Sábado: despedida.

La mañana, la tarde y la noche del viernes, Ino y Sasuke se dedicaron a marchar sobre las ramas de los árboles. Konoha estaba cada vez más cerca. Sin embargo, ninguno quiso hablar de ello, caminaban juntos tomados de la mano. De vez en cuando se detenían para besarse con pasión y mirarse con sinceridad. 

Entonces, en un abrir y cerrar de ojos, la mañana del siguiente día había llegado.

Ahora todo había acabado. Konoha estaba frente a sus pálidos y cansados rostros.

Y eran unas puertas la frontera. Unas simples puertas, grandes y color caoba, eran la barrera dispuesta a separarlos. El final del camino para ambos ya estaba predispuesto. Ino contempló la enorme entrada de Konoha con simple nostalgia; claro que deseaba más que nada regresar, pero no significaba que quería abandonar a Sasuke.

—Llegamos.

La voz gruesa de su 'amante' la sacó de la ensoñación.

Antes de que pudiera caminar rumbo a su destino, se dirigió a Sasuke.

La unión de sus cuerpos había marcado un nuevo inicio para ellos. Ino le había dejado claro que no importaría lo maligno que se volviera, ni lo aterrador de los crímenes que pudiera cometer; él siempre tendría un lugar a donde regresar. Ese lugar era ella.

Su cuerpo. Su alma. Sus pensamientos. Todo le pertenecía a él. 

—Sasuke —titubeó, intentando contener las lágrimas rebeldes.

El chico se percató, no era el mejor momento para mostrarse indiferente, no cuando Ino había sido la luz en su oscuridad. Besó tiernamente sus lágrimas y con su pulgar palpó su labio antes de depositarle un fugaz beso.

—¿Me esperarás? —preguntó al momento de juntar sus frentes.

—No importa el tiempo que pase, siempre esperaré tu regreso.

—¿Es una promesa?

Ella asintió, dedicándose a abrazarlo por última vez.

—Regresarás, ¿verdad?  

Uchiha enmudeció un par de segundos. 

—Regresaré por ti.

La tranquilidad en su corazón se hizo inminente. Existía una esperanza, había un destino para ellos dos.

—Es una promesa —reafirmó ella.

Ambos jóvenes se separaron e Ino comenzó a dar pasos cojos hacia la entrada. El joven desapareció al instante en una rápida ráfaga de viento, quedando en su lugar hojas que bailoteaban en el viento.

Por poco se parte en dos, pero el juramento clamado de un reencuentro representaba un motivo para seguir haciéndose más fuerte. 

—Ino. Eres mía, no lo olvides

Susurró al cielo, escondido hábilmente a lo lejos, mirándola adentrarse en la aldea que tiempo atrás también fue un hogar para él.

Definitivamente, ahora tenía una razón más para seguir adelante, alguien por quien volver. Alguien a quien amar y construir una familia.

Cumpliría con su palabra, regresaría. Lo haría, por ella, por la mujer que amaba.

FIN

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N/A: Llegamos al final. Gracias a todas las personas que me comentaron y votaron. 

Quiero decir que tengo un epílogo escrito, pero si me animo a publicarlo lo haría quizá como una segunda temporada, pero más corta. 

Comenten y voten si quieren la segunda temporada. 

PD: Por favor... acabo de publicar el prefacio de una novela, totalmente original, escrita por mí. No ha tenido ningún voto todavía, y no me gusta pedir lecturas, pero sí me gustaría recibir al menos un poco de apoyo. Se llama "Un destino para los dos".