechara al máximo.
Sigilosamente salió de la cama y se preparó para ir a trabajar tomándose su tiempo porque realmente le sobraba de este, incluso le dejo el desayuno listo a su novia antes de partir.
Salió del apartamento y ni bien puso un pie fuera de la edificación respiró el frío aire de la mañana, esa típica brisa de las 6:30 a.m que le provocaba abotonar el saco de su traje.
Subió a su carro dispuesta a dirigirse a la empresa. Ese día llegarían unos pasantes y sabía que debía dar una buena impresión, además estaba esforzándose para alcanzar su ascenso tan anhelado y por fin ser una verdadera ejecutiva. Había escalado en esa empresa mucho más que cualquier otro reafirmando constantemente que cumplía con todo lo necesario para merecer el puesto de vicepresidente comercial; dicho puesto que estaba ocupado pero quedaría vacante en pocas semanas con la jubilación, ya anunciada, del vicepresidente comercial actual.
Entró al estacionamiento del edificio, saludó al guardia de seguridad y se estacionó en su lugar de siempre.
Abrazó sus carpetas con un brazo y con el otro colgó su bolso en su hombro para encaminarse a su oficina. Por su paso desde la recepción hasta el tercer piso saludó a algunos de sus compañeros y finalmente llegó a destino donde dejó las cosas sobre su escritorio.
A simple vista parecía que iba a ser un día tranquilo ya que los demás estarían ocupados con los novatos y eso le gustaba, podría relajarse y acabar con el trabajo pendiente del día anterior sin demasiadas interrupciones.
-Buenos días, buenos días. -saludó Minji entrando a la oficina. -Me alegra que hayas llegado temprano porque ahora puedo pedirte un favor sin tomarte por sorpresa.
-No iré a batirte café, hazlo tú o ve a la cafetería por un café común. -respondió mirando unas planillas con gran cantidad de cifras en ella.
-No era ese favor pero de todas formas me ofende que te niegues de antemano ¡Tú ya tienes la mano amaestrada! Es un desperdicio que no aproveches esa velocidad en buenos actos para con tu amiga.
Tomó asiento frente a Kim quien dejó de lado los números que estaba mirando para observarla con fastidio.
-No seas idiota ¿Si? Ahora dime que necesitabas.
-En media hora deberían llegar los pasantes y necesito que te hagas cargo de uno de ellos -suspiró como si la situación la tuviera estresada. -Le habían designado esta chica a Sungyeon pero esta mañana me dijeron que se accidentó de camino aquí y aún no se sabe que tan grave es la situación.
-Lo siento mucho por ella, espero que se encuentre bien.
-Yo también lo siento pero para salir del paso y sortear este imprevisto te suplico que te hagas cargo, al menos por hoy. -juntó sus manos sobre el escritorio implorando por dentro escuchar un si -Te mantendre al tanto de Dayeon y que pasará con ¿cuál era su nombre? Yoobin, si, creo que era ese.
Sojung lo dudo un momento, podría tocarle la persona más ineficiente del planeta o alguien a quien realmente valiera la pena enseñarle como debía desempeñarse en el área comercial. Entre un cincuenta por ciento de posibilidades buenas y el otro cincuenta porciento de posibilidades malas acabó asintiendo recibiendo una expresión de alivio de Minji.
-Excelente. El trabajo será sencillo, simplemente te encargarás de explicarle, guiarla y sobre todo supervisarla. Ya hay un plan diagramado de lo que tendrá que hacer, ahora te lo enviaré por mail así que tú despreocúpate.
-Por supuesto, por mi esta bien.
-Gracias, en serio me sacaste de lo que podría haber sido un tormento -agradeció recostando su espalda al fin distendida sobre el respaldar de la silla -Bueno, te veo en un rato cuando traiga a la pasante.
Sojung alzó su mano despidiéndose momentáneamente y una vez vio salir a su amiga volvió a sus obligaciones para permanecer en la espera de la nueva chica.
Luego de dos horas y media, Sowon miró su reloj en la pared y viendo que aún ni su amiga ni la pasante aparecían, dejó los papeles que tenía entre sus manos sobre la mesa y tomó el teléfono para hacer una llamada.
~Sowonnie
-Hola, amor. -la mayor sonrió al escuchar el tierno tono de voz de su novia al otro lado de la línea. -¿Comó te sientes?
~Como una bola a punto de explotar.
-¿Necesitas que vaya al departamento? Puedo tomarme el día si quieres.
~No es necesario Unnie, estoy bien solo que soy una retención de líquido andante con los pies hinchados y por si fuera poco cada vez tengo más sangre en mi cuerpo.
Retención de líquidos, pies hinchados y aumento considerable de sangre.
El obstetra les había comentado sobre estos síntomas comunes hace un tiempo así que Eunbi y Sojung ya conocían distintas técnicas para aplacar la incomodidad genera por estos.
Lo más curioso era la parte de la sangre. Al parecer Eunbi además de cargar con la propia y por supuesto la del feto, es decir que ya había una carga extra de aquel líquido rojo en su sistema, también su cuerpo generaba aún más sangre como alguna especie de reserva para reponer la perdida en el parto ¿Increíble no? Y esto solo sumaba algún tipo de carga más al pequeño cuerpo de su novia la cual se fatigaba cada vez con mayor rapidez.
-¿Por qué no abres el agua fría de la ducha y metes tus piernas? -aconsejó sabiendo que aquel método servía para mejorar la circulación de la sangre y de esta manera disminuir la hinchazón.
~En eso estoy. ¡Ah! Si, y gracias por el detalle del desayuno.
-No tienes que agradecerlo.
~Escucha, Yunho me despertó con una patada en las costillas o quien sabe dónde, solo se que posiblemente ahora tenga el hígado en la garganta, y como evidentemente no me dejó volver a dormir tuve que salir de la cama. Estuve malhumorada hasta que vi tu detalle así que si, si tengo que agradecerte.
-¿Y SinB cuándo llega? ¿Te llevará al grupo de madres?
~Dijo que llegará como en dos horas pero aún no estoy segura de querer que me lleve con ellas. Prefiero quedarme en casa leyendo un libro y comiendo galletitas.
-Si no quieres ir no vayas pero yo creo que sería muy bueno para ti. Piensa que conocerás personas que están pasando por lo mismo que tú, todas podrán entenderse y apoyarse, y quien sabe, hasta puedes hacer nuevas amigas. Y además de ser un apoyo psicológico también será bueno para tu salud; simplemente te mueves un poco mientras haces jardinería con ellas.
~¡Exacto! ¿En que momento de mi vida cuide a una planta? ¡Nunca! Y aún así tengo el descaro de aceptar salir con ellas.
-No seas así, a mi me agradan mucho, fueron muy amables con nosotras desde la primera clase de preparto a la que fuimos.
Se escuchó un suspiró cansado seguido de unos segundos en completo silencio.
~Tal vez tienes razón. Entonces no tengo otra opción, iré a un día de jardinería ¡Que divertido!
Sowon río al escuchar el tono sarcástico que utilizaba su novia.
-Esta bien, ya me tengo que ir, tengo que continuar con el trabajo.
~Espera, una última cosa, ¿Estás en tu oficina?
-Si.
~¿Sola?
-Si, ¿Por qué?
La pregunta fue sucedida por un repentino gemido que dejó helada a la mayor. Aunque era paradójico decir que se había congelado cuando la realidad es que había sucedido todo lo contrario. Sonrió con malicia y volvió a hacer otra pregunta.
-¿Que fue eso?
-Un pequeño regalo en agradecimiento por el detalle del desayuno.
La mayor mordió su labio suave y delicadamente sintiéndose atraída al pequeño jugueteo que había iniciado la contraria.
-¿Ah si?
~Si, es más, cierra tus ojos. Imagina ese mismo sonido pero mientras me besas por encima del encaje.
La mayor acató la orden y tenía sus ojos cerrados mientras obedecía la secuencia de imágenes que la proporcionaba la narradora.
Comenzaba a sostener cada vez con más fuerza el celular sabiendo que debía mantenerse comedida por el contexto laboral en el que se encontraba pero para cuando pensó actuar con mesura su respiración ya era bastante pesada.
-Sojung-ah, aquí est...-la puerta se abrió de la nada. Por supuesto, sin tocar, esa era Minji, como siempre, pero esta vez con una jovencita a su lado.
Sojung abrió sus ojos con molestia más que nada por la interrupción pero no tenía más alternativa que disimular. Con sus manos le indicó a la otra Kim que mantuviera silencio y que esperara allí mientras ella acababa la llamada de "Trabajo".
-Si, comprendo. Mañana estarán todas las carpetas organizadas en su escritorio junto con el balance del departamento.
Dicho esto, antes de finalizar la llamada, escucho a Eunbi estallar en risas.
~Esta bien, nos vemos en casa. Te amo.
-Yo también.
Al dar por terminada la llamada paso sus manos por su rostro con frustracion.
-¿Mal momento para llegar?
-Para nada. -respondió haciendo movimientos circulares con su cuello para distenderse. -Llegaste más tarde de lo que pensé.
-Lo sé, se retrasó un poco el recorrido. -confesó acercándose al escritorio con la chica siguiendo sus pasos -En fin, ella es Lee Yoobin y será pasante en esta empresa por un mes. Como ya sabes trabajarán juntas así que espero que se lleven bien.
Sowon se puso de pie y junto con una sonrisa amable le extendió la mano a la joven. Esta última aceptó el apretón de manos devolviendo la sonrisa.
-Ahora que ya se conocen yo ya puedo irme a continuar con mi trabajo -anunció Minji -Si me necesitan estaré en mi oficina.
Ambas chicas asintieron y esperaron a la salida de Jiu para comenzar a organizarse.
-Bien, entonces veamos por dónde comenzamos...
《●●●》
Eunbi estaba sentada en su cama preparando el tan hablado bolso con todo lo necesario para el parto, aquel que las madres preparan dos o tres meses antes del nacimiento.
Se dice que a partir del octavo mes el niño podría nacer, las probabilidades son pocas pero podría suceder. Estaría en condiciones para sobrevivir pero siempre es preferente que su nacimiento sea una vez transcurrido el noveno mes.
Metió lo necesario tanto para ella como para el bebé y lo cerró permaneciendo inmóvil luego de cerrarlo.
Pensaba en tantas cosas a la vez, cosas que habían quedado en su mente luego de estar esa misma tarde reunida con otras futuras madres haciendo jardinería.
Para su gusto hablaban demasiado pero aún así estaba alegre de haber ido, era información muy útil la que le dieron y además se divirtió hablando de alguna que otra tontería.
Estos dos meses tal vez no serían los más cruciales para el bebé pero si para ella. Sentía que había tanto por organizar en medio de la incertidumbre pero poco a poco iba haciendo lo más básico.
Comentarle a sus padres la relación que tenía con Sojung era una de ellas. Por otro lado, preparar el bolso cosa que ya podía tachar de la lista de quehaceres; antes estaba un poco desorganizada pero las mismas madres le hicieron una lista mental que la obligó a llegar a su departamento y cumplir con ella antes de que la ansiedad continuara aumentando. Y por último, su tercera gran inquietud era la del espacio.
Había analizado cada rincón de su departamento y ninguno la había convencido lo suficiente para ubicar el sector de Yunho. Definitivamente necesitaba una habitación más pero eso no lo conseguiría en su departamento ya que era muy pequeño, a menos que pusiera unas mantas en el lavamanos del baño y lo convirtiera en una cuna.
-No quedará más opción que mudarnos -comentó en voz alta mirando la habitación.
Cuatro paredes que estaban dentro del departamento el cual pagaba mes a mes sin falta. Por mucho que amara ese lugar, sobre todo por ser el primer lugar que alquiló con su propio sueldo luego de trabajo duro, ya era hora de conseguir y asentarse en una verdadera casa.
Construir un hogar...
Abrió su armario y depósito el bolso en una de las repisas mientras pensaba en tomar cuanto antes su laptop para comenzar con la búsqueda de un inmueble apropiado.
En simultáneo con su pensamiento escuchó una puerta abrirse y continúo a eso la voz de su novia anunciando su llegada.
-Amor -emitió como respuesta la menor saliendo alegre del cuarto para encontrarse con su novia.
Unieron sus labios en un amoroso beso y paso siguiente la mayor bajo para dejar otro tierno beso sobre la barriga de Eunbi.
-¿Cómo han estado? ¿La pasaste bien en la reunión de jardinería? -preguntó incorporándose nuevamente expectante a la proxima respuesta.
-Tenías razón, Unnie -asumió sonriente -La pase muy bien y Yunho también le agradó, es más, hasta traje un recuerdo para los tres.
Caminó hasta una repisa cercana siendo seguida por la mirada curiosa y enamorada de su novia. Tomó entre sus manos una pequeña maceta y regresó junto a Sojung.
-Que hermoso...¿Cactus?
-No es solo un cactus, él es Paul -presentó a su amigo de la familia de las cactáceas. -¿Sabías que no se riegan casi nunca? Es maravilloso.
-¿No tenías un nombre mejor? -cuestionó a modo de broma recibiendo una expresión de fastidio de la contraria. Dejando de contener una risa continuó -Quita es cara que Paul es tan hermoso como tú.
-No puedo creer que seas tan cursi. -contestó dando media vuelta para dejar a Paul en su sitio.
La mayor elevó sus cejas al mismo tiempo que su boca se abría con una divertida indignación. Aceleró sus pasos buscando colocarse frente a la menor.
-¿Acaso me esta diciendo cursi la persona que la semana pasada me escribió un poema?
-Tienes razón pero no fui yo, me hackearon.
-Aja si -sonrió con sarcasmo ante tal excusa -¿Por qué simplemente no me besas que me tienes aquí espe...
La menor cumplio los deseos de Kim antes de que esta acabara con su sentencia.
-¿Y cómo te fue en el trabajo? -dio un paso hacia atrás y con su pulgar limpió el leve labial corrido de la boca contraria.
-Estuvo bien, hoy particularme fue extraño y resulta que ahora estoy a cargo de una pasante. Fue algo bastante improvisado, idea de Minji, pero creo que mañana la reubicaran. Ya veremos que sucede...
《●●●》
1 semanas más tarde...
-Me gusta -aseguró Jung asintiendo para si misma con un sutil movimiento de cabeza -Pondría la cama justo aquí entonces nuestras cabezas quedarían en dirección hacia el norte.
Caminó un poco más por el espacio de aquella habitación totalmente vacía. Se detuvo mirando la ventana que proporcionaba una cálida luz natural en la posición ideal en referencia con la cama.
Siendo la tercera casa a la que habían visitado con su novia ese día, esta última parecía la indicada. Estéticamente la estructura les resultaba maravillosa, era ligeramente espaciosa, lo suficiente para conseguir un ambiente cómodo y acogedor; contaba con ingreso de luz natural y hasta tenía un lindo jardín en la parte trasera.
-Además la puerta no estaría alineada con la cama lo que es muy importante.
-¿Tan importante? -preguntó la mayor curiosa frente a los comentarios decorativos de la contraria.
-Según el Feng Shui si es tan importante, la disposición de las cosas tienen que proporcionarte armonía y tienen que tener concordancia con tu espacio -explicó.
-¿Desde cuando sabes de Feng Shui?
-¿Nunca te lo dije? Trabajar en una biblioteca hace que la mayoría del tiempo estés leyendo lo que sea, así es como llegué a un libro de decoración de interiores y Feng Shui.
-Así que por eso escondes tantas sorpresas -dijo abrazando por detrás a la bajita. -Realmente me gusta esta casa, te verías hermosa jugando en el jardín con Yunho.
-Y tú te verías hermosa arropando a Yunho en su habitación -respondió con una sonrisa tonta de felicidad en su rostro. Dio media vuelta para mirar Kim -¿Nos imaginas cantandole una canción de cuna?
-Disculpen -la presencia de la agente inmobiliaria interrumpió el momento. Se encontraba con una carpeta en su mano y un teléfono celular en la otra además de la infaltable sonrisa simpática de vendedora -¿Ya decidieron si se quedaran con la casa?
-Estamos fascinadas -respondió Kim procediendo a mirar a su lado para notar la cabecita de Jung asintiendole. Sin necesidad de emitirse ningún sonido lo decidieron -Vamos a comprarla.
Paso siguiente a la confirmación de la compra se les extendió una carpeta con un contrato y se discutió la próxima reunión para la entrega de las llaves de la casa, la cual sería una vez realizado el pago.
Luego de ultimar los detalles salieron de la propiedad. Sojung había pedido la mañana así que se dirigió al trabajo luego de dejar a Eunbi en la casa de su madre.
-Buenos días señorita Kim -saludó la pasante colocándose de pie rápidamente para hacer una reverencia cuando la alta entró a su oficina.
Lee continuaba a su cargo, no había sido asignada a otra persona y aquello no terminaba allí, había un detalle no menor y es que, al no haber oficina libre en el tercer piso, había estado trabajando con Yoobin metida en su oficina.
Afortunadamente el lugar era espacioso y ella era silenciosa y eficiente lo que era muy positivo pero estaba en su lugar de trabajo así que si bien no era una molestia si la hacía sentir extraña.
-Buenos días Yoobin. -respondió la mayor dejando sus cosas en el escritorio para posteriormente sentarse en su silla. Sacó de su bolso una carpeta. Al abrirla y encontrase con sus obligaciones las miró un minuto fijamente para después liberar un largo suspiro.
-Necesito un café -musitó al llegarle una alerta de su cuerpo semi adormecido producto del cansancio.
-¿Quiere que vaya por un café? -preguntó Lee quien parecía haber captado el susurro -O puedo traerle algo de comer, ya casi es el horario del almuerzo.
-No es necesario Yoobin, puedo hacerlo yo. De todas formas te lo agradezco.
Ante su declaración y luego de recibir el asentimiento de la chica aparentemente servicial, prosiguió a levantarse y encaminarse a buscar su café.
-Señorita Kim -la nombrada se detuvo antes de cruzar la puerta y dio media vuelta -¿Le molestaría llamarme Dami?
Algo en esa pregunta le saco una pequeña sonrisa a Sojung. Es decir, la seriedad de Yoobin junto con la apariencia algo ruda y su voz grave le resultaban paradójicos para tener un apodo que sonaba muy tierno.
-Esta bien, Dami. -respondió con ternura antes de volver a su camino notando de reojo como la menor sonreía.
Mientras en la empresa donde trabajaba Sojung sucedía esta escena, en otra parte de la ciudad estaba Eunbi en casa de su madre.
Sentada en el patio recibiendo algo del tibio sol que chocaba contra sus párpados cerrados, la brisa movía su cabello mientras ella estaba completamente en un estado sosiego.
El sonido de su madre acercandose le hizo abrir los ojos. Esta le depositaba una infusión de jengibre sobre la pequeña mesa circular del jardín.
-Gracias -dijo tomando entre sus manos la taza agregando una sonrisa de agradecimiento -Este te es lo único que me ayuda a controlar la ardor estomacal, la sandia dejo de tener efecto.
-Yo tuve el mismo problema cuando estaba embarazada de ti, me la pasaba días enteros bebiendo jugo de naranja. Por lo general el cítrico en exceso generaría más problemas pero en mi caso producía el efecto inverso. -Confesó con ternura y algo de nostalgia recordando a su hija de pequeña. -¿Piensas que extrañarás estar embarazada cuando Yunho nazca?
-Ahora mismo quiero que nazca, no puedo esperar poder tenerlo en mis brazos pero supongo que también extrañaré un poco estos 9 meses. Es muy probable que eche de menos el comienzo de la mejor parte de mi vida.
-Estoy muy orgullosa de ti -expresó la mujer.
-Te amo mami -tomó la mano de la persona más importante en su vida.
El momento madre e hija se vio interrumpido por un mensaje entrante. Quien lo enviaba era Sojung y este decía:
-"Gracias por la carta" -leyó Jung completamente extrañada -¿De qué carta habla?
"Yo no escribí ninguna carta ¿o te refieres al poema?" respondió la menor.
-"Habia una carta de amor metida entre mis cosas, supuse que habías sido tú" -analizó la respuesta rápidamente adentrándose en un enigma no tan enigma.
Para más claridad habia que echarle agua.
"Amor, alguien en la empresa la escribió para ti." -contestó con la situacion haciéndole bastante gracia. -Parece que Sowonnie tiene un admirador o admiradora en el trabajo.
Eunbi simplemente cerró sus ojos y se acomodó en la silla para continuar llenándose de los cuatro elementos de la naturaleza.
Pero dentro de la empresa había una Sojung bastante confundida releyendo por cuarta vez la hoja impresa pensando quien pudo haber sido.
Definitivamente tenía que ser alguien con acceso a su oficina, con completo acceso a sus cosas...
-Dami -pronunció tomando la hoja entre su dedo índice y pulgar sosteniendolo frente el rostro de la contraria. -¿Esto es tuyo?
La nombrada frunció levemente el ceño mientras leía, meramente como signo de concentración, para luego regresar su cuello a su postura natural y negar con la cabeza.
-¿Estas completamente segura? ¿Tal vez sólo te equivocaste de bolso o carpeta? -la chica volvió a negar con total seguridad. -¿Entonces has visto a alguien entrando a la oficina? Cuando hace un instante fui hasta la cocina a hacerme un café ¿No saliste de la oficina? Puede que hayan entrado en ese momento.
-No lo creo, no he salido de aquí y tampoco he visto a nadie entrar. -aseguró -Si fuese una equivocación mía lo confesaría pero tampoco lo es. Posiblemente no lo hayan dejado hoy, puede ser de ayer o la semana pasada y hasta hoy lo ha encontrado señorita Kim.
La mayor se descargó con un largo suspiro y dejó las cosas como estaban pero con bastante desconfianza ¿Acaso Dami le decía la verdad?
《●●●》
-No creo que debas preocuparte por esa carta -opinó Eunbi colocandole cinta a una de las cajas que estaban preparando para la mudanza. -Cualquiera se puede enamorar de ti.
-¿No te molesta?
-Claro que no Sowonnie -afirmó mientras tomaba un marcador y colocaba "cocina" a la caja previamente sellada -Tú no has hecho nada malo, estas cosas suceden; sería una tontería sentir celos de algo que ni siquiera tú sabes de quien proviene.
-Tienes razón, es que no quería que volviese a suceder una situación similar a la de Minji.
-Porque eso era una situación completamente diferente -Jung detuvo lo que estaba haciendo para observar a su novia -Primero que sabía quién era ella, ambas me hicieron creer que sentían algo mutuo, yo no sabia que tú estabas enamorada de mi y claramente no éramos pareja. Mis celos y desesperación estaban totalmente justificados porque pensé que estaba perdiéndote.
-Lo sé, no suelo razonar así, se que no hay punto de comparación de una situación con la otra -admitió lo suficientemente avergonzada como para desviar la mirada -Es que ¿nunca fuiste tan feliz que comienzas a sentir un miedo irracional por perderlo todo?
La menor ladeo su cabeza con una sonrisa en su rostro pensando "¿Hasta qué punto se puede amar a alguien?". En ese instante descubrió que posiblemente estaba frente al lado más vulnerable de Sojung ¿Estaba temiendo dejar de ser feliz? No podía permitir que sucediera eso.
Se acercó hasta la chica que aún no quería fijar su mirada y parecía una niña pequeña recibiendo un regaño.
-¿Piensas que la felicidad tiene un precio? ¿Qué por cada cosa buena que te sucede luego vendrán diez malas? -Tomó las manos de su novia y la miró a los ojos -Sowonnie, yo no puedo prometerte la felicidad eterna porque eso depende de ti, debes sentir que mereces todo lo bueno que te sucede y disfrutarlo; nunca dejes de ser feliz por algo o alguien. Lo que si puedo prometerte es que la familia que ambas estamos construyendo no la vas a perder. Mira, vamos a tener un hijo, después nos mudaremos a nuestro hogar y por último quien sabe, tal vez nos casemos ¿Comenzamos de atrás hacia adelante? Por supuesto pero eso esta bien, cada uno empieza por donde quiere, y todo lo que hacemos es porque confiamos la una en la otra ¿Cierto? Yo te amo y tú me amas.
Sojung se había quedado sin palabras, a veces no reconocía a la Jung Eunbi que tenía frente a ella, no lograba asimilar que en tan pocos meses había madurado exageradamente.
¿Esta mujer era la que hace meses no tenía un objetivo fijo, tenía una vida poco estable y estaba asustada por tener un hijo? Ahora mismo parecía el huracán más imparable de todos, su vida cambió rotundamente pero ella estaba más organizada, fuerte y segura que nunca. Era la primera vez en su vida que la escuchaba hablar con tal sabiduría.
-Si lo dices así entonces si, tienes razón. -asumió. Dejó un beso en la frente de la bajita y la abrazó con fuerza necesitando sentir cada fibra de su cuerpo. -Gracias.
Se mantuvieron unidas por largo rato compartiendo aquel momento tan íntimo. Era reconfortante para las dos saber que existía una persona en el mundo con la cual podían exponer su alma y sentirse seguras.
-¿Tienes hambre? -preguntó Jung separándose escasos centímetros únicamente para mirarla a la cara.
-Puede ser, un poco, si quieres puedo coc...
La menor interfirió la propuesta tomando las mejillas de Kim y acercando su rostro para repentinamente devorar su boca. Acto que la contemporánea no rechazó y continuó los movimientos fervientes de sus bocas mientras llevaba sus manos a la cintura opuesta. Ninguna ejercía demasiada presión sobre el vientre de Eunbi claramente, lo único que estaba ejerciendo presión comenzaba a ser la ropa
-Yo si tengo hambre -afirmó Jung una vez que tomaron lo mínimo e indispensable de distancia para recuperar el aire.
Las pupilas de ambas estaban dilatadas y la temperatura del ambiente estaba a nada de llegar al punto de ebullición.
-Yo también. ¿Vamos al cuarto?
Eunbi alcanzó a asentir antes de que su mano fuera tomada con fuerza para caminarse velozmente hasta la habitación.
De cualquier forma todavía tenían tiempo para continuar armando las cajas de la mudanza.
《♡》
Buenas buenas ¿cómo andan? Tanto tiempo.
Voy a confesar que me siento un poco rara escribiendo otra vez o tal vez me siento rara publicando un capítulo después de mucho. Posiblemente sean las dos.
Les ruego que después de esto no haya un comentario de "ahora a esperar el siguiente capítulo dentro de 4000 años" porque les dije que me voy a esforzar en terminar la historia lo más rápido posible.
No hay mucho más que comentar aunque creo que podría decir que mientras terminaba de escribir el capítulo me acordaba de cuando comencé la historia ¿cuándo fue? ¿2018 o 2019? La verdad es que no se pero se que fue hace mucho tiempo y es gracioso porque en ese momento se que deje en la descripción del primer capitulo algo como "se que la historia que quiero llevar adelante es algo compleja pero espero que mi yo del futuro sepa plasmar lo que quiero"
En fin, mi conclusión es que: esta historia siempre tuvo como fin el desarrollo personal de un personaje a través de un medio (en este caso en particular utilicé un embarazo) y a la vez que este personaje fue madurando, como esta historia me llevó bastantes años y sin contar que todavía no la termine, yo también maduré junto al personaje.
Nada, para reflexionar porque si alguien lee esta historia desde el comienzo creo que ambos desarrollos se pueden apreciar, incluso las personas que la leyeron desde la primera vez que fue publicada tuvieron su desarrollo y puede apreciar la historia de otra manera.
Así que siempre reflexionen, tomen agüita y disfruten de la vida.
Acuérdense de poner su espalda derecha.
Nos vemos en el próximo capítulo.
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