Taehyung

Es tan hermosa, lo más perfecto que han visto mis ojos, la maldita dueña de una dinastía del crimen sin buscarlo.

Estos cuatro meses ha sido de pura luna de miel, ella es una guerrera, aguanta el ritmo qué le damos Taeyon y yo, a veces esta con ambos, a veces solo con uno, pero pocas veces la he visto cansada.

—¿Qué haces? —la veo gatear lento hacia mi.

—Tu y tu hermano me dejaron sola por todo un fin de semana —queda entre mis piernas sobre la cama —me acostumbraron a ustedes y ahora necesito un poco de ti.

Bajo mi bóxer y con su culo hacia arriba mientras se inclinaba a chuparme la polla, dándome la mejor vista de todas.

Sus labios alrededor de mi erección se ven hinchados, trae puesto el labial qué me encanta ese rojo tan intenso como su cabello. Volvió a meterlo por completo a su boca haciéndome sentir su campanilla, dio una ligera arcada que no le impidió continuar con su faena.

—Basta —la jale del cabello y me incorpore hasta que ella quedo acostada en la cama —mi semen va en tu coño no en tu boca.

Tomo mi erección para alinearse usando la punta para frotar su duro clítoris, aprieta mi tronco.

—Destroza la cama follandome.

Puse las manos a los lados tomando impulso con mis rodillas, empuje de un golpe, la cama se movió de manera brusca, ella dio un gemido alto,  antes de aferrarse a mi espalda arañándola.

—Vamos Bella —gruñí —sángrame déjame sentir lo mucho que te gusta mi verga.

—¡Stronzzo!

Mis caderas siguieron el mismo ritmo arrancado cada gemido agudo y jadeo de esa linda garganta, no se dejaba de escuchar como la cama vibraba bajo nosotros.

Se engancho a mi cuello, moviendo sus caderas en círculos mientras la penetraba.

—¡Taehyung!

Mordí su hombro sintiendo su fuerte orgasmo aprisionar mi miembro, exprimido hasta la última gota.

—Mi linda esposa —lamí su sudor —la cama sigue en pie.

—Podemos hacerlo más fuerte.

Sonreí y mi miembro dio un tirón…