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10. ꒒ꄲ꒦ꏂ

»Esᴄʀɪᴛᴏ ᴘᴏʀ: MinNube
»Sʜɪᴘᴘ/Cᴏᴜᴘʟᴇ: SᴏPᴇ.

LOVE

Yoongi suspiro pesadamente, la jornada laboral lo tenía estresado, cada maldito día era así, que clase de vida era esta.
Dios, si pudiese dejarlo y tomar unas vacaciones, ya podía imaginarse en la playa con un cóctel y su novio. La imagen mental lo atonto mientras escribía, recibiendo un regaño por parte del jefe.
Gruñó indispuesto, aguantándose las ganas de decirle que era un estúpido, y que ya estaba harto, ¿Sería mala idea desquitarse con él? Tal vez si, tal vez no, lo más probable es que al final solo iba a ganarse una multa, y muchos reclamos.
Aquel hombre parecía tener algo en su contra, espero pacientemente a que se marchara para seguir con su trabajo.
Unas horas más tarde, tomo su maletín junto con unos registros de venta, felizmente, había salido antes para poder llegar con su novio, iban a cenar juntos esa noche, algo especial porque según tenía que decirle una noticia de suma importancia.
Se colocó la chaqueta y se encaminó hacia el lugar de encuentro, la ciudad estaba colmada de personas por doquier, algunos con seguridad se dirigían a sus apartamentos después de una larga trayectoria de trabajo.
Yoongi no era la excepción, pero esa noche era distinto, quería ver a su novio con urgencia, porque él era su hogar.
Estar juntos lo hacía sentirse mejor en toda circunstancia, razón misma por la que vivían juntos desde hace más de tres años, tres años de una relación que era simplemente maravillosa.
Ellos se habían conocido por casualidad, gracias a su hermano Namjoon durante unas vacaciones en el extranjero.
Desde entonces habían estado juntos, Yoongi pudo observar la silueta irreconocible de Hoseok a unos metros de distancia.
— ¡Hobi! —
El mencionado levantó su rostro sonriendo al instante, dejando el aparato electrónico para ir hacia el menor, una vez juntos se abrazaron románticamente, el castaño acarició los cabellos rubios del blanquecino.
Había estado esperando con ansias, sus labios se posaron levemente en los esponjosos de Yoongi, mismo que sintió como su estómago se contraía.
— Vamos adentro —
Asintió sin rechistar, tomando sus manos y dirigiéndose hacia su mesa, el lugar era bonito, con un ambiente cálido.
— Gracias —
Hoseok había sido tan amable en retirar la silla, tomo asiento al igual que su pareja, uno frente al otro.
— Yoongi, yo quiero que hablemos —
— Ah, si ¿De qué? —
Pregunto emocionado, su pareja trago en seco de manera incómoda, sus platillos fuero puestos sobre el comedor.
Yoongi había pedido pasta, mientras que su novio una especie de ossobuco, comenzaron a comer silenciosamente.
Cosa que para Yoongi no fue extraña, hasta qué Hoseok interrumpió sus acciones, dejo los cubiertos sobre el plato y limpio la comisura de su boca con una servilleta.
— ¿Dime? —
— Mis padres quieren que vaya de viaje con ellos —
— Oh, está bien ¿Supongo? —
Si eso era lo único que tenía que decirle sinceramente no había problema, solo que tal vez iba a extrañarlo, un poquito.
— Y...—
— ¿Y? —
— También quieren que vayas —
Santo Dios, esa era una oración muy peligrosa, respiro para evitar atorarse con su propia saliva. Sus pequeños ojos se agrandaron de forma exorbitante.
No estaría hablando enserio ¿Verdad?, Y en efecto lo estaba, el rubio palideció, inclusive haciéndose más blanco de lo que naturalmente era.
— D-dime que es broma —
— Yoongi, por favor —
— No —
Iba a negarse rotundamente si era necesario, lo sentía mucho por su pareja, pero era totalmente imposible.
— Cariño, perdóname por lo que voy a decir, pero tus padres están locos —
— Hey —
El castaño hizo una expresión indignada, después de todo a quien le gusta que hablen de sus padres así.
Por su puesto que a él no, pero se mantuvo en silencio, meditando, mientras Yoongi solo se limitó a seguir ingiriendo la comida.
La relación de sus padres y su novio, era, como decirlo sin exagerar, muy mala, no podían en estar en el mismo sitio por más de 15 segundos.
Lo cual técnicamente era un récord.
— Solo podías haber dicho que no y ya está —
— Hoseok, tu mamá trato matarme, no creo que esto termine bien—
Yoongi jamás pensó que un bolígrafo podría ser utilizado de tantas maneras.
— Creo que será mejor que me retiré, puedes volver a casa por tu cuenta ¿Verdad?, Dormiré en casa de Taehyung hoy, necesito pensar algunas cosas —
Enserio iba a hacerlo sólo porque dijo que sus padres estaban locos, el cincuenta por ciento de aquellas palabras era verdad, y sabía que su novio estaba consciente.
Quiso detenerlo, pero para cuando reaccionó ya estaba fuera del restaurante.
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La noche había sido pesada, Yoongi no entendía muy bien el asunto, pero llegó a la conclusión que la vida sin su pareja, no era vida.
Incluso los regaños de Dongsul parecían simples palabras, ese día su aspecto era la cosa más deplorable que pudo haber existido alguna vez.
Sus ojos estaban tristes, sus labios secos, y la piel mas pálida de lo normal, tanto así que casi parecía un fantasma.
— Yoongi, es hora de irnos. Levántate—
— A donde —
— No bromees —
Jimin tomo su maleta para acompañarlo, ya que parecía muy distraído, encaminándose hacia la salida.
Ambos ingresaron al vehículo del menor, en un silencio casi incómodo. Jimin encendió su auto y partieron con dirección a la casa del rubio.
Para ese instante solo quería hablar con Jung, pero al parecer este no planeaba lo mismo, a pesar de haberlo llamado muchísimas veces nadie se dignó en responderle.
Había enviado muchísimos mensajes, de todo tipo, incluso disculpándose por haber pronunciado aquellas feas palabras sobre sus progenitores.
Tal vez iría a casa de Taehyung, a buscarlo y decirle que lo sentía mucho. Sus pensamientos estaban inundados de cosas negativas, como el hecho de que podían terminar por esta razón.
— Hyung, tu teléfono—
Ni siquiera había caído en cuenta, tomo el aparato para revisar el remitente, sorprendiéndose al ver el nombre de SeokJin.
Deslizó el icono para atender la llamada, recibiendo como respuesta un enorme chillido que casi lo deja sordo.
— ¡Jin!, No grites. No te escucho, ¿Por qué estas llorando? —
— Hyung, que pasa —
— Espera, n-no, como que sufrió un accidente—
— ¡Hyung! —
Que carajos, Jimin no entendía absolutamente nada. Estaciono el auto para tranquilizarse, mientras Yoongi decía algunas cosas a través del teléfono.
Minutos después le pidió que lo llevará a una dirección, donde se suponía que estaba su novio, parecía muy desesperado y a punto de desmoronarse.
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El blanquecino salió del auto rápidamente, corriendo hasta poder divisar a SeokJin y los demás, porque según le había dicho todos estaban ahí. También su hermano y Taehyung junto con su respectiva pareja.
Jimin fue detrás de el para intentar que se calamara, unos metros más adelante se detuvo, el blanquecino miro a su alrededor, habían varias personas, con flores y globos.
Parecían estar festejando, pero no tenía idea que, Hoseok salió de atrás de la multitud, con muchas de rosas. Y él amaba las rosas, sus pequeños ojos se llenaron de lágrima al verlo, con una flamante ilustración sobre su rostro.
Ambos se acercaron para estar juntos, las lágrimas se extendieron alrededor de su cara, levanto su mano, blandiéndola para propinarle un golpe en la mejilla.
—  P-por qué me pegas —
— Po que eres un imbécil—
Escondió su rostro en el pecho de Hoseok, no quería que nadie lo viera de esa forma, aunque también se sintió en paz, gracias al cielo nada le había sucedido.
— Ven acércate—
— A donde —
— Todos quieren verte Yoongi, todos están para festejar tu cumpleaños —
Volteo su cabeza, los anfitriones le sonrieron, Taehyung, Jimin, Namjoon, SeokJin y el pequeño Jungkook estaban, junto al resto de sus amigos.
El lugar era hermoso, con muchos dulces y cosas ricas para comer, cosas que Hoseok sabía le gustaban de sobre manera.
Todo había sido parte de un plan ideado por el más grande del grupo, al que le pareció buena idea formar una discusión, y reconciliarse con una fiesta sorpresa.
Pero eso no era todo, aún faltaba la mejor parte, no había reunido a toda esa gente por nada, e incluso sus padres se encontraban ahí para eso.
Concluida la entrega de regalos, llamó la atención de todos los presentes.
— Yoongi, sabes que te amo ¿Verdad? —
El blanquecino asintió con una sonrisa de gomita, estaba seguro de sus palabras, y el sentimiento era mutuo.
— También te amo—
— Entonces...—
Respiró hondo, mientras sacaba una pequeña cajita del bolsillo izquierdo de su chaqueta, luego se puso de rodillas, y reveló el objeto brillante de forma circular.
Yoongi quedó maravillado, y nuevamente sus pequeños ojos quisieron perderse por la emoción.
Había esperado muchísimo tiempo para esto, así que estaba seguro de decirle su respuesta.
— ¿Quieres casarte conmigo?—
Y después de todo, aquel día, por muy pésimo que hubiera comenzado, resultó ser inolvidable.
El mejor cumpleaños que pudo haber tenido nunca, con demasiadas sorpresas para procesar, meses más tarde unieron sus vidas en un lugar hermoso, con invitados y una gran fiesta.
Entre esos los padres de Hoseok, habían altas y bajas, pero podía decir orgullosamente que al menos ya no temía de la progenitora de su novio.
Quien resultó ser una persona muy dulce, e incluso años más tarde, nunca pudo olvidar esa fecha, guardándolo dentro de su corazón y festejando una vez más, por el tiempo que le restara de vida.

☪ 12.03.2021

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