Bella.

Diría que debo de evitar que mi padre salga lastimado, mis esposos son los hombres mas temidos de Japón, tienen fama de sanguinarias además de que nunca amenazan, ellos solo ejecutan. Camine hacia ellos colocándome en medio de ambos.

—Isabella Giovanni, Stai rendendo la cosa più grande di quello che è.

—Tu lo estas haciendo grande, dame por muerta, dejame tranquila, estoy bien aqui y habla en japones, muestra respeto a esta casa —mi tono iba enserio.

—Mataste a un Vitello, sabes muy bien que no es tan sencillo.

—¿No? —Taehyung fue el primero en hablar —tiene dos opciones, tomarnos como sus nuevos yernos y contactos.

—La segunda es irse de aqui sin lengua, sin manos, puede que le dejemos un ojo, es nuestro suegro despues de todo, pero creo que intenta amenazar a la esposa de los Yakuzas —Taeyon beso mi frente.

—¿Quieren una guerra con la cosa nostra?

—Si —dijeron al mismo tiempo.

—La bratva, la mafia de corea, incluso la triada esta en paz con nosotros y la alianza que formamos —parpadee tratando de notar si mentia Taehyung.

—Se que sera inteligente.

—¿Que hare con los Vitello?

—Les dara un mensaje.

Mi padre salio sin decir nada de la casa de los Satoshi, algo le entregaron mis esposos que parecio sudar en frio, conocia de la conexion que tenian con los coreanos, Bo y Seokjin son los dos nombres que resaltan, pero lo demas para nada, necesito investigar mas sobre mis esposos.

—¿Qué le dijeron a mi padre?

Ambos estaban en las aguas termales esperandome.

—Le dimos una foto —Taeyon exhalo algo de humo por el tabaco.

—Marco Vitello, sin un dedo cortesia de Bo y Jungkook, nosotros cumplimos nuestras promesas...