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Reacción 7

¿Cómo podía dolerte tanto tanto el cuerpo entero?

ugh...

Una curvatura dolorosa recorrió su cara e hizo una mueca llena de molestia y asco cuando tomó la pastilla que le dieron los médicos. También le inyectaron un calmante para que no le dolieran tanto los golpes. Suspiró pesado.

Habían pasado dos o tres días desde que le dió la respuesta al consejero de la escuela, supuestamente hoy tendría que haber recibido su respuesta, o quizás mañana, siempre le devolvía la carta al día siguiente y él le respondía por la tarde, pero, aquella vez fue diferente, habían pasado demasiadas cosas, más que nada, cuando dejó la carta y salió de la escuela le dieron una paliza de las tochas y solo su mejor amigo lo encontró tirado en el suelo sin poder moverse y lo llevó al hospital.

Maldijo su existencia en ese preciso momento...

Maldijo a todo el mundo.

- ¿William Atxa, verdad?

- El aborto negro cubierto de vendas que tiene delante, si, soy yo...- dijo desganado y con irritación.

- Me entregaron esto para ti...- mostró una carta con un dibujito azul.

Jadeó y sus ojos se iluminaron, se enderezó rápidamente y sintió un pinchazo en sus lumbares que lo hizo caer abatido de nuevo en la cama del hospital. El médico le entregó la carta y él casi la abrió desesperado, deseoso de saber lo que le habría escrito.

- Por cierto... Tiene una visita.

- Okey, okey...

Casi lo ignoró, estaba más pendiente de aquel hermoso dibujo azul que de lo que le dijo el médico. La puerta se abrió, salió el doctor, y entró su visita. Pero los ojos del chico estaban pegados a aquella carta mientras pintaba una suave sonrisa en sus mejillas con delicadeza, una sonrisa disimulada pero que ahí estaba.

- ¿Will... estás... sonriendo?- alzó la mirada estremeciéndose de pies a cabeza y miró al contrario.- ¿Estabas sonriendo?- ahora lo miró con los ojos abiertos en shock.

- ¿Q-Qué te hace pensar eso?

- ¡Estabas sonriendo!- ahora fue una exclamación mientras sonreía radiante.

- N-no estaba sonriendo...- exclamó frunciendo el ceño.

- ¿Es por la persona que te envía cartas? ¿Te gusta?- intentó mirar la carta, pero el contrario le dio un golpe en la mano y le arrebató la carta de su alcance, abrazándola con sobreprotección.- ¿Es chico o chica?

- ¡No te importa! Tsk... Déjame en paz...

- Hombre, déjame saber quién está peleando por ti a parte de mí...

- No lo sé ni yo- gruñó- déjame...- dobló la carta y se cruzó de brazos.

- Oye... ¿Pero qué te pasa conmigo ahora? ¿Porque no quieres que lea eso? ¿Te dice cosas bonitas, cursis y cosas de esas?

- Iugh...- hizo una mueca de asco.

- Entonces... ¿Puedo leerlo? Venga, venga, venga...

- Có-cómo te rías de mí, te golpearé...- le entregó la carta mientras su mano temblaba lentamente.

Bert tomó la carta, la desdobló y leyó lo que había escrito en ella. Poniendo atención a todo detalle, y cuando acabó de leerlo frunció el ceño ligeramente con algo de celos y después devolvió la carta apartando la mirada.

- No me gusta ese idiota...

- ¿Qué? ¿Porque es más romántico que tu? Tsk...

- Es injusto, yo te demuestro más cariño que... él... además, ¿Tú no decías que no eras gay?

- Y no lo soy.

- ¿Y porque sonríes leyendo sus cartas?- ahora casi sonó como una amenaza o una exigencia.

- Porque él no me ve la cara y tú sí, idiota.

- Él si te ve la cara, te vio sonrojado. ¿Qué te dijo para ponerte rojo?- gruñó lleno de celos y envidia.

- ¡No te importa!- exclamó- D-Déjame...

- No, no te voy a dejar hasta que me respondas. ¿Qué te dijo para ponerte rojo?

- No es de tu incumbencia, maricón.

Después de aquel insulto se giró en el colchón y le dió la espalda, claramente dió por concluída la conversación, estaba decidido a no hablarle más, y ni aunque le rogase y suplicase se giraría a verle.

Bert se lo quedó mirando y después salió de la habitación con un fuerte portazo lleno de molestia, puede que bastante dolido, apretó los labios y tragó saliva, inspiró y después se fue a su casa para poder ahogar sus penas llorando abrazando a la almohada para no llamar la atención de sus padres y que se preocupasen por un tonto romance de adolescente como el suyo.

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