Día 7: Disculpas.
Las heridas en su piel, su cuerpo flaco y sucio, eran la clara representación de su situación, el dolor que sentía al verlo le oprimía el pecho, tal vez era lástima lo que sentía por él pero no podía evitarlo, con su mirada baja y perdida, del cual el hermoso color rojo de su piel ahora era opaco y sin vida, al igual que él, qué dolor ver como tan bella flor terminó marchita por tanta ignorancia.
Un rato más tarde
EXTRA
Aunque el ruso quisiera mantener eso, que ni siquiera se podía llamar abrazo, tuvo que alejarse, el latino no se encontraba bien, ya no quería hacerle más daño, lo soltó y se quedo a su lado. Se abrazó a sí mismo hasta sentirse más calmado, notó que el venezolano también estaba por mejorar su respiración y lograr concentrarse, eso le sacó una risa sin gracia, se suponía que estaba ahí para ayudarlo y él lo ponía peor.
—Deja esto, Rusia —Le habló el venezolano como pudo, tenía los ojos apagados más que antes por el resiente llanto.
—No, no puedo, yo quiero ayudarte, es mi deber —no quería dejarlo solo sabiendo que podía ayudarlo, no podía.
—Busca algo fácil, sin dolor.
Miró a los cansados ojos del venezolano y no pudo evitar el sentir dolor e impotencia, desgraciadamente sabía por lo que pasaba; desastre, miedo, hambre, muerte, toda una crisis en sus adentros, en su mundo, pero sentía algo más fuerte: miedo, tenía miedo de que llegara al último extremo, a su límite.
—Yo sabía que esto no iba hacer fácil pero aún así quiero ayudar, si puedo hacerlo lo haré.
El venezolano apartó la mirada de él y se quedó en silencio, no era como si pudiera hablar mucho después de todo.
Mientas pasaba el tiempo su mente se llenaba de recuerdos del pasado hasta su presente, el horrible desagrado de saber la mayoría de las cosas que pasaban en su tierra, dejando de lado los buenos momentos, claro, siendo los malos los más frescos, esos que solo lo hacían pensar en una solución pero nada que él pudiera hacer de verdad, solo otra preocupación más el saber y sentir a su gente matándose entre sí.
Cuando se dio cuenta de la hora se tuvo que despedir recibiendo un agradecimiento y la sonrisa que siempre le dedicaba el latino, una simple, vacía, solo por cortesía, pero aún así algo en sus adentros agradecía que lo intentara, pensaba que significaba fuerza, resistencia a su destino, deseaba que algún día pudiera regalarle una sincera con la misma fuerza de un ganador, tenía esperanza de que las cosas podrían mejorar para todos, para él y los demás.
°°°
Vene esquelético, Vene esquelético.
Quise ser lo más original posible, por eso tantos AU's aiuda, y vuelvo a actualizar porque quiero salir de esto xD
Espero que les haya gustado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro