Capítulo 15
Jueves: una disculpa.
No obstante, cuando Sasuke escuchó su desgarrador grito, no pudo evitar girarse para verla tendida sobre el suelo y denigrando un montón de groserías que no pudo comprender. Ni él mismo se sabía tantas maldiciones.
Estaba furiosa, más que eminente.
De pronto, todo ese desconcierto que lo había aterrado comenzó a transformarse en preocupación. Cierto, no tenía ni idea sobre lo que Ino le había hecho, tal vez sólo era amor y ya.
¿Amor? Sacudió su cabeza. No, eso no podría ser.
Le bastaron tres pasos para llegar a donde Ino. Se inclinó para quedar hasta su altura, y aunque la rubia se opusiera, la ignoró y tomó su tobillo extendiéndolo para examinar su estado.
—¿Duele mucho? —nuevamente sintió ese maldito cosquilleo recorrer sus costillas al tocarla.
Intentó opacarlo. Alzó la mira centrarse en la belleza azulina de sus orbes, Ino era una chica muy hermosa.
En su mente recordó haberla visto cuando niños. En ese entonces, la joven llevaba el pelo corto; ahora su cabellera era tan larga que podría enrredar los dedos en sus hebras doradas. Se preguntó si se lo había dejado crecer a causa del rumor que abundaba en la aldea acerca de que a él le gustaban las chicas con cabello largo. Era solamente un chisme, pero que a fin de cuentas era cierto.
Por segunda vez negó con su cabeza al darse cuenta que Ino seguía en sus pensamientos. Uchiha nunca iniciaba una conversación, mas serviría para distraerse.
—¿Cómo te lastimaste?
—Bastardo —lo insultó por lo bajo.
El azabache no la tomó en cuenta, de hecho, dejó que lo siguiera ultrajando.
—Estúpido. Idiota. Insensible...
Una vena amenazante con estallar se posó en su frente. Sasuke no era insensible, tenía sentimientos de sobra como para seguir siendo considerado un ser humano.
—¿Terminaste? —bramó.
Ella movió su cabeza.
—Cínico. Sinvergüenza. Insolente...
—Hmp —apretó la tela negra que tenía alrededor del tobillo, percatándose que pertenecía a alguien que conocía a la perfección—. ¿Itachi fue quien te lastimó?
Ino frunció el entrecejo.
—¿Qué pasa? ¿Ahora estás preocupado por mí, por alguien tan patética como yo? —sonrió sarcásticamente.
—No —dijo, seco.
Sí, odiaba recordar el momento cuando la encontró junto a su hermano mayor. Respingó con furia.
Ino rodó los ojos irónicamente.
—Oye, bastardo —lo llamó—. No existen jutsus para el romance. Será mejor que saques esa ridícula idea de tu cabezota —le propuso inflando sus cachetes mientras mordía el interior de su mejilla.
Sasuke regresó sus ojos al frente, aumentando su expresión de seriedad e indiferencia.
—Lo sé.
Sí, él era consciente de ello, pero aferrarse a esa idea justificaba sus acciones. Menos humillante que aceptar que estaba enamorado de Ino.
—Vete, Uchiha. Está oscureciendo y no quiero retrasarte más.
Evadió el rostro.
Ciertamente, no quería alejarse de ella, si la dejaba a su suerte posiblemente se volvería a encontrar con Itachi, y eso le encolerizaba. Sin saber porqué, pero le colmaba sus neuronas.
Sin embargo, cuando menos lo pensó ya estaba de espaldas a ella (en cuclillas).
—Te llevaré.
—¿Eh? —observó su espalda por un momento.
¿De verdad no la abandonaría? Ino estaba convencida que con su pierna indispuesta no podría defenderse de un ataque enemigo. Aunque sintiera tanto odio hacia Uchiha y quisiera arrancarle la cabeza, en el fondo sentía reciprocidad por sus sentimientos.
Se apoyó sobre sus codos para impulsarse y subir a la espalda del moreno, el cual rápidamente se posesionó de sus piernas (una de cada lado de sus caderas), ella se aferró tan fuerte a sus hombros que sin saber cómo se vio sumergida a recargar su cabeza en los varoniles omóplatos.
Prontamente, Sasuke comenzó a avanzar entre las ramas.
El cielo perdía color dejando caer la noche, anunciando la llegada de las primeras estrellas.
—Ino... — la llamó y ésta lo examinó por el rabillo del ojo, sin levantar su cabeza—. Lo-lo...
—¿Lolo? —enarcó una de sus finas cejas—, ¿quién es esa?
Sasuke se refregó la frente, obstinado.
—Lo... —tragó saliva con dificultad—. Lo siento —susurró bochornoso, temiendo incluso a ser rechazado.
Por otro lado, a Ino casi se le salen los ojos y su corazón palpitó desenfrenado.
¿Escuchó bien? Sentía un no sé qué, que simplemente no se podía explicar.
—¿Qué? —preguntó para cerciorarse que no fuera un tipo de cruel broma.
Él se cruzó de brazos.
—Lamento tratarte de esa forma —exclamó a regañadientes.
—¿Lo dices en serio?
—Sí —la afirmación salió sola por su boca, sin analizarla.
¿Qué poder tenía ella sobre él? Quizá uno muy fuerte.
Los dos intercambiaron miradas en un instante. Azul y negro.
Se ruborizaron. Sasuke se acercó lentamente, nublado por el deseo de volver a besarla. Ino cerró los ojos, esperando el tacto de sus labios.
Iban a hacerlo. Pero...
—Preciosa.
Ambos se apartaron y enfocaron la vista en el sujeto delante suyo.
Sasuke gruñó furioso, totalmente rabioso. Empuñó su mano.
Ino se pasmó.
—Itachi-kun...
.
N/A: Gracias por cada uno de sus votos y comentarios.
Debo decir que ya no tenía planeado incluir a Itachi, porque yolo (? Jajaja. Pero en vista de que me lo pidieron, decidí hacer un espacio para volver a agregarlo.
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