1.2
Jeno era sin dudar, la tercera persona menos valiente del mundo. Segundo y primero estabamos Renjun y yo, por no querer hablar sobre lo que pasaba entre ambos, el tiempo corria y ninguno se animaba a dar el primer paso. Regresando a Jeno, ese dia habiamos salido a comprar las cosas para navidad, sabiamos que luego no tendriamos tiempo entre unas y otras cosas. Asi que le habia pedido ir juntos dr compras a la hora que el deberia ir a clases y por esa razón miraba para todos lados.
—Basta Jeno— Volvi a pedirle mientras miraba las vidrieras de las tiendas.
—¿Que tal si alguien nos ve?— Volví a suspirar, era la quinta vez que lo escuchaba quejarse de lo mismo.
—No estamos en la secundaria, no tiene nada de malo faltar a las clases de vez en cuando— Intente calmarlo, el solo asintió y siguió caminando.
Decidimos entrar en una tienda en la que vendian algunos peluches, mirando cada uno de ellos con grandes ojos. Queria llevarme a todos los que estaban en la estantería, no sabia si a Renjun le gustaria algunos de esos, tal vez uno pequeño seria mas de su agrado. Seguia sin decidirme que regalarle, debia dejarle un obsequio antes de volver a casa y no verlo por un tiempo.
En esos días no sabia como iba a superar cada caida si el estaba lejos.
—Entonces— la voz de Jeno se escucho profunda, sacandome de mis pensamientos.
—¿Que?— Lo mire a los ojos. Habia algo indescriptible en ellos.
—¿Cuando le diras a Renjun que estas loco por el? Me vuelven loco— Deje de moverme por un tiempo, era algo que corria por mi mente una y otra vez.
No existía nada que nos frene, el ya no tenia pareja y pasabamos tardes como si fueramos una. Sonreia cada vez que me miraba, me besaba de manera dulce y me decia al oido todas esas palabras que necesitaba escuchar. Todas menos un 'Te amo' de verdad, solo lo decia jugando o entre risas.
Deseaba con todas mis fuerzas poder sentir el amor de verdad y dejar de jugar al tonto juego en el que ambos nos habiamos enredado en algún punto. Solo terminaria en más sufrimiento para nosotros y los demás.
—No lo se— Decidi contestar, siguiendo mi camino por la tienda. Ya no prestaba atención a los productos que se vendían.
—Si mi crush supiera quien soy, no duraría en decirle lo que siento—
—Ambos sabemos que eso no es cierto. Aceptalo— Me rei de él hace dias que lo ve a la distancia todas las tardes y nunca se acerca. Tal vez Jeno podria ganarnos en el rango de miedosos, Renjun y yo solo eramos dos idiotas.
Caminamos de regreso por el campus, cortando camino por las zonas abiertas de la universidad. Jeno tenia miedo que Renjun le critique su asistencia perfecta si se enteraba que no habia entrado a clases, asi que decidimos ir juntos hasta mi habitación y esperar a que sea la hora.
Al caminar por uno de los patios vimos a Renjun hablando con el mismisimo Mark Lee, Jeno ya estaba entrando en pánico. Era una gran sorpresa, no sabiamos que se conocian, era como una broma de mal gusto.
Entonces recorde las palabras de la otra noche, estaba buscando nuevas amistades para darle un cambio a su vida.
—Vamos a hablar con ellos— Le indiqué, pero Jeno se negó rotundamente.
—Tengo mucha vergüenza, no se que decirle y se supone que debo estar en clases, yo— Con una mano corte su monologo de excusas sin sentido. Por esta vez podia dejárselo pasar.
—El primer paso me lo dejas a mi. Luego te lo dejo todo a ti—
Me despeine el cabello y desordene mi ropa, puse mi mochila en la mano, poniendo la mejor expresión de cansancio que encontré en mi repertorio. Mi profesor de teatro estaria orgulloso de mi en este momento. Corri hacia ellos con la excusa de buscarlo por todos lados y que mi abuela habia llamado.
Miré unos segundos a Mark y sin pensarlo dos veces, me sente sobre la falda de Renjun. Me encantaba como Renjun podia perderse en nuestro propio mundo y olvidarse de lo demas, me miraba como si fuera lo único existente en el planeta y yo me sentia especial frente a esos ojos oscuros.
Le hable sobre la excusa de mi abuela y nos perdimos unos momentos en nuestra burbuja, casi olvido el motivo que me habia traido en primer lugar. Sabiendo que Jeno estaba en algún lugar escondido mirando la escena.
—Tan tiernos— Mark pincho nuestra burbuja y nos regreso a la tierrra, nos giramos a verlo. Rápidamente Renjun nos presentó.
—Donghyuck él es Mark. Mark este chico de aquí es mi mejor amigo— Extendi mi mano con una sonrisa, ahora que lo veia de cerca podia entender a Jeno. El chico era guapo y se veia que era una persona amable por la manera en que nos miraba a ambos.
Seguramente es un aficionado del romance, pense en ese momento. Asi como lo es nuestro amigo
Así como había saludado a Jaemin cuando lo presente como mi novio.
—Jeno tenía razón— La expresión de Mark me sorprendio. Al parecer conocia el nombre—Vive hablando sobre lo hermoso que es Mark Lee, pero creo que exageró— Si Jeno ganaba algo con esto, yo tambien. Asi que decidí jugar un poco con ambod muchachos.
—¿Que?— Sonreí triunfante. Despues me lo agradecerian.
—Dijo que eras el más lindo de todo el campus, pero creo que serías el segundo—
—¿Y el primero?— Preguntó Renjun
—Tu— Le contesté con una intensa mirada, esperando a que mis ojos pudieran decir lo que mis labios no podian pronunciar. Espere a que dijera algo más, que me diga cuanto me ama. En su lugar me beso y en ese acto podia entender todo lo que su corazon estaba ocultando. Queria gritarle que no tenga miedo, que juntos podiamos resolver esto que nos estsba pasando.
Me despedi de ellos y al estar lejos de su vista, corri rápido en busca de Jeno con el corazón aun palpitando en mis oidos y la adrenalina corriendo mi ser. Queria gritarlo, queria gritarle cuanto lo amaba.
Después de eso empezamos a juntarnos entre los cuatros, al parecer Mark y Jeno tenian muchos gustos parecidos y hablaban todo el tiempo, se reian de chistes que solo ellos dos entendian y yo me sentia feliz por ellos. Por primera vez en mucho tiempo me sentia completamente feliz y mis dudas poco a poco desaparecían, mirando mis marcas puedo decir que todas esas preguntas se iban desvaneciendo como las cicatrices hasta no quedar nada.
Solo faltaba una cosa; Renjun.
Faltaban una o dos horas para que mi hermana mayor pase por mi a la universidad y me fuera, despues de una larga conversación y una sesion de besos intensa. Aun me ardian las mejillas por lo que habia ocurrido, yo solo estaba bromendo con él sobre un striptease y el lo habia pensado. Todavia no puedo creer que se le pasó por la cabeza la idea de hacer algo asi o que me imagine en esa situación. En esos dias nuestra relación no iba mas alla de unos besos, despues tambien recordaba que habia ignorado mi confesion.
Tenia miedo, mucho mas de lo que podia soportar. No me importaba cuanto tiempo tendria que esperarlo yo lo haria, sabiendo que sentia algo por mi y solo faltaba que lo descubriera. Renjun daba pasos de bebés en cada decisión que tomaba.
Conseguimos guardar mis pertenencias y ya estaba listo para irme, nos quedamos sentados a los pies de su cama, esperando el mensaje que ya me vendrian a buscar.
—Si encuentras el regalo no lo abras hasta que te diga—
—Ya lo dijiste tres veces—
—Solo me estoy asegurando— Renjun rio y yo sonreí. Ver y escuchar su risa eran lo unico que necesitaba para sentirmre fuerte cada vez, la razón por la cual todavia estaba de pie. —Renjun— El dejo de reir y me miro de esa manera tierna.
—¿Que?— Queria decirle te amo, decirle cuanto lo amaba y lo amo. Tenia tantas palabras atoradas en mi ganganta que respirar se hacía pesado.
Suspire. Las vacaciones de invierno nos iban a servir para organizar nuestros sentimientos y saber si esto que sentimos ahora es lo suficientemente verdadero para una relación o si es solo el calor del momento. Estaba seguro, pero esa pequeña duda volvia a resurgir ¿Renjun realmente sentia lo mismo? Queria saber si era tan intenso como sus ojos lo demostraban
—No abras tu regalo— Dije tontamente en su lugar. Volvió a reir y me golpeo de manera juguetona el hombro.
—Te voy a extrañar Hyuk— Sus palabras eran las mas dulces de todas, como una manta para mi frio corazon.
—Yo igual— Me beso castamente.
Pose una mano en su mejilla y volví a besarlo, sus labios moviéndose a un rirmo lento y permisivo. Sonriendo en cada movimiento, dejando caricias sobre mi cintura y nuestros cuerpos pegandose uno sobre el otro.
En un momento termine sobre el en una posición inusual, nuestras piernas enredadas mientras nuestros corazones se permitian fantasear juntos. Dejando que una esperanza vuelva a nacer.
Volvia a confundirme segundo a segundo. Me separe un momento y lo mire a los ojos.
—Renjun yo— Pero antes de volver a intentar confesarme, el sonido de la puerta cerrandose nos asusto.
Luego se escucharon unos golpes.
—¿Puedo entrar?— La voz de Mark tartamudeo. Seguramente nos habia visto en esa posición.
—Claro que si— Gritamos al unisono. Despues vimos entrar a un sonrojado Mark, rojo como un tomate.
—Jeno tenia razon. La próxima vez envio un mensaje— Los tres reimos por la situación. Nos acomodamos de nuevo y esperamos a que el recien llegado terminara de entrar.
—¿Vas a ir a la fiesta de navidad Renjun?— Mire como el nombrado se encogia de hombros. No era de muchas fiestas, si iba seria para despejarse.
—Después te aviso—
—Diviértete Renjun, no seas amargado— Le dije en un tono de suplica, estudio mucho durante el año y cuando deberia estar regresando a casa, se quedaba en la universidad. Lo menos que podia hacer era ir a una fiesta con otras personas.
Ellos siguieron hablando cuando mi celular recibio el mensaje de mi hermana diciendo que me esperaba en el estacionamiento. Mire arriba y sonrei, solo serian unas semanas, para entonces tendría mis pensamientos en orden y nada ni nadie detendria que me confesara.
O eso pensaba hacer
—Tengo que irme— Indique al par que hablaba entre ellos. Ambos me miraron y asintieron de acuerdo.
—Nos vemos pronto Donghyuk— Me saludo primero Mark, extendiendo una mano como despedida.
No quise decirle nada sobre el abrazo con Jeno cuando el se fue, luego tendria tiempo de molestarlo, cuando estemos los cuatro de regreso. Tal vez tambien el amigo de segundo año de Jeno que me cae bien.
—Adios— Dije casi timido e inquieto hacia Renjun. El me envolvió en sus brazos y yo me deje caer en ellos. Extrañaría sus abrazos reconfortante.
—Voy a extrañarte— Volvió a repetirme en un susurro. Yo cerre mis ojos dejando que su vos me hipnotice
—Te amo—
Ese fue el prinero. El primero en mi lista, lo senti en cada parte de mi ser. Fue la primera vez que crei en esas palabras, la primera vez que lo senti real y el que pude sentirlo en cada parte de mi ser, recorriendo todis los rincones. Aprete mas fuerte el abrazo, dejando que esas palabras se queden guardadas en mi.
—Yo tambien te amo—
Todo el camino a casa fui con una sonrisa que no podia borrar, mi hermana llegó a preguntar que me pasaba. Yo solo le respondí que muchas cosas estaban pasando y que despues de navidad me tocaria ser feliz de verdad.
Pero el destino no fue tan tierno con nosotros dos y nos puso un gran obstaculo, pero no tan fuerte para detener sus siguientes palabras.
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