5 | Flores en la Almohada
—Maminaaa, maaaa —gimoteaba Jimin sentado en su cama. De nuevo él volvía a demandar el abrazo de su madre estirando los brazos hacia ella y abriendo y cerrando sus manitas. Ella ama que su bebé haga eso y corre a abrazarlo.
—¿Qué pasa hijo? ¿Estás contento? ¿Es porque te vas a tu casita?
—No, bueno sí, pero no. Bah... eso también, pero... Má, creo que anoche estuvo Jungkook acá...
La carita de Jimin no podía estar más brillante de emoción.
—No puede ser, hijo.
—Te digo que sí, sentí su presencia, su perfume. Me despertó eso...
—¿Pero lo viste?
— No... no lo vi... pero sé que estuvo.
—¿Cómo estás tan seguro?.
— Mira —Con cuidado, le muestra la almohada.
La mamá se acercó más para poder ver de qué se trataba.
Sobre la almohada estaban dispuestas en forma de círculo, un par de hojas de árboles y florecitas silvestres.
—¿Qué es esto Jimin?
—Es un mandala, mamá. Me lo ha dejado Kook.
—Pero... no entiendo —dijo Ha-Neul—¿como sabes que fue él?
—Es largo de explicar, má, pero sé que es él.
—Tengo todo el día, comienza a hablar. ¿Qué es eso, Mimín?
—Bueno. Te cuento, Kook y yo, cada vez que podemos, salimos a caminar, porque no hay nada que nos guste más que caminar en las tardes de otoño. Hacemos largas caminatas tomados de las manos. Por el recorrido vamos levantando y guardando hojitas y flores de todos colores y tamaños. Quién encuentra la más rara, se gana un premio.
—¿Qué premio? —la mamá estaba intrigada.
—Un premio de besos.
—Boehhh pensé que el premio sería algo más interesante... tal vez una buena ...
—¡Mamá! —la interrumpió con un grito— ¡Jajaja!! Ni se te ocurra decir eso que estás pensando!!!.
—Jaja, hijo... Iba a decir una ¡buena comida!
—Jaja qué loca eres, Má, jaja, Bueno, no, no es una comida, es un premio de besos. Besos especiales, mami, pero, no te quiero contar eso —Y escondió su carita entre sus manos.
—Jaja qué hermoso eres mi bebito, no tienes que contarme nada, eso es sólo de ustedes.
—Chi —dijo este tímido Mimi.
—¿Entonces? ¿Qué tienen que ver las caminatas y los premios con ese círculo en tu almohada?
—Después de las caminatas y de juntar hojas y flores, hacemos un mandala sobre la cama, cada vez lo hacemos más bello y sofisticado. Kook le toma fotos al círculo mágico y después... bueno lo que hacemos después sobre el mandala de flores, tampoco te lo quiero contar —de nuevo aparece ese dulce Jimin que su mamá adora.
—Jaja, igual, imagino que ese es el momento en que se entregan los premios de besitos —La mamá le da una mirada cómplice y retoma el tema inicial.
—¿Y hoy encontraste un mandala en tu almohada?
—¡Sí! —Los ojos de Jimin centelleaban.
—Creo que tienes razón Mimín, ese debe haber sido tu conejito.
—Chi...
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