Jueves: un enfrentamiento.

—El momento de nuestro enfrentamiento ha llegado, Itachi —sin esperar respuesta de su boca, se apresuró a aprisionar su cuello con brusquedad—. Tu sangre correrá por mis manos, me encargaré de hacerte pagar cada uno de tus delitos.

Sasuke crujió los dientes, clavando los dedos en la piel de Itachi. 

Su voz tan derrochante de odio, que con sólo las palabras expuestas podían infundir miedo sobre cualquier rival. Sin embargo, su oponente no era un ninja común que fácilmente pudiera derrotar, era Itachi Uchiha, su hermano mayor. 

Por más que Sasuke se mostrara lleno de desagravio, Itachi ni siquiera tenía la delicadeza de intimidarse, al menos para complacer un poco a su hermano menor. Por el contrario, le regaló una sonrisa burlona que rápidamente cubrió su rostro. Sasuke, ante aquel gesto, se enfureció en demasía, ejerciendo más presión en sus dedos sobre el pescuezo de éste.  

—Maldito...

Lo insultó despectivamente, como pretendiendo provocar hervirle la sangre  y hacer que él fuera quien iniciara de cuenta propia la batalla. ¡Sí, Sasuke deseaba que su hermano mayor comenzara a golpearlo! ¿Por qué simplemente no se lanzaba contra Itachi y lo mataba? La respuesta a tal interrogante era masoquista, ya que el Uchiha menor quería infundirle un miedo tan grande a su hermano que lo incitara a lastimarlo, y de esa forma él pudiera defenderse hasta el punto de implementar las técnicas de las que se había esforzado por aprender. Sasuke deseaba convertir una simple lucha en toda una batalla repleta de sangre y muerte; pero a cambio, sólo recibió una mirada fría sobre su rostro, un suspiro ahogado y unas palabras monótonas y despreocupadas por parte de Itachi.

—No. El momento aún no ha llegado, hermano menor.

Sasuke parpadeó un par de veces, queriendo ocultar la sorpresa y el disgusto que se formó en su semblante. ¿Qué no era tiempo? ¡Claro que lo era! Sus ojos expedían venganza por donde quiera que se le miraran.

 Estaban los dos frente a frente, ambos con la misma intensidad de asesinar al otro, ¿y todavía se atrevía a decirle que no es el momento? ¿Qué estaba pasando por su cabeza? Sasuke no lo entendió, sólo sentía el enojo correr por sus venas y deformar su corazón latente.

La ira lo consumió de manera casi inmediata y en enormes cantidades, transitando de esa forma  por cada una de las dimensiones y extremidades de todo su cuerpo. Y tenía razones por demás poderosas que lo obligaban a reaccionar con tal furia, simplemente no comprendía la locura de Itachi.

El ser a quien más detestaba y aborrecía por sobre todo lo existente y lo no creado. Él siendo la única razón por la cual Sasuke se desvivía en conservar su patética vida, representando así su único propósito de proclamar venganza. Él, lo había rechazado de manera tan humillante que fue capaz de percibir la frialdad paralizar cada uno de sus huesos y desfigurar con ello su fisonomía 

¡Había refutado una batalla! ¿Acaso aquello tenía un significado oculto? ¿Por qué Itachi se resistió a pelear? ¿De verdad Sasuke era tan débil que ni siquiera alcanzó los estándares de dignidad para enfrentarse a su hermano mayor? ¿Realmente todavía no era el momento?

—No me odias lo suficiente como para luchar —sus oraciones lograron sacarlo de sus íntimas reflexiones. Su tono apaciguado le caló hasta por los poros. 

¿No lo odiaba, dijo? Sasuke estaba completamente seguro de su repulsión hacia él pero a Itachi le parecía insuficiente. 

—Dentro de tu corazón guardas sentimientos de afecto por mí. 

El menor dibujó una sonrisa mal formada en su cara, como si le hubieran contando un mal chiste.

—¿Qué? —sus ojos se abrieron de par en par, mostrando su desconsuelo.

—Eres una persona demasiado transparente, Sasuke —le aseveró en el acto que conducía dos de sus delgados dedos hacia la frente pálida del azabache, con el fin de propinarle un ligero toque; igual como lo llegó a hacer cuando eran unos niños—. Cuando tu odio sea verdadero. Cuando sientas que la cólera se apodera de tu cuerpo y mente. Cuando seas capaz de sentir que no puedes respirar a causa del remordimiento, de la impotencia de no haber salvado de la destrucción a tu clan. Cuando descubras el verdadero significado que se guarda en la venganza y ésta se transforme en tu única salvación, y tu necesidad será resguardarte en las tinieblas... Entonces dejaras de ser predecible para convertirte en alguien superior. Cuando todo eso pase, también el día de una lucha llegará.

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N/A: Gracias por sus bellos comentarios y votos.