Medicamientos
Capitulo 13:
Medicamentos
- ¿No acabas de terminar tu turno?
Taehyung miró su reloj y sí, su turno había terminado hace más de veinte minutos.
- Sí, terminó –dijo, sorprendido que el tiempo hubiera pasado tan rápido sin siquiera estar
hablando. No habían estado haciendo nada en realidad, durante la última media hora.
Taehyung sólo había estado sentado allí, haciéndole compañía a Jungkook, y el azabache no se había quejado
al respecto.
- Te deberías ir.
- Sí, tengo qué
Taehyung miro a Jungkook No había logrado traer de vuelta al mismo Jungkook de siempre, incluso si lo hubiera intentado. Taehyung no se quería ir hasta estar seguro que Jungkook se
encontraba bien.
– Sin embargo, no quiero.
- Debes.
Taehyung se contuvo el aliento mientras alcanzaba la fuerte mandíbula de Jung y la recorrió con la parte posterior de sus nudillos. Jungkook se puso rígido.
- Cuida de ti mismo.
Taehyung retiró su mano y se levantó. Podía sentir como le quemaban la espalda con la mirada.
- Taehyung , espera
Jungkook hablo. Su voz baja mientras se levanta frente a él
– yo... –tragó saliva, mirándolo nervioso. O tal vez estaba fingiendo.
Taehyung no podía empezar ahora a confiar en él, sólo porque sentía pena por él. Eso lo hacía un blanco fácil.
- Taehyung , bésame.
Taehyung abrió los ojos.
- Jungkook..
- Por favor. Bésame.
La forma en que lo dijo hizo a Taehyung inclinar la cabeza casi contra su voluntad. Una vez más estaría bien ¿cierto? Podía besar a Jungkook una vez más si lo hacía sentir mejor. Fue en ese momento, que se dio cuenta que podía hacer algo para que Jungkook se sintiera mejor.
¿Cuándo había llegado a esto? ¿Cuándo lo empezó a cuidar tanto?
La respuesta era fácil: desde siempre. Taehyung se preocupaba por la gente, estaba en su naturaleza, y Jungkook no era la excepción. Tal vez debería haberse convertido en un médico, en lugar de un policía.
Así no se encariñaría tanto con los presos.
Taehyung se estaba encariñando con Jungkook .
- Bésame
Hablo Jungkook lamiéndose los labios y acercándose un poco más.
Entonces Taehyung lo besó. Enfocó su cabeza hacia un lado y la inclinó, encontrándose con la de Jungkook , llevándolo al centro de la habitación.
Jungkook hizo un pequeño ruido y se aferró a él,deslizando sus manos hacia arriba y abajo de los costados de Taehyung.
La lengua de jungkook lamía los labios de Taehyung , tan exigente, que demandaba la entrada, y cuando sus lenguas se encontraron, Taehyung no pudo contener un gemido.
El beso rápidamente cambió de lento a apresurado, parecía que Jungkook le quería succionar toda la energía a Taehyung alimentándose casi de él, lo que lo hizo más fuerte y más seguro.
Tae podía sentir como Jungkook quería presionarlo contra la puerta, pero Taehyung no quería eso.
Ambos lucharon por la dominación , tratando sutilmente que el otro retrocediera, hasta que uno golpeara la pared, ambos tratando de dominar el beso, que lentamente se fue convirtiendo en un beso muy húmedo.
Si no hubieran sido meses y meses desde la última vez que tuvo pareja, no se sentiría así, pero tristemente, Taehyung era sólo un hombre, un humano, y Jungkook sabía exactamente cómo hacerle perder el juicio. Sabía qué hacer con la lengua ―su experta lengua, sabía donde poner sus manos, y sabía cómo acomodar su cabeza para que sus narices no chocaran o sus dientes no se rasparan entre ellos. Esto hacia gemir a Taehyung en la parte posterior de su garganta, mientras envolvía sus manos alrededor del cuello de Jungkook acariciando el tatuaje que sabía que estaba allí.
Sin embargo, Taehyung sabía que tenía que parar, antes de que sus cuerpos empezaran a reaccionar. Sabía que si eso llegaba más lejos, especialmente si Jungkook llegaba más lejos, acabarían en la cama, Taehyung sabía que lo harían.
El pensamiento de lo que pasaría, hizo que estallara el calor en su ingle, así que rompió el beso, jadeando.
- Buenas noches
dijo con la voz áspera, y Jungkook asintió.
- Buenas noches y gracias.
Taehyung asintió y se desenredó del más bajo. Tenía mucho calor alrededor de la boca del estomago y se alegraba de haber parado cuando lo hizo. Mierda, necesitaba un baño frío.
- Toma tu pastilla para dormir, ¿de acuerdo?
Eso hizo que Jungkook riera , y dijo suavemente ;
-Sí, oficial.
Oh, mierda.
Taehyung cerró los ojos, respiró profundamente por la nariz, cuando las palabras de Jungkook se dirigieron directamente a su entrepierna, haciendo que su polla se contrajera.
- Lo digo enserio
dijo, tratando de pasar por alto la mirada presumida en la cara del chico .
Se quedó pensando en silencio, así que se lo repitió de nuevo– Toma tu píldora.
- No iba a ocultarla y guardarla, sabes –dijo Jungkook – pero si te hace sentir mejor... –se acercó a la mesa de noche y tomó la píldora. La levantó para que el peligris pudiera verla y se la tomó en seco.
– ¿Feliz?
Taehyung sólo le sonrío.
– Que duermas bien.
- Sí.
Taehyung fue a abrir la puerta, pero cuando buscó la llave en su bolsillo, estaban vacíos.
Todavía tenía su juego extra de llaves en el otro bolsillo, pero, ¿dónde demonios...?
Se volvió hacia Jungkook , lo agarró de la muñeca derecha, con el rostro enojado. Jungkook tenía el puño cerrado.
- Abre la mano –ordenó Taehyung apretando la muñeca de Jungkook probablemente más fuerte de lo necesario. – Dije, abre la maldita mano.
Los dedos del chico se estiraron lentamente alrededor de las llaves de Taehyung , y este se las arrebató.
- ¿Qué estás haciendo?
–Te dije que no confiaras en mí –dijo el mas bajo frotándose la muñeca– y puedes. Pero, ¿viste que fácilmente hice esto sin que ni siquiera lo notaras?
- ¿Cuál es tu punto? –medio gritó El oficial pero Jungkook ni se inmutó. – Enserio, Jungkook , estoy harto de tus malditos juegos mentales.
Jungkook parecía querer que Taehyung explotara, porque sus ojos brillaban como nunca antes. Su personalidad había regresado, pero en ese momento, a Taehyung no le importaba.
- Mi punto es, que tomar tus llaves fue más fácil que quitarle un dulce a un niño. Deberías hacer algo al respecto, te estás volviendo muy descuidado.
- ¿Qué pasa si no lo hubiera notado y hubiese usado mis llaves de repuesto para salir? ¿Qué habrías hecho?
- Nada.
Taehyung bufó.
- Sí. Seguro. Ten una buena noche
dijo con una burla y rápidamente se dirigió a través del cuarto. Se apresuró a salir con los dientes apretados.
No podía creer la hazaña que acababa de cometer el prisonero . Le molestó demasiado que lo hubiera manipulado así, y con tanta facilidad.
Sus pasos resonaban en el pasillo, mientras caminaba hacia la puerta.
Deseaba saber que le había tratado de decir Jungkook con eso. Básicamente le estaba diciendo que no podía confiar en él, lo que contradecía todo lo que había dicho antes.
Taehyung se frotó la frente, más confundido que nunca.
- ¿Por qué pareces como si te acabaras de tragar un limón?
Taehyung levantó la vista de su almuerzo.
- No hay razón.
Namjoon levantó una ceja.
- De acuerdo.
- Tiene razón
dijo Hoseok esta vez poniendo los codos sobre el escritorio.
– Te ves molesto desde que llegaste hoy. ¿Tiene algo que ver con las horas extras que hiciste en el piso de las celdas la noche anterior?
Taehyung tosió. Un pedazo de manzana se le atoró en la garganta.
¿Se dieron cuenta de eso?
- ¿Qué?
- Sí –asintió Namjoon. – ¿Qué pasó allí?
- ¿Te dijo algo alguno de los internos? –sugirió Namjoon– algunos de ellos tienen la boca muy grande. Si te dicen algo lo mejor es ignorarlos porque te están tratando de provocar apropósito.
- No, no, nada de eso –dijo Taehyung rápidamente, con el corazón latiendo fuertemente en su pecho. Hoseok y Namjoon no se podían dar cuenta que hacía varias visitas periódicas a Jungkook.
No había forma de que se dieran cuenta.
– No es nada del trabajo, no se preocupen por eso.
Ninguno parecía convencido, dándose miradas dudosas el uno al otro,
pensando que Taehyung no se dio cuenta.
Taehyung trató de ignorarlos, no necesitaba también preocuparse por sus colegas.
Había reflexionado sobre los sucesos de la noche anterior, aún estaba un poco enojado,pero más confundido, por lo tanto, tenía líneas de preocupación en la frente.
¿Qué hubiera pasado si no lo hubiera notado y hubiese usado mis llaves de repuesto para salir?
Se Pregunto el oficial .
¿Qué hubieras hecho?
¿En realidad no hubiera hecho nada?
¿Podía un preso que acaba de ser sentenciado de por vida a estar en prisión, dejar la oportunidad de escapar?
Por otra parte, también había tenido una pistola en la garganta de Taehyung y no había hecho nadas.
¿Qué pasa contigo?
dijo Tae para sus adentros y se frotó la frente en señal de frustración
A lo largo del día, Taehyung tuvo suerte de que le asignaran algunas tareas que habían logrado mantener apartada su mente del prisonero. Fue enviado junto con Hoseok para solucionar algunas peleas en las calles entre adolescentes. Se había sentido bien al ser capaz de hacer algo, no sólo estar encerrado durante todo el día.
Se fue a casa esa noche y no pensó en Jungkook en lo absoluto.
El día siguiente empezó sin Jungkook y sus preocupaciones. Sin embargo, no se quedó de ésa manera.
Taehyung estaba patrullando los pasillos, había caminado a través del segundo y tercer piso, y se dirigía al cuarto.
Sabía que algo andaba mal en el momento después de entrar en el pasillo.
Escuchó gritos, golpes, y más gritos y toda la calma en el pasillo se había ido.
- ¡Pónganlo en la cama! –escuchó, seguido de un fuerte:
- ¡No me toques! –y más golpes.
- ¿Qué carajo...?
se preguntó el oficial en voz alta. Mientras caminaba hacia la fuente del alboroto, podía ver a los otros presos tratando de mirar a través de los barrotes, curioseando para saber lo que estaba pasando.
Tal vez debería haber comprendido, pero no lo hizo hasta que caminó por el pasillo y
quedó parado fuera de la habitación 32.
La habitación de Jungkook
Sus ojos se agrandaron cuando vio a dos policías, uno de ellos el official son, el hombre barbudo que se había reunido con Taehyung el primer día, y dos enfermeras luchando para calmar a Jungkook. Miró con rabia, o miedo, o las dos. Lo había visto perder los estribos antes, fuera de control, pero nunca así.
Observó a Jungkook tirar una silla contra la pared, antes de retroceder lejos de la gente en la habitación, sus ojos furiosos. Taehyung notó que una de las enfermeras tenía una aguja detrás de su espalda, mientras se trataba de acercar al prisionero, acorralándolo poco a poco.
Taehyung se quedó en la puerta, pero no parecía que ninguno de ellos se percatara de su presencia, ni siquiera Jungkook , que estaba de frente a él.
- Sólo cálmate, ¿de acuerdo?
dijo el hombre que Taehyung no conocía, su voz era extrañamente calmada y profunda. Se volvió hacia una de las enfermeras.
– Revisa la habitación, ha estado ocultando su medicamento de nuevo.
La enfermera asintió, e inmediatamente se dirigió al cuarto de baño, probablemente en
busca de la medicina oculta. La espalda de Jungkook golpeó la pared y era casi como si sus ojos estuvieran escupiendo fuego, eran tan intensos, tan negros.
- No te atrevas a tocarme
advirtió lentamente mientras el oficial que Taehyung no conocía se le acercó más.
- ¡No...!
pero el hombre caminó rápidamente y torció los brazos de Jungkook detrás de su espalda, encerrándolo en el lugar. Jungkook gritó; un grito desesperado, como un ruego, que penetró a Taehyung hasta los huesos. Jungkook golpeaba al hombre, tratando de liberarse.
- ¡Suéltame! –gritó– suéltame, mierda, tu maldito... –le dio una patada al hombre en las pantorrillas varias veces, sin ningún efecto.
Taehyung estaba clavado en el suelo mientras observaba cómo dos grandes oficiales ataban a Jungkook a la cama, y todo lo que podía pensar era en detenerlos. Lo están lastimando.
¿no ven que está asustado?
Mientras Jungkook luchaba contra las ataduras, la enfermera que había ido a buscar los medicamentos regresó.
- Los encontré –dijo, tendiendo su mano, mostrando varias pastillas de diferentes colores.
– Estaban detrás de la taza del baño. Son las dosis de ayer y hoy.
- ¿Quién se las dio? –ladró Son– quien quiera que fuese no se quedó el tiempo
suficiente para ver que realmente las tomara. Malditos aficionados.
recorrió una mano por su rostro, a través de su barba plateada, y sacudió la cabeza.
La enfermera se encogió de hombros.
Taehyung tenía una buena sensación de saber quien se las había entregado. Probablemente la misma mujer nerviosa que lo había hecho cuando Taehyung estaba aquí, sólo que estaba vez no tuvo el coraje de permanecer el tiempo suficiente.
Jungkook seguía gritando, tirando de las restricciones en sus muñecas y tobillos.
- ¡Déjenme ir! –gritó, y cuando nadie dijo nada, sus ojos se centraron en la enfermera
joven que tenía la aguja en su espalda.
– Tú –se dirigió a ella, jadeando– deja que me valla.
Taehyung se sorprendió al escuchar el cambio en su tono de voz. Era más bajo, más tranquilo,casi seductor. Taehyung reconoció la voz; era la voz que usaba para manipularlo, para hipnotizarlo.
De repente, no sintió más pena. Aun en ese estado, Jungkook sabía cómo manipular.
- Vamos nena, no te haré daño.
- No lo escuches, Lucy –dijo el segundo hombre a la enfermera, que estaba mirando a Jungkook con los ojos muy abiertos. – No ha tomado sus medicamentos, no sabe lo que está diciendo.
- Lucy, ¿verdad? –dijo Jungkook , jadeando un poco. – ¿Me puedes desatar, Lucy?
- N-no –susurró Lucy con voz temblorosa.
– Lo la-lamento.
Junysoltó un bufido y sus ojos se volvieron más salvajes, Lucy retrocedió rápidamente.
- Estoy seguro que lo lamentas mucho –escupió. – ¡Así, que yo lo siento más! –tiró con fuerza de las restricciones, presionando su cabeza contra la cama, llorando.
- ¡Jeon ! –dijo Son con severidad. -Compórtate.
- Te voy a matar –dijo Jungkook enseguida, a los ojos de la enfermera asustada.
– ¡Mierda, te voy a matar! –tiró de nuevo con fuerza de sus ataduras, arqueando la espalda. Era como si estuviera poseído, Taehyung se dio cuenta.
Había visto películas donde la gente era
exorcizada, y se veía exactamente así.
¿Esto era lo que pasaba cuando Jungkook no tomaba sus medicamentos?
Esto era lo que quería decir que se escapaba de su cabeza?
- Eso es todo –dijo el segundo hombre– sédalo, Lucy.
- ¡No! –gritó Jungkook qy tiró tan fuerte de las ataduras, que Taehyung tenía miedo de que rompiera la cama.
– ¡No te atrevas!
Lucy seguía mirando a Jungkook , su rostro estaba pálido y sus ojos bien abiertos.
- ¡Ahora, Lucy!
Saltó, pero rápidamente hizo lo que se le ordeno y apresuradamente apretó la aguja
contra el brazo de Jungkook , y se apartó después de que el contenido estaba dentro de Jungkook,pareció que no se podía alejar tan rápido como quería.
- ¡Maldita puta!
escupió Jungkook detrás de ella, pero sus movimientos eran lentos y sus ojos pestañeaban.
Murmuró más maldiciones a la enfermera antes de que poco a poco dejara de luchar y se callara.
Tenía los ojos cerrados, mientras su cabeza caía hacia un lado sin fuerzas.
***
Taehyung paseaba por la oficina, ganándose una mirada de confusión de Hoseok y Namjoon.
- Hombre, ¿qué te pasa?
- Nada
respondió Taehyung , suspiró y se dejó caer en la silla. Estaba preocupado por Jungkook , quien, dos horas después, estaba dopado y amarrado en su cama.
Que estuviera preocupado, no significaba que no estuviera enojado, pero la visón de Jungkook así, había quitado la mayor parte de su ira.
¿Por qué no había tomado sus medicamentos?
¿Quería de nuevo probarle algo a Taehyung?
- Tal vez deberías ir a casa
sugirió Hoseok
– te ves un poco pálido.
- Él no está enfermo.
Taehyung levantó su cabeza para ver a Seokjin en la puerta, con el rostro duro.
– Él no está enfermo
repitió, sus ojos azules clavados en Taehyung.El peligris trató sutilmente de sacudir su cabeza; Seokjin no podía decir nada cuando Hoseok y Namjoon estaban en la habitación.
- Fue testigo cuando uno de los presos tuvo un episodio mental.
Episodio mental.
- ¿No es así?
El rubio miro al menor.
- ¿Lo fuiste?
Hoseok se volvió hacia él con los ojos muy abiertos. Parecía impresionado.
– ¡Eso es genial!
- ¿cuál era?
quiso saber Namjoon y se acercó más a Taehyung .
Ellos lo miraban como si estuviera a punto de contar una historia de fantasmas muy
emocionante o algo así.
- No es genial
exclamó Taehyung irritado
– Dios, ¿qué les pasa? –se puso de pie– ustedes no tienen respeto, y tú... –se volvió a Seokjin – no te metas en mis asuntos, ¿de acuerdo?
Seokjin se encogió de hombros, su rostro era indiferente.
Taehyung bufo.
– Váyanse a la mierda.
Entonces salió de allí y subió las escaleras. Iba a ver a Jungkook ahora.
- Irritable –escuchó decir a Namjoon antes de que estuviera fuera del alcance de su oído.
***
Taehyung miró a través de los barrotes antes de entrar, para ver si el prisonero estaba despierto, y lo estaba.
Estaba mirando hacia el techo, con los brazos y piernas atados a la cama.
golpeó y se aclaró la garganta.
- ¿Puedo entrar?
El azabache levantó un poco la cabeza.
- Claro, entra
Dejo caer la cabeza sobre la almohada, y Taehyung abrió las cerraduras y entró.
- Perdona si no estoy presentable
dijo el preso con los ojos todavía en el techo mientras El peligris se acercaba.
– Me llenaron de todas las drogas que venían en el libro
la sonrisa de Taehyung estaba un poco aturdida, era claro que aún seguía drogado. Trató de mantener los ojos abiertos, y los fijó en el rostro de Taehyung .
El oficial sacó una silla y se sentó junto a la cama.
– ¿Por qué?
Los ojos de Jungkook se ensombrecieron.
- Te vi, ya sabes. Antes de que la perra me clavara la aguja –suspiró– yo estaba... no lo
sé. No recuerdo mucho de eso.
Taehyung frunció el ceño.
- ¿No te acuerdas?
Jungkook sacudió la cabeza y Taehyung tuvo la sensación de que estaba mintiendo. Tal vez era un mal mentiroso cuando estaba drogado.
- Sólo exploté, y luego no me acuerdo.
- ¿Estás bien ahora?
Jungkook sacudió la cabeza.
- Creo. Quiero decir, excepto que mi boca sabe como algodón, que tú tienes tres ojos y no puedo sentir nada, estoy excelente.
En ese momento su sonrisa era muy forzada.
- ¿Tienen ellos que hacer esto a menudo?
preguntó Taehyung , mirando las ataduras que mantenían al hombre a su cama. Sus muñecas estaban rojas y despellejadas, después de tirar con tanta fuerza, Taehyung quería extender la mano y frotárselas.
815 se encogió de hombros.
- ¿Por qué no tomaste tus medicamentos?
Jungkook miró hacia otro lado, fijó sus ojos en la pared.
Tenía los puños cerrados
- No me gusta cómo me hacen sentir. No me quiero sentir aturdido –suspiró– las píldoras me calman.
Parecía que Jungkook estaba diciendo la verdad. Esta podría ser la primera pieza de verdad que el prisonero le había dicho. Posiblemente porque estaba drogado. Taehyung estaba consciente de que no estaría bien, pero si él podía extraer algo, lo haría.
- Jungkook, eso es algo bueno –dijo en voz baja, tratando de razonar con él. – Y tú estás calmado ahora, ¿no?
- No, no es lo mismo.
- ¿Es mejor perder el control de esa manera?
815 suspiró profundamente.
- No. Pero no se supone que me sienta tranquilo.
- ¿Y se supone que debes sufrir?
Pregunto Tom con sarcasmo, y la cara del prisonero cambió de nuevo, sus ojos se volvieron extrañamente blancos.
- Suenas como mi vieja psiquiatra
bufó Jungkook , pero el peligris no podía ver la emoción en sus ojos, la emoción que siempre se mantenía oculta detrás de esa gruesa pared.
Aparentemente dicha pared no era capaz de mantenerse en pie con drogas en su
sistema.
- ¿Es malo?
- Oh, definitivamente
El preso dejó escapar una pequeña risa, una risa poco patética.
Taehyung lo miró con el ceño fruncido.
- Ella siempre trataba de penetrar mi cerebro –dijo 815– tratando de psicoanalizarme, tratando de ganarme.
- ¿Es de Anne de quien estamos hablando?
preguntó El oficial , y Jungkook entrecerró los ojos en él.
- ¿Qué más te dijo ella? –preguntó.
- No mucho –dijo Taehyung rápidamente– no mucho.
815 pareció no creerle.
- Demasiado para confidencialidad- médico-paciente, ya veo. Ahora, vamos...
su rostro se endureció, sus ojos parpadearon de nuevo
– ¿Qué te dijo?
- Nada –insistió rascándose el cuello nerviosamente, evitando el contacto visual.
Era un mal mentiroso.
- ¿Qué- te- dijo? –repitió 815 con los dientes apretados. – Taehyung , dime.
- Nada. Nada, lo juro –dijo y en vez de mirarle a los ojos vio su muñeca lastimada– debo conseguir algo para eso –dijo– se van a infectar.
Jungkook se limitó a mirarlo con los ojos entrecerrados, aunque su mirada seguía un poco aturdida.
- Mientes –dijo– estás mintiendo. Ella te dijo algo.
- Sólo tu nombre –mintió el peligris – pero ya sabes eso. Nada más.
El preso bufó pero no dijo nada más, así que Taehyung no supo si le creyó o no.
- Ella se retiró, ya sabes –dijo después de un momento. – Anne.
- Sí, lo sé.
- De seguro sabes demasiado –dijo 815 con otro resoplido.
- No lo suficiente –sostuvo Taehyung .
- Sabes más que la mayoría.
- ¿Lo sé?
El preso se limitó a asentir y se quedó en silencio. Taehyung no entendía que sabía él que las demás personas no. El peligris no sabía nada en absoluto.
- Jungkook , ¿no tomaste tus medicamentos para probarme algo- preguntó después de un momento. – ¿Para probar que eres peligroso, o cualquier estúpida cosa que me quieras hacer pensar?
815 no respondió de inmediato y Taehyung pensó que podía haberse quedado dormido, pero finalmente volvió a abrir sus ojos.
- Soy peligroso –dijo– sí tuvieras algo de cerebro no estarías sentado aquí y ahora.
- Estás amarrado –señaló.
Las comisuras de los labios del prisonero se elevaron un poco.
- Sí, bueno... Touché.
- Lo que no entiendo –dijo Taehyung y se recostó en su silla, con los brazos cruzados sobre su pecho– es que mientras pareces dispuesto a atraerme, al mismo tiempo tratas de convencerme que no debería estar contigo. No sé si es una estrategia, o qué. Si lo estás haciendo apropósito para joder mi cabeza, o si estas confundido y no sabes qué demonios es lo que quieres.
- Yo se lo quiero –dijo el azabache – quiero que sepas en lo que te estás metiendo.
Taehyung levantó la ceja.
- Quiero que vengas por tu propio pie.
- ¿Tú quieres que yo qué?
Taehyung miró a Jungkook con una ceja levantada, no seguro de lo que Bill quería decir.
- Vengas por tu propio pie –repitió el preso
parpadeando un poco, como si
luchara por mantenerse despierto.
– Quiero que sepas en lo que te estás metiendo.
- ¿Por qué? ¿Qué quieres decir con ―metiendo?
¿Era lo que implicaba que el como Seokjin , finalmente cederá y se involucrará con él?
Estaba casi seguro que eso era lo que Jungkook quería decir. Estaba casi seguro que el azabache pensaba que él cedería.
Taehyung se asustó, Jungkook tenía la razón.
No
Él sabía que Jungkook estaba en lo cierto, porque, en cierto modo, Taehyung ya estaba cediendo.
El azabache sonrío ligeramente.
- ¿Aún me querrías fuera, en el mundo real?
Taehyung vaciló, ¿pero cuál era el punto en mentir? Estaba seguro que Jungkook ya lo sabía de todos modos.
Se encontró con los ojos de Jungkook .
- Sí.
815 suspiró y levantó la cabeza con la mirada de nuevo hacia el techo.
- Es justo que sepas lo que podría hacer, incluso si no lo hiciera.
- De acuerdo. Sin embargo sigo pensando que estás jugando conmigo. Yo soy, ¿cómo se dice? Entretenido.
- Sí
Afirmó Jungkook con una pequeña sonrisa.
– Eso también.
El chico se quedó en silencio y Taehyung estaba casi seguro de que se había quedado dormido a causa de las drogas, pero unos minutos después, abrió la boca de nuevo, esta vez su voz era débil y extraña.
- Su madre estaba allí.
- ¿Madre?
Trato de hacer contacto visual con el azabache , pero sus ojos sólo parpadeaban de ida y vuelta rápidamente, como si estuviera en la etapa del sueño donde se mueven los ojos rápidamente, y están abiertos. Eso era un poco escalofriante.
- Sí, su madre.
Parecía como si las drogas estuvieran hablando y Taehyung movió su silla más cerca.
- ¿Cuál madre, Jungkook?
- La de ella
Taehyung no tenía idea de lo que estaba hablando.
Ella vio como dos policías lo hacían entrar. Se veía tan frío como siempre y una punzada de intensa ira la atravesó cuando lo miró fijamente.
Lo miró mientras caminaba junto a ella, y fue entonces cuando la vio. Sus ojos se clavaron en los de ella, sin parpadear ni una sola vez. No había remordimiento en sus ojos, no había nada en absoluto. Si ella sólo hubiera sabido unos pocos años atrás, que se convertiría en un monstruo, nunca lo hubiera dejado entrar en su casa.
Lo odiaba con cada fibra de su ser y con sólo mirarlo le daban ganas de cruzar la habitación y estrangularlo. Era la persona más fría que jamás había conocido.
No parecía que lamentara lo que había hecho y el pensamiento hizo que lagrimas de rabia descendieran por sus ojos mientras apretaba fuertemente las manos.
Él estaba sentado en el lado opuesto de la habitación, las manos esposadas en su regazo.
Sus manos temblaron cuando
también se sentó.
Finalmente esta pesadilla terminaría.
- ¿Quién es ella?
- ¿Huh? -815 miró al oficial y parpadeo.
– ¿Quién?
El peligris negó con la cabeza, cuando se dio cuenta que el preso había olvidado lo que había hablado hace pocos segundos. Que increíblemente frustrante.
– Nadie, no importa.
El chico frunció el ceño, parpadeando, pero no dijo nada más.
Se quedaron en silencio durante unos pocos minutos más y cuando Taehyung volteó a ver a Jungkook , vio que estaba profundamente dormido.
Tal vez es lo mejor, pensó.
Mejor dormido que despierto, ya que no se podía mover por las restricciones.
Sonrío suavemente admirando el rostro del azabache a la luz de la luna que entraba por la ventana. Nunca había visto dormir a Jungkook y ahora tenía el tiempo para mirarlo realmente. Jungkook era muy joven, tenía veinte años, tal vez veintiuno, Taehyung no sabía cuando era su cumpleaños. Había pasado ya mucho tiempo en la cárcel, y pasaría el resto de su vida aquí, y eso era doloroso de saber.
Era joven, pero su cara no era la de un hombre joven. Tenía las mejillas hundidas, había círculos bajo sus ojos y había un gesto constante en su frente, incluso en su sueño. Parecía severo y serio y nunca sonreía de verdad.
Sin embargo, había algo extraño, casi sobrenatural; su belleza.
Taehyung no estaba seguro de lo que lo hizo ser así, pero había algo, algo que no era visible para todos.
- Buenas noches –susurró, tocando suavemente su rostro hasta terminar en la mandíbula. – Siento tanto que esta sea tu vida.
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