Uno
Sus ojos pesaban ligeramente mientras escuchaba el abucheo de los más docentes y compañeros de trabajo, se encontraba en una "junta" pero solamente perdían el tiempo sin hablar de nada importante. Estaba cansado de ellos y cansado de seguir sin dormir.
Una mano pasó sobre sus ojos, logrando sorprenderlo y despertarlo un poco, era Choi Seungcheol, maestro de matemáticas y su fiel amigo desde la infancia.
—Hey, Mingyu, te noto dormido —mencionó el pelinegro viéndolo con duda— ¿Otra vez Jinsol sin poder dormir?
—Sí, de nuevo ha tenido pánico por sus pesadillas —suspiró con cansancio— Ninguno de los dos pudo dormir, la he dejado con Joshua en lo que termino aquí.
Joshua es pareja de Seungcheol y repostero en una famosa cafetería fundada por él mismo, en la cuál cuidaba a la pequeña cuando no estaba en la escuela, que eran pocos días de la semana o cuando a Mingyu le tocaba quedarse un poco más de tiempo en la escuela.
También habían veces en las que él recogía a la pequeña Jinsol, la llevaba a comer y le compraban comida a Mingyu también. A Joshua le gustaban mucho los niños, pero por lástima aún no podían adoptar un hijo o hija él y Seungcheol porque no estaban casados.
—Hay un amigo de Minghao que es psicólogo infantil, recién se mudó de china para tener más oportunidades de trabajo —sonrió al ver la cara de fastidio de Mingyu— Le diré a Minghao que me de su nombre, trabaja en el hospital infantil pero creo que da consultas de medio tiempo.
—Alguien que le gusta el trabajo —resopló con aburrimiento— No lo buscaré, sabes que no funcionará y no quiero perder tiempo.
Seungcheol lo miró con incredulidad, no podía creer que de verdad se estaba rindiendo, al rededor de un año y medio buscando algún buen psicólogo infantil y Mingyu ya se está rindiendo en la búsqueda. No lo iba a dejar rendirse.
—Vamos, búscalo, nada pierdes —ánimo palmeando su hombro con una sonrisa de lado— Todo es por Jinsol, ¿No?
Mingyu lo miró por un largo rato sin expresión alguna, tenía razón, pero ningún psicólogo había funcionado hasta ahora y ese amigo de Minghao no haría la diferencia.
De eso estaba seguro.
—Bien, se llama Wen Junhui, trabaja Hospital Infantil Nacional, lo puedes encontrar en el área B de psicología —sacó una pequeña tarjeta de presentación de su bolsillo trasero y la puso sobre la mesa, empujándola suavemente con sus dedos hasta que llegó a la mano contraria—. Si quieres tener algo más íntimo, la dirección y teléfono de su consultorio está en la tarjeta.
Mingyu lo miró incrédulo, hace menos de dos minutos había dicho que le preguntaría a Minghao sobre su nombre y ahora hasta le da una tarjeta de presentación.
—No me mires así, el tipo es guapo y muy tu tipo —se encogió de hombros recogiendo su gran mochila negra donde llevaba todo tipo de papeles, exámenes y documentos—. Luego me agradeces, debo de ir a comprar comida para Shua, nos vemos el lunes, Mingyu.
Sonrió abriendo la puerta de la sala de maestros antes de salir y desaparecer entre los solitarios pasillos.
No supo en qué momento todos los demás docentes se habían ido, quedando él solo en esa habitación. Recogió sus cosas y salió con la tarjeta en sus manos, pensando que hacer.
No le importaba mucho cuanto llegara a cobrar ese psicólogo, lo único que quería era ver a Jinsol mejor, verla avanzar y desarrollarse como cualquier niña de 7 años.
Suspiró negando con la cabeza, marcó el número de Joshua para avisarle que estaba en camino a recoger a su preciada hija. Revisó la hora dándose cuenta que eran las 3:27 del mediodía, por lo que no sería mala idea ir con Jinsol a comer comida de calle, de todos modos, era viernes y les esperaba un tranquilo fin de semana.
—¡Papi! —escuchó un pequeño chillido y unos pasitos correr en cuanto entró por la puerta de esa cálida cafetería— ¡Te extrañe mucho!
Mingyu se agachó a una altura igualada a la de su pequeña, quién no dudó en colgarse de su cuello en un bonito abrazo. Jinsol besó la mejilla con poca barba de su padre, riendo infantilmente al estar de nuevo con Mingyu.
—Hola, Sol —sonrió Mingyu, cargándola sin mucho esfuerzo— ¿Cómo te fue en tus clases? ¿Te portaste bien con tu tío Joshua y los demás?
—¡Sí! Estuve jugando con tío Hansol un rato, pero se acaba de ir diciendo que había olvidado recoger a tío Seungkwan de su trabajo —se encogió de hombros bajándose de los brazos de su padre— En la escuela me fue...bien, sí, bien.
Sonrió mostrando su pequeña dentadura, logrando que sus ojitos se achinaran más.
—Ve al baño a cambiarte el uniforme y recoger tus cosas, iremos a comer donde tu quieras —presionó su pequeña nariz, logrando sacarle unas cuantas carcajadas a la pequeña.
Salió corriendo abriendo la puerta del personal, esperando que subiera directamente y no se distrajera.
Mingyu se acercó a Joshua, saludándolo a la vez que lo abrazaba.
—¿Ella estuvo aquí por decisión propia? —preguntó refiriéndose si Jinsol había querido estar en la planta baja llena de clientes por ella misma, cosa que duda un poco.
—No, bajó cuando le dije que pronto llegarías —sonrió leve Joshua, tratando de mostrarle ánimos para que no se deprimiera.
Mingyu suspiró por décima vez en el día, acomodando mejor la mochila que aún seguía sobre su espalda.
—Seungcheol me dijo que la llevaras con otro psicólogo, Minghao siempre habla de él, así que debe de ser bueno —palmeó el hombro del castaño, tal y como lo hizo Seungcheol, pareja tenían que ser.
—Sí, me habló de él, pero no me confío mucho —recargó su brazo en la mesa donde estaba el rubio sentado— Ya no confío mucho en cualquier psicólogo.
—Confía en él, hazlo por Jinsol y por ti, que sé que es bastante difícil para ti salir simplemente al supermercado con Jinsol sin que a ella le dé pánico cada vez que vea gente desconocida.
Joshua agarró la mano de Mingyu, apretando suavemente sobre su dorso para darle ánimos.
—Confía en nosotros, confía en él, si a la primera no te convence, puedes dejarlo —sonrió escuchando unos pasitos en dirección a ellos—. Confía en ti.
Mingyu asintió levemente con la cabeza, cambiando su cara afligida para mirar a Jinsol con cariño, abrazándola cuando llegó hacia ellos.
—¿Lista, Sol? —la niña asintió con la cabeza, ya estando sin su uniforme pero con una mochila morada en su espalda— Vamos, dile adiós a tío Joshua.
—¡Adiós, tío Shua! —la niña le mostró su dentadura, sacándole una risa al mencionado por lo tierna que era solo con ellos.
—Adiós Jin, adiós Gyu, nos vemos el lunes —se despidió de ellos moviendo su mano de lado a lado, viendo como salían del local y se dirigían hacia la camioneta negra de Mingyu.
aclaro que Jinsol es Bae de nmixx
y que me estoy inspirando demasiado poco en el drama " unforgettable love" después verán a que me refiero con eso.
(lo recomiendo)
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