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Cuarto mes: 14 a 17 semanas

-¡Unnie! -gritó una niña eufórica corriendo en direccion a Eunha con sus brazos extendidos.

Era la pequeña hermana de Yerin, Yuna o Yuju como la habían apodado, emocionada por volver a reencontrarse con una de sus Unnies favoritas a quien no veía desde que la vida de Jung tomó un cambio rotundo.

Eunbi, de igual manera, abrió sus brazos recibiendo a la menor de 9 años con alegría en un fuerte abrazo.
Aunque ella fuera bajita la menor llegaba a descansar su cabeza más arriba de su vientre sintiendo curiosidad por aquel extraño relieve.

Eunha era tan cercana a Yuna como lo era a Yerin, hasta podía considerarse la tía u otra hermana mayor.
SinB también ocupaba un puesto importante en la vida de la menor ya que siendo la hermana de Eunbi no tardó mucho tiempo para conocerlas a las hermanas, con la única diferencia que Yuju formó un lazo más fuerte con una de las dos porque, a medida que pasaban los años, mientras Yerin y SinB comenzaban con su historia de amor, Eunha se dedicaba en ser la niñera de la niña y lo fue en repetidas ocasiones. Muchas veces para hacerle un favor a la pareja, o tan sólo a Yerin ya que ella era la responsable la mayor parte del tiempo debido a los constantes viajes de sus padres.

-Lo más triste de todo es que yo soy su hermana y ni siquiera a mi me abraza con esa emoción. -comento Rin limpiando una lágrima falsa.

-Es que a mi me extraña, ¿no es cierto? - pregunto aún a la niña aferrada a su cintura quien asintió rápidamente.

Eunha sonrió burlonamente sintiendose satisfecha al notar los ojos de Yerin rodar con brusquedad.

-No me importa, de todas formas yo también puedo abrazar a tu hermana. -refuto posicionandose detrás de su novia para luego abrazar su cintura y colocar su mentón en el hombro de la menor.

Mientras SinB se preguntaba como es que se enamoró de esas acciones tan tontas, Yerin desafíaba a Eunha con la mirada.

-¿Y debería sentirme celosa? Ella es tu novia, ya supere hace muchos años la necesidad de matarte por comenzar a salir con mi hermana en secreto.

-No es necesario que te sientas celosa- negó con su cabeza despreocupada- sólo quiero que sepas que amo hacerla gritar mi nombre.

-¡Yerin! -las hermanas habían gritado al unísono con intenciones asesinas en su voz.

Mientras que Hwang abandonaba los brazos de su pareja para golpearla como se lo merecía, Eunha fulminaba con la mirada a la chica rezando por mantener su mente en blanco.

-Unnie, Hiciste que las dos gritaran. - la niña que se encontraba confundida se hizo notar con su característico tono infantil. - Pero los gritos no son agradables, ¿Qué es lo divertido?

Eunha descendió hasta llegar a la altura de la chiquilla y jugar con su cabello.

-No escuches a tu hermana, yo tampoco veo que gritar el nombre de una persona sea divertido. -apoyo la declaración de Yuju intentando que la inocencia de esta quedé intacta mientras movía de un lado a otro el flequillo de la menor.

Se reincorporó en el momento en que la contraria asintió alivianando su preocupación.

-Y tú qué te preocupas por el futuro del niño que llevas dentro. -sonrió SinB expectante de las acciones de su hermana señalando con la palma de su mano abierta la tierna escena- Creo que tienes suficiente experiencia con Yuna-ah.

- Ella tenía 3 años cuando la conocí, ademas, no es mi hija. -aquella era otra preocupación que tenía Eunbi. - Una cosa es ser niñera y otra madre.

Ni siquiera ella sabía como había sobrevivido toda su vida y temia no ser lo suficiente para el bebé. No ser la madre que el necesita.
Pero aunque ella no lo hubiera notado, enfrentarse con la culminación de su cuarto mes, no hacia más que sumar los días, las hora, los minutos y los segundos en los que Eunha se preparaba inconscientemente. Tiempo en el que las ideas que rondaban por su mente pensando como una sola persona, pasaron a ser en función del bebé, y eso era prueba suficiente para saber que Eunha haría un muy buen trabajo.

-¿Tienes un niño de dentro tuyo Unnie? -pregunto la infante recibiendo un asentimiento nervioso de la bajita.

-¡¿Te comiste a una persona?!,  ¡¿Eres canibal Eunha?! -bromeo Yerin fingiendo estar horrorizada.- Cuidado Yuna, puede comerte.

- ¿Qué? No, no soy canibal.

-Eso es exactamente lo que diría un canibal. -continuo Yerin expresando sospecha.

-Unnie, puedo tener nueve años pero no soy tonta.

Ambas Eunbis se miraron y estallaron en carcajada mientras que la mayor de todas regañaba con la mirada a su hermana y sintiéndose profundamente indignada.

-Siempre supe quien era la inteligente de la familia. -comento SinB a medida que calmaba su risa.

-Amor, no es necesario que acotes nada a esta conversación.-pronuncio Jung entre dientes.- En fin, si, Eunha está embarazada.

Yuju llevo sus manos a sus mejillas con emoción y miro a su Unnie con sus ojos brillantes llenos de alegría.

-Eunha Unnie, no me dijiste que te habías casado ¿Es por eso no has venido a casa en todo este tiempo?

-Yo no me casé -respondio extrañada.

-Pero en la escuela me dijeron que cuando dos personas se aman mucho y estan casadas la cigüeña los bendice con un hijo.

"¿Como es que todavía es tan inocente teniendo a Yerin como hermana?"

-Ehm, bueno, pero existen casos como el mío donde la cigüeña está muy atareada y decide bendecir a personas antes de casarse. -miro a sus dos amigas que levantaban un pulgar confirmando que había controlado la situación.

-Entonces tampoco me has dicho que tienes novio. -reformulo la pregunta.

La situación que habia controlado se volvió a descontrolar.

-Es que yo no tengo novio. -aquello confundió aún más a la niña.

-¿Entonces tienes novia como Unnie?

Eunha negó con una dulce sonrisa - Yo prefiero sólo a los hombres. -aclaro- pero no tengo pareja, y la cigüeña quería que yo cuidara a uno de sus bebés.

-Tiene sentido. - la niña ladeo su cabeza pensando.

Eunha volvió a mirar a las dos chicas que volvían a elevar sus pulgares.

-Bien, ahora, regresando al tema principal. - SinB unió sus manos creando un estruendo que posicionó la atención de todas en ella. - ¿Me ayudaras?

-Obviamente, por algo estoy aquí ¿No?

-Genial, necesito entrar en papel para luego concentrarme al estudiar.

La reunión en la casa de Yerin consistía en ayudar a SinB a simular un juicio.

Uno de los mayores sueños de Eunbi era convertirse en una abogada de excelencia, y lo que ella decía era real, debía plantear la escena para luego comprender con facilidad lo que estudiaba, y, según ella, era de suma importancia porque no le quedaban muchos días antes de hacer un examen de vida o muerte en la Universidad.

Por lo general, miraba la ley y el orden, o simplemente utilizaba a Yerin quien siempre la ayudaba a estudiar quedándose noches completas sin dormir, viendo como ella leia y volvia a releer los mismos parrafos para luego repetir ese proceso en el siguiente; tambien bebian cafe juntas y cada tanto Yennie le dejaba algun que otro beso para que recuperara las fuerzas.

Pero lo que estaban por hacer era uno de los métodos que mas le había servido a la menor, y debían crear algo grande para que estar lo suficientemente preparada.

-Vamos a la cocina, vamos a necesitar sillas. - Yerin hizo un ademán con su mano y las otras tres caminaron detrás hasta llegar a la cocina.

-Entonces, yo seré la abogada, Yennie la jueza, Eunha la acusada y Yuna el jurado. -determino Hwang mientras cada una tomaba una silla.- Mmm, faltan personas.

Pasó una mano por su barbilla pensando.

-Sowonnie hubiera interpretado muy bien el papel. - Comentó Eunbi suspirando con desilusión y una persistente necesidad de ver a la mayor de todas.

La realidad era que la rutina de Eunha, ese día en particular, había sufrido un cambio principalmente porque Sojung no había ido a su casa como todas las mañanas.
La mayor estaba ocupada con su empleo y Eunha podía entenderlo, Sowon también tenía una vida además de estar pendiente de ella la gran parte del tiempo.
Eso significaba que no podía reclamar nada y debía tragar la incomoda sensación de necesidad.

Eunbi había aceptado Que La extrañaba diez minutos  luego de recibir el mensaje de Sowon avisando que no iba a poder ir, pero le resultaba comprensible, estaba muy apegada a ella, se había acostumbrado y además, tanto movimiento hormonal la tenía demasiado sensible, la intencidad de cualquier cosa que ella sentía se multiplicaban por mil.

Aquellas eran sus razones, nada más...

- Es cierto, es una pena que tuviera que trabajar. -continuo SinB aún pensando que hacer.- Esta bien, no importa, podemos arreglarnos, comencemos.

Dio inicio a la escena chocando sus Palmas.

Yerin, quien tenia una peluca blanca, comenzó a golpear un martillo de cocina contra la mesa.
¿En que momento fue a buscar los dos elementos? Nadie sabe, pero ella siempre parecía tener lo necesario en el momento justo.

Todas prosiguieron a realizar sus papeles pero hasta aproximadamente la décimo sexta escena no lograron conseguir el resultado óptimo. Antes de eso, algunas escenas fueron echadas a perder por los gritos absurdos de Yerin, algunas equivocaciones de SinB, la vegija de Yuna y el hambre voraz de Eunbi que la obligaba a buscar comida bajo los comentarios de Yerin rogandole que no vaciara su cocina y tal vez, también, la misma sensibilidad de Eunha quien comenzó a llorar a mitad de una escena quejándose porque se le habían acabado las galletas con chocolate.

Y obviamente aquí no estaba Sojung para abrazarla y luego salir corriendo a comprar un suministro completo de galletas con chocolate.

Al no tener otra opción, se mantuvo callada sin hacer ningún berrinche recordando que Sowon generalmente le insistía en mantener una alimentación correcta y saludable.
Literalmente se lo recordaba tanto que Eunha podia oirla dentro de su cabeza, pero al fin y al cabo eso era bueno porque podía utilizarlo para controlarse y no perjudicar a su bebé.

Que haría sin Sojung ¿no?

Con esa misma idea en mente, logro pasar la mayor parte de la tarde allí hasta que el sol comenzó a caer. Y nada mejor que aquello para Eunbi  porque por fin vería a su Unnie.

-Creo que me iré antes de que siga oscureciendo. -informo tomando su abrigo y llegando hasta la puerta en grandes zancadas.

-Pareces muy emocionada por irte. - Comentó Yerin. - No creo que la noche sea lo que te da prisa.

-No, es que Sojung pasará por casa como siempre y no quiero hacerla esperar. -respondio metiendo las manos en su gigante abrigo tantanteando con sus manos que todo estuviera con ella, sus llaves, su celular, etc...

-No tengas tantas prisas hermanita. -SinB apareció con su celular entre sus manos tecleando algo.- Le dije hace ya rato que estabas aquí, pasará a recogerte.

-¿Y tú por que hablas con ella? - respondio Eunha con un tono algo agresivo.

-¿Por que tambien es nuestra amiga?

-No, me refiero a porque le tienes que informar donde estoy yo y que pase a recogerme como si yo no supiera cuidarme.

-Pero yo...

-¿Estas diciendo que no soy independiente?

-¡Nunca dije eso!

-¡Si!, ¡lo acabas de decir!, ¡No necesito que nadie este todo el tiempo detrás de mi!

-¡Sojung pasa todo el tiempo detrás tuyo!

-¡Pero Sojung es Sojung!

Mientras tanto, Yerin y Yuna permanecían escondidas detrás del sofá intentando protegerse de lo que parecía la aproximación de la tercera guerra mundial.

-¿Y eso que significa?! Acabas de decir qu...

-¡Yo no dije nada! ¡Quieres meter palabras que no estuvieron en mi Boca!

-¡Estas loca! -ese grito por parte de SinB culminó la discusión dando paso al llanto de Eunbi.

Al reinar el silencio tan sólo llenado por el llanto de Eunbi, segundos luego de aquello, el timbre hizo presencia.

Como ninguna de las dos Eunbis pretendía moverse de su lugar, la mayor de todas comprendió que era su labor abrir la puerta.

-Eunha está junto a la puerta, ¿crees que si me acerco puede ocurrir una tragedia? - se dirigió mediante susurros a su pequeña hermana para luego tragar en seco dejando en claro su temor.

-Mmm, con suerte sólo te quebrara un brazo. -la menor se mantuvo sería atemorizando aún más a su hermana.

-Gracias por decirlo, me alivia mucho. -contesto con evidente sarcasmo y nerviosismo. Luego de rodar sus ojos tomó una bocanada de aire y se puso de pie.

Camino dos pasos y miro detrás de si para ver como su pequeña hermana levantaba sus dos pulgares.

-Tu puedes Unnie -susurro.

Yerin asintió y sin más opción camino el corto trayecto hasta estar lo suficientemente cerca para rápidamente tomar el pomo de la puerta, abrirla, y luego saltar nuevamente detrás del sofá dejando que quien estuviera detrás sea la posible víctima de Eunha.

Pero casualmente la persona detrás de la puerta era Sojung. Esta Observo el pequeño panorama confundida y sin dudarlo abrazo  a Eunha.

Ya sea por arte de magia, un impulso, Superman o una fuerza sobrenatural, de inmediato el llanto de la bajita comenzó a cesar hasta ser un sutil sollozo al reconocer la tan característica calidez que emana el cuerpo y la tan única sensación de protección que podía brindarle Sojung.

-¿Que paso? - Pregunto cerrando la puerta con su pie para no soltar a la corta que parecía muy cómoda reposando su cabeza en su pecho.

-Pregúntale a ella, comenzó a discutir de la nada. -respondio la Eunbi menor aún ofuscada. - Luego le dije loca y comenzó a llorar, sin contar que también lloro más temprano cuando se quedó sin comida.

-¿No se han dado cuenta? - la curiosa ceja elevada mostraba su sorpresa frente a la incredulidad de las otras tres presentes en la sala. - Son las hormonas, mientras más tiempo pasa hay más movimiento hormonal, lo que desencadena estos cambios bruscos de humor y otros factores.

Un largo "Ahhhh" de las otras chicas se escuchó.

-No se sorprendan si esto sucede cada vez más seguido, siempre depende de cada mujer pero al parecer en ella es bastante frecuente. -movio suavemente su mano acariciando la espalda de la chica entre sus brazos.- Es extraño que no se los haya explicado.

-¿Eso quiere decir que nuestra vida no corre peligro? -Jung salió lentamente del sofá con precaucion.

-Claro que no idiota. -respondio Eunha saliendo por fin de su reconfortante zona.- Lo siento por...lo de antes.

-Todo estára bien mientras no me quiebres ninguna parte de mi cuerpo, ¿No lo harás no? - Eunbi rodo los ojos negando. - Entonces aquí no sucedió nada.

Ambas Eunbis se miraron arrepentidas.
La menor de las dos mantenía sus brazos cruzados resistiendo su impulso de correr hacia su hermana.

-Yo también lo siento. -suspiró rindiendose para asi unir sus cuerpos en un abrazo- No debí llamarte loca, aún me cuesta ponerme en tus zapatos.

-Yo no debí gritarte, y debí haberles comentado de esto hace tiempo. -momento emotivo que todas presenciaban con ternura.- Bien, creo que ahora si es hora de irme.

Luego de separarse, Eunha y Sojung se despidieron de todas para continuar con su camino de regreso a la casa de la corta.

En cuanto la puerta se cerro la dueña de la casa dejó escapar un largo y audible suspiro provocando la risa de su novia.

-¿En serio le tenías tanto miedo? -pregunto la menor.

-Claro que no.

Eunbi volvió a reír negando mientras le extendía su mano -Ven aquí miedosa.

-¡No soy miedosa!. -protesto mientras aceptaba la mano de su pareja para regresar a la cocina.

Abrieron los libros y Eunbi se sentó en la mesa para comenzar a repasar lo que había interpretado hace rato asegurándose de haber seguido un procedimiento correcto.
Yerin se dirigio hacia la heladera sacando un refresco y en el preciso momento en el que iban a iniciar sus acciones una tercera se sumó a la mesa.

-Unnies. -Yuna llamo la atención de ambas. -Estuve pensando sobre lo que dijo Eunha Unnie.

-¿Ah si? Que cosa - Pregunto SinB despreocupada.

-Sobre lo de la cigüeña.- en ese momento, ambas chicas se paralizaron- Ella dijo que la cigüeña estaba muy ocupada y por eso le dio un bebé.

Yerin continuo sirviendo la coca cola en los tres vasos con la mayor naturalidad posible mientras que SinB cruzaba sus dedos bajo la mesa y asentía a la pequeña.

-Si, ¿qué sucede con eso? -le sonrió apretando aún más sus dedos.

-Es que, hace unos días, un chico de mi salón dijo que los bebés no los traía la cigüeña y luego dijo que venían luego del sexo. - el pulso de las chicas se aceleró descomunalmente al escuchar la última frase.- ¿Qué es eso?

Estaban perdidas...

El nerviosismo de ambas era tan compacto que cualquiera podía palparlo.
Yerin dio la vuelta para traer los vasos hasta la mesa en un completo silencio.

Mientras la niña esperaba una respuesta, la pareja se miro entre sí por algunos segundos y tomaron la decisión más madura que encontraron, y la que tomaría cualquier adulto en ese momento.

-SinB, explícale tu.

-Claro que no, tu eres la hermana, tu hazte cargo.

-Pero tú eres la novia de su hermana.

-Pero tú eres la mayor

-Pero tú explicas mejor

- Pero confía más en ti.

-Pero tú eres mujer

-¡Tú también eres mujer!

-¡Bien! Sólo...hagamoslo las dos. - suspiro rendida sentándose junto a su novia.- Empieza tu.

-¡Yerin!

-Bien bien...ehm, ¿por donde el empiezo? -paso las manos por su rostro para luego entrelazan sus propios dedos.- Bueno, lo primero que tienes que saber de todo esto es que tu no lo harás hasta que tengas 30 años ¿entendido?

La niña asintió rápidamente para darle lugar a la tan indeseada charla.

Mientras que la pareja vivía uno de los mayores suplicios de su vida, otras chicas la estaban pasando realmente bien en el auto de la más alta.

-¡Gracias!, ¡Gracias!, ¡Gracias! - decía la menor abrazando por el cuello a la contraria quien intentaba conducir.

-No fue nada pero ahora sueltame que terminaré con alguien arriba de mi capot. -sonrió sintiendo como Eunha negaba apretando aún más sus mejillas.

-¡Te quiero!, ¡te quiero!, ¡te quiero! -repitió para luego dejar repetidos besos en la mejilla de su amiga.

Sojung por fuera parecía normal pero por dentro estaba necesitando reanimación porque estaba al borde de la muerte.

- Yo también te quiero. - No, no la quería, la amaba. - Pero por favor siéntate.

Esta vez si obedeció el pedido Pero antes de cumplirlo volvió a dejar otro beso en la mejilla.

-Para que necesito una pareja si tengo a Sowonnie. - Kim la miro de reojo y volvió a sonreír mientras que Eunbi depositada su cabeza en su hombro. - Gracias por el helado.

-Denada, pero ¿Puedo pedirte un favor? - asintió. - No lo termines en 10 minutos y luego me despiertes a media noche para que compré helado de vainilla.

-Si, lo siento por lo de la semana pasada, no lo pude controlar y tu eres la única qu...- las palabras quedaron atrapadas en la garganta de la menor mientras que su sonrisa se desvanecia.

Sojung miro repetidas veces a Eunbi preocupaba por su cambio drástico.

-¿Eunbi?

-¿Por qué siempre estas detrás de mi? -recordó el tema por el que había discutido con su hermana.

-¿Que?

-Que si crees que yo no puedo cuidarme sola.

-Claro que puedes cuidarte sola, eres una mujer fuerte e independiente.

-¿Entonces por qué siempre estas más pendiente de mi que cualquier otra persona?

-¿Es necesario este planteo? - la menor asintió haciendo que la mayor rodará los ojos. - Porque me importas, porque eres mi amiga y porque podría estar brindandote la ayuda mínima que cualquier persona debería darte, pero yo prefiero darte eso y más; la única realidad que hay aquí es que mirandolo desde mi perspectiva lo nuestro es un equipo, no sólo yo creyendo que necesitas ayuda porque no puedes tu sola.

Sin pensarlo dos veces Sojung dejo caer su mano en la pierna de Eunbi.
La respuesta externa de esta fue asentir mostrándose convencida, pero la respuesta interna fue un golpe seco en su pecho, una veloz sensación que hizo sentir extraña a la menor por algunos segundos.

-¿Entendiste? Si hago esto es porque realmente quiero hacerlo y aunque te niegues no habrá forma de que te deshagas de mi, porque...

-Porque somos un equipo. -completo la frase llevando impulsivamente su mano hasta la de la mayor dejando a está sorprendida.

-Exacto, sólo nosotras dos.

Ambas se sonrieron cayendo en un pequeño silencio que era tan sólo opacado por el tenue sonido de la radio encendida.

-Entiendo.

Exactamente, en ese preciso instante, la melodía de una canción comenzó a escucharse en la radio llamando la atención de la alta.

-¿Conoces está canción? - pregunto a la más baja que ya se encontraba absorta moviendo su pie al ritmo del instrumental. La respuesta de esta fue negativa. - Es Promise de Ateez, creo que está cancion encaja perfectamente con nosotras, así que voy a dedicartela.

La menor río curiosa mientras que Sojung subía el volumen para que la contraria pudiera escuchar.

Se que sueles tener miedo
Al atardecer y también  por
la noche.

A diferencia de día
Las noches son oscuras
Ahora cuando el sol se pone
Estamos sintiendo más frío
Pero tu sabes que estoy preocupado
Ahora podríamos ser como
Estrellas

Eunha expandia más y más su sonrisa sintiéndose extraña al escuchar cada uno de los versos. Travieso era el destino que la hacia sentir tan identificada con una simple canción que comenzaba a tocar su interior en unos simples segundos.

Los dos tomando nuestras manos
Parados uno delante del otro
Tomare esto paso a paso
Oh na

Los ojos de la pequeña recorrieron un camino hasta posarse en sus manos unidas sintiendo como todo, aunque pareciera un desastre, se colocaba precisamente donde debía estar, y aquello sólo lo lograba una persona.

En cualquier oscuridad
Incluso si nuestros caminos están bloqueados por todas partes

Sin poder evitarlo miro a Sojung y está señalo su oído dando pequeños golpes con su dedo índice indicando que escuchara.

Otro golpe en seco dentro de su pecho ocurrió cuando observó como esta tomaba una bocanada de aire y comenzaba a cantar.

Recuerda lo que te dije
No perderás mi mano
Te lo prometo
Nadie te derribara

Tu y yo
Es una promesa
Nadie te derribara
No te preocupes
Yo estaré ahí

Estas brillando como una estrella

Su boca volvió a cerrarse plasmando una sonrisa en ella sin dejar de mirar el camino mientras Eunha escuchaba desde su propio mundo, porque había entrado en un transe, la siguiente línea siendo un rap.

Tal vez algún día pueda alcanzarte
Las flores vendrán
Y la oscuridad desaparecerá
Se estará iluminando un
Nuevo brote
Y en ese momento la luz
Nos cubrirá

Somos como el viento para
Nosotros
Prometeme que siempre me
Abrazaras más fuerte
Para que pueda sentir tu calor
Por encima de nosotros
Cuando el sol salga
Te mostraré la luz.

En cualquier oscuridad
Incluso si nuestros caminos están bloqueados por todas partes

Recuerda lo que te dije
No perderás mi mano
Te lo prometo
Nadie te derribara

Tu y yo,
Es una promesa
Nadie te derribara
No te preocupes
Yo estaré ahí

Estas brillando como una estrella

Cada verso, cada palabra, cada letra era precisa, encajaba con su historia y realmente estaba feliz de que sea así, encontrarse en ese momento y de esa manera con Sojung la hacia sentir extrañamente especial.

Tal vez las hormonas la estaban sensibilizando nuevamente pero no quería que el momento acabará. En 4 meses había experimentado infinidad de nuevas sensaciones, muchas de ellas también provocadas por Sowon pero nada como lo que estaba sintiendo en ese momento directo en su corazón.

En el resplandor
Floreciente
El sol está bajando
Cuando todo Florezca aquí
Será alumbrado por luces rojas

Acompañarme mirando hacia
El futuro
Nadie te detendra
Nadie
Te derribara

Ambas se miraron por una fracción mínima de segundos inhalando el suficiente aire luego de que la menor hubiera memorizado el estribillo.

Tu y yo,
Es una promesa
Nadie te derribara
No te preocupes yo,
estaré ahí

Estas brillando como una
Estrella

La la la
La la la
La la la

Nadie te derribara

La la la
La la la
La la la

Nadie te derribara


Cuando la canción finalizo y la voz de el locutor interrumpió las sonrisas bobas de las dos, ambas regresaron a la realidad, más que nada Eunha quien había notado su cambio y rápidamente las sensaciones latentes en su pecho desaparecieron.

No quería arruinar el momento, ni mucho menos generar incomodidad así que decidió sonreír dejando el anterior episodio  de su corazón como otra característica de su embarazo.

-Aún me pregunto como es que no tienes novio, pareces perfecta y aún así nunca e sabido de algún chico en tu vida. -Eunbi atacó directamente a un tema que poco le gustaba hablar a Kim.

-Eso es porque prefiero mantener esa parte de mi vida en privado.

-Pero Sowonnie, ¿nos conocemos hace años y aún no tienes suficiente confianza en mi?

-Claro que confió en ti, sólo que no vale la pena hablar de algo que fue sólo de una noche.

-¿Y por que no sientas cabeza? ¿No encuentras al indicado? -continuo con su interrogatorio.

-No es eso. -apretó el volante con sus manos inhalando una gran cantidad de aire. - Si lo encontré.

-¿Y entonces?, ¿Que haces todavía soltera niña?, Oh espera, ¿tiene pareja?, ¿no le gustas?, ¿Es gay?

-Me refiero a que encontré el amor...-en cuestión de menos de un segundo lo pensó muchas veces si era lo correcto. Lo iba a confesar, claro que no iba a declarase, sólo iba a desenmascarar un gran secreto que nunca se atrevió a develar a su amiga aunque sabia que la menor la aceptaría sin importará que, y ese era el momento, todos los días en los tuvo que aprender a convivir  con sus sentimientos reprimidos la hacían lo suficiente fuerte como para hablar sin mostrar una pizca de dolor.- Yo encontré a la indicada.

Automáticamente Eunha dejo de respirar por algunos segundos.
No hacia falta decir que estaba impactada,  hasta llegó a creer que podía ser un error o una broma  si no fuera por la seriedad de Kim. Sentía cierta alegría de que su amiga estuviera enamorada pero no era la emoción que hubiera esperado.

Estaba compartiendo la atención de su Sowonnie con otra persona y, bueno, no su Sowonnie pero ellas ya eran un equipo como anteriormente lo había dicho Sojung  así que estaba procesando la información con una leve molestia.

-W-wow. -la sorpresa le exigía salir de sus labios.-  ¿Y entonces? Sigue hablando, que sucede con ella, ¿tiene pareja?, ¿No le gustas?, ¿Es hetero? -reitero las mismas preguntas de antes.

-Esta soltera.

-Punto para ti.

-Pero es hetero y claro que no le gustó.

-Auch.

-Tal vez sea algo más que Auch, pero ya no importa, aprendí a convivir con la idea de que nunca me vería de la misma forma.

-¡Kim Sojung! ¡¿Acaso tu eres tonta?! -la mayor se llevó un golpe en la cabeza que la obligó a encorvar un poco su cuerpo.

-¡¿Y eso por qué?!

-Dos cosas- levanto un dedo -la primera es por no haberme dicho esto antes, pero voy a ser considerada y respeto tu tiempo. -levanto otro dedo.- Y la segunda es porque podrías estar buscando a otra persona en vez de estancarte en la misma, en algo que lamentablemente puede no tener futuro. - no es como si eso fuera doloroso para la alta, pero si, lo era. - Aunque es extraño, ¿quién no se enamoraria de ti? -tomó una mejilla de la conductora como una abuela lo haría con un nieto provocando la risa en la mayor.- Estoy segura que has hecho dudar de su sexualidad a más de una chica.

"Menos a ti"

Kim río sin despegar la vista del camino.

-En realidad eso no puedo negartelo, mi belleza puede atraer a cualquiera. - movio su cabello a un lado con suficiencia como broma. - Pero más allá de eso ¿como quieres que logre fijarme en otra persona si literalmente la veo todos los días?.

-¡Es alguien de tu trabajo entonces!

-Ehm, si...- afirmó sin escapatoria. Si lo negaba puede que resultará algo extraño y en el peor de los casos muy obvio.

-En ese caso, se que llegará el momento donde podras olvidarla, y ese día llegará cuando te abras a la posibilidad de encontrar a una persona que también se enamore de ti.

Esas palabras fueron las últimas antes de que Sojung comenzará a aparcar frente la casa de la menor.

En cuanto apago el motor, el zumbido característico dejo de llenar el silencio haciéndolo aún más profundo, pero no por mucho, lo suficiente como para que la que ocupaba el lugar del conductor renovará sus fuerzas para terminar con la conversación.

-Es cierto, algún día llegará esa persona. -Aunque Sojung lo dudaba, respondio con la suficiente convicción con tal de satisfacer a la menor y acabar con la charla. - Ahora entremos que la calefacción se va rápido y ya comienzo a tener frío.

Sus manos, que aún seguían unidas, se separaron, y la mano de la menor se congeló de inmediato y no necesariamente por las bajas temperaturas.

A paso rápido salieron del coche y entraron a la casa para evitar congelarse.

A partir de ese momento fluyeron con naturalidad como siempre, ambas disfrutaron de la compañía mutua y Eunha mantuvo sus sentimientos a raya dejando en evidencia que su pequeño cambio fue provocado por un solo motivo, mientras que Sojung también se encontraba en su estado puro y sintiéndose mejor luego de descomprimir uno de sus mayores secretos de su mente y corazón.

Ambas, aunque no lo mencionaban en voz alta, se habían extrañado.
Al verse luego de un día sin la presencia de la otra, inconscientemente las hizo perder el tiempo mientras se la pasaban juntas.

Habian cenado platicando animadamente sobre diferentes temas, habían reído y bebido vino, de hecho sólo Sojung lo hizo ya que Eunha no debía hacerlo, comieron helado; y mientras aquello les llevó gran parte del tiempo luego la tentadora idea de mirar una película fue más fuerte para ambas que no querían separarse.

Siempre eran tan cercanas a tal punto de estar completamente pegadas o tomadas de las manos amistosamente, pero el ambiente  había sufrido un leve cambio en cuanto sus cuerpos estaban fusionados en una posición completamente cómoda donde cada extremidad tenía su posición perfecta complementando la de la otra encajando como un rompecabezas.

Sojung sentada en la esquina del sofá con sus piernas arriba de este con Eunha recostando su espalda en su pecho cómodamente. Así mismo la mayor colocaba su cabeza en el hombro de la chica delante de ella.

Estaban bien así y no querían ni necesitaban nada más que eso.

Pero aunque quisieran extender el tiempo infinitamente la película finalizo y para ese entonces Sojung miro su celular chequeando la hora.

-Creo que ya es muy tarde. - hablo la mayor con una notable expresión de desilusión.

La contraria se alejó para poder mirar el celular de su amiga y confirmar que ya era muy tarde.

-Si, es cierto, es muy tarde. -afirmo entrecerrando sus ojos encandilada por el brillo del celular.- ¿Y tú tienes que regresar a tu casa?

-Creo que si.

-Pero...podrías quedarte aquí, digo, ya es  tarde y conducir a estar hora puede ser peligroso. -sonrió esperando a que su amiga aceptar. -además hace mucho tiempo no tenemos una pijamada.

Ni la pijamada, ni el riesgo de conducir a altas horas de la noche era suficiente excusa para que Euhna se creyera así misma que no quería pasar aquella noche sola.

Pero también sabía que no quería que cualquier persona pasará la noche junto a ella, sólo quería a Sojung.

-Claro. - la sonrisa de Kim era más encandecente que el propio brillo de su celular, por lo menos para Eunbi.

Ambas chicas, con sus corazones saltando de alegría aunque fueran a dormir en habitaciones separadas, se alistaron y cada una se fue a su respectivo cuarto.

Cuando sus cuerpos estuvieron cubiertos por las sábanas, experimentaron una sensación que para Sojung ya era conocida, pero era completamente nueva para la menor.

La cama estaba descomunalmente fría siendo la sensación opuesta a lo que sentía estando en el sofá.
Intento cerrar los ojos y dejar que la oscuridad la induciera hasta caer en brazos de Morfeo, pero fue totalmente en vano.
El silencio era abrumador y gélido, tal vez, el único sonido que se escuchaba era su respiración.

Pasaban los segundos, los minutos y hasta era muy probable que ya hubiera alcanzado a la hora dando vueltas en su cama Pero no lograba conciliar el sueño.

Pensó que tal vez el insomnio podía ser algúna faceta nueva de su gestación pero aún no estaba convencida. Aún no explicaba la frialdad de su cama y podía encender la estufa, cerrar todas las ventanas y pensar en millones de factores que podrían producir ese cambio drástico de temperaturas, pero sólo una cosa, más bien, una persona era la respuesta.

Y claro que había pensando en ir con Sojung pero no sabía si sería lo correcto molestarla.

Lo pensó por unos segundos moviendo sus pies frenéticamente hasta que tomó la decisión y salió de su cama.
Camino lo mínimo ya que la habitación de huéspedes estaba paralela a la suya.

Lentamente abrió la puerta y camino en punta de pie hasta la cama de la contraria.
Eunbi sonrió inconsciente al ver a su mayor durmiendo plácidamente aferrada a una almohada.
Comenzó a examinar mas a la bella durmiente tanto como la oscuridad se lo permitia comenzando por sus labios entreabiertos, sus facciones finas y delicadas que se encontraban relajadas, y su mejilla abultada por la presión ejercida contra la almohada.

Permaneció unos segundos observando hasta que regresó a la realidad dándose cuenta de lo extraño que era estar viendo a una persona dormir. Sacudió su cabeza quitando la imagen detallada de Sowon y llevo su mano hasta el hombro de esta.

No fue necesario moverla con demasiada fuerza para que Kim despertara y velozmente encendiera la luz de la pequeña lámpara a su lado.

-¿Estas bien? -fue lo primero que pregunto con evidente preocupación.

-Estoy perfecta. -respondio con ternura viendo como el rostro de la mayor se relajaba instantáneamente. - Es sólo que no puedo dormir, ¿Duermes conmigo Unnie?

Sin pensarlo dos veces, Sowon sonrió aceptando y salió de la cama.
Eunbi tomó su mano caminando el pequeño trayecto hasta el otro cuarto.

Se metieron dentro de las sábanas y el clima había comenzado a cambiar, pero aún no era lo suficiente.

-¿Me abrazas? - pregunto algo tímida la menor puesto que no era una petición habitual

-C-claro.

Sojung estaba dispuesta a obedecer a Eunha en todo lo que necesitará pero su corazón también estaba en el juego.
Sabía disimular la mayoría de las cosas que la menor le provocaba pero esta definitivamente era una de las más complicadas.

Se acercó y tímidamente cruzo su brazo por la cintura de la menor amoldando su cuerpo al de la otra encajando perfectamente.
Le preocupaba estar tan cerca que la menor sintiera los latidos desenfrenados en su pecho, pero aún así no sabía de que manera detener el tiempo para poder permanecer de por vida en aquella posición abrazando a la persona que amaba.

Y no había más opción que conformarse con pocas horas hasta que ambas se despertaran y Eunbi dejara aquello como un recuerdo de su fiel mejor amiga.

Pero Sojung se equivocaba, Eunbi estaba descubriendo cosas dentro de si misma que prefería no profundizar por el momento. Sabía que era una de las sensaciones más extrañas pero gratificantes a la vez que alguna vez experimento, y también sabía que ese momento no quedaría en la nada.

Al momento en que sus ojos se cerraron las dos cayeron en un profundo sueño sumergiendose en el comienzo de una historia inesperada para ambas.

《●●●》

El sonido emitido por las aves contra la ventana de la habitación fueron su despertador natural.

Antes de abrir sus ojos, Eunbi comenzó a ser consciente de cada extremidad de su cuerpo y encontraba un cierto peso ubicado en su cintura.
Seguido de aquello sus párpados se abrieron y su visión se aclaró hasta comprender la situación en la se  encontraba.

Sojung aún la estaba abrazando con la diferencia de que ahora se encontraban frente a frente. Ahora, la imagen detallada que había guardado la noche anterior de sus facciones se había actualizado a una mucho más cercana.

La distancia entre sus rostros era diminuta, escasos centímetros las separaban, lo suficiente como para poder recorrer su rostro entero con un simple movimiento de pupilas.
Iniciaba desde el cabello desordenado hasta los rosados y finos labios. En ese preciso lugar, un fuerte latido estremeció por completo el cuerpo de Eunbi, y luego otro y otro.
Golpes secos que hasta resonaban en su mente despertando sus neuronas aún adormiladas.

Y aquellos impactos internos fueron los que poco a poco le dieron la respuesta que no estaba buscando y que no quería buscar.

Que en el fondo lo sabía pero se mantenía camuflado detrás de sus cambios de humor tan sensibles. Excusandose detrás de una vil mentira que podría tener sentido si no fuera porque la respuesta había llegado como un flash.

"Me gusta Sojung"

El pensar aquello no la asusto, más bien, la confundió.

Si bien ultimamente sus reacciones y emociones concordaban con los de una persona con sentimientos hacia otra, no lograba comprender porque justo en ese momento; suponía que la gran confesión de Sowon la había revuelto su interior y se estancó en lo más recóndito de su ser.

Pero no...

Aunque quisiera creer en eso era consciente que hace bastante tiempo venía ignorando muchas cosas que le sucedían al estar con la alta.

Muchas imágenes de su Unnie aparecían en su mente como Flashbacks y ella misma se estaba contestando su otra pregunta.

"¿Por qué una chica? Siempre fui heterosexual"

Pero la pregunta debería haber sido ¿Cómo no sentir cosas por Kim Sojung?

Porque no estamos hablando de una chica común y cualquiera, estamos hablando de una persona especial, particular y única, la que podria decirse que es una en un millon.

La que día tras día se esforzaba con pequeños detalles y grandes actitudes acaparando lentamente el corazón de la bajita, llenando su insignificante vida con luz.

A simple vista podía parecer que no había ningún motivo por el cual no sentirse atraída por Sowon, pero Eunha si identificaba uno que particularmente le molestaba bastante.

La alta ya estaba enamorada y parecía que su corazón estaba totalmente entregado a otra persona.

Acababa de despertar y su mente ya había tenido una epifanía, una muy grande, y había viajado por diferentes conclusiones y preguntas. Divagar en su inicio de celos sería algo apresurado y sobre todo tonto.

La opción más viable era esperar, pensar y aclarar sus ideas, dejar aquello aún lado y en su defecto hablarlo con su hermana, pero con suerte podría seguir ignorando la realidad y continuar un poco hasta que su sistema cognitivo y emocional llegarán a un acuerdo luego de que su bebé nazca.

Aunque del dicho al hecho puede que este algo alejado.

Pensarlo era fácil, llevarlo a cabo no.

Jung fue extraída de sus pensamientos cuando sintió a la contraria removerse suavemente.

Instantáneamente cerró sus ojos fingiendo que aún seguía durmiendo y no había estado discutiendo consigo misma hace segundos sobre sus sentimientos.

Se concentró en mantener su respiración tranquila a pesar de los nervios que le generaba la mano de Kim moviéndose en sutiles caricias en su espalda.

Luego de unos segundos se detuvieron y la mano fue retirada de aquel lugar.
Por el momento parecía que todo era normal pero cambio cuando sintió los labios de Sowon dejando un delicado beso en su frente.

Para ese momento el corazón de Eunbi no tenía forma de detenerse.
Su ritmo cardíaco era equivalente a como si hubiera estado corriendo sin parar.

Luego de aquel suave tacto, la mayor salió de la cama lentamente cuidando de no despertar a la contraria y luego de eso, el sonido de la puerta abriéndose le indicó a Eunha que ya podía abrir los ojos.

Se mantuvo varios minutos con su vista fija en el techo, tal vez 20 minutos para cuando decidió salir de su cómodo lugar.

Camino en busca de Kim hasta encontrarla sentada en la mesa bebiendo café mirando su celular. Frente a ella habia una taza con otro contenido caliente, un Té.

Y es que Sojung no la dejaba tomar demasiado café ya que una embarazada no debía exceder de una taza pequeña por día. De lo contrario sería perjudicial para el cigoto.

Se acercó sin poder ocular una tonta sonrisa y sintiendo un extraño hormigueo donde antes había sido besada.

-Bien día Unnie.

No tardo en recibir como respuesta una linda sonrisa de la chica despeinada frente a ella.

-Buen día bunny. - respondio con su voz ronca debido a que recién despertaba.

La corta sintió otro golpe más en su pecho.

Tal vez estaba por tener un ataque cardíaco y ella lo estaba confundiendo con amor pero realmente le había gustado y enternecido que volviera a llamarla así.

-Desde la secundaria que no me dices Bunny. -tomo la taza de Té entre sus manos.

-Porque tu me dij...- las palabras de Dios, digo, de Sojung fueron interrumpidas por el sonido del portero.

O...

Las palabras de Sojung, digo, de Dios fueron interrumpidas por el sonido del portero

Si, mucho mejor así.

-¿Quien toca a está hora un domingo? - pregunto La galaxia indignada mientras se ponía de pie.

-Son las 11:30, de hecho nos despertamos bastante tarde. -contesto echando un vistazo a su celular.

- No importa la hora, es domingo, ¿Qué dicen los diez mandamientos? - la pregunta sonaba cuál examen sorpresa del profesor más intimidante.

-Ehm, ¿Santificaras las fiestas? - pregunto dudando si su contestación había sido acertada o no.

-Claro que no, hablo de mis mandamientos.

-¿Ahora tu eres Dios? Pensé que yo era Dios.

-Shhh, podemos ser Dios las dos. - la mayor entreccerro sus ojos expresando su extrañeza ante la respuesta.- Y mi mandamiento es "No molestarme un domingo", ¿capichi?

- ¿Eso significa que yo no puedo estar aquí los domingos? -sus manos se colocaron en su cintura.

-No preguntes tonterías. - salió de la cocina con el sonido de una pequeña risa de Kim de fondo.

Al llegar a la puerta la abrió de mala gana preparada para mandar nuevamente a su casa a la persona que la molestaba.

El mal humor desapareció de inmediato al ver a la pequeña Yuna junto con su hermana y la novia de está.

-¡Unnie! - la menor fue la primera en dar palabra abriendo sus brazos para abrazar a Eunbi. - Unnie, me mentiste.

Un lindo puchero de a niña derritio de ternura a la mayor aunque estaba muy confundida.

-¿Eh? -fue lo único que logró expresar mirando a las dos chicas que seguían paradas en la entrada.

Rin estaba pasando una mano por su rostro mientras que Eunbi rascaba su nariz mirando en distintas direcciones.

-Ya se de donde vienen los bebés, no vienen de la cigüeña. - Yuju cruzo sus brazos ofendida.

La respiración de Jung se detuvo y cruzo saliva por su garganta sin saber que responder.

-Yo, ehm, yo...No.

-Tranquila Unnie, no estoy molesta, se que lo hiciste para protegerme. - si Eunha ya se encontraba atónita eso la dejo aún más anonadada.

-S-si, ehm, ¿Quieres ir a la cocina? -cambio de tema colocando una mano en la pequeña espalda- Esta Sowon Unnie.

Y con esa simple frase la menor salió corriendo con una sonrisa hacia la cocina.

Las dos chicas restantes pasaron y cerraron la puerta en un mutismo absoluto.

-¿Me pueden explicar que fue eso? - pregunto molesta y avergonzada rompiendo aquel silencio.

- Yo no soy la responsable de esto. - SinB levanto sus manos para dirigirse por el mismo camino que había tomado la niña.

La mirada acusadora recayó en Yerin.

-Ella me pregunto y fue muy explícita en su pregunta, no pensaba dejarla con la duda una semana hasta que lleguen papá y mamá. - se defendió.

-¿Y te aseguraste de decirle que no debe repetir esa clase de cosas a cualquiera que se le crucé?

-Claro que lo hice, y también le dije que no debía tener sexo hasta los 30.

Una sonora carcajada escapó de los boca de Eunbi.

-Eso cambiará cuando llegue a la adolescencia. -pronuncio como podía entre risas.

-Oye, que tu seas una zorra no quiere decir que ella lo sea.

-Ex zorra para tu información.

-Esta bien, ex zorra. - se corrigió para luego liberar un largo y pesado suspiro.- Fue una noche difícil.

-No puedo imaginarte a ti dando "La charla". -con sus dedos hizo comillas mientras sonreía.

-Ni siquiera yo me imaginaba. - respondio- la peor parte fue cuando me pregunto cómo hacíamos SinB y yo.

Las manos de Eunha fueron a parar rápidamente a su boca evitando que saliera una carcajada aún más fuerte que la anterior.

-No tuve más opción que decirle que nuestra relación sólo era abrazos y besos, sería imposible explicarle todo un proceso lésbico a una niña de 9 años.

-Deberías haberte grabado, pagaría lo que sea por ver tu cara. -dijo en un tono burlón.

-Ja, ja, que gracioso. -decía emprendiendo camino a la cocina. -Algún día pasarás el mismo suplicio con el pequeño que llevas dentro tuyo y yo seré la que se burlara de ti.

-Ya lo veremos...

《♡》

Capitulo larguísimo, onda esto tiene que recompensar mi tardanza.

Sorry por eso.

Pero acá está y eso es lo importante.

Espero que lo apoyen, que les guste.
Comenten y voten.

Atr perro cumbia cajetela piola gato.

Así que sin nada más que decir, creo que me iria yendo a ¿dormir?, no se que voy a hacer con mi vida ahora.

Gracias por existir y leer las boludeces que escribo.

Los amo putos❤

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