Ocho
Bella.
Mi libertad duro menos de lo que pensé, maldita sea mi debilidad ante las mujeres hermosas y rudas. Aunque estoy en una pieza, me encuentro desnuda, mi ropa esta esparcida por el suelo, recuerdo al par de gemelos qué me tienen aquí, pero como no me duele el cuerpo supongo que no los toque.
Eso es bueno, si me acuesto con uno de ellos o ambos me gustaría recordarlo. Ahora solo tengo un dolor de cabeza terrible, con demasiada hambre.
Voy a esperar antes de escapar, esto no parece un secuestro tan malo. Primero atenderé mi vejiga llena y me quitare el olor a ebrio qué aun traigo.
Mientras me duchaba escuche que abrieron la puerta, después de unos pasos sigilosos tocaron la puerta del baño.
—Bella —reconozco esa pequeña voz traidora —Soy Bo, te traje ropa limpia.
Tome una toalla y me envolví rápidamente para salir del baño, en cuanto estuve afuera le tomo por sorpresa que le lanzará una patada, la cual esquivo. Sabía que era hábil.
—Tu, maldita tramposa.
—Puedo explicarlo —alzo las manos en señal de rendición —ellos me prometieron qué no te harían daño, ¿te tocaron?
—No, ¿Por qué estas tan segura que no me dañaría?
—Porque yo soy miembro de la triada y jamás me dañaron.
Esto es muy interesante, demasiado diría yo.
—Diles que deseo hablar con ellos y trae una aspirina me mata la cabeza.
—En verdad lo siento, son mi familia ahora.
—Lealtad, respeto eso, pero aun no te perdono.
La ropa que me presto, supuse que era de ella pues el vestido me queda pegado al cuerpo y muy apenas me cubre el culo.
—Si me mata ahora moriré feliz.
Gire al escuchar hablar japonés a uno de los hermanos su acento es tan marcado qué se acentúa con su voz gruesa.
—¿Mi aspirina?
Taeyon se acerco con un vaso con agua y una pastilla en la mano, verlos a la luz del día es desgarrador, son demasiado atractivos. Tanto que no puedo evitar provocarlos.
—Aquí tienes preciosa —saque la lengua —No me tientes, que ya no estas ebria.
Me encogí de hombros, coloco la pastilla en mi lengua y me paso el vaso con agua, ambos me observaron beber como si fuera un acto erótico.
—¿Para que deseabas vernos?
—¿Qué les hice? ¿Qué van hacer conmigo?
Taehyung encendió un cigarrillo y mito a su hermano.
—La verdad no tenemos ni puta idea, solo sabemos.
—Que teníamos que tenerte…
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