Era un lunes por la mañana triste y gris, había estado lloviendo todo el fin de semana y durante la madrugada...

Le gustaban los días lluviosos.

Le gustaban los días lluviosos solo por el olor a campo y a césped, le gustaba muchísimo aquel aroma, era relajante, agradable, le daban ganas de sonreír, pero no iba a ser un idiota que iba por la vida sonriendo y vestido de negro, obvio. Como sea... Miró su casillero curioso, ¿Estaría sucio? ¿Estaría limpio? ¿Habría alguna carta? Tragó saliva. Abrió el casillero lentamente y la carta le cayó en la cara, la tomó en el aire y acarició sutilmente el dibujo de color azul.

- ¿Qué es eso?- escuchó a su derecha, giró la cabeza encontrándose con... "el albino", Bert, uno de sus pocos amigos, el idiota pendejo joto que no paraba de tocarle la moral.

- No te importa...- se encogió de hombros sonriendo burlón. Cerró el locker con un suave golpe y después acomodó su mochila en sus hombros para irse hacia la clase.

Lo miró frunciendo el ceño pero con cariño y le arrebató la carta cuando estaba con las defensas bajas, alzando el brazo para que no la alcanzase.

- ¡Bert! ¡Idiota! ¡Devuelveme la carta!

- ¿Oh, es una carta de amor de alguien? ¿Te escribes con tu amor platónico? ¿Puedo ver?

- ¡NO!- le dió un ligero y poco doloroso golpe en estómago para que se agachase y le arrebató la carta.

Maldijo la tremendamente exagerada altura de su amigo, también maldijo su baja estatura.

- ¿No me vas a dejar leerla? Oye... eso me pone celoso...- hizo un puchero tierno.

Se lo quedó mirando fijamente y después apartó la mirada hacia otro lado...

"Celoso"

Tenía dos personas enamoradas de él, y ambas celosas de la otra persona... Tragó saliva. Ahora mismo se sentía en medio de un tira y afloja, donde cada uno tenía un brazo y ambos estaban tirando de él para quitárselo... Aquello no le resultó agradable de visualizar, la verdad.

- ¿William?- llamó- ¿Will? ¿Estás bien?- llamó extrañado.- Oe... Will...- tocó su hombro para captar su atención- ¿Qué pasa?

- S-solo me perdí en mis pensamientos.

- ¿Estás pensando en la persona que te escribe?- negó automáticamente con una expresión de asco y molestia.

- Déjame, idiota...

- Uh, qué frío.

- En serio, me voy a clase, llegaré tarde.

- De acuerdo, de acuerdo... Vamos a la misma clase, no sé si recuerdas, idiota...- le sonrió- Si necesitas ayuda con cualquier cosa avisame, yo esperaré a los gemelos.

- Si, lo que sea...

Caminó hacia su clase y al llegar a su pupitre se acurrucó allí, desdobló la carta y empezó a leer.

"[...] No es algo que pensase mucho cuando quise enviarte la carta, simplemente me inspiré, escribí y dije: "¿Porqué no?" Y te envié la carta."

Que esporadico... Sonrió un poco con sarcasmo.

"[...] soy más alto que tú y... si, supongo que soy esbelto, quizás algo musculado, ya sabes, muchas pajas pensando en ti ewe."

Se sonrojó intensamente por aquello último y miró alrededor, asegurándose que nadie lo estuviera mirando en la clase, suspiró profundamente y se tapó las mejillas avergonzado por aquello... Que alguien se pajeé pensando ti no era agradable... joder...

Que asco...

Hizo una mueca de disgusto y agarró una hoja de su carpeta para escribir la respuesta a aquella carta, en serio, aquello era asqueroso.