Dolia, mi corazón se sentia confundido. Queria gritarle cuanto lo amaba, decirle lo que significaba para mi, pero siempre fui un cobarde y el miedo era más grande que yo.

Volvi a quejarme, en cualquier momento la biblotecaria nos iba a hacer salir de ahi. Jeno seguia con su cabeza metida en su pila de apuntes innecesarios y yo aunque quería concentrarme en mi proyecto para la siguiente clase no podia concentrarme. Las palabras de Renjun seguian girando en mis oidos como un disco rayado.

—Si sigues haciendo esos ruidos voy a golpearte— A veces admiraba la habilidad de Renjun de ignorar todas las tonterias que decia Jeno, pero no podia hacer eso. El conocia todo de mi y yo todo de él.

—No entiendes mi dolor— Primero me miró, sin saber si lo decía de verdad. Yo le sonrei indicando que solo era una broma, sus ojos se suavizaron.

—Sigo pensando que son dos idiotas. Y no, no voy a decirte nada más— Queria hacer un berrinche ahi mismo, pero eso significaba regresar a estudiar en el patio.

—Por favor— Lo mire con ojitos de cachorro esperando que funcione, pero Jeno era el unico que no caia por ellos.

—No—Algo parecio recordar de repente, sus ojos cambiaron de un momento a otro—Necesitas saber algo importante—

—¿Que?— Jeno miro a los costados y se acerco, hablando en un susurro.

—Alguien les tomo una fotografia a ustedes cuando se besaban— Yo me reí, no era un secreto para nadie. Muchas veces habiamos compartido pequeños besos en público.

—No importa. Jaemin nos ha visto algunas veces— No pude evitar sonar un tanto engreido. Estaba confiado en que si algún día esos dos terminaban a nadie le iba a sorprender, era una cuenta regresiva al final.

—Donghyuk— La voz de mi amigo sono cansada —El amor es ciego, pero los vecinos no—

—¿Que quieres decir?— Sus ojos me miraron con algo indecifrable, no entendia lo que significaba eso ¿Por que hablaba de amor?

En ese momento mi celular sonó, era un mensaje extraño de Renjun que decía que no podia responderme. Se me hizo extraño, ya que no era una conversación que lo obligaba a responder. El mensaje anterior habia sido una risa.

Jeno tambien habia recibido un mensaje de Renjun y eso fue extraño, algo le habia sucedido. Lo conocia, estaria todo el día encerrado en la oscuridad sin comer, solo respirando, mirando a un punto fijo. Fue cuando lo recorde, esa tarde le daban los resultados de los examenes y conocia toda la presión que sentia Renjun sobre sus hombros.

Sin pensarlo dos veces, lo llame.

—¿Que te sucede?— Dije sin dar otro tipo de saludo. Mi voz salio más debil de lo que habia querido.

—Nada, solo no quiero responder mensajes— Su tono de voz era apagada. Lo sabia, eran los exámenes.

—¿Hoy te daban los resultados de tu examen?— El respondio con una afirmación y nos quedamos en silencio. Mire a Jeno buscando algo, no sabia que, mi amigo simplemente me dio una mirada confundida—¿Estás en tu habitación?—

—Si— No espere a que dijera otra cosa, simplemente corte, decidido.

Me levante rapidamente, junte todas mis pertenencias sin preocuparme que esten ordenadas o incluso si tenia todo o me llevaba algun lapiz de Jeno. Renjun debia saber que lo apoyaba y así como el estaba siempre para mi, yo estaba para el hasta el final.

—¡Espera!— Grito Jeno, sin importarle que eso podia hacer que ya no pueda entrar a la bibloteca. —Esta mañana tuvo un accidente—

—¿No se te ocurrio decirme más temprano en lugar de hablar una hora sobre la sonrisa de Mark Lee?—

Estaba indignado en ese momento, ninguno me habia dicho algo sobre eso. Mi mente volaba a la velocidad de la luz pensando en mil y una situaciones en las que podria haberle sucedido algo grabe. Que los examenes eran de menos.

—Calmate reina del drama—

Intentaba no sonreir mientras pasaba por la farmacia para comprar algunos comprimidos frios para el ojo de Renjun. Jeno me habia explicado lo que habia sucedido, se lastimo el ojo al pensar que yo estaba en problemas y golpeaba su puerta. Parecia un tonto con una sonrisa y mis ojos queriendo empezar a largar lágrimas. Fui a visitar la enfermeria momentos antes para consultarle y ella me indico que era lo mejor y como podia hacer para cuidar de un ojo morado.

Con las explicaciones necesarias y un tarro con helado en una de mis manos, fui directo hasta su habitación.

Al abrir la puerta lo vi sentado en su cama, su cabello desordenado y sus mejillas aun humedas por el llanto. No dije nada al principio, dejando que se pierda en su propio mundo. Renjun miró mis manos, primero la bolsa de la farmacia y cubrio su ojo herido.

Rei por lo bajo, era como un niño pequeño siendo atrapado haciendo algo que no debería.

—No necesito escucharte hablar sobre porqué estás así, simplemente comamos esto— Dije después de un momento.

Me acerqué a el y empecé a intentar cuidar de su lecion. Pero ¿Como hacerlo cuando sus ojos me miran asi? Mis manos temblaban, estaban llenos de admiración. El sonreia despues de cada una de mis torpezas y yo solo podia responder con otra, queria besarlo.

Quería agradecerle por todo, darle besitos por todo el rostro. En sus labios, en sus pomulos, los parpados más aun en ese que estaba lastimado. Quería susurrarle que estaba ahi y decirle lo mucho que lo amo, lo mucho que me gustaria ser su novio.

Pero soy un miedoso y en su lugar le dije

—Pensaste que me sucedía algo malo—

—Claro que si. Idiota—

Despues la conversación cambio de curso, comimos el helado hasta terminar el pote. Hasta que llego el momento de decirlo, debia decirlo no podia seguir ocultando todo esto en mi corazón, los miedos a perderlo por mis palabras iban creciendo.

Intente hacerlo, pero terminamos besandonos. No pude evitar sonreir en el beso, sentir sus labios frios sobre los mios como si fueran ese manantial en un desierto. Intente mostrarle lo mucho que me gustaba y que estos sentimientos no son pasajeros.

Volvi a intentarlo, decirle eso que queria decir desde la fiesta de Taeil y la razón de mi tormento, era Renjun podia entenderlo. En su lugar me silencio con otro beso y yo solo pude dejar que me vuelva a ilusionar, darme esperanza que esos besos significaban algo. Me deje caer en su confusión, en el abismo de la duda.

La puerta se abrió y Jaemin nos vio.

Por supuesto qur Renjun fue detras de él, persiguiendolo y dejandome solo en la habitacion.

Empece a contar para calmarme, recordando las palabras de Jeno y mis propios pensamientos. Sabiamos que esto podia suceder, la puerta estaba abierta y ninguno negaba nada, no era un secreto oculto en la oscuridad.

Aun asi sentia la incertidumbre, sin saber lo que sucedería después.

Renjun volvio con un semblante serio en su rostro.

—Terminamos— No dije nada, pero queria gritar. No podia evitar sentirme feliz y llenarme de expectativas.  Aun asi tome compostura y lo apoye como amigo.

—¿Como te sientes?—

—Confundido— Senti un dejavu, pero al reves. Los roles intercambiados.

—¿Quieres hablar de eso?—

—Deberia sentirme triste, pero no lo hago ¿Esta mal?—

—No lo sé— Tal vez no era el mejor ayudando, pero lo intentaba.

—Dijo que podíamos ser amigos—

—¿Estas bien con eso?— No respondio y empece a sentirme incomodo, no debia estar ahí. La razón de todo esto era por mi actitud egoísta y no pensar en como se sentia Jaemin por mis acciones.

Me senti culpable y Renjun seguia sin decir nada.

Me paré en silencio y acomode las cosas, tirando en la basura los tarros vacios y las bolsas guardadas en una cajita que él tenia. Me encamine hacia la puerta y el me sujeto de mi mano.

—Quedate a dormir. Por favor— nuestros ojos se cruzaron y pude ver la suplica en ellos.

—Esta bien— Intente actuar como hacia Renjun cuando me sentía triste, nos recostamos despues de apagar kas luces. Deje que apoyara su cabeza en mi pecho y que los latidos de mi corazón lo calmaron.

De repente Renjun volvio a hablar y en voz baja pregunto.

—¿Por que Jaemin siguio estando conmigo después de todo lo que le hacía?—

No respondi, asi que simplemente lo abrace. Nos quedamos dormidos así, dejando que el solo pueda re organizar su mente, esta vez seria yo su apoyo y el hombro donde llorar si lo necesitaba.

Después de eso no hablamos sobre Jaemin, este parecia no estar triste. Tal vez lo sabia desde un principio y todo este tiempo solo quiso intentarlo o negarselo así mismo. A veces lo veiamos riendo con sus amigos.

No sabia si acercarme a Jaemin y pedir disculpas, me sentia culpable. Se que no lo soportaba mucho, aun asi nadie merece ser tratado de ese modo. Un dia después lo vi en los pasillos y le pregunte como estaba.

—Me siento culpable—

—Esta bien Haechan— Suspiro comprensivo y bastante maduro a pesar de ser menor que nosotros —Desde un principio supe el cariño que te tiene Renjun—

—Entonces— las palabras no me salian. No entendia al chico parado frente a mi.

—Primero pensé que era platonico o que era algo así como hermanos— Un chico llego donde estabamos ambos hablando y me miro de forna extraña.

—¿Sucede algo?—

—No Jisung. Solo hablamos— Me quedé en silencio en el lugar, recordando de algun lugar el rostro del menor. No me equivocaba al pensar que era un amigo de su infancia —Renjun y yo nunca fue un sentimiento verdadero. Solo atracción fisica y quise pensar que podia funcionar—

—Lo siento— volvi a decir con pena.

—No hay nada que perdonar— Jisung y yo lo miramos sin comprender —Solo ven a disculparte cuando no hagas nada para confesarte a Renjun. Adios—

Dejándome con mil palabras en la boca se fue de ahí como si nada. Jeno lo habia dicho y recien lo entendía.

Todos a nuestro alrededor podian ver lo que ambos sentiamos en realidad. Volvia a crecer en mi una nueva oportunidad, quien sabe desde hace cuanto las personas sabian que sentia algo por Renjun. Incluso antes que yo.

Fue entonces que entendia la desesperación de Jeno cuando estabamos los tres juntos.

—Necesito un cambio de ambiente— Dijo una noche Renjun de repente. En una de esas donde nos quedamos dormidos en su cama.

—¿Que piensas hacer?— era algo tipico en él, cambiar su rutina o buscar nuevas experiencia cuando algo sucedia. Me gire y observé su perfil, el suspiro.

—Voy a buscar amistades nuevas— Respindio mirando el techo todavía.

—Vas a dejarme— Lo dije en un tono de broma, pero con el miedo real en mi interior.

Renjun se giro y me miro a los ojos, su mano posando en una de mis mejillas. Parecia querer decir algo y arrepentirse después.

—Nunca pienses eso. Eres mi mejor amigo— Fue como un balde de agua fria, que me despertaba del sueño que me habia surmegido.

—¿Solo tu mejor amigo?— No respondió, en su lugar volvio a besarme como hacia antes y como hace tiempo no, desde que rompio con Jaemin hace unos días. Parecieron una eternidad cuando nuestros labios se volvieron a encontrar.

—Renjun. Te amo— Renjun sonrió. Podia ver su facciones en la oscuridad de la noche.

—¿Alguna vez dudaste que yo no?—

Cerre los ojos, sintiendo su aliento cerca y sus manos bajando hasta mi cintura. Nuestras piernas enredadas bajo las sabanas.

—Dilo Renjun— Le suplique. Necesitaba escucharlo fuerte y claro.

—Te amo Lee Donghyuk— Con eso tenia suficiente, aunque no lo sentia verdadero.

Aun tenia que sentirlo, que no fueran simples palabras y que cada parte de mi pueda derretirse por sus dulces palabras. Pero lo sabia, algo me lo decía que el "Te amo" que anhelaba estaba mucho más cerca de lo que pensaba. Solo un poco más, me repetia en mi mente.