- Buena suerte mañana...- animó su padre. Y ella solo asintió.

A la mañana siguiente, Blume inspiró profundamente cuando abrió los ojos tumbada en su cama. Se reflejó en el espejo de cuerpo completo, se frotó sus ojos verdes mientras bostezaba y arrastró los pies hasta las zapatillas. Suspiró saliendo de su habitación y se dirigió hacia el salón. Su padre estaba en la cocina, su madre estaba acabando de ponerse su elegante chaqueta del uniforme. Su madre trabajaba en el ayuntamiento en el departamento de igualdad... O eso fue lo que le dijo... Su padre no trabajaba, era él quien la había criado prácticamente, en realidad sí había trabajado, hasta que ella nació, y cuando intentaba entregar el currículum en algún oficio de lo que había estudiado o incluso intentando aplicar al mismo trabajo en que su madre trabajaba, no lo aceptaban en ningún lugar, ni departamento.

El problema no era que los estudios de su padre fueran insuficientes, de hecho, tanto su padre como su madre tenían una carrera universitaria cada uno de ellos, el problema era la piel y la falta de experiencia después de estar en el paro tanto tiempo. En realidad habían sido poco más de diez años.

- Blume...- captó su atención.- Desayuna, cielo...- animó.- Vas a llegar tarde...

- Voy...- susurró.

Se sentó en la silla frente a su plato, empujando sus dos mechones largos negros parcialmente teñidos en tono lila y morado hasta sus sienes hacia su espalda. Tomó un sorbo del tazón de leche y cereales para comprobar la temperatura y la dulzura del mismo... Después movió la cuchara en círculos mientras le quitaba el modo avión al teléfono y lo dejaba boca arriba sobre la mesa... No tenía muchos chats, tampoco muchos amigos, tampoco muchos juegos... No solían haber muchas notificaciones, pero a veces la excepción estaba en las actualizaciones de las historias en la aplicación de lectura que usaba comúnmente... No tenía mucha habilidad con la escritura, así que la mayoría de veces prefería solo leer y votar tímidamente las historias que verdaderamente cautivaron su corazón. Romances, por supuesto.

Terminó de desayunar y se preparó, con una ducha rápida, y ponerse la ropa con una aesthetic personal ligada íntimamente a sus padres, tonos negros y morados, a juego con su piel, porque quería resaltar sus ojos verdes y sus mechones largos. No requería peinarse, porque en realidad su cabello era muy corto, y solo sus mechones largos teñidos de un color llamativo a los lados eran los que resaltaban por encima de todo... Acarició sus mechones con el cepillo, apenas tenía que pasar dos veces el peine.

Después se fue a su habitación a preparar la mochila, con ausencia de libros, pues aún no los tenía. Por suerte tendría una mochila ligera aquel primer día. Acomodó su mochila y se dirigió hacia la entrada principal, se había lavado los dientes y aplicado una capa extremadamente fina de maquillaje, principalmente se había puesto una fina capa de eyeliner que marcaba más sus bellos ojos verdes. Su padre se lavó las manos y las secó en un paño y salió de la cocina después de haberla limpiado, se puso los zapatos y se acercó a ella.

- ¿Quieres que te acompañe hasta la puerta?

- Tengo quince...

- Tenía dieciocho años y mi hermano mayor me acompañaba a la universidad...

- ...- desvió los ojos.- De acuerdo... Pero solo porque no sé bien dónde está...- su padre sonrió un poco y apoyó una mano en su cabeza, sus finos y cortos mechones no llegaron a poder enredarse en los dedos de su padre. Tenía que reconocer que tenía las manos muy suaves, no sabía si era de forma natural, o porque siempre las había tenido así...- No me hagas eso...

Blume se sintió catastróficamente observada en la puerta del instituto, y sabía que era por la presencia de su padre. Su enorme altura, su cabello extrañamente lacio y peinado hacia un lado con una pinta de punkarra muy llamativa por el color blanco que teñía sus cabellos (tal vez ese fuera otro de los factores que hacían que no tuviera trabajo), su piel tan oscura, sus ojos tan profundos, su presencia tan imponente... Y luego estaba ella, que no tenía tanta estatura, su piel era un poco menos morena, sus ojos verdes, su cabello parcialmente teñido... Suspiró nerviosa.

Su padre se fue después de que la cabeza de estudios o la organizadora de los cursos, que era una especie de consejera escolar, se hiciera cargo de acompañarla hasta su clase. Cuando llegó a la clase, eran las ocho y media, el alumnado ya estaba presente en la clase, y la miraron bastante sorprendidos. Incluído el profesor, que no esperaba la llegada de la consejera escolar en aquel momento.

- Sé que es una sorpresa para todos... Tenéis una nueva alumna...- la consejera, rubia por los hombros, ondulado, tenía sus manos puestas sobre sus hombros, tenía varios anillos y las uñas pintadas, la piel nívea y con algunas venas marcadas, sus ojos marrones.- Preséntate...- le pidió, pero ella fue incapaz de abrir los labios, sus manos estaban temblando escondidas a su espalda como si la estuvieran regañando.- Bueno... tranquila... Estás nerviosa, lo entiendo...- dijo con calma en su voz.- Ella es Blume Talle Göttin...

- Taie...- corrigió con un tono de voz apenas audible.

- Lo siento... ¿Qué dijiste?

- E-Es Taie... No Talle...

- Oh... Lo siento...- se disculpó.- Cuando tu padre lo pronunció, me pareció una "lle", no una "ie"- carraspeó.- Bueno...- suspiró.- Espero que os llevéis bien con ella.

La consejera se retiró, y Blume se quedó temblorosa. El profesor le preguntó su origen, pues sus apellidos eran extraños, y asumió que era nigeriana, lo cual se le hizo consideradamente ofensivo que por tener la piel oscura no pudiera ser española.

- Española...- respondió.

- ¿Dónde naciste?

- E-En España...- respondió.

- ¿Y tus padres?

Blume vaciló al responder, quería responderle que no era de su incumbencia, pero no se atrevía a ser descortés, no la habían criado de aquella forma, y aunque le fastidiarse, tuvo que morderse el labio, y abrió la boca para responder, pero lejos de poder decir nada... Alguien interceptó sus palabras.

- ¿Por qué tiene que responderle de dónde son sus padres?

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En estos dos primeros capítulos hemos conocido (nos hemos aproximado) a Blume. Me interesa personalmente hacer este tipo de acercamientos antes de presentar a todos los personajes para que se empatice más fácilmente con ellos.

No sé, es una manía que tengo...

Aunque lamentablemente hay veces que ese acercamiento ocupa demasiado tiempo en la historia.

No lo digo por esto, lo digo por mis historias independientes, pero bueno, no nos desviemos del tema.

Gracias por leer el capítulo 🥺✨💕

Aquí las opiniones del capítulo ---------->

Espero que os haya gustado, hacédmelo saber con un voto y nos vemos en el próximo capítulo

Bye~

By Silvia Line

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