Capítulo 8
Nuestro padre regresó al comedor con la nota hecha una bola entre sus manos, la cual fue arrojada contra la mesa con rabia y esta rebotó varios metros hasta chocar contra la botella de champagne cerrada con el que íbamos a celebrar, o al menos ellos iban a hacerlo, por la victoria de la noche anterior. La expresión canosa y arrugada de nuestro padre tenía una mezcla entre furia, confusión y temor.
- En quince minutos todos las tropas disponibles registrarán los suburbios hasta el último rincón. De día no debería haber ataques de vampiros... Encontraremos a George...- explicó convencido, o tal vez intentaba convencerse a sí mismo de que aquello sucedería.
Las zonas pobres de Londres fueron revisadas desde el rincón más oscuro hasta las alcantarillas más pestilentes. En ningún momento se encontró un cuerpo perteneciente a la élite, en ningún momento se encontró a nadie más que a cadáveres putrefactos de las víctimas de los vampiros durante las noches, en ningún momento se pudo localizar el cuerpo de Georgie. Aquello solo podía darnos dos respuestas: No estaba muerto; o que tal vez habían escondido su cuerpo...
Los vampiros no solían hacer eso, simplemente abandonaban los cuerpos en las calles y estos se pudrían por sí mismos... Y soy consciente de ello porque todas las lunas llenas me paseo por las calles moribundas y pestilentes... Porque lo he visto y me ha parecido inhumano. Por ello, cuando notificaron que tal vez fue secuestrado, fue lo único que fui capaz de creerme...
- ¿Secuestrado, por quién?- preguntó nuestra madre.- Es imposible que se hayan llevado a mi niño...- negó con la cabeza.- Él es fuerte.
- Los vampiros no secuestran personas. No son tan astutos como para pedir un rescate o tener un rehén si pueden alimentarse de él...- Aleister estaba cruzado de brazos, con el ceño ligeramente fruncido, negó con la cabeza.
- ¿Entonces dónde debe haber ido?- preguntó Annabelle, cercana al ataque de nervios.- Juliette...- me estremecí cuando escuché cómo me llamaba.- ¿No te ha dicho nada? Os lo contáis todo.
- No sé nada...- negué con la cabeza.- Georgie y yo no salimos ayer, él debió salir por su cuenta sin decirme nada...
Pero internamente me enfrasqué en mis pensamientos y el recuerdo de estar en aquel callejón después de terminar con la vampira que nos atacó en primer lugar. Los dos vampiros que se encontraban sobre el tejado, y que significativamente enfureció a Georgie. Era ridículo que hubiera ido a por ellos... Sobre todo solo, no podía creer que cometiera esa imprudencia tan grande de creer que podría con dos vampiros si ya necesitamos al menos a dos para poder detener a uno, al menos Georgie o yo. Aleister y nuestro padre podían atacar a un vampiro ellos solos sin esfuerzo.
- Haré otro patrullaje con una facción.- anunció nuestro padre.- Por ahora, manteneos a la espera de nueva información.
- ¿Puedo ir?- Aleister y yo coincidimos al preguntar aquello.
Aleister se me quedó mirando y entrecerró los ojos mirando a su padre con una negativa en sus ojos. Nuestro padre incluso llegó a vacilar, pero no porque dudase en que yo fuese o no, sino porque le parecía ridículo que lo hubiera preguntado aun sabiendo la respuesta; por lo que se acabó negando.
- No puedo permitirme que te metas en esto. Por mucho que sea Georgie.
Chasqueé la lengua contra el paladar al darme cuenta de que Aleister sí iría con él y yo me quedaría aquí recluida. Emití un quejido frustrado y rodé los ojos. Alice me miró mal y rodó los ojos, nuestra madre me miró tomando mi mano con las cejas encarnadas y me sonrió con gentileza, como si realmente aquello me fuese a calmar. Me fui a mi habitación, sin ganas de ver a nadie y cuando mis ojos se perdieron en el armario, supe que lo único que podía hacer era salir por mi cuenta. Recé porque no me pasara lo mismo que a mi hermano.
Después de embutirme en el traje de mi hermano y mirarme al espejo con seguridad y temeridad en el espejo. Salí silenciosamente, cubriendo mi rostro y pelo con un sombrero. Me dirigí de inmediato a los suburbios tan rápido que me sorprendí con la velocidad que me planté allí. Los suburbios de día eran un nuevo mundo, había luz, pero la mugre y la pestilencia se escondía como si no existiera en los callejones, los mismos por los que tenía que movilizarme para que las autoridades o los cazadores que estaban buscando a mi hermano por las calles amplios no me vieran.
Podría meterme en terribles problemas si ello sucediera. Acabé llegando hasta el límite de la ciudad, a las zonas más obreras y manufactureros. Las fábricas se extendían frente a mí y más allá el bosque, en el cual me sumergí de manera inmediata cuando recorrí silenciosamente aquella zona. El bosque también era una zona llena de peligros, pero era la más pacífica de todas las zonas que tenían los nidos de clanes vampíricos.
- ¡Jack!- una exclamación captó mi atención y me hizo estremecer hasta el último centímetro de mi piel.
No esperaba ese grito, pero esperaba menos reconocer la voz de mi hermano. Una mezcla de alivio, entusiasmo y felicidad llenó mi cuerpo hasta inundarlo y empecé a correr hacia la voz.
Frenando en seco al escuchar golpes de sable contra los troncos, árboles cayendo y siendo derrumbados, hojas y ramas agitándose violentamente. Abrí los ojos en shock al darme cuenta de que Georgie no había dormido en toda la noche y que se probablemente había estado persiguiendo al vampiro hasta el bosque, momento, donde la criatura nocturna tenía la ventaja territorial y su velocidad, pero la desventaja de que fuera de día y que Georgie tratase de abrir puntos de luz por todo el bosque solo evidenciaba que estaba desesperado y cansado.
Un grito de frustración y un zarandeo me hicieron estremecer cuando llegué hasta el claro en el que estaban peleando. Mi presencia y mis jadeos fueron suficiente para que la posición que claramente le daba la victoria al vampiro se rompiera con una resistencia de último momento de parte de Georgie. No me atreví a moverme cuando vi cuando Georgie torpemente se levantó tambaleándose y se posicionó como escudo entre el vampiro y yo.
- Ni se te ocurra, sádico hijo de puta.
Abrí los ojos en shock al escuchar aquello salir de los labios de mi hermano. Jamás podría imaginarme que Georgie utilizaría ese tipo de vocabulario con nadie, por mucho que lo haya escuchado maldecir entre dientes cuando peleábamos de noche. Aquello era mucho más serio de lo que parecía y había algo que yo me estaba perdiendo en ese momento. La tensión del cuerpo de mi hermano, la sonrisa cínica del vampiro rubio oro y sus colmillos afilados disfrutando del momento de crispación y el temor de mi hermano, la furia que se tatuaba en su rostro de manera automática.
- Voy a dejarle la cara igual que al debilucho de tu tío.
- Por encima de mi cadáver.
- Que así sea...- sonrió con malicia, aceptando el reto planteado por el azabache.
____________________________________________________________________________
Se viene capítulo de pelea >:D
Pero por ahora, conocemos a Jack, les caerá bien UwU
No voy a decir a partir de cuando, pero eventualmente les caerá bien UwU ✨
Aquí las opiniones -------->
Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo
Bye~
By Silvia Line
[1243 Palabras]
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro