Capitulo XXI: Manzana envenenada parte I
Lo de siempre. No olviden comentar ❤️
----------------------
Capitulo XXI: Manzana envenenada parte I
- Tantas mujeres, servidumbre, riquezas y aún así no eres más que un estropajo infeliz.-
- Soy consiente del daño que te he hecho. Déjame en paz.-
- ¿Problemas para dormir?-
- Quiero que dejes de entrometerte entre nosotros.-
-¿Quién te crees tú que eres para decirme que hacer? Nunca te ganaste ese derecho.-
- Aunque no lo creas. Yo si te quise. Cuide a tu madre más que a mi mismo cuando estaba embarazada de ti.-
- ¿Y eso qué? Después nos dejaste en manos de un monstruo. ¿Te crees que es vida lo que tuve hasta que supe de mis poderes?-
- ¿Quieres acabar conmigo? Hazlo de una vez.-
- ¿Prefieres morir antes que verla feliz, no es así?-
- Raven solo es feliz cuando está conmigo. La conozco mejor que nadie.-
- Mi madre te demostrará que puede vivir sin ti lo que le resta de vida.-
- ¿Me estás amenazando?-
- Yo no amenazo papito. Yo solo te prevengo. ¿Acaso no has visto a mí madre de ...cerca?- Al pronunciar la última palabra se desvaneció de su presencia.
Se levanto de súbito en su habitación.
Solo.
Sin mujer.
Sin comida.
En una cama fría.
Vio a la derecha y miro su cuerpo.
Era un hombre de buena forma sin dudas.
Sus ojos resaltaban más que nada en su rostro y debajo de ellos unas líneas de expresión se asomaban recordardole que ya no era un joven de tan solo diecisiete años que recién llegaba a Gotham.
Ya habían pasado muchos años desde que llego a esa ciudad por primera vez.
Desde que conoció a Raven.
Desde que supo de primera mano lo poderosa y especial que era.
Diecisiete años...
Él se marchitaba rápidamente y en cambio ella se veía exactamente igual.
Delgada, pálida, de ojos brillantes, cabello oscuro y largo.
Joven.
Era perfectamente capaz de hechizar al hombre que quisiera con tan solo mirarlos como lo hizo con él y tantos otros.
Cerro sus ojos.
"Nunca ame a nadie tanto como a ti habibti. No me dejes nunca ¿De acuerdo?"
Los mantuvo cerrados para seguir viendo su dulce rostro sonriéndole de cerca.
Tantas veces estuvo junto a él ...
Un tanto distanciados porque su enorme panza de embarazo los mantenía así.
Era honesta y lo sentía por su conexión.
Nunca se había sentido tan querido como aquella vez.
- Yo ya no ...no soy el sujeto del cual te enamoraste.-
Damian ya no era el joven del que se enamoró en ningún sentido.
- Tenemos que detenerla. Está fuera de control.-
- ¿Madre?-
¿Aparecía justo ahora que tenía el rostro húmedo por las estúpidas lágrimas que se le escaparon en un momento de debilidad?
Maldita sea mí suerte.
- Está acabando contigo. No lo puedo permitir.-
- Lo merezco...-
- Nunca fuiste un padre para esa chica. Ya perdiste tu oportunidad con ella pero no con Raven. La tienes que recuperar o no tendremos oportunidad alguna. Ninguno de nosotros.-
La miro a los ojos y la vio quizás por primera vez parecida a él mismo.
El brillo ya no estaba.
- ¿Le temes?-
- No tiene corazón...No es como nosotros. -
- Helena es igual a Raven. Lo sé. Solo necesitamos saber su punto débil.-
-----------------------------------------------------
Días atrás...
Jake estaba a solas frente a su madre fallecida.
Solo.
Ni siquiera su abuelo Bruce Wayne había ido allí a estar junto a él.
¿Por qué su padre no estaba allí tampoco?
¿Cómo podría haber desaparecido en un momento así?
Gente desconocida que trabajo con su madre se acercaba cada tanto por breves minutos a ofrecerle su pésame.
La puerta de pronto se cerró y un sonido de un seguro se escuchó.
Las luces comenzaron a parpadear y el chico con pocos ánimos volteo a ver quién había entrado allí.
Demacrado.
Mí ...
Ella negó con la cabeza.
- Lo lamento.-Suspiro.
- Eres la única que ha venido. A nadie le importa. A nadie le importo...- Ella lo silencio besando a su madre en la frente.
- Hermosa Artemise. Que en paz descanses.- Murmuró.
Su largo cabello rubio se veía más brillante que de costumbre y sintió algo extraño en su comportamiento.
- ¿Qué te dijeron que le sucedió?-
- Un loco la atacó me dijo el comisario. Tal vez un familiar de algún paciente. No hay nada seguro.-
- Tu realmente no crees eso.-
- No.-
- Fue Dick. Tu sabes que no hay nadie aquí porque fue él.-
- Quizás ese sujeto sea mí padre ¿No? Porque el que se supone que lo es...-
Negó.
- Lo castraron y ella lo sabía. No es tu padre ni el mío. Ni siquiera el de Cass.-
- Algún día juro que lo mataré.-
Helena puso una mano sobre la suya.
- Se que es todo lo que quieres hacer desde hace mucho pero vine aquí también a decirte que si lo haces acabarás conmigo. -
- ¿Qué dices?- Sus ojos verdes la miraron con preocupación.
- Si su corazón deja de latir el mío también. Algo me ha hecho y necesito averiguar qué.-
- Podemos hacer que hable. -
- No podemos. Mí magia no funciona con Dick Grayson ...-
Él la miro detenidamente y ella se dio cuenta de ello.
- ¿Magia?-
Asintió.
- Soy tan rara como todos decían después de todo.- Sonrió tímidamente.
- Eres como tu madre en todo sentido entonces.-
- No digas eso frente a Artemise. Odiaría que intentes halagar a alguien comparándola con mí madre.-
- Mí pobre madre siempre supo que todos ellos tarde o temprano morirían para o por Raven.-
- Estoy segura que...-
- No menciones a Jason. No lo excuses. Nunca fue un buen hombre para mí madre ni mucho menos un buen padre para mí.-
- Quizás haya una explicación para que no esté aquí.-
- Estoy seguro que tiene que ver con tu Raven directa o indirectamente. Ni ella ni yo nunca le importamos. - Le dijo viendo a Artemise con mirada resignada por su presente.
Un hombre ingreso a la sala y finalmente le pregunto al joven algo que hubiera preferido consultarle a alguien más.
- La Corporación Wayne se hará cargo todos los gastos. Me indicaron que la decisión del destino del cuerpo de la señora la tiene Jason Todd. Su esposo.¿Sabe cuándo estará aquí?-
- Insinúa que no soy capaz de decidir sobre el cuerpo de mí madre una vez más y te juro que a quien le harán la próxima necropsia es a ti.-
Helena se paró frente a él y poso una mano en su pecho.
Una sensación invadió el cuerpo del chico por demás cálida.
Reconfortante.
Tranquilizadora.
- Solo dile que quieres hacer y lo hará.- Le susurro al oído.
- Incinerenla. -
El hombre asintió con cortesía y sin decir una palabra se marchó.
Ella sonrió.
- Buena decisión. Estoy segura que así lo hubiera querido.- Murmuró la chica tomándolo de la mano ahora.
- ¿Vienes conmigo?- Pregunto él tímidamente no queriendo estar más allí.
- Me encantaría pero...-
- Nunca te vi como familia.-
Ella lo miro afligida.
- ¿No confías en mí?-
- Helena...- Tomo su rostro y la beso con cariño en los labios.
Algo cambio dentro ella ante ese contacto con él.
Su seguridad, entereza y fuerza flaquearon súbitamente.
Se sentía desnuda otra vez.
Sin protección alguna.
Débil.
Lo miro a los ojos asustada y sin aliento.
¡Debes matarlo!
- No se supone que debías hacer algo como eso...- Ella negó y se fue rápidamente de allí dejándolo sin palabras.
A ti también te gustó.
Eso era algo de lo que ahora no tenía duda alguna.
Ella sentía lo mismo que él.
-------------------------------------------
A las afueras de Gotham ...
Residencia Grayson
Estaba sentado en el sofá mirando al exterior abrazando un viejo peluche.
Afuera llovía ligeramente.
Paso horas contemplando las gotas caer lentamente por su ventanal.
Pensativo.
En su mundo.
Ignorando la presencia del joven hombre que se encontraba a su lado.
- Me da gusto saber que mí padre tiene corazón pese a todo.-
Él no le contesto ni se inmutó ante sus palabras.
- Trigon está dentro de todos gracias a ti. ¿Crees que él no sabía que ella no era tu hija? Siempre fuiste una pieza descartable para él. Le fuiste muy útil sin dudas pero ya te soltó la mano porque ya tuvo todo lo que quería de ti. Helena. -
Ante la mención de ese nombre Dick se dio la vuelta y sonrió.
Esa sonrisa sádica que solo él podía hacer.
Esa sonrisa que tantas veces vio en sus pesadillas...
- Hace días estoy sentado y pensando en lo gracioso que es tener en mis propias manos la posibilidad de destruir sin siquiera tener la necesidad de enfrentar a esa pequeña perra. Solo necesito un BANG aquí..- Simuló dispararse con sus manos en la cabeza. -.... y adiós niña prodiga del infierno. Sin dudas sigo estando por delante de todos aún.-
- Tu no la odias tanto. -
- Es cierto. Odie a Artemise cuando supe que me lo oculto, incluso quisiera tener ese pozo por aquí, hundirla y asesinarla una y otra vez. Eso me daría placer para ser honesto y en cuanto a tu madre...-
- No permitiré que le hagas daño. -
- ¿Por eso volviste hasta aquí?- Comenzó a reír desaforadamente y por momentos su hijo creía tener al mismísimo Guasón en la penumbra de esa sala.
- Raven ya no me interesa en lo más mínimo. Se como terminara. Ese regalo me lo dio tu abuelo hace un tiempo ¿Quieres saber de pasará con ella?-
- No. -
- Pero tiene que ver contigo. ¿Enserio no quieres saber cómo estarás involucrado en el final de tu mami?-
- Trigon solo te ha hecho ver lo que quieres ver. No te hagas ilusiones.-
- ¿Enserio tu crees que odio tanto a Rachel?-
Alex no se digno a responder tal obviedad.
- Yo amo a esa mujer desde que soy un niño. ¿No te das cuenta? Te saco de mí lado. A mí único hijo. Me negó tu existencia y no conforme con eso me dio una niña preciosa que finalmente no era mía.
La maldita arpía traidora me engaño por años y sin embargo esa noche donde pude acabar con esas dos perras ahí mismo no lo hice. No puedo matarla. ¿Sabes lo frustrante que es? Me ves como un monstruo luego de lo que te hice pero ¿Qué crees que es ella? Necesito saber luego de tantos años que piensas de tu madre.-
Esa pregunta no la espero de él.
De hecho no espero que lo primero que hiciera Dick Grayson luego de tantos años fuera preguntarle que pensaba él de su madre.
- Eres un desgraciado que no tiene perdón...-
- Pero eso ya lo sabemos todos. Además ¿No crees que lo estoy pagando ya? No sé que hacer. No se que es real. MALDITA SEA RESPONDE LO QUE TE PREGUNTE. Hijo. Solo...-
Se vieron a la cara y el silencio reino el ambiente por unos largos minutos.
Eran idénticos salvo por el hecho de que Alex tenía un semblante más tranquilo.
Ojos color océano.
Los del más joven con una chispa de magia que Dick reconocía bien.
- ... quiero a mí madre pero se que todo lo que le está pasando a mis hermanas es culpa de ella. Trigon está aquí. Dentro de Helena gracias a ambos.-
- No queda nada de esa niña a esta altura seguramente. Hace unas semanas la tomé a la fuerza y te lo digo en la cara porque estoy seguro que ya lo sabes con esos poderes tuyos.
¿Te crees que quería hacerlo? ¿Porqué crees que yo querría andar con una niña? -
- ¡CALLATE!- Lo tomo del cuello y clavó sus uñas en su piel.
No sé resistió.
Dejo que su propio hijo apretara cuánto quisiera.
- YO ODIO AL HIJO DE PUTA DE DAMIAN. A EL. TRIGON LO SABE Y ESOS OJOS. ESOS MALDITOS OJOS QUE TIENE TU HERMANA . NI SIQUIERA RECUERDO TODO LO QUE PASO. LO ÚNICO QUE SE ES QUE LO HICE.-
Alex ahora le dio un puñetazo en la cara y lejos de darle tranquilidad ver la profunda herida que le causo en el rostro le dio aún más...
...angustia.
- ¿De qué sirve arrepentirme si lo hice yo después de todo? Trigon sabía que odio a ese hijo de puta y me susurro al oído ideas para hacerle daño a ÉL. ¿Te crees que es fácil vivir cada maldito día con él susurrándome al oído? SOY UN MORTAL NIÑO. YO NO SOY COMO TU O RAVEN QUE PUEDEN PONER BARRERAS A SU ALREDEDOR.
YO SOY DICK GRAYSON Y SOY UN SER HUMANO HARTO DE TODA ESTA MIERDA. ¿NO TE PUSISTE A PENSAR POR UN SEGUNDO QUE SERIAS HOY SIN MAGIA?-
Dejo de golpearlo y apoyo sus manos en sus hombros.
Lo miro otra vez y su mandíbula comenzó a temblar de culpa.
- Eres un buen niño. Yo alguna vez fui un buen niño. Me da gusto que hayas estado alejado de toda esta vida de mierda y hayas crecido tanto. Bien. - Su voz era muy suave, lenta y por momentos tomaba una pequeña bocanada de aire para seguir.
- No te voy a perdonar nunca lo que nos has hecho.-
- Esta bien eso. Digo, quiere decir que no eres un estúpido. - Sonrió amargamente.
- ¿Dónde está Cassandra?-
Una lágrima cayó por la mejilla del hombre. Apretó los dientes y sus ojos se tiñeron de rojo en la frustración.
- Mal. Se que donde sea que este mi niña está muy mal...-
- Dick si la quieres tanto ¿Por qué no fuiste por ella? ¿QUÉ TE PASA?-
- No hay nada que yo pueda hacer para recuperarla. Nada que yo le pueda decir va a servir. La conozco más que nadie. Cuando pueda volver a verse a un espejo ira por tu madre...-
- ¿Cómo lo sabes?-
- Es lo que yo haría.-
----------------------------------------------------------------------------------------------
Flashback
La noche en la morgue....
Corrieron juntos hasta llegar a una salida de emergencia. A su paso Raven con sus poderes destruía luces y cámaras que pudieran estar atestiguando la huida de ambos.
Raven tenía su coche cerca.
- ¿Dónde está el tuyo?-
No le respondió. Solo se subió al asiento de acompañante.
El silencio de Dick siempre fue algo que la asustó más que su ira desenfrenada.
Manejo con calma hasta las afueras de la ciudad a una pequeña cabaña de propiedad de Bruce Wayne.
Todo estaba muy oscuro.
Las luces del vehículo eran lo único que iluminaba el lugar.
- Tu siempre la amaste y no tiene porqué cambiar nada.-
- Siempre.- Balbuceo.
- Quise que lo fueras porque eras el mejor padre que podía tener. Jason nunca fue una opción para mí. -
- Deja de decir mierda que ni tu te la crees. Querías un hijo de cada uno maldita puta perra. ¿Te crees que voy a creer que jamás pensabas decírselo? Los dos sabemos que usarías esa carta si sentías que se olvidaba de ti. Pero como es un imbécil nunca hablaste.-
- Jason se olvidó de mí hace años.- Dick al escucharlo golpeó el vidrio del auto logrando resquebrajarlo.
- ¡MÁS MIERDA! SOLO CIERRA LA BOCA.-
- No estuve con él jamás después de todo el fiasco. Tu sabes que el único con el que te engañe en mí corazón fue Damián. Con él y solo él. -
- SANTO CIELOS NI LO MENCIONES. Realmente no sabes cuándo callar.- Volvió a golpear el vidrio y esta vez lo abollo.
- No se elige a quien amar.-
- Tu no lo amas. Tu lo quieres todo. Estoy seguro que pretendes la corporación, la Liga. Y A TODOS NOSOTROS. -
- Solo quiero liberarnos a todos de Trigon. Incluso a ti. - Ella tocó su rostro con suma suavidad.
Cómo si pudiera lastimarlo.
- No existen los finales felices para la gente como nosotros.-
- Lo sé. Pero podemos dar nuestro mejor esfuerzo.-
Raven se acercó a él y lo abrazo.
Él no hizo nada para detenerla.
- Es hora de que des tu mejor golpe. No te detendré.-
- No sé de qué hablas.-
- Se que volviste a ver a Garth. Ambos sabemos para qué.-
Siempre fue el mejor rival sin dudas...
Ella apretó uno de sus puños y con su mano libre inyectó en su cuello algo.
Algo que ni ella sabia a ciencia cierta que era.
- ¿Por qué?-
- Yo no soy tu enemigo. Eso es lo que no entiendes. Además... Se que nunca me perdonarás lo que hice con Helena.-
Comenzaba a sentirse mareado.
- Es por eso que nunca habrá un final feliz para ti, Dick. Aún cuando te ame, porque hace mucho ya te perdone lo que me hiciste de niña, jamás te perdonaré lo que le hiciste a ella.-
Su rostro estaba enrojecido.
Ella lo soltó.
- Ya no tendrás en tus manos un pedazo de mí corazón.-
- Entiendo.- Le sonrió y sus ojos finalmente se cerraron.
Raven bajo del auto y espero un buen rato a que llegara.
- Garth. Pensé que no vendrías.-
- Son las dos de la mañana. ¿Qué hiciste?-
- ¿Trajiste lo que te pedí?-
- Si. Pase a pedirle todo a una amiga cirujana al Hospital Central. Fue caótico. Al parecer mataron a un colega.-
Ella tragó saliva.
- ¿Qué quieres hacer con esto?-
- Necesito sacarle algo a Dick del cerebro. -
- ¿Es una broma, no?-
Negó.
- Estudiaste dos años de medicina. Sabes abrir un cuerpo. Además se exactamente dónde está lo que necesitó sacarle. Tengo unas notas.-
- Es una locura de niveles supremos lo que me dices. ¡Practiqué con cadáveres! Y bien dices que solo fueron dos años. ¿Crees que me gustó esa carnicería si termine de terapeuta?-
- Garth solo ayudame a sacarlo del coche. Esta dormido. Lo harás bien. Confío en ti.-
- No voy a hacerlo.-
- No estás en posición de decidir. Lo harás y te daré todo el dinero que me pidas. Si sale mal algo yo me haré cargo. No tienes nada que perder.-
Raven estaba completamente decidida a obligarlo.
Sus manos incluso estaban concentrando poder...
- AHORA.- Solo le dijo y él asintió.
Contra su voluntad fue a hacer lo que le pidió.
- Rachel esto es ir demasiado lejos.-
- Es hoy o nunca. Confió en ti. Se que no me defraudarás. Nunca lo haces.-
Era un vaivén de emociones.
Ruda y tierna a la vez.
Lo volvía loco desde que la conoció y probablemente nunca dejaría de hacerlo.
¿Qué no haría por esa lunática?
- Lamento esto Garth.- Le dijo mientras ambos sostenían a Dick y lo llevaban a la cabaña.
Y AHI era justo ese momento donde le respondía lo usual.
- Solo hagámoslo. - Le respondió rendido.
- Serás bien recompensado. Lo prometo.-
- Lo único que quiero es que te alejes de una vez de toda esta mierda. Por ti. Por tus hijos. Promete que si hago esto lo harás.- Lo recostaron en la cama.
- Haré lo que pueda.-
- No. JURALO RACHEL.- La tomo de ambas muñecas con fuerza como si hubiera olvidado de que estaba frente a una hechicera poderosa que podría acabarlo con un solo movimiento de sus brazos.
- Si me ayudas juro acabar con todos tus problemas y que estaré cerca de liberar a mis hijas de sus cadenas. -
- ¿Qué es lo que me estás haciendo hacer?-
- Le estás salvando la vida lo juro. Si no le sacamos el chip que tiene en la cabeza siempre mi hija y yo estaremos en sus manos.-
- Dick jamás acabaría consigo mismo por nadie. Lo conozco.-
- Lo mismo creía hasta hoy. Ya no tiene razones para vivir. Te lo aseguro.-
Garth tomo un bisturí y toco la piel de su frente.
Comenzó a sangrar.
- Ni siquiera tengo guantes. Podría morir de una infección ...- Estaba totalmente fuera de si.
Incluso le temblaba el pulso.
Chispazos azules comenzaron a revolotear por toda la habitación y una bata con unos guantes se materializaron en él.
- Escucha. Haz lo que te dice o te mueres. ¿Acaso no entiendes que la vida de una joven niña depende de que hagas esto bien?- Lo tomo del cabello y le susurro al oído.
Una daga se materializó en su mano y la paso por el cuello de Garth sorprendiendo a Raven.
- Zachary ¿Qué hiciste?- La voz de la bruja se escuchó quebrarse y eso llamo la atención del mago el cual volteo a verla.
- Hice todo lo que me pediste. Esta en mí departamento a salvo. Con la poción que preparaste no despertara en días. Eso nos da tiempo para lobotomizar a tu marido tranquilos.-
- ¿Qué?- El hombre de cabellera larga atino a preguntar descreyendo lo que escuchaba.
- Tu no pareces un médico.-
- En efecto es un psicoanalista.-
- ¿Ustedes salían?-
- Hace tiempo. Ahora solo somos amigos. -
- ¿Podrían...?- Suplico Garth que sentía que pronto no iba a poder respirar por la opresión en su cuerpo.
- Oh, si. Disculpa. - Zachary movió la palma de su mano y lanzó un nuevo encantamiento para soltarlo.
- ¿Desde cuándo puedes abrir un portal y manipular seres humanos?-
- Desde que tuve acceso a un libro de encantamientos del asqueroso inglés muy interesante. Ya les dije. Soy más bueno de lo que creen con la magia.-
Raven estaba fascinada pero preocupada a la vez por su confianza.
Zachary Zatara era un mago de cuna. No un humano sin capacidad de frenar su magia la cual dependía pura y exclusivamente de sus emociones...
Seguramente su semblante preocupado era más que evidente porque él la abrazo por los hombros sorprendiéndola.
- No te preocupes por nada. Yo estaré para cuidarlas siempre que me dejes.-
Ella tragó saliva.
El aura de chico era abrumadoramente rosa.
¿Acaso realmente le gustaba?
¿Acaso buscaba algo más que sexo de ella?
Su actitud la confundía.
Nunca estuvo con un hombre tan infantil y...
...poderoso.
- ¿Gracias?- Respondió la hechicera a su ofrecimiento.
- ¿Qué hechicería hicieron sobre ti Rachel para terminar con un sujeto como este? Es un niño.. -
- ¿Perdón? Este niño salió en la contratapa de Vogue una vez, factura millones al año y puede matarte en un chasquido de dedos. Yo que tu cuidaría tu lengua "licenciado".- Se pasó sus dedos por el mentón. - .. pero espera ¿O me dices eso porque me ves joven? Si es así te comprendo. Ni una arruga. Tengo una genética fantástica.-
- ¡ZACHARY!-Raven lo freno antes de que comenzará su monólogo jactandose de su propia belleza.
- Disculpa. Si. La lobotomía. -
- No es una lobotomía. Solo le vamos a quitar el explosivo para liberar a mí hija de este sujeto.-
- ¿No es más fácil matarlo?-
- No vamos a hacer tal cosa porque básicamente no sabemos que más pudo haber tramado. Además ni tu ni Garth son unos asesinos.
Haremos todo conforme al plan y lo ayudarás.-
- ¿Tu quieres que ayude a hacer ....- Comenzó a abanicarse con un objeto que conjuro de inmediato.
- Si. ¿Tienes miedo?- Raven se pregunto dónde había quedado toda la valentía que demostró minutos atrás.
- No. Claro que no.-
Garth rodo los ojos ante todo su show.
Casi que hacía todo el momento gracioso cuando lejos estaba de hacerlo.
Lo que haría no era broma.
- Esta justo detrás de su cuello. Seguramente debe tener aunque sea una pequeña cicatriz debajo del cabello.-
Cómo ella vio que ninguno hizo nada tomo una navaja y comenzó a descubrir la zona.
- Aquí. En ese punto hay que buscar.-
El mago se puso una bata idéntica a la de Garth quien hizo una incisión de tres centímetros en la zona.
- Necesito que me des luz.- Le pidió a su ayudante lo cual hizo de inmediato.
Raven mantenía a Dick profundamente dormido mientras tanto.
Absorbía su dolor y lo mantenía bajo un buen sueño.
Las manos de Raven se movían con gran elegancia.
- No puedo concentrarme si mueves la linterna así.- El mago estaba temblando.
- Zach... Concéntrate. Helena depende de esto.- Ella abrió sus ojos por un momento y lo miro...suplicante.
Asintió.
- Disculpa. Tu solo mantenlo dormido que se lo sacaremos. Te lo juro.-
Raven le regaló una sonrisa.
¿Realmente puedo confiar en ti Zachary Zatara?
--------------------------------------
Hoy.
A las afueras de la ciudad...
Artemisa ya no estaba.
Por alguna razón sentía una sensación de tristeza y gusto a la vez.
Amaba a esa mujer desde el primer día que la vio.
Fue un flechazo.
Jamás creyó que podría querer y desear a alguien tanto a primera vista.
Jamás creyó que el día que pasará esa persona estuviera obsesionada con Dick y que ni el tiempo ni el daño que le causaba fuera suficiente para que esa obsesión aunque sea menguara.
Muchas veces la vio irse de noche, ella siempre le dijo que iba a cubrir guardias. ¿Qué clase de imbécil creía que era?
Se encontraba con él.
Siempre lo supo. No necesitaba que Raven ni nadie más se lo dijera.
Él también hacía lo suyo.
No solo se cogió a una sino a decenas de mujeres en su propio lecho marital muchas veces.
Jake una vez lo vio entrar con una de sus conquistas.
Lo regalo, le gritó y el borracho solo le dijo que se fuera a dormir.
Estuvo con compañeras suyas de trabajo solo por el mero placer de devolverle la gentileza y sin embargo nunca fue feliz ni por un instante.
Con ninguna.
Siempre pensó que quizás una mujer podría aliviarle tal frustración.
Raven.
¿Cuántas veces la tuvo a su alcance en más de quince años?
Miles.
¿Por qué no lo hizo?
Claramente porque sabía que involucrarse con ella era condenarse.
Amaba a Artemisa y tenía que soportar verla amando a otro.
Si llegaba a terminar estando una vez más con Raven sin dudas olvidaría a la pelirroja y terminaría viendo cómo ella en sus narices sin remordimiento alguna andaba no con uno, si no con varias sujetos.
Era peor el remedio que la enfermedad sin dudas.
Raven.
La maldita cada vez que podía lo seducia pero él con toda su fuerza de voluntad la rechazaba.
De pronto apareció la pequeña ninfa en su vida cuando pensó que su destino era ceder...
Cassandra.
La mayor de las hijas de esa perra era terriblemente parecida a ella físicamente.
De cabello oscuro, piel pálida y ojos azules.
Idénticas, si.
Salvo por la mirada...
Ella desde que dejó de ser una niña lo comenzó a ver con devoción.
Ni siquiera disimulaba su interés en lo más mínimo.
Negó la posibilidad de concretar algo con esa chiquilla varias veces.
Aún cuando a veces se metía en su hogar y andaba ligera de ropa nunca cedió a la tentación.
Hasta esa noche...
Escucho un sonido afuera.
Un vehículo.
Esperaba a alguien tarde o temprano.
Se quedó donde estaba y escucho que patearon la puerta.
- Debí haber acabado contigo cuando eras solo un niño.-
Desde el sofá con una botella en mano aún ni se molesto en levantarse aún cuando tenía frente a él a quien le arrebato todo en su vida.
Todo.
- Sabía que la matarías tarde o temprano. Nunca te importo ella en lo más mínimo ¿No? Solo querías joderme. Siempre fue eso...-
- Si una puta se te ofrece y te abre las piernas cada vez que puede ¿La rechazarías? No me jodas Jason. Tu siempre fuiste igual o peor que yo.-
Arrojo la botella contra él y estallo en decenas de pedazos contra la pared.
Dick la esquivo con suma facilidad.
- ¿Sabes que ahora iré por Raven, no?-
- ¿Necesitabas que mate a esa perra para cogerte a mí esposa? Que educado resultaste ser.-
- Vete a la mierda.-
- ¿No vas a preguntar porque lo hice?- Se acercó a él.
No para atacarlo si no para decirle algo que no debía escuchar.
Lo conocía bien.
- Lo hecho , hecho está. La vida sigue.-
- No. Tu vida no sigue, hijo de puta. Tu vida acabo la noche en que te cogiste a Cassandra. ¿ENTENDISTE BIEN?-
- Fue una decisión de mierda si. ¿Porqué te crees que estoy aquí? No sé cómo mierda ver a la cara a mí propio hijo después de lo que hice. - Jason se levantó y se puso frente a él.
Era más alto, más fuerte y ya había tenido suficiente de él.
- La puta de tu esposa y la que tanto te quieres coger nos mintieron por más de quince años. Esa niña, Cassandra es TU HIJA. ¿Entiendes lo que hiciste?- El dedo acusador de Dick golpeo en su pecho fuerte.
Nunca tan fuerte como sus palabras...
Jason comenzó a negar con la cabeza.
- Estás diciendo esa tontería para joderme. Tu siempre haces estás cosas.-
El mayor lo tomo de hombros y apretó los dientes.
Sus ojos estaban teñidos levemente de sangre.
Recién ahora veía esto.
Estuvo llorando.
Dick jamás lloraba.
- Era lo más hermoso que tuve en mí vida. Pensé que era mío. Solo mío. Mí bebita. Tu sabes cuánto ame a Cassandra desde que nació. ¿Te crees que diría que es tuya para joderte? Con Cass yo no jodo. Esas dos perras nos vieron la cara siempre.
¿Porqué te crees que lo hice? Ojalá la hubiera hecho sufrir más tiempo. Es lo único que lamento.-
Se tomó el estómago con una mano y con la otra se revolvió el cabello.
- No puede ser cierto.-
- Te la pasaste cogiéndo a Raven cuando llegaste aquí a mis espaldas. ¿De qué mierda te sorprendes? Apenas nació aunque por algún motivo estaba convencido de que era mía hice los exámenes de ADN los cuales TU puta adultero.-
Artemisa ¿Porqué lo hiciste...?
Se tuvo que sostener del sofá para no caer.
La estabilidad era algo que perdió al darse cuenta de lo que estaba escuchando...
- Sabía que jamás dejaría a Raven por ella. Sabía que a ti te podría mantener toda la vida sin esforzarse en lo más mínimo salvo que te enterarás que ella te dio una hija.
Ahí tienes sus motivos... Viviste la mitad de tu vida con una zorra que te jodió la vida para siempre.-
El estómago se le revolvió y las náuseas rápidamente se convirtieron en vómitos...
Había comido poco.
Bebido mucho.
Su garganta quemaba.
Su cuerpo en general hervía...
- No puede ser. Dick. No puedes joder con esto...- Estaba llorando.
Estaba llorando como un niño.
Tomo del brazo a su hermano mayor y su mirada lejos de ser burlona como siempre lo era ...
...era más bien triste.
Estaba agotado.
- Alguien te lo tenía que decir. Dios sabe por lo que estará pasando mí niña. -
- ¿Con quién está?-
- Sola y pronto irá su hermano por ella. Ni se te ocurra volver a verla Jason. -
No...¿Cómo no lo vio? Confío mucho en Dick. En Raven.
Nunca pensó que Artemise pudo ser tan egoísta.
Grandísima hija de puta. Ambas...
Las imágenes de hace dos noches otra vez recorrieron su mente y nuevamente volvió a vomitar.
Cerro sus ojos.
- Helena se lo dijo. Esa retoño de Damian no es lo que parece ser. Esa mocosa vino a mí y se jacto de todo lo sucedido. Sabía que tu eras el padre y lo callo. Nos vio la cara una niña ¿Comprendes? -
Cuando nació siempre sintió cariño por Cassandra.
Un cariño inexplicable.
- Raven siempre odio a Cass. ¿Recuerdas como la rechazaba de pequeña? Nunca te quiso realmente y por eso nunca quiso a tu hija.
Solo le importa Damian y su linda niña. Nadie más.-
La vió maltratarla cientos de veces.
Siempre supo que la gran culpable de que tuviera un temperamento tan irascible fue su misma madre.
El rechazo siempre fue continúo.
Incluso Tim se lo había comentado en varias oportunidades.
-¿Dónde está esa maldita?-
- Con su nuevo chico. Me enteré que es un sujeto con magia real. ¿Te das cuenta lo poco que le importa si hija? No sabe si come, si respira ... ¿Vas a quedarte con los brazos cruzados?-
- No.- Le dijo con esfuerzo.
Seguía llorando.
- Hay que darle dónde más les duela y sabes a lo que me refiero.-
- Teníamos un límite acordado Dick.-
- Oh, no. No me mal entiendas. Nunca mataría a una niñita. ¿Qué clase de monstruo crees que soy? Solo digo que hay muchas maneras de hacer sufrir a la mami a través de ella.-
- Te escucho. -
Dick sonrió ampliamente.
- Sabía que podía contar contigo. Después se todo eres mí hermano. Lo único que como te dije voy a necesitar una mano con Alex. Es un chico muy desconfiado. Se que tu tienes buen trato con él.-
- Lo intentaste matar. ¿Qué esperabas?-
- No puedo creer que estoy rodeado de gente tan rencorosa. Mírame donde estoy en cambio. Pidiéndote a ti colaboración. - Suspiro con fuerza.- Alex deberá comprender tarde o temprano que su papi soy yo. Pero que decir...soy paciente.-
- Es un buen chico. Solo dejalo ir. - Sostuvo su cabeza con ambas manos y se acomodó el cabello intentando tranquilizarse.
- Eso es cierto. Mí pequeño es un buen niño...-
..¿Es eso posible?
--------------------------------------------------
Días después....
Zachary buscaba algo que ponerse para esa noche.
Tenía una presentación en un evento exclusivo de Gotham.
No pensaba trabajar durante su estadía allí pero los números que se bajaron lo convencieron.
- ¿Porqué trabajas si podrías tener todo el dinero que quisieras con tus poderes?-
Abrió el perchero para verla parada frente a él a la bella Helena.
Llevaba una falda oscura hasta las rodillas y una camisa blanca bordada.
Las vendedoras la miraban soñadoramente de lejos.
Tenía un cabello envidiable gracias a la magia que corría en sus venas.
- Me gusta hacer shows y además amo la fama. Soy muy popular ¿Sabías?-
Ella frunció el ceño.
- Nunca estuve frente a una persona tan... normal.-
- Yo estoy lejos de ser normal, princesa. Yo soy una estrella. - Tomo un saco color plateado y se lo probó.
Se miro al espejo y sonrió.
- ¿Qué te parece?- Le pregunto mientras se veía de todo ángulo posible.
- Todo queda bien a ti.-
- Es cierto. - Zachary amaba los halagos y una sonrisa de oreja a oreja se le clavo en el rostro.- ¿Porqué estás aquí? No es que no me guste la compañía pero...-
-...sabía que ibas de compras. Solo quería relajarme un poco con alguien. La mente de mí mamá es un caos.-
- Supongo que sentir las emociones de otros todo el tiempo debe ser agobiante.-
- Cada vez lo controlo mejor. El señor británico me ayudó muchísimo con mis poderes.-
- ¿Qué? ¿Te ha dado....clases?-
- Si. Es un señor muy amable. -
- ¡No! ¿Cómo Raven permite esto? Es un borracho, cínico, mal oliente y pésimo hechicero de moral cuestionable que debería tener una orden de restricción con los niños.- La tomo de ambas manos.
- Eres muy linda. Nunca confíes en desconocidos. Sobre todo en ese bruto.-
- No parecía tener malas intenciones.-
- Escucha ese tipo no piensa las cosas hasta que las hace. Si algún día considerará que tu o yo somos amenaza no dudaría en intentar acabar con nosotros o con cualquiera. Es la clase de sujeto que no dudaría en matar ni a su propia madre.-
Helena asintió.
- Está bien. No lo volveré a hacer. -
- Mí prima confía mucho en él y lo entiendo. Quizás ella sea a la única persona a la que no le haría daño. Quizás. No estoy del todo seguro pero ¿Nosotros? Nadie está a salvo con él.-
- Parece que lo conoces mucho.-
- Yo gracias a Dios, no. Pero mí padre si lo conocía bien. Rata traidora lo llamaban en mí casa. -
Hizo una señal para que empacaran el saco y le alcanzó su tarjeta a una vendedora.
Helena vio de lejos uno de los percheros con prendas de mujer.
- ¿Quieres comprarte algunas cosas?-
Negó.
- No me gusta elegir para mí. Siento que nada me queda del todo bien.-
- ¿Qué? ¿Qué tontería dices?-
La joven de cabellos rubios se miro al espejo con desagrado.
- Del hombre que llame padre toda mí vida siempre dijo que era una pena que una mujer hermosa como mí madre tenga una hija tan simplona como yo.-
Era delgada.
Se abrazo asimisma.
- Tienes solo quince años. No tengo dudas de que te falta mucho para desarrollarte. En un tiempo más serás una mujer hermosa con muchos pretendientes a tu alrededor.- Le agitó el cabello y le alcanzó cuatro perchas.
- ¿Qué haces?-
- Pruebatelo. Estoy seguro que te sentaran bien. -
- No tengo como pagarlo.-
- No digas tonterías. Si te gusta lo llevamos. - La empujó hacia un vestidor y se marchó para darle espacio.
Tal como pensó todo le quedó alucinante.
La hizo mostrar más piel pero tampoco tanto.
Helena tenía un rostro y cuerpo elegante como su madre.
Eran distintas si pero elegantes ambas por igual.
La obligo a llevarse puesto un conjunto color negro con hombreras princesa.
Se abrazo asimisma mientras caminaba.
Con vergüenza.
Era ceñido a su figura.
- ¿No se ve ridículo en mí?-
¿Porqué no cometí un error la otra noche con Grayson?
- ¿Enserio te dejaras llevar por las palabras de un lunático en vez de escuchar al Rey de la moda italiana? Solo mírame.-
Ella comenzó a reírse por sus gestos.
- Eres muy gracioso. - Se cubrió la boca ocultando su sonrisa.
- Y tu me haces pensar en que quizás sea hora de tener hijos. El tiempo pasa aunque no parezca. Se que me veo de veinte pero tengo un poco más que eso ya.-
- ¿Tu quieres ser el nuevo novio de mí mamá realmente?-
- Tu mamá me encanta. Digo me gusta. Cuando estoy cerca de ella me pongo estúpido y nunca me pasó algo así con una mujer.
Pero bueno supongo que estamos en una etapa donde no podemos avanzar porque siento que piensa en alguien más aún. Ya sabes...-
- Mí padre es un pobre mortal inútil que no se compara a ti. - Su semblante cambio de un momento a otro e incluso su voz se hizo más áspera.
Dura.
Ella cerro sus ojos por un momento y lo abrazo.
- Solo quiero tener un padre como tu. No quiero a nadie más. Nunca nadie se preocupo por mí antes como tu. - El abrazo fue fuerte y sorpresivo.
Por poco arroja las bolsas de compras que llevaba en sus manos.
¿Qué podía decir a eso?
- Me encantaría ser tu nuevo padre pero la decisión recae en tu mamá. Solo en ella. -
Lo miro y le sonrió.
Se alejo de él un poco.
- Disculpa. Es solo que no sabes por lo que he pasado con él. Tengo miedo de volver a esa casa o terminar bajo el mismo techo que ese maldito que me abandono desde que nací tan solo por no ser un niño como quería.-
- ¿Enserio no sientes nada por tu verdadero padre?-
Negó.
- Absolutamente nada. Nunca sentiré nada por él más que el mismo desprecio que siempre sintió por mí.-
Siguieron caminando rumbo al estacionamiento.
- Vas a estar bien. Tienes a los mejores hechiceros del mundo que te están cuidando.-
- Mira donde te vengo a encontrar Zatara.-
La voz ambos la reconocieron de inmediato.
- ¿Hermano?- Susurro Helena.
- ¿Qué? ¿Alex es tu hermano?- Zachary la miro en pánico.
- Si. Hace años que no lo veo.-
- Sangre de tu sangre y...¿aún así fuiste capaz de hacerle eso a nuestra propia hermana?-
Alex alzo su mano y capturó a Zachary contra un pilar. El concreto lo abrazo de pies a cabeza.
- ¿QUÉ HACES?- Grito Helena no viendo venir semejante ataque.
- ¿De todas las personas además tenías que estar con él?-
- HELENA CORRE. ÉL ASESINO A MI PADRE. LE ROBO SUS PODERES CON...- Cubrió su boca con el concreto.
Solo dejo su nariz y sus ojos sin tapar.
- Habla demasiado. ¿Enserio crees que un pedazo de mierda como ese es digno de mamá? - Se masajeó las sienes.
La joven de cabello rubio alzó sus manos en posición de defensa.
- ¿Tú mataste al papá de Zach?-
- ¿Tú hiciste que una hija coja con su padre? Helena... ¿Quién te crees que eres para hacerle eso a nuestra hermana?-
- Tu no conoces a Cassandra en lo más mínimo. No sabes lo que fue vivir con ella todo este tiempo.-
- Que show lamentable. ¿La hija de Damian Wayne haciéndose el papel de víctima? ¿Eso es lo único que sabes hacer?-
Aprisiono su cuerpo con su magia.
Aura carmín.
Roja como el fuego.
- ¿Crees que sabes todo de la magia? Mí hermosa hermana. Te enseñaré que no sabes nada.-
Le cubrió los ojos con unas vendas para evitar algún encantamiento de parte de la chiquilla y miro a Zachary.
- Primero voy a educar a esta niña y luego vendré por ti. Ni sueñes que te voy a dejar andar con mí madre Zatara.-
Los ojos zafiro del mago se agrandaron al ver su índice tocar la frente de la chica.
Raven...
¡Raven!
Grito internamente con todas sus fuerzas esperando que ella donde fuera que esté lo escuchará.
Sus ojos se oscurecieron por un segundo y al despejarse lo vio a él.
- NO TE ESCUCHARA. ¿CÓMO SE TE OCURRE PENSAR QUE ERES TAN IMPORTANTE?- Sonrió frente a él.- Yo pensaba matarte a ti esa noche. Estuve cerca de hacerlo y apareció tu padre. El hechizo estaba ya iniciado y él sabía que alguien debía morir esa noche. Se sacrificó por ti y gracias a eso obtuve más poder del que podría haber imaginado. -
Zachary no podía responder con su boca cubierta.
Sus ojos se humedecieron.
Una lágrima sola cayó por su rostro.
Giovanni era un terrible padre.
Nunca fue cariñoso, ni estuvo pendiente de él.
Le dio siempre todo lo que el dinero pudiera comprar pero nunca más que eso.
Desde que su madre murió la única persona que estuvo siempre para cuidarlo fue Zee.
Llego a pensar que nunca lo quiso.
Papá...
- Que ternura. - Abanico su mano y lo hizo dormir.
- Alex se suponía que eras distinto a tu padre. ¿Cómo se te ocurre hacer esto?-
- TU CALLATE Y DEJA DE FINGIR CONMIGO. ¿QUIERES ACABAR CON DAMIAN? HAZLO. ME IMPORTA UNA MIERDA. ¿PERO METERTE CON UNO DE NOSOTROS? ¿INTENTAR QUE NUESTRA MADRE HAGA SU VIDA A TU GUSTO? A ti solo te importa salvarte a ti misma y ambos lo sabemos.-
- Tienes razón. ¿Porqué demonios tuviste que venir? Aquí nadie te quiere. Nuestra madre se olvidó de ti hace mucho y tu padre ... -
- Nunca des por acabado al que todavía no está muerto princesa.-
Ella se libero de sus ataduras con su magia sorprendiéndolo un tanto.
- Voy a hacer de tus pesadillas una realidad. Trigon te espera hace años.-
Ambos se miraron fijamente y sonrieron.
- ¿Enserio crees que eres una buena niña, no? Despierta. Te han hecho algo horrible y lo único que deseaste es que nuestra hermana pasará por lo mismo que tu porque eres perversa. Estás haciendo todo lo que Trigon esperaba de ti. -
- Jodete Alex. Hoy acabaré contigo y pronto lo haré con tu padre.-
- ¿Qué dices Helena?- Raven entro a ese lugar.
Apareció prácticamente de la nada y ambos bajaron sus brazos.
Miro a Zachary atrapado y se sorprendió al ver a Alex allí.
- ¿Qué significa todo esto?- Su tono era acusador y firme.
Su madre había cambiado mucho...
- Ambos vendrán conmigo.-
- Mamá...- La más joven susurro.
- NI UNA PALABRA. -
-------------------
Continuará con su segunda parte...
-----
Espero les haya gustado. La historia de a poco va concluyendo como verán.
No olviden dejar sus comentarios ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro